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Footprints Of Phantoms
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Footprints Of Phantoms
por Invitado Vie Ene 06, 2017 11:29 pm
Había pasado ya algún tiempo desde que el dragón marino había usurpado desde la sombras la posición de la sacerdotisa de Poseidón, al dar información falsa a los remanentes del alicaído ejercito al que pertenecía , el mismo al que no tenía ningún tipo de aprecio o estima. Pero las cosas debían cambiar, de que servía mantenerse oculto y haberse deshecho de la persona que era la segundo en la línea de comando, si no era capaz de poder convocar al resto de marinas par así poderles revelar una verdad a medias o siendo una realidad tergiversada a su antojo. Después de todo una oportunidad como esta no se volvería a presentar en mucho tiempo y él debía sacar provecho de ella como de lugar.
Fue así como escogió la isla Talasa, última morada del señor los mares, cuyos dominios correspondían a otro general marino cuya identidad desconocía por completo. Pero este era el lugar más idóneo para hacer una reunión con los remanentes de la Atlántida, aquellos desgraciado al igual que él, habían perdido prácticamente todo en la anterior guerra santa contra la diosa Athena y sus leales santos , recudiendo a los sobrevivientes a meros fantasmas.
A Kanon se le dibujo cierta mueca sarcástica en la parte inferior de su rostro, la misma que era únicamente visible debido al casco que siempre solía llevar en todo momento. Los recuerdos del pasado lo abordaron fugazmente, haciéndolos a un lado ya que de nada valía lamentarse por el pasado, aquel oscuro pasado con el que tendría que vivir hasta el fin de sus días.
-Esta vez será diferente.-Se dijo así mismo mientras caminaba hacia el barranco y poder observar el movimiento de las gente en esas horas de la mañana es la isla. El lugar de la reunión se trataba paradójicamente del mismo lugar donde se encontró hace algún tiempo atrás con el santo de oro de escorpión, algo lógico ya que el ejército sin hogar de Poseidón solo tenían aquel viejo templo que apenas estaba en pie, hecho que tal vez estaba relacionado con la tenue voluntad del susodicho dios al que se suponía debía servir.-Tan solo queda esperar y ver si alguno se digna a aparecer.- Sentencio sabiendo que tal vez algunos arribarían a su llamada , ya se había tomado bastantes molestias para llamar la atención de los marinos y sería una total decepción si ninguno se presentase.
Fue así como escogió la isla Talasa, última morada del señor los mares, cuyos dominios correspondían a otro general marino cuya identidad desconocía por completo. Pero este era el lugar más idóneo para hacer una reunión con los remanentes de la Atlántida, aquellos desgraciado al igual que él, habían perdido prácticamente todo en la anterior guerra santa contra la diosa Athena y sus leales santos , recudiendo a los sobrevivientes a meros fantasmas.
A Kanon se le dibujo cierta mueca sarcástica en la parte inferior de su rostro, la misma que era únicamente visible debido al casco que siempre solía llevar en todo momento. Los recuerdos del pasado lo abordaron fugazmente, haciéndolos a un lado ya que de nada valía lamentarse por el pasado, aquel oscuro pasado con el que tendría que vivir hasta el fin de sus días.
-Esta vez será diferente.-Se dijo así mismo mientras caminaba hacia el barranco y poder observar el movimiento de las gente en esas horas de la mañana es la isla. El lugar de la reunión se trataba paradójicamente del mismo lugar donde se encontró hace algún tiempo atrás con el santo de oro de escorpión, algo lógico ya que el ejército sin hogar de Poseidón solo tenían aquel viejo templo que apenas estaba en pie, hecho que tal vez estaba relacionado con la tenue voluntad del susodicho dios al que se suponía debía servir.-Tan solo queda esperar y ver si alguno se digna a aparecer.- Sentencio sabiendo que tal vez algunos arribarían a su llamada , ya se había tomado bastantes molestias para llamar la atención de los marinos y sería una total decepción si ninguno se presentase.
Invitado- Invitado
Re: Footprints Of Phantoms
por Nate Dom Ene 08, 2017 8:27 pm
En el pueblo de Talasa se respiraba un aire de tranquilidad que el guardián de la isla disfrutaba en cada oportunidad. Aunque era un chico de ciudad, Nate se decantaba por la sencillez que predominaba en los dominios del emperador Poseidón. Él dios no tenía interés en despertar, tampoco había dejado órdenes especiales. Se encontraban en una época pacífica y su única tarea era cuidar de Julian Solo y de la gente que vivía a la sombra del templo de Poseidón.
No estaba utilizando la Scale de Tritón esa mañana, estaba usando unas bermudas naranjas con un diseño de piramides amarillas con ojos y sombreros de copa, sandalias y una camisa de color gris abierta con capucha incluida. El clima en Talasa era muy caluroso durante las mañanas, por lo que el general tenía un guardarropa repleto de bermudas, trajes de baño y camisas ligeras. Cargaba con una caña de pescar y una canasta de pícnic. El plan original era pasar la mañana y parte de la tarde pescando y leyendo, sin embargo la convocatoria de un general desconocido había desabaratado su itinerario.
