Halloween Party! - Torre de Avaricia

Disfraz:

…La fiesta comenzaba, los pecados se reunían y era la hora de celebrar la noche de los muertos en el castillo del Pecado Original. Aquellos que habían caído junto a su maestra al infierno ahora éramos los anfitriones. Observe mis ropas con tranquilidad, extravagante para la época actual, más de eso se trataba Halloween, disfraces sin igual que dejaran de lado aquella “normalidad”, pues esta era la fiesta de los espíritus y monstruos. Gire el pomo del bastón en mi mano, el recinto de la torre del demonio en la que me hallaba aun no estaba listo para la celebración, ya que aun continuaba la fortuna desparramada. Todo aquello que puede ser calificado como tesoro por la humanidad está en esa torre, tal como si se tratara de la bóveda del Rey sumerio que había conseguido todo en el mundo… Tal vez debería haberme disfrazado como él, pero bueno, ya estaba hecha la decisión. Levante los hombros restándole importancia, aun debía preparar el lugar para los invitados~

-Una administración de justicia corrupta, solo determinada por el estatus social del acusado. Siendo el Maestro de la Corte, ansió más el dinero que la justicia. Incluso los infames pueden salvarse si pagan… En el infierno el mejor abogado es el dinero- fue lo único que dije mientras golpeaba la punta del bastón contra el suelo, provocando un fuerte sonido con este. Como señal, frente a mis ojos el dinero, monedas de todo tipo, espadas de plata y acero, cálices de oro, distintas joyas, libros antiguos perdidos por la humanidad, obras de arte, armas usadas por héroes y villanos de leyendas, así como todas las otras reliquias que había en la torre desaparecieron, escondidas en una parte inaccesible de aquel recinto a la cual solo un servidor podía acceder.

…Sonreí al ver con que eran reemplazados los tesoros que habían sido recolectados desde el principio de los tiempos. Caramelos de distintos sabores, dulces sin par que formaban una montaña, y que hacían ver este lugar como la torre de la Gula más que de la Avaricia… Si no tomábamos en cuenta que su comedor era de libre acceso, un lugar para que quien se internara se dejara llevar por el pecado y siguiera comiendo con comida sin fin, mientras que esta torre… Bueno, era más el nido de un dragón a donde solo los aventureros se atreverían a pisar, o para robar su tesoro o para matar a la criatura. De cualquier manera solo había dos resultados para ellos, o lo lograban… o morían en gritos de dolor por las fauces, garras o llamas del reptil~

-El aspecto, la edad, la raza, el género; todo eso es irrelevante. Lo importante es que puedas pagarme, eso es todo. Tu vida depende solo de mi, si quieres la salvación, ¡Muéstrame el dinero!- seguí cantando aquella canción tan apropiada para aquel pecado que mi sola existencia representaba. Tal vez realmente tuviera que convertir el interior de mi torre en una corte~ Y pasar juicio a todo aquel que tontamente tratara de robar mi botín… De un momento al otro el bastón en mi mano se convirtió en el martillo de un juez y lo agite en mi mano como si realmente pretendiera usarlo. No pude evitar largarme a reír antes de permitir que aquel objeto volviera a cambiar su forma. -Bien, ahora veamos…- Tome una paleta de entre la pila de caramelos y me voltee con esta en mano, dirigiéndome a la salida de la torre.

Fuera del recinto la imagen de mi guardián se hallaba. De larga apariencia, mezclando en su aspecto colores verdes su cuerpo y violeta las partes que lo cubrían cual armadura orgánica, se hallaba el venenoso dragón. Acerco su cara y con ello sus mandíbulas, por las que recorría aquella saliva toxica, suficientemente cerca para que pudiera extender mi mano y tocarlo. Sin miedo alguno lo hice, acariciándolo con una sonrisa retorcida que parecía ser el mismo gesto que aparecía formado en este. Mientras con una mano acariciaba a la criatura y la otra sostenía la paleta, desenvolví el plástico que cubría esta con los dientes, llevándola a mi boca.


-Veamos quien es el primer desafortunado… digo, afortunado invitado, ¿no te parece?~ -murmure, con la criatura a mi lado, en espera del aventurero que buscara el tesoro. Al final, ¿Quién intentaría un Trick or Treat con Avaricia? Y quien lo hiciera, al final, ¿sería el o yo el que cayera en el Trick or Treat? Sería divertido averiguarlo.

Dragón:

Jotavald: "Yare yare daze, este tipo si que habla."


