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Mensaje por Invitado Vie Dic 15, 2017 5:58 pm

Era otra vez aquel momento del mes. Tras una semana en la academia de Santos y otra en sus asuntos personales, le tocaban los tres días de servicio en el Santuario - días ocupados en supervisión de los platas a su cargo, de las maquinarias en Rodorio y cualquier otra menudencia que surgiera de por medio. Llegó en la tarde del viernes y se quedó en su departamento toda la noche ocupándose de unos cuantos encargos pedidos por clientes en Francia, quedándose dormido en la butaca de la sala. Finalmente al despertarse suspiró, saltando cuando vio la hora.

Se bañó, vistió con su overol de trabajo y estuvo dando vueltas de aquí para allá como loco, buscando la bolsa de herramientas, el cepillo de dientes, las botas, guantes y otros más. Cargándose el bolso en el hombro salió del departamento apresurado, finalmente pisando las calles de Rodorio. Su primer trabajo, según ponía los memos que le dejaron, era en la oficina de los encargados de seguridad del pueblo.

—¿Quién compró estos?— preguntó cuando se encontró en la entrada de la comisaría. Incluso con los santos cerca, nunca faltaban los oficiales que mantuvieran el orden entre los habitantes normales - quienes claro, pedían ayuda en caso de eventualidades sobrenaturales. O, en su caso, en asuntos de mecánica. Frente a él tenia una docena de segways, que al parecer, el comisario compró solo porque le parecieron esenciales para la fuerza del departamento policial de Rodorio. Sonaba a argumento de película de comedia. —¿Por qué pensaron que sería bueno tener segways?— inquirió con una risita en el rostro, cruzado de brazos.

—¡Lo vi en una película! ¡Y teníamos el presupuesto! Me pareció una buena idea para que los muchachos se esforzaran en el trabajo ¿no lo cree así Stan?— dijo el comisario con un puro en su boca, escupiendo humo con cada palabra. —Dime ¿seria mucho pedir que los evalúes a ver si están en forma?— lo miró, sus cejas pobladas arqueadas.

Stan intentó no reír en voz alta, pues eso era...hilarante. Hilarante por decir lo menos. ¿Evaluar segways? ¿...era en serio? Parecía que sí.

—Está bien. No veo porqué no.— dijo frotándose las manos antes de usar los guantes en su bolso. —Policías en Rodorio usando segways, quien lo diría.— dentro de si, volvía a carcajearse.
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Mensaje por Invitado Sáb Dic 16, 2017 9:23 pm

**Vasant había decidido quedarse en el Santuario unos días luego de la petición del aspirante a Santo Plateado llamado Arturo, por lo que estaba queriendo enfocarse en la mejoría de este para que pueda llegar a obtener la armadura que ha estado ostentando, es decir, la de Centauro, en aquel momento lo dejo en el Sacro recinto tratando de lograr unas pruebas que le ha colocado, en ese interin decidió tomar los libros que recientemente tomó de la Biblioteca de Rodorio y es cuando en su trayecto pasa por la comisaría, en ella se pueden ver varios ¿Segwys? ¿Qué hacia la policía de Rodorio con un un simple medio de transporte electrónico que posee un giroscopio? Era algo que llamaría bastante la atención pues esos instrumentos viales no suelen ser conocidos por su velocidad, muy por el contrario tienen la fama de ser lentos y no muy aptos para labores de persecución, entonces ¿Por qué la comisaría los compraría? Era la duda que atraviesa al joven Ariano que como típico en el caminaba haciendo levitar los libros con psicokinesis.

Luego de detallar todo con mucha calma puede observar al guardián de la casa posterior a la suya conversando con el comisario, Stan, quien era el joven ateniense es bastante conocido por un amplio conocimiento sobre la mecánica, era su principal Hobby por decir de alguna manera, en eso el de azulada cabellera prefiere proseguir su andar hacia la Biblioteca y esperar que el mismo se pueda desocupar para poder charlar con él, en dicho momento los pequeños que siempre buscaban al Ariano, comienzan a rodearlo y sin dudar se suben sobre él y tratar de jugar con éste, si bien, Vasant era bastante conocido por su afición a los libros, en el pueblo de Rodorio era muy conocido por compartir con los pequeños cada vez que podía y siempre buscaba enseñarles algo nuevo para que supieran más no solo del mundo, sino de si mismos como futuras personas de bien para la Sociedad, más teniendo la oportunidad de poder llegar a optar como un ser que pueda defender los ideales de justicia y paz sobre la tierra que lleva desde la era mitológica la Diosa Athena, sin darse mucho de cuenta empieza a transcurrir el tiempo para el nativo de Jamir**
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Mensaje por Invitado Sáb Dic 16, 2017 11:13 pm

