Museo de Louvre [Francia] - Yusei y Raziel

El plan para hoy era quedar con dos Santos dorados, el de Piscis y el de Libra en Paris, concretamente en un museo, no hubiera puesto pega alguna, el arte era interesante, incluso yo aspiraba a que cuando asumiera el mando del planeta que mis futuros vasallos erigieran estatuas en mi honor, pero no me complacía tener que ir junto a aquellos dos, de hecho desconocía el motivo de habernos citado en ese sitio exactamente...aunque también puede que haya olvidado la razón, no suelo prestar demasiada atención a cosas como ésta pero me gustara o no debía ir, igualmente no tenía nada mejor que hacer así que aunque a regañadientes partí hacia Paris tan pronto como abandoné el Santuario. El problema yacía en el transporte, barcos, aviones...los detestaba, siempre me mareaba cada vez que subía a uno, por no hablar de que la comida de esos vehículos dejaban mucho que desear así que opté por una opción muchísimo más práctica: volar por mi cuenta a Francia.

Haciendo uso de mi habilidad, capaz de permitirme extender doce alas blancas, no me resultó complicado llegar a Paris pero sí que tuve que andarme con cuidado, era de noche y apenas podía ver bien incluso con las pocas luces de las calles era mejor andarse ojo avizor...no vaya a pasarme como la última vez y me estampe contra una farola. Mi ropa era muy sencilla, una típica toga blanca y como adornos brazaletes en pies y muñecas, sin duda una indumentaria cómoda que me permitía moverme con facilidad. Al cabo de unas horas sobrevolando el lugar encontré el lugar de reunión, me fijé ahí en un joven que manejaba una computadora, aterricé detrás del chico, deshice mi habilidad y cruzado de brazos hablé para hacerme notar y que me prestara atención.

-A ver, refréscame la memoria ¿Qué motivo nos trae aquí? Espero que sea importante, podría estar en la casa de virgo jugando y comiendo dulces.

El hacer misiones en equipo era algo de a lo que Dokho estaba bastante acostumbrado, sin embargo hacía tanto tiempo que no se veía envuelto en esto que el retomarlo solo resultaba un tanto extraño sabiendo que sus compañeros ya no eran los mismos de antaño. La nueva generación de caballeros resultaba algo interesante ante su punto de vista, al mismo tiempo sentía que habían perdido esa esencia de caballero que los hacía ver como la autoridad imponente que tiempo atrás fueron, pero quien era el para juzgar?
Luego de viajar hasta el país francés, Dohko portó su armadura dorada la cual ante la noche y con la luz de la luna emitía un peculiar brillo que fácilmente resaltaba. Si, era un caballero del pasado viviendo en un mundo ahora desconocido para el y el vestir su armadura era símbolo de respeto y orgullo a su servicio a Athena por lo cual le importaba en lo mas mínimo lo que pensara las personas que pudiesen verlo, el solo caminaba tranquilamente por la calle hasta llegar al museo.

Al ser bastante tarde, las calles se encontraban desoladas, sin embargo el museo se encontraba vigilado por guardias en todos los puntos, el simplemente caminó hacia la entrada dejándose notar ante aquellas personas que le miraban extrañado, no todos los días se veía a un hombre portar una armadura de oro por las calles.

▬Donde estarán ese par?.. Bueno, creo que me adelantaré y haré mi parte..▬ Mencionó para si mismo llegando a la entrada. ▬Muy bien, háganse a un lado.▬ Dijo a los guardias que de inmediato ante sus palabras reaccionaron hostiles sacando sus barrotes y bloqueandole el paso de acceso, aquello sacó una sonrisa en el caballero de Libra. ▬Ohh~ En verdad quieren hacerlo de esta forma?▬

Una vez aquel par de guardias se fueron contra el lanzando sus primeros golpes, Dohko levantó sus manos y sujetó a estos de sus brazos evitando que llegasen a golpearlo, de inmediato con un rápido movimiento los empujó un poco fuerte hasta golpearlos contra la pared quedando de inmediato inconscientes.
▬Sigamos~▬ Mencionó para si mismo continuando su camino hacia la entrada del museo.

