El Ataque de los Conquers: Bakura vs Viktor

La canción de Arsenio fue una breve pausa para el caos que había sido desencadenado por Rob antes de su aparición. Selene de la Luna había logrado escaparse del lavado de cerebro, pero en lugar de confrontarlo directamente, la mujer de la hoz se unió a los caballeros de Athena, ayudándolos para salvar a las personas que habían perdido el conocimiento. Daba igual, si los mortales morían o sobrevivían daba lo mismo.

El Conquer chasqueó los dedos, ordenando a los paladines reunirse a su alrededor. Yuya, Tier y Bakura quedaron de pie frente a él. -A partir de este momento yo soy su líder. Obedecerán mis órdenes sin cuestionarme y pelearan en nombre de Afrodita. ¿Queda entendido? Así me gusta- tras programar esa orden inicial Arsenio continuó dando las indicaciones. Observó a su alrededor, deteniendo su mirada en el caballero de Cáncer, quien parecía estar a la cabeza de la misión de salvamento. -Corta a la cabeza y el cuerpo morirá. Bakura, tu objetivo es el cangrejo de oro. Está quitándome atención y eso no me gusta- Lo señaló para él, se encontraba en las escaleras intentando despertar a un grupo de mortales inconscientes.

Bakura fue teletransportado frente a Viktor. Arsenio acercó el micrófono a sus labios.-Viktor de Cáncer, tu oponente será Bakura de la Tierra- un círculo rosado apareció alrededor de Bakura y Viktor, haciéndolos desaparecer del coliseo en medio de un destello de luz. En el cielo apareció una gran esfera rosada, del tamaño de la arena que tenía un símbolo violeta con la forma de una estrella de ocho puntas y un rombo en el centro, a través del que podía verse a Bakura y a Viktor desde el exterior.

-Están encerrados en una Tiféret de Afrodita, un escenario de batalla que es moldeado por la fuerza de voluntad del maestro del campo, Bakura en este caso. Para que uno salga el otro debe caer- Poco le importaba si Bakura lo vencía o no. Todos ellos eran piezas descartables.

---------

Reglas
-Tiene 48 horas para responder.
-No está permitido atacar después de que el HP llega a 0.
-Pueden sacrificar HP por acciones.
-Bakura podrá decidir el aspecto del escenario de batalla.
-La pelea termina cuando se pierda una vida.
-El ganador puede infligir una herida permanente.

Al último ataque que no vio venir, le siguió un fuerte impacto contra el suelo que lo dejó confundido. El Core de la Tierra había quedado ligeramente agrietado en partes, había perdido el yelmo y un hilo de sangre marcaba un camino vertical desde la frente en el lado izquierdo del rostro del Paladín.

Tras recuperarse del golpe, Bakura se puso en pie lentamente. Por un momento logró oír los ya conocidos para su persona lamentos desgarradores de las almas de los muertos. Un cambio de escenario inesperado. La única cosa de lo que era consciente es que conocía muy bien ese territorio oscuro y escalofriante... Y que la sensación de regresar le causaba un gran sentimiento de disgusto. Las almas condenadas volvían a atormentarlo.

—¿...cómo te atreves?

Alzando una mano en el aire generó mediante su cosmos tres bolas de fuego que se originaron dos a sus lados y una sobre su cabeza. En su mirada, antes calma e inmutable, había ira incontrolable. Fijó sus ojos oscuros en la figura del Santo y arrojó el devastador ataque en su dirección con toda la intención de acabar con él.

En silencio, Bakura observaba al guerrero de Athena con furia en su mirada. Su mente manipulada no lograba comprender del todo las palabras que este articulaba. Nublando su razonamiento y sus verdaderas metas estaba la idea de que servía a Afrodita y el único objetivo de derrotar a su oponente, desconociendo lo que sucedía fuera de allí y los propios planes del causante de todo aquel caos.

Con una fuerte patada apartó al guardián del Cangrejo de encima de su persona y sin perder el tiempo, rápidamente se puso en pie. Sin mencionar palabra alguna se arrojó a toda velocidad hacia Viktor para no dejarle oportunidad de reaccionar y lo atacó nuevamente; con una lluvia de golpes en las zonas desprotegidas que finalizó con una patada cargada de cosmos buscaba hacerle retroceder, con el mero propósito de evitar que pudiera reaccionar a tiempo a su siguiente movimiento. Fue entonces que, sin perder más tiempo, volvió a crear una esfera de enegía ardiente que arrojó con todas sus fuerzas con el fin de causar un daño devastador.