Un rato para distraerse [Priv Angela]

** La tarde ya cae sobre aquella ciudad de Kaus donde todos los habitantes se preparan para hacer sus preparativos para irse o cerrar algunos de los negocios, es claro que a muchos no les agrada pasarla en verla, ya que se rumorea que ocurren acontecimientos extraños en aquel lugar ahora mítico por lo que a pesar de eso un hermoso joven de rubios cabellos y azules ojos comienza a caminar tranquilamente por las calles de ese lugar esperando que su acompañante la siguiera a pesar de ser compañeros de armas dentro de las filas del gran emperador Poseidón, siempre es mejor conocer de cerca a los demás para así idear buenas estrategias a la hora de combatir o planear alguna invasión futura, a pesar que el rey de los mares no se encuentra entre los vivos en ese instante aun los marinos esperan con ansias el despertad de aquel ser divino de nuevo.
 
Por lo que ahora se dirigen hacia las zonas comerciales de aquella ciudad, después de todo como personas ordinarias deben al menos tener abasto en la ropa y otras cosas y que mejor oportunidad para saber todo acerca de aquella mucha si tiene una pequeña oportunidad como esa, al menos le compraría todo lo que quisiera, después de a ver perdido una apuesta con ella en un juego de mesa, a pesar de eso a él no le disgustaba la idea a lo contrario. Si pudiera ayudar de una manera lo haría como hombre que es, ya que no le gusta mucho coquetear con las chicas al menos que ya esté en una relación seria con alguna, por lo que le comenta – Cual quieres visitar primero – le comenta a la mujer esperando una respuesta de parte de ella, para así saber en cual de todos los establecimientos se detendrían – Vamos no tengas pena – adhiere de nueva cuenta esperando al menos saber lo que deseaba su compañera. **

** Mientras ambos generales marinos continúan con aquel peculiar recorrido en las calles de la gran ciudad Kaus, el joven de rubios cabellos oye los comentarios que hace su compañera de armas. De igual manera él no es nativo d ese lugar por lo cual ambos se encuentran de cierta manera perdidos en medio de las calles y centros comerciales que hay en toda la avenida – Lo sé, yo tampoco soy de aquí Angela – le comenta esperando que de igual forma entendiera que tampoco es de ese lugar , por lo que de igual forma se pone a pensar un poco sobre la ubicación del mar que ha mencionado la muchacha puesto por ahí  de igual manera se haya su país natal por lo cual le comenta de igual manera, mientras ambos continúan caminando – Creo que Japón es igual del pacifico – realmente en esos instantes no sabía lo que está comentando solo quería matar un poco el tiempo junto a su compañera general marino.


Por lo que después de caminar un largo rato, ambas marinas llegan a lo que es un centro comercial muy grande de varios pisos lo cuales de seguro los mantendría entretenido a los dos, mientras buscaban cosas de valor o algo que le agrede a la joven Angela, después de todo por eso están en aquella ciudad para que ella pueda  disfrutar al menos de lo que el chico de rubios cabellos le comprara, después de todo parte de la apuesta fue esa y no tenía más remedio que aceptar las consecuencias por perder – Entremos en este lugar a ver, te parece - le comenta el joven de nuevo esperando recibir una respuesta de la misma, ya que ambos solo les restaba por pasar las puertas para ver lo que dentro de aquel local.**