La imponente torre de avaricia se alzaba triunfante por encima de cualquier otra parte de aquel esplendoroso pero tétrico castillo al que por alguna razón que aún no terminaba de comprender, había aceptado venir. Recordaba que su alumna, Serena de Grane, había recibido una misteriosa invitación con un curioso texto indicando las instrucciones de como llegar a aquella siniestra locación. Aunque hubiera sido sumamente fácil tirarla a la basura y seguir con sus vidas como si nada hubiera pasado, tanto su joven aprendiz como otros de los dioses guerreros habían accedido en ir a ver de que se trataba ese asunto. El hecho que dicho documento también solicitara el uso de un "disfraz" y no sus armaduras hizo también que se sintiera suspicaz al respecto, pero por no querer llevarle la contraria a los demás, decidió seguir el juego, mas eso no significada que sus sospechas disminuyeran.

Jotavald: "Tal vez debí quedarme con Serena o Erza para asegurarme que estén bien... hmp, tal vez luego baje para revisar un poco las cosas, pero preferiría no tener que interactuar mucho con estos individuos... hay algo en estos anfitriones que me da mala espina... y no es solo su gusto en decoración ."

Uno se preguntaría entonces ¿Cual era la locación actual de Rangvald en estos momentos? ¿Se había internado acaso en aquella esplendorosa estructura para adquirir las fortunas guardadas por su guardián y quizás enfrentar a la bestia que moraba dichos tesoros? No realmente. Aunque el dios guerrero de phecda efectivamente se había dirigido a la torre, no se había adentrado en esta, sino que se hallaba recargado a la pared de la parte más alta de esta, mirando hacia abajo con su único ojo disponible, prestando atención como vigía a cualquier detalle sospechoso que pudiera ver a la distancia. Dio la casualidad que su ubicación estuviera cerca de una ventana desde donde podía escuchar la "feliz" canción de su propietario.

Jotavald: "¿Quienes son estos individuos que hacen una fiesta en un lugar como este? ¿Nos habrán invitado por ser Dioses guerreros o habrá otra razón?" (Suspira) "Puras cosas bizarras pasan en estas fechas. "

…El gruñido del dragón susurrando a mi oído, sin apartar su vista del frente pero advirtiéndome de la presencia de otro individuo no fue más que una confirmación a mis sospechas. ¿Así que alguien se había colado en la torre? Mi rostro no mostró señal alguna de que me hubiera dado cuenta de esto, permaneciendo en calma. Simplemente estire mis brazos hacia arriba, aparentando desentumecerlos y voltee mi cabeza ligeramente hacia un costado en busca del invitado, guiado por el olfato de la criatura purpurea. Bostezando, por el rabillo del ojo fui capaz de ver la silueta de alguien recargado en lo más alto de la torre. Oh, ¿acaso se creía Tarzan o Robin Hood para escalar tanto? No podía identificar nada de su persona por la distancia, ni siquiera su disfraz…

¿…Pero ese lugar no estaba cerca de una de las ventanas? Lleve mi vista al frente, fingiendo aun no haberlo visto, sonriendo divertido. Lleve la paleta en mi mano a mi boca, devorando los restos azucarados que quedaban tras la mordida inicial. Tras eso solo tire el chupetín, haciendo un gesto hacia el dragón con mis dedos, pidiéndole que guardara silencio, que no advirtiera a la presa del truco. Di un golpe en el piso con el bastón nuevamente y, cual jefe de un RPG en espera del protagonista, simplemente me quede allí hasta que el visitante saliera al encuentro…

…

…

¡Era broma! Repentinamente abrí las ventanas y me asome con el muñeco de Emily en mi diestra, con la zurda saludando, acompañado de una tétrica sonrisa, con un único ojo visible debido a la forma en que estaba ordenado mi cabello.


-¿Ara? ¿Rangvald-san, eres tú?- murmure burlonamente con una sonrisa de oreja a oreja ante mi repentina aparición. Me había costado un poco reconocerlo por el disfraz que llevaba, pero al final en mi cabeza ocurrió el click necesario para darme cuenta de su identidad. Así que al final mis antiguos compatriotas habían venido a esta fiesta… Curioso, no me hubiera imaginaba a ese hombre como el visitante de la torre, aunque tampoco lo imaginaba aceptando una invitación tan sospechosa en primer lugar. La sonrisa en mi rostro no hizo más que aumentar ante el espectáculo inesperado, sin dejar de estar asomado-…Fue un buen toque la llegada, pero es más cortes que el invitado se presente ante la puerta en lugar de la ventana, obligando al anfitrión a tener que desplazarse hasta allí solo para recibirlo~  

[Lo dices únicamente porque querías que cayera presa del lagarto súper desarrollado, avaricioso de pacotilla, kekeke] fueron las palabras “pronunciadas” por el muñeco en mis manos, tal como la muñeca del mayordomo de la familia Rainsworth de quien yo me hallaba disfrazado. Por un momento observe al muñeco que se reía y sin decir una palabra empecé a estrangularlo.