Los tres héroes se han reunido a las afueras del Museo más famoso del mundo; uno muy inteligente, otro bastante soberbio y el último demasiado impetuoso. Los tres se complementan en ciertos aspectos, pues mientras Yusei parece ser el cerebro del trío, es Raziel el orgullo del equipo mientras que, por otro lado, Dohko se ha mostrado como el puño que actúa de forma inmediata.

Un jóven que camina por ahí se muestra curioso al ver a un ángel bajando del cielo mientras deambulaba por la calle cerca de ahí, algo que pudo grabar con la cámara de su móvil por segundos antes de que este decidiera bajar. En un intento de ser valiente, el chico castaño y de vestimenta civil se acerca al lugar a donde nota que las brillantes alas se han posado, viendo a otro chico -que al inicio creyó un estudiante de universidad-, siendo acompañado por una figura pequeña y angelical con una toga.
¿Era ese el ángel que vio?

Se dispone a mantenerse al margen y observando lo más oculto posible que puede, apunta la cámara de su teléfono hacia ellos hasta que hagan algo interesante y que merezca ser datado por un noticiero o simplemente viralizarlo en Youtube, sin embargo no lo logra, pues algo más abstrae su atención.

Las alarmas del museo se encienden debido a que un guardia ambulante observa desde otro punto como sus compañeros son derribados. Su voz nerviosa suena a través del radio por el que pide ayuda a policías judiciales, para luego tirarlo a cambio de agarrar la pistola de su cintura. Apunta y dispara al caballero dorado sin ningún rodeo desde su ángulo, pues su fuerza era sobrecogedora.

Ahora ya no importa la discreción debido a las acciones de "el puño de Athena", deben entrar al Museo y salir con la reliquia en menos de diez minutos. Ninguno de sus oponentes son un gran problema, pero las irresponsables acciones del "orgullo" y el "puño" son ahora preludios de un gran ataque mediático que pone en peligro en anonimato del Santuario.

Rápido, marchen y roben la reliquia antes de que más policía llegue; pues tienen tiempo de mantener su aparición como un mito urbano, ya que es "el cerebro" quien se ha encargado de que las cámaras de confianza hayan sido desactivadas.

Uno de ustedes debe persuadir al muchacho de borrar el vídeo que ha grabado, antes de que lo lleve a redes sociales.
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Off:
El tiempo se agota, deben entrar en el museo en su segundo post y luchar contra los enemigos en el interior del museo SIN MATARLOS, pues son oponentes muy débiles, y ni las balas pueden herirlos a ustedes por su estatus como Santos de Oro.
Uno de ustedes debe buscar al muchacho que ya se ha dispuesto a irse y persuadirlo de borrar el vídeo de forma no hostil.
Como aclaración: Dohko, recuerda que los enemigos son roleados por el narrador c:

Era de esperar que el chico al que debía acompañar en ésta misión le chocara que en vez de ir vestido para la ocasión, una noche fría, fuera con mi particular toga, bien podría haberme molestado en replicarle, de hecho que llamara a mi atuendo de ángel "sábana enredada" ya era suficiente para querer enzarzarme en una disputa con él pero teniendo en cuenta que posiblemente solo coincidamos hoy para el asunto que nos ocupa opté por pasar por alto tal ofensa hacia mi persona. -Tú preocúpate por ti, estoy acostumbrado a ir sólo con la toga, el frío no me afecta. Lo siguiente fue establecer los pasos a seguir, comprendí el papel que debía desempeñar en la misión. No me iban del todo el tener que colarme en sitios como un vulgar ladrón por muy noble que sea la causa que me lleve a meterme en esos lugares pero quizás sea emocionante, con el sonido de la alarma los guardias ya estarían sobre alerta, podría jugar un poco con ellos antes de ir a por la reliquia, una explosión por aquí, un guardia arrojado por la ventana por allá, pero conociendo la forma de actuar de mis compañeros dorados como haga una de las mías ya me estarían echando la bronca...que remedio habrá que contenerse y no lastimar demasiado a quienes intenten interponerse en mi camino.