—Pues nada. Están todos bien.— dijo Stan al terminar su inspección. No era como si tuvieran mucha ciencia, pero al parecer el comisario no salía del encanto que producían esas patinetas glorificadas. —Para lo que sea que sirvan, están bien.—

—¡Perfecto! ¿No quieres dar una vuelta? Anda, te presto uno de ellos para que vayas a la plaza y des un paseo.— comentó el comisario con una palmadita en el manubrio de uno de los segways mas próximos. Stan casi se volvía a carcajear. Casi.

—Está bien.— accedió. No era nada del otro mundo, así como no le costaba nada darle el gusto al oficial - cuyos ojos además, parecían haberse vuelto estrellas con la reivindicación de que su gasto no había sido del todo superfluo y vano. —A ver.— murmuró parándose en uno de los segways, echando delante el manubrio. De inmediato empezó a moverse a su velocidad característica calle abajo, siguiendo la dirección general del mercado. —Regreso en diez minutos.— le dijo al comisario, alejándose con un fwoom fwoom sumamente bobo. Quizá hasta cómico, si lo veía de cierta forma.

Al bajar por la acera adoquinada de Rodorio siguió la ruta de los mercaderes, dando la vuelta en una calle lateral hasta el distrito del arte. Yendo en dirección norte dio otras dos vueltas más hasta arribar a la entrada de la biblioteca, donde una parvada de niños rodeaba a otra figura más que llevaba consigo unos libros flotantes. Cuando los chiquillos oyeron y vieron el segway movieron las cabezas, algunos riendo, otros curiosos. Pero todos si concordaron en algo: quitarse del camino del aparato como para que la parte frontal chocara contra el hombre de cabello azulado. Y decir que era una choque resultaba una exageración: el segway inútilmente quería seguir y con el tope del hombre por delante, tan solo no podía.

—¿A qué eso no se lo esperaban?— le dijo a los niños, quienes se carcajearon. Luego miró a quien "arrolló". —Perdón por eso, estaba probando los nuevos segways de la comisaria.— comentó, sin encogerse de hombros mas queriendo hacerlo. Entonces, el rostro de aquel sujeto le resultó conocido - pues lo había visto en los archivos presentados por el señor Mercym Belt, anterior Escorpio antes del muerto Rintaro y actual sacerdote de la capilla para monoteístas cristianos/católicos/lo que fuera su vertiente en el Santuario y Rodorio. —Espera. Te conozco. ¿No eres tú el ocupante del puesto como santo de oro de...Aries, era, no?— preguntó.

Alrededor, los niños añadieron: —¡Es el señor Vasant! ¡Y lo que hace es muy cool!—

Todos apuntaron a los libros que flotaban a un lado de su cabeza.

—¿Vienes de la biblioteca?— preguntó, echando hacia atrás el segway. Para darle el humor a los niños, dio una vuelta in situ. Ellos se rieron aún más.
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Mensaje por Invitado Dom Dic 17, 2017 7:59 pm

**En lo que escucha como los niños se alejan al notar el Segway, éste solamente voltea su rostro luego de ser "impactado" por el mismo, el joven a bordo rápidamente lo reconoce como el Santo de la Casa de Aries, así que no haría falta una larga introducción para presentarse adecuadamente, sin contar que los pequeños dejarían muy en claro su nombre con el grado de respeto que ellos mismos le tienen al nativo de Jamir, en lo que el se voltea a verlo asiente previo a romper su silencio -Así es, mi nombre es Vasant y soy el Santo de Aries, mucho gusto...- extendió posterior a ello su mano derecha para saludar al mismo como se merece, en eso el viento hace mecer su cabellera y se dejan ver dos puntos en su frente de color azulado, semejantes a los que usaban los sacerdotes sintoístas de la era Heian, en ello prosigue -...Tú debes ser el Santo de Taurus, del que se dice es un experto en mecánica, Stan- en ese momento muestra una grata sonrisa y es cuando un par de niños se suben por su espalda, al parecer suele llevarse bien con ellos.