-Emily~ No interrumpas las conversaciones~- murmure mientras escuchaba sus supuestos quejidos de “dolor” ante el “maltrato”, antes de volver a dirigir mi mirada al, por el momento, único visitante de la torre.- Bueno, Rangvald-san, ¿planeas quedarte aquí en lo alto de la torre? Estoy seguro que para semejante acción es más interesante los jardines de Pereza~

Una curiosa conversación se llevaba a cabo en lo que correspondía a la esplendorosa torre de la avaricia, aún si esta se daba de un modo bastante particular ya que una de las partes de dicha plática se encontraba dentro de la estructura mientras que la otra se mantenía fuera de esa a una altura de quien sabe cuantos metros, pero definitivamente el término más sencillo sería "muchos". Un joven con una amplia sonrisa algo perturbadora salió a saludarlo por la ventana más próxima a su locación, aparentemente no del todo conforme de que su invitado llegara por una entrada tan poco ortodoxa. Por otro lado, también mostró sus dotes de ventriloquista al hacer hablar a un curioso muñeco que llevaba consigo, el cual parecía acordar con el método de entrada de Rangvald. Independientemente que fuera todo parte de un acto o algún stand enemigo espíritu oscuro manipulara a aquella muñeca, el Dios guerrero decidió no darle más importancia de la necesaria... aún.

Jotavald: Disculpa si mi comportamiento no es el más apropiado para una celebración. No soy del tipo de personas que va a muchos festejos y menos a lugares tan extravagantes como este.

Posteriormente otro cuestionamiento fue planteado por el propietario de la torre. ¿Se quedaría allí? Era posible. Era un punto bastante alto desde el cual podría llegar a cualquier otra locación de forma "rápida" ayudado por la fuerza de gravedad si fuese necesario. Además, haciendo a un lado los fines prácticos, debía admitir que la vista desde ese lugar era bastante bella y aunque no se lo diría al joven de apariencia aristócrata, definitivamente admiraba la arquitectura del lugar, la cual era más fácil de apreciar mirando desde lo alto. Así también se le cuestionó a Rangvald si no preferiría ir al jardín de pereza dado que no parecía tener intenciones de hacer mucho en el dominio de avaricia además de quedarse allí parado observando la noche.


Jotavald: Me pasó por la mente, pero me preocupó un poco el poder quedarme dormido presa del cómodo ambiente. De ser así, podría terminar despertando ya que se acabe la fiesta "O no despertar en primer lugar", y no quisiera ser un incordio quedándome más de lo planeado.    

Tras permitir al anfitrión saber cual era el razonamiento que lo había llevado a la torre, dio unos pequeños pasos y asomó su cabeza por la ventana por la cual lo había saludado Joeri para mirar de reojo el interior de su morada brevemente, no alcanzando a ver mucho de los que aquella torre llena de riquezas tenía que ofrecer, pero dándose una rápida idea de que algo de valor debía de ser custodiado en aquel lugar. Y aunque en sus tiempos de muchacho irreflexivo se hubiera metido por esa ventana a abrirse paso por cualquier obstáculo que se encontrara, ahora tenía la experiencia para saber que eso no terminaría bien.

Jotavald: Pero no te preocupes por mí, no es mi intención adueñarme de los tesoros del anfitrión si es lo que te preocupa "Que de igual forma no es como si el fuese a permitirlo." Aunque... ahora me ha entrado la curiosidad. ¿Tu permanecerás aquí toda la fiesta o saldrás a convivir con el resto de tus compañeros? "Y sin embargo sigo sintiendo que... hay algo familiar con este individuo... ¿Lo conozco de un lado? Hmp..."  

...Decir que me resultaba llamativo como había reaccionado el visitante era perfecto. Me sorprendió un poco el hecho de que tomara con tanta naturalidad la extravagancia con la que me había aparecido allí, incluso el acto ventrílocuo que había realizado parecía haber pasado indiferente. Tal vez tuviera que ver que ya en ese castillo todo estaba loco, al punto de que podría ser llamado un país de las maravillas de pesadilla, y la aparición de un Mad Hatter no fuera algo tan sorprendente. Mmm, aunque ahora me dejaba en duda, ¿eso significaba que Persefone era la reina de Corazones o una especie de Alicia? Oh bueno, cualquiera podía ser. Colocando a “Emily” en mi hombro simplemente los hombros, restándole importancia y concentrando mi atención en el invitado, después de todo el deber de un anfitrión era atender a los invitados con su presencia, ¿no?~ Ah, ¿con que por eso no estaba con pereza?