A Nate no le importaban los asuntos de los otros mientras no interfirieran en sus tareas. Cada cierto tiempo aparecía un loco rebelde queriendo reavivar el fuego del conflicto con Atenea, pidiéndole a Tritón su poder para combatir lado a lado. Nate rodaba los ojos antes de expulsarlos de su isla. Casi siempre eran soldados rasos o tritones con problemas psicológicos. Julian no buscaba vengarza de Atenea, incluso llegó a brindarle su ayuda en el pasado, no entendía por qué aquellos que se hacían llamar sus sirvientes más fieles continuaban insistiendo con esas tonterías.
Avistó el templo designado como punto de reunión. Ese lugar había tenido mejores días en el pasado. De no ser tan perezoso habría iniciado una restauración profunda, pero él era de esas personas a las que le gustaban los scenarios antiguos. Al llegar al arco que formaba la entrada al templo en ruinas de Poseidón divisó una sombra en la lejanía. –Dragón Marino, siglos sin verte- No estaba hablando con el hombre con el rostro sombreado, sus palabras iban dirigidas a la Scale. Puso la canasta en el suelo y revisó el contenido, cerciorándose de no haber olvidado nada –Traje sandwiches, refrescos y panecillos de naranja, son deliciosos- dijo sin entusiasmo en la voz, pero sus ojos brillaban al ver esos panecillos esponjados que había preparado la chef de Julian. –Creí que tendrían hambre- agregó, recargándose en una columna de roca con un panecillo en la mano.
-Si no aparecen puedo comermelos yo solo, eso es bueno, supongo- le dio una mordida a su postre. Sentía curiosidad por saber quienes además de ellos habían sido llamados en esa época y, mejor aún, con qué propósito.
No estaba utilizando la Scale de Tritón esa mañana, estaba usando unas bermudas naranjas con un diseño de piramides amarillas con ojos y sombreros de copa, sandalias y una camisa de color gris abierta con capucha incluida. El clima en Talasa era muy caluroso durante las mañanas, por lo que el general tenía un guardarropa repleto de bermudas, trajes de baño y camisas ligeras. Cargaba con una caña de pescar y una canasta de pícnic. El plan original era pasar la mañana y parte de la tarde pescando y leyendo, sin embargo la convocatoria de un general desconocido había desabaratado su itinerario.
A Nate no le importaban los asuntos de los otros mientras no interfirieran en sus tareas. Cada cierto tiempo aparecía un loco rebelde queriendo reavivar el fuego del conflicto con Atenea, pidiéndole a Tritón su poder para combatir lado a lado. Nate rodaba los ojos antes de expulsarlos de su isla. Casi siempre eran soldados rasos o tritones con problemas psicológicos. Julian no buscaba vengarza de Atenea, incluso llegó a brindarle su ayuda en el pasado, no entendía por qué aquellos que se hacían llamar sus sirvientes más fieles continuaban insistiendo con esas tonterías.
Avistó el templo designado como punto de reunión. Ese lugar había tenido mejores días en el pasado. De no ser tan perezoso habría iniciado una restauración profunda, pero él era de esas personas a las que le gustaban los scenarios antiguos. Al llegar al arco que formaba la entrada al templo en ruinas de Poseidón divisó una sombra en la lejanía. –Dragón Marino, siglos sin verte- No estaba hablando con el hombre con el rostro sombreado, sus palabras iban dirigidas a la Scale. Puso la canasta en el suelo y revisó el contenido, cerciorándose de no haber olvidado nada –Traje sandwiches, refrescos y panecillos de naranja, son deliciosos- dijo sin entusiasmo en la voz, pero sus ojos brillaban al ver esos panecillos esponjados que había preparado la chef de Julian. –Creí que tendrían hambre- agregó, recargándose en una columna de roca con un panecillo en la mano.
-Si no aparecen puedo comermelos yo solo, eso es bueno, supongo- le dio una mordida a su postre. Sentía curiosidad por saber quienes además de ellos habían sido llamados en esa época y, mejor aún, con qué propósito.
Nate- Gold Saint
- Armadura : Santo Dorado de Capricornio
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Re: Footprints Of Phantoms
por Invitado Lun Ene 09, 2017 9:04 pm
Talasa, el último bastión publico del Emperador del Mar, Poseidon, era el sitio de encuentro pactado para los miembros del difuso ejército de los océanos. Con Atlantis hundida y otro de los templos submarinos convertido en una tumba helada, era lógico llamar a los militantes al sitio para tratar puntos importantes.
El problema era que ¿qué se debía tratar en esos tiempos? Poseidon había perdido la guerra santa con Athena, sellado en el ánfora dejada bajo millones de nudos de presión, tanto física como cósmica, todo por la intervención conjunta de los santos y las fallas de manipulación de un hombre reconocido por "engañar a los dioses". Incluso, no mucho después del hecho el mismo rey asistió a la diosa de la tierra, prestando su poder en una movida que ayudó a liquidar la amenaza del emperador del inframundo, terminando en una tregua mantenida ya por años. Incluso, el regente de Talasa, Tritón, se mantuvo neutro ante todo - guardándose el poder de los aquadrops para si. Una reunión era...descabellada, por decir lo menos.