-Quizás no sepan mucho de mi en la Academia, pues estoy la mayor parte del tiempo en Jamir- ese dato resolvería muchas incógnitas sobre éste, pues el linaje de Santos Atenienses a través de los siglos, siempre ha contado con guerreros provenientes de aquella inhóspita región donde los mismos montañeros del Himalaya no se atreven a visitar, en eso extiende su mano izquierda hacia uno de los niños y le acaricia la cabeza de forma cariñosa, el tiempo seguía su transitar y ya como si se tratase de algo habitual los libros que recientemente cambio en la Biblioteca por algunos libros que logró escribir Jules Verne, le buscaría ampliar siempre su léxico y es cuando responde a la duda que su compañero de armas comenta -Si, dejaba los libros sobre las mitologías prehispánicas y la mitología japonesa, por algunos de los libros de Jules Verne- en lo que finalizó sus palabras se puede leer en el borde de los libros los títulos "La vuelta al mundo en ochenta días", "La isla misteriosa", "De la Tierra a la Luna" y "Cinco semanas en globo", además de un libro sobre astronomía y geografía mundial, en aquel momento comienza a elevar a los niños un poco para que se animen, cosa que parece resultar, los mantiene por unos segundos y luego los vuelve a descender, dejando a todos con ganas de seguir jugando con el de cabellera azulada**
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Mensaje por Invitado Lun Dic 18, 2017 11:49 am

Refrescante era conocer a un santo educado y que no quería partirle la cara, o algo por el estilo. Estrechando la mano de Vasant no pudo sino comparar su encuentro con Calliope, algo que tiró a una esquina de su mente sin ahondar más. —No es que haya demasiadas máquinas en el Santuario.— comentó con gracia, viendo como los niños se le montaban encima al representante del Carnero Blanco. Tipo curioso.

—Yo me divido el tiempo entre Francia, vigilar cosas en la academia y algo acá, así que te entiendo. Deberías conocer a Nathanaël de Capricornio, él sí sabe sus cosas.— le dijo ante el comentario del tiempo, riendo un poco. Luego vino lo de los libros, ninguno de géneros que en lo particular, fueran su taza de té. —Ficción ¿eh? No son lo mio. Bueno, ya te imaginarás: manuales, guías, cosas así.— lo más cercano a ese género era el bestiario de Nathan, y ese era un diario sobre cosas que encontró en sus viajes. Quizá lo suyo era poco imaginativo, si lo veía de cierta forma. —Eso es...psicoquinesis ¿no? Primera vez que la veo. Hu. Es curioso, cada vez que conozco a un Santo de Oro veo algo peculiar.— comentó. Con Nathanaël, el primero de todos los que conoció habían sido las hadas en microfaldas y Bloom, además de la mujer cristal. Con Calliope el balanceo precario de la ira y la paz en un baile demencial. Ahora con Vasant la habilidad de mover objetos y personas con la mente así como se usaban las manos para comer. Eso picaba su curiosidad. —Si no te molesta que pregunte: ¿qué tanto puedes mover con eso? ¿Hasta dónde? Digo, según recuerdo de las lecciones de mi maestro, la psicoquinesis de los representantes de Aries es de las más potentes en el planeta, capaz de llegar a otras dimensiones si se concentran lo suficiente. Se supone que es útil para recobrar armaduras que se creen pérdidas y no pueden llegar por si solas al Santuario desde el campo de batalla.—

Quizá hasta podría ser tan fuerte como para darle un calzón chino a Mitzy y a sus amigas. De seguro eso haría reír a Nathan, porque parecía que pocas cosas le cambiaban su cara de juego.
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Mensaje por Invitado Mar Dic 19, 2017 11:25 pm

**Al parecer el joven que portaba la Cloth de Taurus, resultaba bastante ocurrente, si bien sus primeras palabras eran ciertas al saberse que el Santuario lo que menos posee son maquinarias para hacer trabajos diversos, pues todo era edificado o labrado por los mismos Santos, siendo aspirantes o portadores de alguna cloth en específico, en ello le continúa escuchando sobre el Santo Dorado de Capricornio, uno que particularmente no conoce, así que lo invita a la Academia pues conseguirá muchas similitudes en gusto, según su afirmación a lo que responde con mucha calma -Suena interesante, deberé ir a Ciudad Rysel- ya le había picado la curiosidad de conocer a otro fanático de la lectura como él.