-Vamos, vamos, no creo que Rangvald-san fuera una molestia en el jardín de la pereza aun si la fiesta termina… Conociendo a Pereza, el simplemente lo pasaría por alto. Incluso si nunca despiertas~ Seria un relajante sueño eterno~


Murmure el destino de aquel jardín sin preocuparme demasiado, más como si se tratara de una broma que de un verdadero peligro provocado por las amapolas del sueño. Todo mi cuerpo actuaba como si fuera un simple asunto de risa, incluso la muñeca actuaba conmigo, dejando escuchar unos sonidos de risa ante aquello. La figura del hombre se acercó de su posición, asomando su cabeza para observar el interior de aquel territorio que me pertenecía. Retrocediendo unos pasos, yo mismo realice una reverencia como si dentro hubiera un espectáculo increíble de ser visto. Aunque seguramente desde su posición no encontraría mucho, a lo mucho un ligero vistazo a la montaña de dulces pero nada más. Quién sabe, tal vez el hombre fuera tan impulsivo para intentar ser el héroe de la historia que busca el tesoro del malvado dragón.

…O al parecer no.


Oculte mi mentón bajo las largas mangas de mi disfraz y lo observe con gesto aburrido, momentos antes de suspirar y volver a mi posición original. Coloque mis codos en el marco de la ventana y observe desde allí mientras escuchaba la respuesta que me daba el dios guerrero así como la pregunta que me era planteada. ¿Iría a las otras partes de la fiesta o permanecería en la torre cual buen perro guardián?  Era una pregunta suficientemente lógica como para molestarme en responder. Balancee el bastón desde aquella altura de la torre momentos antes de reír.

-¿Quién sabe? Si este lugar se pone muy aburrido es probable que me vaya a alguna otra de las habitaciones, los otros seguramente hayan armado sus propias diversiones que podrían ser mas interesantes~- murmure, antes de señalar hacia abajo, a la figura del dragón venenoso, recostado frente a la entrada y exhalando unas ligeras nubes de vapor toxico que duraban unos segundos antes de desaparecer en el aire- Además, el guardián protege este lugar tan bien como cualquier otro. Si alguien intentara robar algo este saltaría directo a sus gargantas… Supongo que puedo creer que dices la verdad acerca de no robarme, ya que de otra manera el no estaría tan tranquilo ahí abajo~

Esas fueron las únicas palabras que murmure antes de observarlo por el rabillo del ojo. Había algo que me estaba molestando desde hace un rato… Mis recuerdos no terminaban de convencerme, ¿conocía a ese hombre únicamente por haberlo visto en Asgard antes, cuando era nada más que un niño, o era algo más? Esos detalles se me escapaban, sentía que era otra cosa, más siniestra y, por un instante, gruñí por lo bajo para mí propio ser, enojado con el demonio que habitaba en mi, culpándolo por mis problemas de memoria… Pero bueno, eso era lo mismo que enojarme conmigo mismo. ¿Qué sería? ¿Qué sería? No lo sabía, pero esperaba algo interesante, no una razón o motivos blandos que parecieran sacados de una mala película, sino que la verdad fuera más emocionante.

-Oh, por cierto Rangvald-san, ¿alguno más de los dioses guerreros acudió a esta fiesta?~

Independientemente que valiosas reliquias tuviera que custodiar aquel morador de tan majestuosa torre, por lo visto tenía confianza que no perdería ninguna de ellas gracias a los preparativos que había hecho para evitar intrusos en sus dominios, lo que aparentemente incluía la presencia de una entidad a la que él se refería como "guardián" , el cual se encargaría de evitar cualquier tipo de hurto.


Por ende, aún si aquel joven creía o no en la palabra de Rangvald, su confianza sobre la seguridad de sus cosas permanecía. Tras quedar ese punto claro, Joeri cuestionó al dios guerrero acerca de que otros de sus compañeros habían acudido a la reunión. Aunque al principio pensó en guardarse esa información para sí mismo por mero instinto, reflexionó que realmente era irrelevante si lo revelaba o no, ya que si el lo quisiera, terminaría enterándose de todos aquellos que pusieron un pie en dicho castillo, por ende, decidió al menos brindarle esa respuesta al anfitrión.

Jotavald: Vine acompañado de Erza de Nidhogg y Serena de Grane. Si alguno de los otros dioses guerreros también asistió a este evento, yo no estoy enterado.

En el momento en el que se leyó el contenido de aquel documento, solo ellos 3 estaban presentes, pero dado que habían solicitado permiso para abandonar sus tierras y dirigirse a la peculiar ubicación que era el castillo de los pecados, era probable que si otro Dios guerrero preguntara sobre su paradero, podría intentar venir a investigar por su cuenta. Eso o que también hubiesen recibido otra invitación. ¿Había alguna razón para solicitar su presencia en este lugar? Por que si era solo por un motivo de celebración, sencillamente no lo creería. No obstante, de momento no encontró la forma de plantear dicho cuestionamiento, así que decidió simplemente seguir el curso original de la charla del individuo con apariencia de noble.

Jotavald: Si tuviera que adivinar, diría que Erza debe estar buscando algo de comer "Después de todo, hizo énfasis en recordarnoslo en el camino hasta acá" , con suerte Serena también se encuentre con ella. Tal vez luego vaya a ver como les va... "Cuando termine de reconocer la mayor parte de esta zona desde aquí.".  


Respondió el guerrero de Phecda mientras volvía a dirigir la mirada a los alrededores, dibujando en su cabeza un mapa imaginario de todo lo que el terreno tuviera que ofrecer, incluyendo posibles obstáculos, rutas de escape, etc. Todos tenían su idea de diversión no sentirse completamente perdido era algo que "entretenía" a Rangvald, por lo que tampoco pudiera decir que se estuviera aburriendo.

La respuesta a mi pregunta llego fácilmente, demasiado fácil… Yo había supuesto que no respondería o que simplemente se limitaría a asentir o negar que hubiera algún otro dios guerrero. Pero en lugar de lo esperado, había sido más explicativo, al punto de nombrar a sus compañeras que habían ido con él. Con una mano en el mentón, observe a la distancia. Así que Erza de Nidhogg y Serena de Grane, mmm... En un momento mi mente hizo click ante el ultimo nombre, abriendo los ojos levemente con sorpresa al no haberlo procesado antes, volteando mi cabeza levemente en dirección del dios guerrero… Así que al final si habían ido juntos, el maestro y su aprendiz.

-¿Oh?~- oculte mi rostro detrás de las mangas de mi disfraz, impidiendo que la sonrisa que se formaba en mi rostro se dejara ver por el otro hombre. A mi memoria llegaron recuerdos, memorias de la visita a Asgard donde me había encontrado con aquella joven… Esto se ponía más interesante, ¿así que se encontraba en el castillo justo ahora? Observe la edificación a la distancia… 6 posibles habitaciones y 6 pecados, eso resultaba suficientemente desafiante y entretenido como para ponerme a buscarla… Ya tenía una ligera pista gracias a lo dicho por Rangvald después de todo. Retire mis codos de la ventana, estirando mis brazos y perezosamente irguiéndome. -Bueeeno, me iré uniendo a la fiesta Rangvald-san. Si cambias de parecer acerca de robarme la torre esta lista con obstáculos como cualquier historia de aventureros… También no tengo problema con que te quedes pero recomendaría que te fueras antes de que Starve Venom empiece a tener hambre~


…Toda aquella explicación fue dicha en un tono amable y educado, con una sonrisa que transmitía lo mismo, como si realmente no fueran palabras burlonas disfrazadas de educación. Todo un simple acto. Si él quería entrar en la torre estaba permitido, aunque encontraría trampas de todo tipo, cual tumba de faraón. Acerca del dragón que protegía el recinto… quien sabe, cuando quisiera comer no se preocuparía por si el invitado trataba o no de robar, simplemente saciaría su estomago y yo no se lo impediría de ninguna manera~ (Aunque eso no sería tan divertido) Mas sin importar la manera en la que hablaba, avance hasta la ventana, parándome sobre el marco antes de voltear mi cuerpo entero y realizar una reverencia al invitado.

-Sea como sea, disfrute el Trick or Treat de Joeri/Avaricia~- murmure mi propio nombre antes de dejar caer mi cuerpo hacia atrás, cayendo al vacio del suelo. Un humano normal se vería aplastado por la fuerza gravitatoria al impactar con el terreno… y eso me pasaría a mí si fuera normal. Más si Rangvald-san trataba de ver que había ocurrido simplemente se encontraría que había desaparecido cual mago. Después de todo, Xerxes Break también era Mad Hatter, realizar actos sin lógica alguna era algo que resultaba tan fácil como respirar para él y yo debía ir con la onda del disfraz.

…Y así, el dueño de la torre desapareció sin dejar rastro. Al final no condeno culpable o inocente a nadie. Tal vez cuando Halloween terminara, realmente la torre se volvería corte~