-¿Qué nos están grabando? Sorprendido e indignado me elevé por los aires al activar mis alas de nuevo y claramente molesto me dirigí al Santo. ¿¡Y a qué demonios estás esperando?! ¡Ve a partirle la cara o algo! Grabarme sin mi consentimiento es una blasfemia, ocúpate de él como es debido, como vea una sola imagen mía por algún lado no me responsabilizo de mis actos. Tras mi breve charla con el chico partí de inmediato al museo, allí busqué una entrada, esperaba encontrar una puerta o una ventana abierta pero como era de esperar todo estaba cerrado, hacer esto por el método pacífico iba a ser complicado...¿Me juzgarían severamente si hago una entrada yo mismo?

Entre que no había tiempo como para preocuparme por una nimiedad como encontrar entradas y que no sentía el cosmos de nadie más dentro del museo me estaba empezando a enfadar ¿No se supone que íbamos a ser tres? El tipo ese de la computadora, el Santo de Libra y yo, el gran Raziel, así que ¿Donde demonios estaba ese idiota? -Me van a dar aquí las uvas como siga yendo de pacífico. Ya que no podía dar con una entrada poco vigilada entonces lo suyo sería que yo mismo fabricara mi propia entrada; junté mis manos y usé una versión moderada y menos potente de mi Grand Cross para abrir en la pared un gran boquete, por supuesto esperaba que la explosión pudiera llamar la atención pero ya me preocuparía después de esto, ahora lo importante era la reliquia. Entré al museo tosiendo por el humo de la explosión, abanicando con mi mano cerca de mi rostro para despejar el humo. -Toc toc ¿Se puede? Mire dos veces a cada lado y suspiré pesadamente. -Bien, ¿Por dónde comienzo a buscar esa baratija? Creo que dijo algo de unas reliquias mexicanas. No conocía bien el lugar así que simplemente sería cuestión de buscar la sala de las reliquias mexicanas.

El muchacho se sorprende al notar con la comisura de su mirada que el joven pelinegro ya estaba sosteniéndole. No puede hacer nada más que temblar de miedo, pero para su sorpresa el Caballero de Piscis no se muestra hostil.

Este accede, le da su teléfono para que sea el mismo quien lo borre, y espera a que lo haga. No dirá nada al respecto del tema, pues Yusei ha sabido manejar el problema.

Por otro lado, la bala que fue disparada al caballero de Libra logra llegar a su nuca, provocando un desmayo inmediato por parte del impacto recibido, es opcional llevárselo consigo, obtendrán mérito si no abandonan a ningún compañero.

Algunas otras balas se dirigen hacia el Santo de Virgo, pero su grácil movimiento es suficiente para burlarlas. Se introduce en el museo, donde le espera un asesino profesional contratado para resguardar la reliquia de todo ladrón. No debería ser un gran problema, pero sus ataques están por encima de la media; subestimarlo es igual a la muerte si no se tiene cuidado.

Por otro lado, los policías especiales y locales se arremolinan en el museo, Yusei debe derrotarlos SIN MATARLOS antes de que lleguen los medios de comunicación y pongan en evidencia el anonimato del Santuario. Aunque el Santo de Piscis puede decidir si abandona la misión o ayuda a Raziel de Virgo derrotando a estos guardias de la ley.

Menudo recibimiento que me habían dado, me esperaba una andanada de balas como era lo normal al colarme en un sitio tan bien protegido como el museo pero de igual forma me resultaba frustrante no poder hacer más que esquivarlas en vez de ocuparme del problema y cortarlo de raíz ¿Qué había de malo en dar una paliza a mis agresores? Lo más que les haría sería dejarlos medio muertos, seguirían con vida pero sufriendo lo justo para volver de su largo periodo de recuperación un intenso tormento. Pero no podía quejarme o mejor dicho no tenía ahora nadie quien escuchara mis quejas por lo que hacerlo seria poco favorable dada mi necesidad desahogo, por lo que lo mejor para esto es aguantarme las ganas de estallarlo todo con mis poderes y seguir adelante con la misión que me había sido asignada, así fue como lo consideré. Queriendo acabar con esto lo más rápido posible aligeré la marcha yendo sala por sala, a cada cual mi constante fallo en encontrar la que buscaba me exasperaba y lograban que mi ira fuera en aumento, estaba ya por darme por vencido y cargarme todo a mi paso para aliviar tensiones cuando pasé de largo cerca de la última sala, regresé para verla mejor y aliviado exhalé un tenue suspiro.

