Saint Seiya Roleplay
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Últimos temas
» It´s showtime
Lesson in the White (Byakuran) EmptySáb Ene 11, 2020 3:36 pm por Riku Akatsuki

» Libro de Firmas
Lesson in the White (Byakuran) EmptySáb Ene 11, 2020 3:33 pm por Riku Akatsuki

» Horror Castle - Evento Halloween
Lesson in the White (Byakuran) EmptyLun Nov 18, 2019 2:08 pm por Matt

» Nuestros Datos
Lesson in the White (Byakuran) EmptyLun Oct 21, 2019 11:07 pm por Kaito

» Inscripciones Evento de Halloween 2019
Lesson in the White (Byakuran) EmptySáb Oct 05, 2019 6:03 pm por Kaito

» Capítulo 1: Amor y Guerra [Ambientación]
Lesson in the White (Byakuran) EmptyJue Sep 26, 2019 9:25 pm por Kaito

» Sistema de Niveles y Puntos
Lesson in the White (Byakuran) EmptyLun Sep 16, 2019 12:28 am por Kaito

» Guía de Territorios y Lugares
Lesson in the White (Byakuran) EmptyLun Sep 16, 2019 12:24 am por Kaito

» Petición de Personaje
Lesson in the White (Byakuran) EmptyLun Sep 09, 2019 10:49 pm por Kaito


Lesson in the White (Byakuran)

Ir abajo

Lesson in the White (Byakuran) Empty Lesson in the White (Byakuran)

Mensaje por Invitado Sáb Oct 29, 2016 9:09 pm

Pasó una semana hasta que pudo mantenerse brillando en medio de la habitación negra. Primero aguantó un minuto y tras practicar en su 'tiempo libre' el cosmos se incrementó en expansión e intensidad, acumulándose paulatinamente en las manos y sus piernas, volviéndose flamas blancas que se deshacían en copos informes. Resoplando durante cada práctica la tensión muscular se incrementaba, el sudor caía con mayor regularidad y el cansancio solo se multiplicaba - pero el resultado era exponencialmente mayor. De un minuto pasó a durar minuto y medio, luego dos, luego cinco y tras cada sesión los segundos se acumulaban más y más.

Sin embargo Mugen no estaba satisfecho. Lo que quería era que moldeara su cosmos, no que solo lo manifestara y se mantuviera y por eso cuando llegó la nueva luna le advirtió con voz grave "es hora de aumentar el nivel, muchacho".

Vaya que aumentó el nivel.

Al descender de su peldaño en la pastura su cosmos se transformó de nuevo en aquella habitación negra y por respuesta, Rintaro se volvía a transformar en una lámpara blanca que cortó la negrura imperante. Sin embargo las paredes oscuras vibraron al sentir la luz del chico quien abriendo de par en par los ojos observó la manera en que estas comenzaron a replegarse, como una ola a punto de romper en la bahía.

-Nada de excusas y nada de espacio ahora muchacho. Esta vez pelearé contra ti, cosmos contra cosmos. Y si no resistes...- Fue lo que dijo la voz de Mugen, quien se fundió en las sombras. Apenas la ultima sílaba salió de sus labios las paredes se doblaron y amenazaron con aplastar al chico quien esa vez, por primera ocasión, sintió una presión enorme sobre todo su cuerpo en la mera presencia de la oscuridad, no solo cuando lo abarcaba. Y por eso fue que elevó lo más posible su energía, creando una flama que lo cubrió por completo y mantuvo a raya las sombras.

O al menos eso hizo en un inicio.

Al retroceder por el impulso inicial la negrura aumentó su fuerza, ahogando poco a poco la luz blanca, mermando el terreno ganado microsegundos antes y con eso, las extremidades del muchacho se doblaron en las coyunturas - Rintaro sentía el poder de su maestro doblegarlo y eso despertaba la sensación de todos los días pasados, desde la rememoración de como había sido derrotado en menos de un segundo. Allí chasqueó los dientes y aplicó fuerza en no ser doblado, irguiendose lo más posible y... Falló. Sus rodillas cedieron y sus hombros bajaron, su cosmos reduciéndose hasta ser una débil capa sobre su piel.

-...ha...ha...ha...- Más terreno cedió, más presión se concentró. Y entonces... -Mierda--- La oscuridad se cerró por completo.

-Entonces...- Mugen observaba todo desde fuera, viendo la caja de negro afirmándose. -...no lo log--- Antes de poder terminar sin embargo, un rayo de luz atravesó la pared más cercana al anciano y luego otro más y más. ---oh.- Murmuró cuando el cosmos de Rintaro explotó, partiendo la caja negra en mil partículas que se difuminaron sin dilación. En el centro donde antes se levantaba el constructor, el chico se erguía con una garra de cosmos blanco brillando en su mano derecha.
avatar
Invitado
Invitado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.