Eso, por supuesto, no evitaba el clamor de algunos soldados con vendas sobre los ojos, quienes parecían firmes en su deseo de crear una utopía y toda la demás parafernalia propagandística salida de la traición del ex-general de Dragón Marino.
Cansino, por decir lo menos. Y sin embargo, con tanta potencial idiotez volando de cabeza en cabeza, algunas podadas debían efectuarse. Por esa razón apareció un caballo en la costa sur de Talasa.
El caballo era un semental negro. Descomunal, regio y con armadura de cuero que protegía sus costados y patas, las decoraciones en relieve hablaban más de lo que podría decirse en voz alta: rosas azules, patrones fluidos en olas cosidas a mano con excelencia y cuidado, griego antiguo con poemas y pasajes perdidos al tiempo - todos detalles que pocos reconocerían y que aún menos, serian descifradas en entereza. Para esos últimos, sería evidente que el semental no era un caballo normal, sino un hipocampo que había salido de las mismas olas que rompían a unos veinte metros de distancia. Primero trotó, el jinete observando el pueblo de Talasa al este. Mirando al norte, divisó el templo de Poseidon, percibiendo dos cosmos cercanos a encontrarse. Con un agite de las bridas ordenó a su monta a correr, atravesando la playa con una rapidez fuera de la lógica mortal.
'Trop trop trop'. El sonido de los cascos sobre la roca pálida del templo aumentó conforme el semental cortaba el camino, pasando sin mayor problema las rutas antiguas y a veces quebradas de Talasa. A los pocos minutos arribó al punto de encuentro, dando una vuelta alrededor de los dos únicos asistentes que llegaron con tiempo. Uno de ellos iba casual, el otro envestido en sus escamas. Tras completar los trescientos sesenta grados de reconocimiento, se detuvo, desmontando con un salto firme y grácil.
La jinete se quitó la protección de tela de la cabeza, una bufanda azul real que evitó el polvo y la arena en su rostro. Así mismo se quitó la capa de viaje, el viento agitando sus cabellos oscuros mientras sus ojos inquisitivos se posaban en Tritón y luego en Dragón de Mar. -Nathaniel. Tu rostro no ha cambiado desde la última vez que nos vimos.- dijo ella, su rostro impasible, indescifrable. No parecía impresionada, ni mucho menos intimidada. De hecho, de ella no podía sentirse ni una pizca de cosmos identificable como mariner. Luego miró a Dragón del Mar, sin ser la primera vez que viera a alguien usar el yelmo para oscurecer su rostro. Era hasta repetitivo. -Dragón del Mar debo asumir. Eres distinto del último.- comentó sin hacer mayor énfasis. Doblando su capa y su bufanda, las colgó sobre el costado del caballo, su vestido sin mangas de falda larga ondeando con el viento suave de la isla.
-Este no es lugar para conversar.- dijo finalmente, conduciendo al semental adentro del patio interior del templo, donde siete piscinas superficiales de agua clara daban gala de la impresionante vertiente arquitectónica preferida por el rey de los mares. Ni siquiera desde la era del mito su belleza había cambiado. -¿Cuál es el motivo de este llamado?- preguntó al sentarse en una silla de piedra azul verdoso clarísimo, el caballo obediente a un lado. Su rostro era severo, poco impresionado y por demás, espaciado. Su postura decía lo mismo. Solo quería saber si el llamado era valioso para su tiempo, cosa que dudaba.
Mínimo, esperaba algo lógico por parte de Dragón del Mar.
El problema era que ¿qué se debía tratar en esos tiempos? Poseidon había perdido la guerra santa con Athena, sellado en el ánfora dejada bajo millones de nudos de presión, tanto física como cósmica, todo por la intervención conjunta de los santos y las fallas de manipulación de un hombre reconocido por "engañar a los dioses". Incluso, no mucho después del hecho el mismo rey asistió a la diosa de la tierra, prestando su poder en una movida que ayudó a liquidar la amenaza del emperador del inframundo, terminando en una tregua mantenida ya por años. Incluso, el regente de Talasa, Tritón, se mantuvo neutro ante todo - guardándose el poder de los aquadrops para si. Una reunión era...descabellada, por decir lo menos.
Eso, por supuesto, no evitaba el clamor de algunos soldados con vendas sobre los ojos, quienes parecían firmes en su deseo de crear una utopía y toda la demás parafernalia propagandística salida de la traición del ex-general de Dragón Marino.
Cansino, por decir lo menos. Y sin embargo, con tanta potencial idiotez volando de cabeza en cabeza, algunas podadas debían efectuarse. Por esa razón apareció un caballo en la costa sur de Talasa.
El caballo era un semental negro. Descomunal, regio y con armadura de cuero que protegía sus costados y patas, las decoraciones en relieve hablaban más de lo que podría decirse en voz alta: rosas azules, patrones fluidos en olas cosidas a mano con excelencia y cuidado, griego antiguo con poemas y pasajes perdidos al tiempo - todos detalles que pocos reconocerían y que aún menos, serian descifradas en entereza. Para esos últimos, sería evidente que el semental no era un caballo normal, sino un hipocampo que había salido de las mismas olas que rompían a unos veinte metros de distancia. Primero trotó, el jinete observando el pueblo de Talasa al este. Mirando al norte, divisó el templo de Poseidon, percibiendo dos cosmos cercanos a encontrarse. Con un agite de las bridas ordenó a su monta a correr, atravesando la playa con una rapidez fuera de la lógica mortal.
'Trop trop trop'. El sonido de los cascos sobre la roca pálida del templo aumentó conforme el semental cortaba el camino, pasando sin mayor problema las rutas antiguas y a veces quebradas de Talasa. A los pocos minutos arribó al punto de encuentro, dando una vuelta alrededor de los dos únicos asistentes que llegaron con tiempo. Uno de ellos iba casual, el otro envestido en sus escamas. Tras completar los trescientos sesenta grados de reconocimiento, se detuvo, desmontando con un salto firme y grácil.
La jinete se quitó la protección de tela de la cabeza, una bufanda azul real que evitó el polvo y la arena en su rostro. Así mismo se quitó la capa de viaje, el viento agitando sus cabellos oscuros mientras sus ojos inquisitivos se posaban en Tritón y luego en Dragón de Mar. -Nathaniel. Tu rostro no ha cambiado desde la última vez que nos vimos.- dijo ella, su rostro impasible, indescifrable. No parecía impresionada, ni mucho menos intimidada. De hecho, de ella no podía sentirse ni una pizca de cosmos identificable como mariner. Luego miró a Dragón del Mar, sin ser la primera vez que viera a alguien usar el yelmo para oscurecer su rostro. Era hasta repetitivo. -Dragón del Mar debo asumir. Eres distinto del último.- comentó sin hacer mayor énfasis. Doblando su capa y su bufanda, las colgó sobre el costado del caballo, su vestido sin mangas de falda larga ondeando con el viento suave de la isla.
-Este no es lugar para conversar.- dijo finalmente, conduciendo al semental adentro del patio interior del templo, donde siete piscinas superficiales de agua clara daban gala de la impresionante vertiente arquitectónica preferida por el rey de los mares. Ni siquiera desde la era del mito su belleza había cambiado. -¿Cuál es el motivo de este llamado?- preguntó al sentarse en una silla de piedra azul verdoso clarísimo, el caballo obediente a un lado. Su rostro era severo, poco impresionado y por demás, espaciado. Su postura decía lo mismo. Solo quería saber si el llamado era valioso para su tiempo, cosa que dudaba.
Mínimo, esperaba algo lógico por parte de Dragón del Mar.
Invitado- Invitado
Re: Footprints Of Phantoms
por Invitado Mar Ene 10, 2017 1:02 am
Dos personas habían arribado al lugar de la reunión, siendo el primero un muchacho que tuvo la desfachatez de hablarle a la scale cosa que el peli azul le causó cierta gracia que se dirigiesen a la armadura que portaba en vez que a su persona, después de todo aquella cosa solo era un pedazo de metal que no podría hacer absolutamente nada sin un humano para que la portase.-Humm llevas tanto orgullo dentro de ti mi joven amigo, que no te deja ver la realidad ante tus ojos.- Menciono dirigiéndose hacia su visitante con un tono neutral , siendo imposible poder averiguar su estado de ánimo en esos momentos.
Lo que sucedió a continuación fue que aquel peculiar jovencillo que emanaba cierta energía puso sobre el suelo una canasta con alimentos, mencionando que lo presentes tal vez tendrían hambre y si es que no aparecía nadie en aquel lugar , el susodicho los consumiría.-Haz lo que gustes.- Respondió lacónicamente al vacío mientras una brisa marina chocaba contra parte de su rostro a la vez que hacia ondear el pedazo inservible de tela que portaba a espaldas.
Súbitamente el segundo visitante hizo acto de presencia, tratándose de una mujer con cierto aires de superioridad y que venía acompañada por una bestia mitológica, un hipocampo bastante extraño que llamo en cierta medida la atención de Kanon. La mujer ingreso al viejo templo , mencionado el nombre del chico quien respondía a Nate y quien prácticamente exigía de que se le rebele la naturaleza del llamado que hizo sea dragón , pero este no estaba dispuesto a revelar nada aun y menos a una persona que no podía sentir como un marino.
-¿Por qué habría de dar explicaciones a alguien que ni siquiera tiene la amabilidad de presentarse a sí mismo?- Fue la respuesta que dio el dragón del mar ante la incógnita planteada y también tomando asiento en un total hermetismo.- Hablare cuando los demás lleguen a este lugar no antes, claro que si no te gusta mi actuar y dependiendo del guardián de esta miserable isla , pues me puedo retirar de este lugar y ustedes pueden quedarse con la incógnita.-Sentencio sin ningún miramiento , ya que él no estaba sujeto a las normas de nada ni nadie y no tenía por qué acatar una orden como esa ,después de todo nadie estaba arriba de el a excepción de Poseidón.