Que peso me había quitado de encima, ya me estaba viendo dando explicaciones a Athena y al Patriarca por haberme cargado el museo en vez de recuperar esa baratija a la que llamaban "reliquia", pero como ya me había topado con la sala donde la tenían guardada no debería pasar por ese momento incómodo ni tener que escuchar regaños ni demás verborrea insípida y enervante. Bajé al suelo depositando suavemente mis pies en la losa y a pie deambulé por toda la sala parándome a admirar toda la exposición ¿Qué pinta tendría el objeto que debía llevarme conmigo de vuelta? Sea como fuere todo estaba aquí demasiado silencioso y teniendo en cuenta lo ajetreado que estaba el edificio con la "sigilosa" entrada del Santo de Libra me resultaba sospechoso que aquí no hubiera nadie vigilando los artículos, lo cual me llevó a recordar que además de buscar la reliquia, recaería sobre mí la responsabilidad de buscarle y llevarlo al santuario a salvo. Solo espero que la recompensa por tantas molestias merezca la pena, algo así como una montaña de pasteles de fresa.

Entre las sombras, había alguien más. Sabía ocultar su presencia a niveles ciertamente profesionales, por lo que pudo pasar desapercibido durante todo momento, tanto así que ni las propias cámaras de seguridad lo veían pasar.

¿Qué hace un hombre como él en un museo tan refinado como lo es el de Louvre? Bueno, se sabe que entre museos es muy común el robo de mercancia debido al prestigio -y por consiguiente, dinero- que las reliquias suelen atraer de forma casi instantánea, por lo que aquellos que dirigían el museo optaron por contratar al mejor de los ladrones, al más profesional entre los asesinos: Fleur, el silente.

Se pasea con un cuchillo militar y un par de pistolas a cada lado de la cadera. Su ropa negra y ajustada le ayudaba a pasar desapercibido, incluso ante sus propios "compañeros" de trabajo, mientras que su máscara de bufón le permitía emitir una sonrisa que atemorizaría a cualquiera que no supiera el objetivo de Fleur en el museo. Para pasar el rato, el asesino se queda en la galería de pinturas; sus pasos aparentan pisar el suelo firmemente, pero sorprendentemente no hacían ningún ruido.

Se detiene al pasar al lado de la popular Gioconda, se da la vuelta para mirarla y acerca su mano al lienzo, no sin antes desprender su máscara del rostro, dejando ver a un hombre cuyos labios parecen estar quemados hasta simplemente sellarlos. La comisura de sus ojos dejan ver una lágrima salir desde la cuenca hasta hallar la caída libre en el suelo, como si él conociera a esa dama, como si hubiera fallado en protegerla.

Los balazos se hacen presentes, el bufón parece volver en sí, como una computadora que acababa de volver a iniciarse del reposo. Se volvió a colocar la máscara de forma rápida y se precipitó hasta la sala de la reliquia, lo suficientemente antes como para poder presenciar como un niño se acercaba al sitio donde el orbe reposaba.

El yacía colgado de una esquina, y sus habilidades eran lo suficientemente buenas como para permitirse ser paciente.

Desenfunda una de sus pistolas y la apunta hacia la cabeza del niño, sin dudar en disparar en un solo momento, más es entonces que otro misterioso personaje se hace presente, alguien que llega tan pronto como se va, y deja una cortina de rosas a su paso. Fleur no lo atacó, él podía sentir los vestigios del cosmos, y es por esto que, si bien no sabía de qué rango eran, le era fácil saber que no podría derrotarlos él solo.

Espera a que uno de los dos se vaya para comenzar su ataque, siendo esa cortina de rosas una invitación a jalar el gatillo, invitación que Fleur asiste con gran facilidad. Dispara, y el proyectil baja hacia el Santo de Virgo, específicamente hasta su nuca. Más esto era sólo para distraer, el verdadero ataque venía desde abajo, con una cuchillada por el costado, pues Fleur bajó de su lugar de vigilancia a una velocidad considerable.

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Off:

El asesino dispara desde arriba, y tan pronto lo hace, baja para atacar a Raziel físicamente. Al ser humano no debe ser mucho problema c: