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Castillo de los Pecados [Joeri]
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Castillo de los Pecados [Joeri]
Los pecados ya habían decidido qué camino tomarían en esa época: localizar las reliquias que resguardaban los otros Santuario para descubrir el paradero del recipiente de su diosa se había convertido en prioridad. Tras terminar la reunión, el pecado de la lujuria se despidió cortésmente de todos los presentes, exceptuando a Orgullo, a quien había mirada con cierto desprecio. No quería ver a esa mujer en un largo tiempo después de que se atrevió a ignorarlo en el reencuentro con los otros pecados.
Se tomó el atrevimiento de seguir a Avaricia una vez que la reunión terminó, acercándose a éste en el bosque cuando los demás tomaron su camino y desaparecieron-Hey chico, puedo sentir algo diferente en ti- Lujuria abrazó al chico por detrás.-Siento que no eres el mismo avaricia que conozco- el hombre se apartó del chico de cejas extrañas. Su rostro lo obsesionaba y quería sacarse de dudas si se trataba de la misma persona que creía.
-Tenemos que hablar, pero no aquí. ¿Recuerdas el camino para llegar al castillo de los pecados?- preguntó Lujuria sin apartar la vista del recipiente de Avaricia.-[color:e7b4=darkcyan3]Bien, no importa, yo abriré la puerta- una espada apareció en la mano derecha de Lujuria, la cual fue utilizada para hacer un corte vertical en el espacio, abriendo una brecha de luz frente a los dos pecados que se transformó en una puerta de tres metros de alto hecha con metal color negro y que tenía dibujos parecidos a raíces de árbol.
-Vas primero- Lujuria abrió la puerta, revelando un camino rodeado por un jardín de rosas rojas, y al final de ese camino se erguía un castillo con altas torretas. El lugar estaba completamente silencioso, como si el tiempo estuviese detenido, esperando el regreso de los pecados para resucitar.
Se tomó el atrevimiento de seguir a Avaricia una vez que la reunión terminó, acercándose a éste en el bosque cuando los demás tomaron su camino y desaparecieron-Hey chico, puedo sentir algo diferente en ti- Lujuria abrazó al chico por detrás.-Siento que no eres el mismo avaricia que conozco- el hombre se apartó del chico de cejas extrañas. Su rostro lo obsesionaba y quería sacarse de dudas si se trataba de la misma persona que creía.
-Tenemos que hablar, pero no aquí. ¿Recuerdas el camino para llegar al castillo de los pecados?- preguntó Lujuria sin apartar la vista del recipiente de Avaricia.-[color:e7b4=darkcyan3]Bien, no importa, yo abriré la puerta- una espada apareció en la mano derecha de Lujuria, la cual fue utilizada para hacer un corte vertical en el espacio, abriendo una brecha de luz frente a los dos pecados que se transformó en una puerta de tres metros de alto hecha con metal color negro y que tenía dibujos parecidos a raíces de árbol.
-Vas primero- Lujuria abrió la puerta, revelando un camino rodeado por un jardín de rosas rojas, y al final de ese camino se erguía un castillo con altas torretas. El lugar estaba completamente silencioso, como si el tiempo estuviese detenido, esperando el regreso de los pecados para resucitar.
Sean Austerlitz- Specter
- Armadura : Pecado de la Lujuria
Mensajes : 173
Re: Castillo de los Pecados [Joeri]
Suspire, obtener reliquias de los otros reinos, así que esa era la misión actual. No tenía problemas con ello, después de todo, los dragones buscaban tesoros a final de cuenta… Simplemente realice una reverencia frente a los presentes antes de voltearme y volver por mi camino, cruzando el bosque. Podía notar los pasos de alguien siguiéndome y reconocía su energía, Lujuria, quien me había visto extraño durante la reunión, demasiada atención a mi rostro… Sabía que era atractivo, pero parecía que había algo más aparte de ello.
Por eso mismo, por esa curiosidad, me detuve en cuanto me llamo, sin sorprenderme cuando me abrazo, pero mi expresión se mantuvo seria todo el tiempo que el contacto ocurrió… como un depredador a punto de saltarle a la yugular a su presa. Escuche sus palabras y cuando me voltee tenia lo observe de arriba abajo. ¿Por eso es que me observaba de esa manera? No, debía haber algo mas, no podía ser tan simple…
-Depende como lo quieras ver… para mi sigues siendo el mismo Lujuria de mis recuerdos, pero es verdad que no soy el Avaricia que tu recuerdas- murmure con una sonrisa amable, más un toque burlón en ella era claro. Así que el otro pecado se podía dar cuenta de que no era el mismo Avaricia, eso era un dato importante a tener en cuenta, aunque no era algo que me sorprendiera particularmente. Podía sentir las almas de los otros pecados, al fin y al cabo eran los “compañeros” del demonio que habitaba dentro de mí, era fácil de suponer que lo mismo se aplicaba al revés y se darían cuenta del cambio.-Mi nombre es Joeri, simplemente para que lo recuerdes~ Me resulta más interesante que ser llamado solo Avaricia
El hombre hizo una pregunta, mas antes de que pudiera siquiera contestar este puso manos sobre el asunto, materializando una espada y con un simple corte el espacio mismo se rasgo, dejando ver la puerta del Castillo de los Pecados. Observe todo sin borrar la sonrisa, dentro de mí despertando los otros “Yo” al reconocer la puerta y transmitiendo su conocimiento a mi cerebro. Esto era algo interesante, tal vez no había sido una idea aburrida ir a aquella reunión. Mis ojos se mantuvieron observando el detalle de aquellas puertas hasta que la voz del más alto me devolvió a la realidad. ¿Quería que fuera primero? Sonreí con diversión, ¿acaso pensaba que me iba a escapar? Nah, yo también tenía algo que me interesaba preguntarle~
-…- me quede en silencio al observar el camino de rosas, dejando que su olor llenara mis fosas nasales. Era más partidario de plantas más… exóticas, del tipo que se alimentaban de otros seres como depredadores, pero tampoco estaba mal de vez en cuando aquella esencia, mas considerando que el lugar de donde venia no era algo usual de ver algo como esto. Era lo apropiado para la diosa de la primavera, aquel campo de apariencia inocente mas escondiendo sus espinas como la Reina del Inframundo. Empecé a avanzar por aquel camino que conducía al castillo, sin voltear a ver si el otro pecado me seguía o no.
Nada más llegar a la puerta del castillo, eleve mi cosmos y esta se abrió, reconociendo a Avaricia como uno de sus habitantes. El castillo despertaba de su sueño, preparándose el escenario para la actuación de esta era. Nuevamente un brillo pasó por mis ojos y estos se volvieron cual si fuera un reptil, y realice una reverencia frente aquel lugar… Momentos antes de voltearme hacia Lujuria, viéndolo por primera vez desde que cruzara la puerta dimensional.
-Bueno, ¿de qué quieres hablar? No tengo problema si prefieres tomar el té dentro del castillo para la conversación, pero preferiría ya saber cuáles son los cargos por los cuales soy sospechoso para un interrogatorio~- murmure con diversión para luego formar un circulo con mi diestra a través de mi dedo índice y el pulgar, colocándolo frente a mi pecho, justo frente a mi corazón. Un gesto como si tuviera una moneda- Ah, por cierto, toda información tiene un precio~
Por eso mismo, por esa curiosidad, me detuve en cuanto me llamo, sin sorprenderme cuando me abrazo, pero mi expresión se mantuvo seria todo el tiempo que el contacto ocurrió… como un depredador a punto de saltarle a la yugular a su presa. Escuche sus palabras y cuando me voltee tenia lo observe de arriba abajo. ¿Por eso es que me observaba de esa manera? No, debía haber algo mas, no podía ser tan simple…
-Depende como lo quieras ver… para mi sigues siendo el mismo Lujuria de mis recuerdos, pero es verdad que no soy el Avaricia que tu recuerdas- murmure con una sonrisa amable, más un toque burlón en ella era claro. Así que el otro pecado se podía dar cuenta de que no era el mismo Avaricia, eso era un dato importante a tener en cuenta, aunque no era algo que me sorprendiera particularmente. Podía sentir las almas de los otros pecados, al fin y al cabo eran los “compañeros” del demonio que habitaba dentro de mí, era fácil de suponer que lo mismo se aplicaba al revés y se darían cuenta del cambio.-Mi nombre es Joeri, simplemente para que lo recuerdes~ Me resulta más interesante que ser llamado solo Avaricia
El hombre hizo una pregunta, mas antes de que pudiera siquiera contestar este puso manos sobre el asunto, materializando una espada y con un simple corte el espacio mismo se rasgo, dejando ver la puerta del Castillo de los Pecados. Observe todo sin borrar la sonrisa, dentro de mí despertando los otros “Yo” al reconocer la puerta y transmitiendo su conocimiento a mi cerebro. Esto era algo interesante, tal vez no había sido una idea aburrida ir a aquella reunión. Mis ojos se mantuvieron observando el detalle de aquellas puertas hasta que la voz del más alto me devolvió a la realidad. ¿Quería que fuera primero? Sonreí con diversión, ¿acaso pensaba que me iba a escapar? Nah, yo también tenía algo que me interesaba preguntarle~
-…- me quede en silencio al observar el camino de rosas, dejando que su olor llenara mis fosas nasales. Era más partidario de plantas más… exóticas, del tipo que se alimentaban de otros seres como depredadores, pero tampoco estaba mal de vez en cuando aquella esencia, mas considerando que el lugar de donde venia no era algo usual de ver algo como esto. Era lo apropiado para la diosa de la primavera, aquel campo de apariencia inocente mas escondiendo sus espinas como la Reina del Inframundo. Empecé a avanzar por aquel camino que conducía al castillo, sin voltear a ver si el otro pecado me seguía o no.
Nada más llegar a la puerta del castillo, eleve mi cosmos y esta se abrió, reconociendo a Avaricia como uno de sus habitantes. El castillo despertaba de su sueño, preparándose el escenario para la actuación de esta era. Nuevamente un brillo pasó por mis ojos y estos se volvieron cual si fuera un reptil, y realice una reverencia frente aquel lugar… Momentos antes de voltearme hacia Lujuria, viéndolo por primera vez desde que cruzara la puerta dimensional.
-Bueno, ¿de qué quieres hablar? No tengo problema si prefieres tomar el té dentro del castillo para la conversación, pero preferiría ya saber cuáles son los cargos por los cuales soy sospechoso para un interrogatorio~- murmure con diversión para luego formar un circulo con mi diestra a través de mi dedo índice y el pulgar, colocándolo frente a mi pecho, justo frente a mi corazón. Un gesto como si tuviera una moneda- Ah, por cierto, toda información tiene un precio~
Invitado- Invitado
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