Lo que sucedió a continuación fue que aquel peculiar jovencillo que emanaba cierta energía puso sobre el suelo una canasta con alimentos, mencionando que lo presentes tal vez tendrían hambre y si es que no aparecía nadie en aquel lugar , el susodicho los consumiría.-Haz lo que gustes.- Respondió lacónicamente al vacío mientras una brisa marina chocaba contra parte de su rostro a la vez que hacia ondear el pedazo inservible de tela que portaba a espaldas.
Súbitamente el segundo visitante hizo acto de presencia, tratándose de una mujer con cierto aires de superioridad y que venía acompañada por una bestia mitológica, un hipocampo bastante extraño que llamo en cierta medida la atención de Kanon. La mujer ingreso al viejo templo , mencionado el nombre del chico quien respondía a Nate y quien prácticamente exigía de que se le rebele la naturaleza del llamado que hizo sea dragón , pero este no estaba dispuesto a revelar nada aun y menos a una persona que no podía sentir como un marino.
-¿Por qué habría de dar explicaciones a alguien que ni siquiera tiene la amabilidad de presentarse a sí mismo?- Fue la respuesta que dio el dragón del mar ante la incógnita planteada y también tomando asiento en un total hermetismo.- Hablare cuando los demás lleguen a este lugar no antes, claro que si no te gusta mi actuar y dependiendo del guardián de esta miserable isla , pues me puedo retirar de este lugar y ustedes pueden quedarse con la incógnita.-Sentencio sin ningún miramiento , ya que él no estaba sujeto a las normas de nada ni nadie y no tenía por qué acatar una orden como esa ,después de todo nadie estaba arriba de el a excepción de Poseidón.
Invitado- Invitado
Re: Footprints Of Phantoms
por Nate Miér Ene 25, 2017 9:03 am
Nate divagó, rodando los ojos hacia la estatua de Poseidón cuando Dragón Marino le habló por primera vez. Se abstuvo de agregar algo más, manteniéndose con esa expresión tranquila. Quería saber cuál era el motivo que traía a ese hombre a su isla, eso era todo. No podía sentir a ningún otro Mariner en las cercanías, estando a punto de decirle a Dragón Marino que su intento por reunir a los generales marinos había sido un rotundo fracaso. A Nate eso no le sorprendía en lo más mínimo, el ejército de Poseidón no se destacaba por ser su compañerismo. Recordaba que los generales usualmente trabajaban por su lado, y no los culpaba, él hacía exactamente lo mismo.
Le dio unos minutos más al hombre que portaba las escamas del Dragón de Mar. Si nadie más aparecía le preguntaría directamente la razón por la que lo había llamado y en base a esa información decidiría que hácer con él. Si era otro loco como los anteriores que habían llegado a él en busca de ayuda lo iba a transportar a Cabo Sunion sin pensarlo.
Tritón no apartaba la vista de la entrada al templo. Resultaba más interesante esperar la llegada de alguien nuevo, aunque no esperaba al personaje que se presentó ante ellos.-Tú...- dijo el General de Tritón sin poder esconder su sorpresa. No creía que la volvería a ver, aunque si él había reencarnado en esa época tampoco era tan extraño que esa mujer también lo hubiese hecho. Ella inmediatamente lo hacía pensar en los días del pasado.
-Tampoco has cambiado, tu cara sigue despertando la misma sensación en mí- admitió, entrecerrando un poco sus ojos, como si aún no procesara que esa persona estaba frente a él, aunque no podía recibir ninguna señal de parte de ella, como si fuera un fantasma o algo así. -Yo podría decir lo mismo, pero tengo una pregunta mejor: ¿por qué darle mi tiempo a un extraño que entró en esta isla con intenciones sospechosas?, pero aquí estoy. Mi nombre es Nate, soy el guardian de Talasa- el joven de cabello castaño frunció el ceño. No le gustaba para nada la actitud del actual Dragón Marino, pareciéndole demasiado impertinente. -Ya hemos esperado el tiempo pertinente, será mejor que inicies- iba a decirle unas cuantas cosas más pero sólo sería una perdida de energía. Prefería mantener su boca ocupada masticando un panecillo y escuchar lo que ese hombre había ido a decirles.
Nate volvió la mirada hacia la mujer.-Creí que no nos volveríamos a encontrar de nuevo. Han pasado muchas cosas desde entonces- hablaba como si estuviera frente a un viejo conocido, pero la realidad era que ni siquiera se habían visto las caras en esa época hasta ahora.
Le dio unos minutos más al hombre que portaba las escamas del Dragón de Mar. Si nadie más aparecía le preguntaría directamente la razón por la que lo había llamado y en base a esa información decidiría que hácer con él. Si era otro loco como los anteriores que habían llegado a él en busca de ayuda lo iba a transportar a Cabo Sunion sin pensarlo.