En eso prosigue con una duda que quizás carcome la mente de muchos y es la capacidad que éste posee para movilizar objetos con la mente, mejor conocida como Psicokinesis, por lo que crea un par de cuestionamientos interesantes para muchos y es los limites de dicha capacidad, a lo que el joven de cabellera azulada muestra una leve sonrisa en sus labios previa a su respuesta -La verdad... lo último que hice que me vi un poco forzado fue cuando reconstruí la principal Torre de Jamir, y eso fue hace como cuatro años atrás- dejando bastante en claro el desconocimiento del límite de su habilidad, además su maestro le había comentado que ese tipo de facultades si se entrenan nunca llegan a tener un límite, ya que son habilidades que nacen de la mente, la cual no tiene un fin establecido como limitante, en lo que finaliza sus palabras puede percatarse de como Stan toca el punto de reparar las armaduras o llevar las mismas desde un lugar distante al campo de batalla, en eso el joven de cabellera azulada asiente y le responde con mucha calma -Si, podemos hacer todo eso, aunque el reparar una armadura lleva algo más de costo que solo mi psicokinesis...- era algo que quizás muchos desconocían pues la mayoría de los actuales Santos Atenienses se ambientan mucho en la Academia y no hacen mucho combate fuera de éste o misiones, por lo que prosigue -...necesita de las herramientas y si la armadura ha pérdido su vida, necesita de sangre para devolverle a la vida- buscando dejar muy en claro toda la responsabilidad que el joven lleva consigo como descendiente de la región de Jamir**
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Mensaje por Invitado Vie Dic 22, 2017 6:48 pm

—No lo olvides, la academia de Rysel es Alfea. Si lo digo es porque he escuchado la confusión antes: Palladion, Fontaine Rouge y Alfea son todas academias de Santos, pero la de Rysel es Alfea - y claro, está regentada por François de Piscis. Si visitas, pasa primero por su oficina y avisa tus intenciones. A la directora no le gustan las sorpresas.— explicó con algo de severidad, no por si mismo, sino para que Vasant no cayera en la lista negra de la cabeza de la academia. —No estoy en buen estatuto con ella por saltarme un poco el protocolo. Y creeme, no era gran cosa.— como lo era instalar una barrera protectora y...otros asuntos más que no venían al caso.

Luego escuchó su explicación sobre la psicoquinesis, interesado. —Estás orgulloso ¿verdad?— comentó con una risita cómplice. No lo culpaba. Él también tenia su orgullo, aunque lo aplicaba a la mecánica. —Eso sí lo sabía. Mi maestro, Gar (ex Santo de Tauro) me explicó a detalle el proceso. Y es un poco macabro, la verdad.—

Cuando vio algunas personas caminando a su lado y viendo el segway, se devolvió a la realidad de la conversación. Ayudó al hecho que le diera una punzada de hambre.

—¿Ya es mediodía? Vaya, se fue volando el tiempo. Oye ¿te parece si seguimos estar conversación con un almuerzo? Pero primero tengo que llevar este segway a la comisaría. Trata de seguirme el paso.— dijo con humor, haciendo rodar el aparato que echó a andar con su lamentable velocidad. De nuevo, policías en segways. Se rio para sus adentros...de nuevo. —Voy más rápido que un santo de oro ¿no les parece?— le preguntó a los chicos, que se partieron de risa.
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Bull, Ram, segways Empty Re: Bull, Ram, segways

Mensaje por Invitado Sáb Dic 30, 2017 7:56 am

**Luego de escuchar como el aseguró saber todo el proceso que se requiere para devolver la vida a una armadura, un proceso que realmente es demasiado delicado y como enuncia Stan, es visto por muchos pues la idea de otorgar sangre para restaurar la armadura no es fácil pues la cantidad que se requiere puede ser letal para el donante, en ello puede percatarse como varias personas están como que siendo cautivas en la atención por el Segway que porta el diestro mecánico, que parece ser llamado su atención por las personas y es cuando reaccionó para cuestionar la hora y sugerir proseguir la charla mientras almuerzan algo, en ello el joven de cabellera azulada muestra una grata sonrisa y asiente a sus palabras, en eso vira su rostro en pos de los libros y puede darse cuenta que no hay de que preocuparse pues ellos no han tocado el suelo en todo el tiempo de la charla, en aquel momento reinicia su movimiento con el Segway y los niños se ríen del comentario hecho por el guardián de la Casa de Taurus.

