Callejón Sin Salida - {Zona 2 - Evento Halloween}

-Una nueva locación- declaro al hallarse en aquel callejón, observando el entorno a través de ojos que se resguardaban tras una máscara. Había pasado por suficientes zonas en aquella noche, tantas como para hartarse de aquel laberinto infernal. Pero estaba todavía allí, de pie, aguantando por razones que parecían columpiarse entre la determinación y la simple obstinación.

Avanzaba por aquel pasillo, iluminado por la luz de las antorchas, y sabía ya con seguridad que aquel trayecto empezaba a estancarse, terminando en un sendero que carecía de avance posible. –Un callejón sin salida- declaro sin asombro alguno, observando por algún pasadizo o abertura que fuera la clave de aquello. Pero no había. No había y las paredes empezaban a cerrarse, declarando aquel posible destino que al joven poco podía asombrarle. –Esto no es nada comparado con aquel guardián- dijo, preparándose para la amenaza que venía desde ambos, tanto izquierda como derecha.

Número aleatorio (1,3) : 3

Caramelos permanentes: 42

Caramelos actuales: 9

-No haré eso- declaró cuando aquella idea cruzo por su mente, visualizando aquel baile estúpido que solo empeoraba el humor del joven. Sabía que aquello era tan solo la influencia de aquel laberinto, incitando a los que lo atravesasen a actos de innegable estupidez. Las paredes se cerraban en torno a él todavía, acortando a cada segundo el espacio del que disponía.

Número aleatorio (1,3) : 3

Caramelos permanentes: 42

Caramelos actuales: 9

Y una vez más persistía en su insistencia, incitando con aquella idea al santo de leo. Pero no lo haría, pues aquello posibilidad tan solo lograba su disgusto. –Tengo que hacer algo pronto- dijo serio y preocupado al observar de izquierda a derecha, viendo como aquellas paredes tendían cada vez más para alcanzarle.

Número aleatorio (1,3) : 2

Caramelos permanentes: 42

Caramelos actuales: 9

Tras haber encontrado el tope de la mansión oscura la luz lo envolvió y sintió como lo mandaban a volar lejos. Como si hubiera sido escupido su cuerpo cayó desde una altura considerable antes de chocar contra el suelo, creando un pequeño cráter en el que los guijarros resultaban ser irregulares y enanos. De hecho, era enanos porque ahora él era pequeño. Levantándose en dos patas se miró y notó como ahora su apariencia era la de un híbrido entre conejo y lobo, una dicotomía entre blanco y negro además de gris que resultaba ser... Curiosa, por no decir ridícula, aunque a decir verdad mucho sentido del ridículo no tenía. Moviendo la cola siguió los instintos de cánido, sacudiéndose por millonésima vez.

Esa fue la señal: a su alrededor las paredes empezaron a moverse con un sonido ominoso, ominoso y por demás, peligroso. Sus sentidos se dispararon y de pronto, eso sirvió como fogón: las paredes aumentaron de manera drástica su velocidad y él, en ansias de no sentirse como una panqueca, hizo lo propio y corrió como si se lo llevara el diablo. Zuzuzu corrió, evadiendo los obstáculos presentes como lo eran bolsas de basura y botes de metal, hasta el momento en que vio como mas adelante, las paredes dejaban de moverse. Si lograba correr suficientemente rápido, no seria pisado en vertical.

Número aleatorio (1,3) : 3

Si en un inicio vio la salida de aquel callejón de repente el hacer la conexión de que llegar equivalía a salvarse pareció ser la señal para que, uh, pensó, el callejón lo quisiera fregar. Una vez pensó, cosa que racional y metódicamente de esa forma era poco usual, el camino se extendió más de la cuenta y con ello, swish swish swish, su ruta se volvía incluso mas larga e inaguantable que antes. Y no sólo eso, sino que al dar un salto para evitar que una bolsa le estorbara su trasero empezó a moverse sólo como si estuviera poseído por un ritmo fantasma. Bum bum bum o algo así fue lo que le llegó a la cabeza, algo que no era del todo racional - dentro de lo que a su cerebro llegaba con ese rótulo. Antes de detenerse e intentando controlar sus posaderas para que dejaran de moverse solas ante un ritmo que desconocía conscientemente debió saltar más de una vez. Las paredes estaban aumentando incluso mas su rapidez y si no lo hacia él, seria una mancha mas en lo mugriento de aquel sitio.

Dulces: 6

Número aleatorio (1,3) : 3