Tritón no apartaba la vista de la entrada al templo. Resultaba más interesante esperar la llegada de alguien nuevo, aunque no esperaba al personaje que se presentó ante ellos.-Tú...- dijo el General de Tritón sin poder esconder su sorpresa. No creía que la volvería a ver, aunque si él había reencarnado en esa época tampoco era tan extraño que esa mujer también lo hubiese hecho. Ella inmediatamente lo hacía pensar en los días del pasado.
-Tampoco has cambiado, tu cara sigue despertando la misma sensación en mí- admitió, entrecerrando un poco sus ojos, como si aún no procesara que esa persona estaba frente a él, aunque no podía recibir ninguna señal de parte de ella, como si fuera un fantasma o algo así. -Yo podría decir lo mismo, pero tengo una pregunta mejor: ¿por qué darle mi tiempo a un extraño que entró en esta isla con intenciones sospechosas?, pero aquí estoy. Mi nombre es Nate, soy el guardian de Talasa- el joven de cabello castaño frunció el ceño. No le gustaba para nada la actitud del actual Dragón Marino, pareciéndole demasiado impertinente. -Ya hemos esperado el tiempo pertinente, será mejor que inicies- iba a decirle unas cuantas cosas más pero sólo sería una perdida de energía. Prefería mantener su boca ocupada masticando un panecillo y escuchar lo que ese hombre había ido a decirles.
Nate volvió la mirada hacia la mujer.-Creí que no nos volveríamos a encontrar de nuevo. Han pasado muchas cosas desde entonces- hablaba como si estuviera frente a un viejo conocido, pero la realidad era que ni siquiera se habían visto las caras en esa época hasta ahora.
Nate- Gold Saint
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Re: Footprints Of Phantoms
por Invitado Vie Ene 27, 2017 2:53 pm
La mujer azul escuchó todo lo dicho, su rostro mostrando la misma expresión desinteresada que al inicio de aquel evento. No era casualidad que casi nadie se presentara, más bien, era la regla. Los Mariners eran todo un caso, cada quien con su agenda personal. Se aguantó un suspiro, igual, no tenía caso exteriorizar lo que pensaba, razón por la que además ni siquiera rodó los ojos ante lo dicho por el representante del Atlántico. Inmediatamente miró a Nathaniel, asintiendo con una sutileza mortuoria.
-Han pasado algunas que deberías saber como guardián de Talasa.- dijo ella. El subtexto seria claro para tritón - su significado, la otra tierra santa. No, mejor dicho, las otras tierras santas anexadas a la potencia del "mar".
Luego reafirmó su vista en Dragón del Mar, su gesto despreciativo. -No te molestes Atlante.- expresó levantándose de su asiento. -Estamos aquí por tu llamado, y no porque sea de interés lo que quieres informar. Si Tritón y yo aparecimos, es porque hay que evaluar que tan influyente eres...y como podemos apreciar, no puedes ni convocar a una sirena, mucho menos a otro General.- dijo mirando el yelmo con rostro sombrío.
No mentía: Tritón no era uno de los siete Generales de la Atlántida, siendo Talasa un palacio de resguardo para los aquadrops, uno de los poderes de sublimación divina. Y ella...era algo que no comprendería, mucho menos si era incapaz de adivinar su estado solo al verla.
-He conocido muchos Dragones del Mar y tú, tú no eres distinto. Todos caen en dos clases: los altivos pero cautos, y los altaneros con ansias de poder. Déjame adivinar. Eres de los segundos, porque caso contrario no habrías llamado a esta asamblea; porque de otra forma seguirías tu propio consejo de dar tu nombre y pretender amabilidad. Solo querías ver a quienes podías eliminar, a quienes reclutar, todos elementos que usar en tu plan maestro.- aventuró, sus facciones legítimamente aburridas. -Si te sirve de consuelo, te resumiré la deducción: has lo que gustes. Busca el tridente del señor del mar, el dunamis del océano o el caldero del gran arte. Ve y conquista el mundo. A Tritón y a mi no nos interesa, nuestros deberes se corresponden a propósitos mas sublimes.- espetó tomando las riendas de su semental, conduciéndolo al claustro del templo mientras pasaba al lado de Dragón Marino. -De todas maneras, lo que te espera es una muerte horrorosa. Eres solo un humano. Un humano no podrá jamás igualar la condición de un dios y cuando te des cuenta de eso, tu sangre hervirá y el cuerpo se te hará añicos, muy tarde para rectificar.-
Ya en la salida, se giró y miró a Nathaniel una vez, luego a la nuca oculta de Dragón del Mar.
-Desesperación para los engreídos, dice la moral.-
-Han pasado algunas que deberías saber como guardián de Talasa.- dijo ella. El subtexto seria claro para tritón - su significado, la otra tierra santa. No, mejor dicho, las otras tierras santas anexadas a la potencia del "mar".
Luego reafirmó su vista en Dragón del Mar, su gesto despreciativo. -No te molestes Atlante.- expresó levantándose de su asiento. -Estamos aquí por tu llamado, y no porque sea de interés lo que quieres informar. Si Tritón y yo aparecimos, es porque hay que evaluar que tan influyente eres...y como podemos apreciar, no puedes ni convocar a una sirena, mucho menos a otro General.- dijo mirando el yelmo con rostro sombrío.