En lo que recuerda la división de las academias, se muestra más tranquilo, solo debería ir a Palladion, y en caso de ir para Alfea, deberá tener mucho cuidado de no crear un altercado con la Santa de la Casa de Pisces, los niños se muestran bastante emocionados al ver a Stan en el Segway y escucharle decir aquella frase sobre la velocidad del segway en aquel sarcástico tono, pues el sistema del giroscopio, si bien le daba seguridad, el pequeño motor eléctrico que disponen los mismo no generan una velocidad que supere los 5 metros por segundo transcurrido, es decir, no es siquiera más rápida que una bicicleta, aunque por el sistema electrónico, el pasajero no hace esfuerzo alguno como debe gestarlo con la bicicleta,comparar eso con la velocidad de un Santo de Oro, que es bien conocido por lograr andar a la velocidad de la Luz, es algo que los niños no pudieron evitar reírse, mientras se dirigen a la comisaría le comentó al joven -No se si pueda llamar elevar la torre como un acto que haga sentir orgulloso, pero me gusta ayudar en todo lo que puedo- en lo que finaliza sus palabras nuevamente un par de pequeños se suben sobre él y se le escucha decir a uno -Vasant-sama es muy amable y juega con nosotros, también nos hace volar como los libros- al parecer el Santo de Aries era bastante popular entre el poblado cuando venía al Santuario, sobretodo entre los pequeños que parecen disfrutar de las habilidades psicokinéticas del mismo, en eso Vasant sonríe y mirando a Stan afirma -Sería bueno comer algo en el local que está cerca de la comisaría- recordando que se dirigen a dicho lugar en primera instancia**
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Bull, Ram, segways Empty Re: Bull, Ram, segways

Mensaje por Invitado Lun Ene 29, 2018 9:31 pm

—Es agradable tener visitantes como ustedes.— rió la mesera del local, llevando dos menús a la mesa que en esos momentos ocupaban Stan y Vasant. No eran desconocidos ni mucho menos, y con la frecuencia con la que los veían, ya se imaginaba algo de lo que pedirían a continuación. —Bien, listo. Debo ser seria. A ver...bienvenidos a nuestro local. Aquí tienen nuestro menú. El especial de hoy es la cacerola de sopa con mariscos recién traídos del mercado de Atenas. De postre tenemos pastel de frutas.— dijo la chica de cabello rubio, casi saltando con cada palabra. —¿Están listos para ordenar?—

—Lo mismo de siempre.— respondió Stan con una sonrisa, palmeando suavemente el cartón plastificado de su menú. Ya se sabía todo lo que ponía la carta, así que no necesitaba mayor mirada. Y la verdad, tanto vegetal no se le hacia muy tentador.

—Clubhouse de cuatro carnes en su salsa.—
—Clubhouse de cuatro carnes en su salsa.— dijeron a la vez, ambos carcajeándose tras un latido de intermedio. Guiñando un ojo Stan asintió, corroborando la orden.

—Ya se lo traeré entonces. ¿Qué dice usted señor Vasant?— preguntó antes de tomar su orden, recoger los menús y escapar de allí en dirección a la ventanilla de servicio.

—Espero que no juzgues porque no como vegetales.— comentó a tono de broma mientras movía los dedos sobre el borde de la mesa. —Pero nomas no los paso.— añadió. Un minuto después la mesera les llevó una jarra de agua y dos vasos de cristal. Sirviéndose al tiempo que les ponían pan y mantequilla, dio un largo trago. Vaya que lo necesitaba, incluso si no lo notó hasta entonces. —Umm. Algo que me pregunto: ¿en Jamir tienen maquinaria?—
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Bull, Ram, segways Empty Re: Bull, Ram, segways

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