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Renacer del sol mitico
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Renacer del sol mitico
Aclaraciones:
Hablo - Narro - Pienso
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Había llegado el día. Las estrellas se habían alineado perfectamente para abrir las puertas del tiempo y del espacio las puertas de la prisión del tiempo se partieron en dos, el día brillo como ningún otro y en algunas partes del mundo no se distinguía que era de noche. El astro solar iluminaba con furor todo el sistema solar.
En la tierra cada rincón era bañado por calor, luz y una energía nunca antes sentida para aquellos conocedores del cosmos. Las placas tectónicas se removieron, desde la primera hasta la ultima, el magma en el interior del planeta azulado se abrió paso por entre dichas placas y varios volcanes dejaron salir aquel cumulo de roca hirviente y humeante como reverencia a lo que estaba por venir... a quien estaba por venir.
El viento se volvió semi arido, las aves dejaron los cielos, los animales terrestres miraron con fervor a los cielos cual espectadores de un gran evento, solamente los humanos comunes no se percataban de ello y trataban ese fenómeno como una explosión solar de gran escala que anunciaba el comienzo de un nuevo ciclo solar y del ultimo milenio de su astro.
Mientras todo eso sucedía... en las profundidades de un museo se encontraba un salón exclusivo para reliquias milenarias; habia un reloj solar maya, arena de la punta de las pirámides de guisa, el encriptado secreto encontrado en tres islas del triangulo de las bermudas y del triangulo del dragón, una astilla de la cruz de Jesus Cristo y lo que se dice habia sido una lagrima de lamento de Zeus al tener que olvidar a alguien (Esto ultimo solo era un mito pasado de vidente a vidente del oráculo de delfos).
Los objetos mencionados anteriormente se encontraban distribuidos al rededor del salón que tenia el símbolo del sol y el rayo en el techado de mármol. De pronto... aquella luz que inundaba toda la tierra se escabullo cual flash fotográfico y baño esa sala; los objetos comenzaron a brillar y resonar entre ellos. armando con rallos de luz la figura rúnica del sol. Una puerta de cristal hizo presencia y se quebró en miles de pedazos, acto seguido una figura magistral apareció mientras el brillo se extinguía y todo volvía a la normalidad y una profunda risa se escucho.
- Jajaja...Han pasado milenios desde la ultima vez que todo se alineo para mi presencia, tus planes se han arruinado padre -
Dijo aquella presencia mientras abandonaba aquella habitación y comenzaba a recorrer los pasillos del museo, veía fácilmente aquellas armaduras, objetos, pictogramas, fósiles, todas y cada una de las criaturas y objetos que allí se encontraban él las habia visto nacer. Continuaba caminando con su rostro serio y un bosquejo de sonrisa en la parte derecha de sus labios y llegó a la entrada.
- Es hora de que mi hermana y el mundo se cieguen al ver mi perfección... mi regreso -
Aquel ser majestuoso y perfecto desapareció en un instante, su rumbo... desconocido, como su existencia.
Hablo - Narro - Pienso
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Había llegado el día. Las estrellas se habían alineado perfectamente para abrir las puertas del tiempo y del espacio las puertas de la prisión del tiempo se partieron en dos, el día brillo como ningún otro y en algunas partes del mundo no se distinguía que era de noche. El astro solar iluminaba con furor todo el sistema solar.
En la tierra cada rincón era bañado por calor, luz y una energía nunca antes sentida para aquellos conocedores del cosmos. Las placas tectónicas se removieron, desde la primera hasta la ultima, el magma en el interior del planeta azulado se abrió paso por entre dichas placas y varios volcanes dejaron salir aquel cumulo de roca hirviente y humeante como reverencia a lo que estaba por venir... a quien estaba por venir.
El viento se volvió semi arido, las aves dejaron los cielos, los animales terrestres miraron con fervor a los cielos cual espectadores de un gran evento, solamente los humanos comunes no se percataban de ello y trataban ese fenómeno como una explosión solar de gran escala que anunciaba el comienzo de un nuevo ciclo solar y del ultimo milenio de su astro.
Mientras todo eso sucedía... en las profundidades de un museo se encontraba un salón exclusivo para reliquias milenarias; habia un reloj solar maya, arena de la punta de las pirámides de guisa, el encriptado secreto encontrado en tres islas del triangulo de las bermudas y del triangulo del dragón, una astilla de la cruz de Jesus Cristo y lo que se dice habia sido una lagrima de lamento de Zeus al tener que olvidar a alguien (Esto ultimo solo era un mito pasado de vidente a vidente del oráculo de delfos).
Los objetos mencionados anteriormente se encontraban distribuidos al rededor del salón que tenia el símbolo del sol y el rayo en el techado de mármol. De pronto... aquella luz que inundaba toda la tierra se escabullo cual flash fotográfico y baño esa sala; los objetos comenzaron a brillar y resonar entre ellos. armando con rallos de luz la figura rúnica del sol. Una puerta de cristal hizo presencia y se quebró en miles de pedazos, acto seguido una figura magistral apareció mientras el brillo se extinguía y todo volvía a la normalidad y una profunda risa se escucho.
- Jajaja...Han pasado milenios desde la ultima vez que todo se alineo para mi presencia, tus planes se han arruinado padre -
Dijo aquella presencia mientras abandonaba aquella habitación y comenzaba a recorrer los pasillos del museo, veía fácilmente aquellas armaduras, objetos, pictogramas, fósiles, todas y cada una de las criaturas y objetos que allí se encontraban él las habia visto nacer. Continuaba caminando con su rostro serio y un bosquejo de sonrisa en la parte derecha de sus labios y llegó a la entrada.
- Es hora de que mi hermana y el mundo se cieguen al ver mi perfección... mi regreso -
Aquel ser majestuoso y perfecto desapareció en un instante, su rumbo... desconocido, como su existencia.
Invitado- Invitado
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