No mentía: Tritón no era uno de los siete Generales de la Atlántida, siendo Talasa un palacio de resguardo para los aquadrops, uno de los poderes de sublimación divina. Y ella...era algo que no comprendería, mucho menos si era incapaz de adivinar su estado solo al verla.
-He conocido muchos Dragones del Mar y tú, tú no eres distinto. Todos caen en dos clases: los altivos pero cautos, y los altaneros con ansias de poder. Déjame adivinar. Eres de los segundos, porque caso contrario no habrías llamado a esta asamblea; porque de otra forma seguirías tu propio consejo de dar tu nombre y pretender amabilidad. Solo querías ver a quienes podías eliminar, a quienes reclutar, todos elementos que usar en tu plan maestro.- aventuró, sus facciones legítimamente aburridas. -Si te sirve de consuelo, te resumiré la deducción: has lo que gustes. Busca el tridente del señor del mar, el dunamis del océano o el caldero del gran arte. Ve y conquista el mundo. A Tritón y a mi no nos interesa, nuestros deberes se corresponden a propósitos mas sublimes.- espetó tomando las riendas de su semental, conduciéndolo al claustro del templo mientras pasaba al lado de Dragón Marino. -De todas maneras, lo que te espera es una muerte horrorosa. Eres solo un humano. Un humano no podrá jamás igualar la condición de un dios y cuando te des cuenta de eso, tu sangre hervirá y el cuerpo se te hará añicos, muy tarde para rectificar.-
Ya en la salida, se giró y miró a Nathaniel una vez, luego a la nuca oculta de Dragón del Mar.
-Desesperación para los engreídos, dice la moral.-
Invitado- Invitado
Re: Footprints Of Phantoms
por Toki Vie Ene 27, 2017 9:36 pm
Un largo tiempo había pasado desde que había recibido las escamas marinas aquel chico de rubios cabellos puesto solo pocos fueron seleccionados para servir al dios de los mares Poseidón como es su caso por lo cual ahora comienza a dirigirse hacia una reunión que se dará con los demás por lo que toma un vuelo privado para acudir lo más pronto posible a esa isla de Telasa “Espero llegar a tiempo” menciona para el mismo mientras tanto aprovecha para meterse a la parte trasera de la aeronave para ponerse aquella escama marina para cubrir su cuerpo con ella y de la misma forma estar preparado.
Después de trascurrir un par de horas finalmente arriba aquella isla donde seguramente los demás lo están esperando por lo que comienza a pensar en que decirles por su retraso aunque de seguro no le creerían aunque no lo fuera daría su punto por otro lado hay temas de interés que se deben tratar estando todos los marinos juntos al menos que pasara otra cosa para la cual fueron citados los siete generales de esa manera. Es entonces una vez que la nave esta sobre la tierra aquel muchacho comienza a bajar las escaleras para después dirigirse hacia donde está el resto de sus compañeros.
Por lo cual comienza a caminar rápidamente hacia donde estarán los demás ya que al menos desea escuchar parte de lo que están hablando… aunque de seguro no podría ayudar mucho dando sus puntos de vista si hay nueva información sobre el enemigo o no. Tras pasar unos cinco minutos finalmente llega a donde están un par de hombres charlando por lo cual se acerca a ellos para después comentar de manera apenada – Lamento el retraso, pero el vuelo no fue muy rápido…- entre corta sus palabras para exhalar y respirar aire ya que había casi llegado corriendo - Toki de Sirena Alada reportándose - expresa mencionando su nombre así mismo portando aquella escama marina que lo distingue como uno de los siete generales.
Después de trascurrir un par de horas finalmente arriba aquella isla donde seguramente los demás lo están esperando por lo que comienza a pensar en que decirles por su retraso aunque de seguro no le creerían aunque no lo fuera daría su punto por otro lado hay temas de interés que se deben tratar estando todos los marinos juntos al menos que pasara otra cosa para la cual fueron citados los siete generales de esa manera. Es entonces una vez que la nave esta sobre la tierra aquel muchacho comienza a bajar las escaleras para después dirigirse hacia donde está el resto de sus compañeros.
Por lo cual comienza a caminar rápidamente hacia donde estarán los demás ya que al menos desea escuchar parte de lo que están hablando… aunque de seguro no podría ayudar mucho dando sus puntos de vista si hay nueva información sobre el enemigo o no. Tras pasar unos cinco minutos finalmente llega a donde están un par de hombres charlando por lo cual se acerca a ellos para después comentar de manera apenada – Lamento el retraso, pero el vuelo no fue muy rápido…- entre corta sus palabras para exhalar y respirar aire ya que había casi llegado corriendo - Toki de Sirena Alada reportándose - expresa mencionando su nombre así mismo portando aquella escama marina que lo distingue como uno de los siete generales.
