Casa Embrujada - {Zona 7 - Evento Halloween}

“¿Finalmente se ha rendido?” pensó con alivio Yuto al deshacerse del fantasma que le había estado fastidiando. Le desagradaba ese tipo de bromas en una situación así, pues a su ver no eran más que la forma que alguien tenía de burlarse del santo, de mofarse mientras veía con comodidad desde una posición segura. Era una posibilidad desagradable, pero el enmascarado parecía creer en que aquello se debería a una broma demasiado elaborada, el “truco” propio en algunas partes del mundo para las fechas del mes de Octubre.

Subio por una escalera plegable que daba al ático, con un paso al pisar que evitaba los ruidos innecesarios. –Aun no he visto por aquí- comento mientras veía el oscurecido lugar al que acababa de ingresar, notando sin asombro alguno las cajas, muebles y adornos desparramados que adornasen el lugar. Daba la impresión de no haber nada allí, de ser un lugar común y corriente. Pero, si no había encontrado respuesta tras recorrer por los pasillos, ¿No significaría eso que la respuesta se hallaba ahí? Eso quería comprobar.

Empezó a moverse por aquel ambiente, apartando lo que se encontraba en su camino mientras intentaba encontrar cualquier cosa fuera de lo común, una pista. -¿Y esto?- pensó al tomar lo que parecía un broche de plata que posaba en el suelo, observándolo como si aquello fuera la cosa más interesante del mundo. Lo giro en su mano, observando la peculiar forma de ala de ave que esta simulaba. En otra época debió haber sido un bonito accesorio, pero ahora estaba deslustrado y gastado, tan distante de su antiguo esplendor que casi parecía provocar melancolía en el joven. –No importa- se dijo como si de pronto hubiese perdido cualquier interés en aquello, dejándolo caer con pesadez en donde lo había encontrado. No quería saber nada de ello.

Finalmente su visión se poso en la ventana del ático, la cual hasta ese momento había ignorado al creer que allí no habría respuesta. Pero si la había, pues allí se hallaba el pasaje que le permitiría avanzar. “Esa ventana ¿Está cambiando?” formulo en un pensamiento, observando como el paisaje cambiaba a cada segundo ahora que se fijaba con atención. No lo pensó mas y se dirigió allí, convencido de que había encontrado la salida de la mansión.

Dulces Actuales: 12 (cometí un error y puse 9 en el post anterior XD)

Número aleatorio (1,9) : 1

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caramelos:

Número aleatorio (1,3) : 1

Una vez que terminó con la joven vida de aquel hechicero, divisó, a lo lejos, una especie de granero que no había visto anteriormente. Vio la cantidad de cuervos que comenzaban a llegar y corrió hacía aquel lugar.

Empujó la enorme puerta y entró rápidamente al ver como una parvada iba tras ella. Al cerrar el enorme portón se dio cuenta de una cosa: había un cristal en este; un cristal que ya había visto.

Se giró y solo para afirmar sus pensamientos: estaba de vuelta en aquella casa.

—¡¿Cómo demonios volví aquí?! Basta, solo quiero volver a mi propio hogar... Espero el ático no haya cambiado de sitio.

Corrió escaleras arriba, pasando por los mismos lugares que antes. Tenía que salir de ahí.

Número aleatorio (1,3) : 2

De vuelta al laberinto de Halloween, en el cual misteriosamente apareció poco después de haberse colocado un nuevo disfraz, Rangvald ahora vestido de una icónica figura de Dreamworks, tenía que sortear un nuevo obstáculo que no le había tocado conocer en su anterior viaje. Se trataba de una tenebrosa casa de gran tamaño, posiblemente perteneciente a una adinerada familia, pero que ahora solo proyectaba una atmósfera sombría y tenebrosa, presencias fantasmagóricas rondando por cada rincón, asechando.

Rangvald: "Pensé que volvería a pelear con ese espantapájaros, pero parece que el orden de los desafíos es distinto cada vez... ¿que tendré que hacer para poder salir de aquí?""  

Sintiéndose un poco menos seguro que la vez anterior por no contar con ningún tipo de arma o protección además de su propia fuerza física, el Dios guerrero vestido de ogro caminaba con cautela por los pasillos, escuchando aparentemente voces de otras personas, una en particular le pareció sonaba familiar a una de sus compañeras en Asgard, quejándose por su estancia en dicha mansión. ¿Acaso había alguien más atrapado allí? ¿O era solo esa casa jugándole trucos? Ambas posibilidades eran legítimas, pero de todos modos a este punto el Asgardiano ya sabía que la única forma de ayudar a quien sea, era derrotando al guardian.

Rangvald: Será mejor darme prisa en salir de aquí.  

Número aleatorio (1,3) : 3

Tras correr durante varios minutos tumbando puertas, muebles y cualquier objeto inánimado que representara un obstáculo, Rangvald se abrió paso bruscamente ante cualquier objeto que pudiera interponersele en el camino. No estuvo seguro si pasó junto a alguna otra persona en su trayecto, su concentración estaba en salir de allí, vencer al guardián y quizás con eso terminar la maldición. Eventualmente, su recorrido lo llevó al ático de la mansión, donde parecía haber una salida.

Rangvald: Aunque es una pena... por que si caben mis muebles, pero me queda muy lejos. - Expresó irónico y luego se arrojó por la ventana para ver su proxima locación.


Dado de avance:

Número aleatorio (1,9) : 9