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Re: Footprints Of Phantoms
por Invitado Sáb Ene 28, 2017 12:56 am
Aquella escena era tan irrisoria que el dragon marino estaba presenciando aprecia salía de un cuento o una vieja leyenda, tanto fue así el caso que empezó reír levemente del producto del discurso que le acaban de dar los únicos presentes en el lugar, la risa se intensifico para luego terminar en una carcajada con tintes burlescos. ¿Plan?¿Sublime?¿Conquistar el mundo?.- Pregunto aun si tomarse en serio a aquel dúo que tenía en su presencia ya que ambos le resultaban bastantes hilarantes hasta de cierta forma divertidos por lo que acababan de decir, si algo se le venía a la mente en dicho instante era la de un par de viejas amargadas tratando de regañar a una persona más joven.
-Si ya han terminado con sus aburridos sermones y demás palabrería barata que solo le importaría a un grupo de vejetes al borde de la muerte, creo que es momento de hablar sobre la naturaleza de esta pequeña y amigable reunión , al menos eso se merecen por alegrarme el día de esta forma.-Dijo con un tono sarcástico y a la vez burlón tal como si lo que hubiese dicho aquella mujer o aquel joven no fueran algo a tener en consideración u importancia , después de todo tenia curiosidad por conocer a los demás desgraciados del ejercito de Poseidón y por ellos que podía soportar en cierta manera aquellos infelices u como él les decía fantasmas en vida , si aquellos desdichados que supuestamente decían tener deberes más importantes.
-Bien los convoque a este lugar solo para avisar que el santuario ha ofrecido un tratado de paz con nosotros y cede de las hostilidades.- Dragón del mar iba a proseguir pero fue interrumpido por la intromisión de un muchacho de cabellos dorado que al parecer era otro general marino , uno bastante peculiar y diferente al resto. Toki Sirena Halada pudo escuchar mientras hacia una pequeña pausa para que el recién llegado pueda sentarse.- En fin como decía sobre el armisticio con el santuario de Athena , son libres en su accionar solo me limito a avisarles.-Culmino para ahora dirigirse a aquella mujer tan peculiar.
-Gracias por el pequeño espectáculo que haz hecho, lástima que solo le estás hablando a una coraza vacía y todo tu patético show fue en cierta parte inútil. –Hablo en un tono despectivo y menospreciando a aquel ser ya que ni siquiera había sido capaz de percibir su verdadera ubicación.- Por cierto si tanto te molesta que soy un simple humano, lamento decirte que lo soy hasta la puta medula de mis huesos, oh si algo más le sugiero que dejes de emparejarme con tus dioses maricones y te guárdate tus estupideces para alguien a que le importen.- Sentencio sin importarle el resto, como sea su deber ya estaba cumplido ahora solo faltaba ver como actuaban los demás y no teniendo más razón ampliar su estancia.
La scale se deshizo de su supuesto portador , revelando que estaba vacía por dentro y era manejada a distancia . La armadura salió dirigida hacia el firmamento , tal vez hacia donde se encontraba su dueño o a algún lugar con rumbo desconocido.
-Si ya han terminado con sus aburridos sermones y demás palabrería barata que solo le importaría a un grupo de vejetes al borde de la muerte, creo que es momento de hablar sobre la naturaleza de esta pequeña y amigable reunión , al menos eso se merecen por alegrarme el día de esta forma.-Dijo con un tono sarcástico y a la vez burlón tal como si lo que hubiese dicho aquella mujer o aquel joven no fueran algo a tener en consideración u importancia , después de todo tenia curiosidad por conocer a los demás desgraciados del ejercito de Poseidón y por ellos que podía soportar en cierta manera aquellos infelices u como él les decía fantasmas en vida , si aquellos desdichados que supuestamente decían tener deberes más importantes.
-Bien los convoque a este lugar solo para avisar que el santuario ha ofrecido un tratado de paz con nosotros y cede de las hostilidades.- Dragón del mar iba a proseguir pero fue interrumpido por la intromisión de un muchacho de cabellos dorado que al parecer era otro general marino , uno bastante peculiar y diferente al resto. Toki Sirena Halada pudo escuchar mientras hacia una pequeña pausa para que el recién llegado pueda sentarse.- En fin como decía sobre el armisticio con el santuario de Athena , son libres en su accionar solo me limito a avisarles.-Culmino para ahora dirigirse a aquella mujer tan peculiar.
-Gracias por el pequeño espectáculo que haz hecho, lástima que solo le estás hablando a una coraza vacía y todo tu patético show fue en cierta parte inútil. –Hablo en un tono despectivo y menospreciando a aquel ser ya que ni siquiera había sido capaz de percibir su verdadera ubicación.- Por cierto si tanto te molesta que soy un simple humano, lamento decirte que lo soy hasta la puta medula de mis huesos, oh si algo más le sugiero que dejes de emparejarme con tus dioses maricones y te guárdate tus estupideces para alguien a que le importen.- Sentencio sin importarle el resto, como sea su deber ya estaba cumplido ahora solo faltaba ver como actuaban los demás y no teniendo más razón ampliar su estancia.
La scale se deshizo de su supuesto portador , revelando que estaba vacía por dentro y era manejada a distancia . La armadura salió dirigida hacia el firmamento , tal vez hacia donde se encontraba su dueño o a algún lugar con rumbo desconocido.
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