Encuentros fortuitos~

** Ahora encontrándose en aquel lugar el joven de rubios cabellos y ojos claros camina de manera tranquila sobre la orilla de aquella isla, realmente para el estar en ese lugar representa mucho. Ya que puede recibir órdenes de su señor cuando fuera posible, por lo que el general marino permanece tranquilo sin hacer muchas cosas, relevantes los últimos meses desde que recibió su escama marina. ´Por lo que ahora sigue su trayecto hacia un punto exacto aun usando aquella armadura elegante mientras que el resto de la gente que hay en la isla se lo queda viendo. Después de todo es uno de los generales en que acudido a cierto llamado aunque no tiene idea de que pueda tratarse en esa ocasión por lo que no menciona nada mientras da sus pasos seguros pero tranquilos.
 
Es entonces, que el chico llega a lo que es el templo del dios de los mares para después, entrar en el viendo las columnas que lo conforman. De alguna manera siempre la arqueología griega le ha llamado su atención, tan solo hecho de saber cómo fueron construidas y como pueden durar tanto tiempo a pesar de los pequeños deterioros que tienen los pilares. Para después estar en esa reunión aunque realmente no se hablaba mucho sobre ello, solo cosas básicas de alguna guerrilla o simplemente buscar entrenar entre todos para hacerle frente a Athena, de la cual se sabe no ha estado presente en su santuario o algo por estilo cuentan los rumores “Al parecer esto está por terminar “menciona tras escuchar que ha sido todo por aquel día mientras algunos solo se retiran. El permanece dentro del templo, ya que desea estar un poco más de tiempo  para hacer algunas cosas, mas recuerda que no llevo su cámara consigo por lo que no podría sacar una excelente fotografía.
 
Mas sin embargo en esos momentos escucha las palabras de una mujer que recién se acerca al lugar, tras concluir la reunión que se estaba dando. Al verla nota aquella escama que trae consigo por lo cual sabe de ante mano que se trata de una Sirena al servicio del Dios Poseidón. Es cuando muestra una sonrisa en su rostro para después mencionarle  - Descuida, yo aún no me he retirado, pequeña- decía para sonar cortes, ya que realmente no es tan bueno para aprenderse los nombres de sus compañeros de armas. Lo cual de seguro le traería problemas más adelante – Dígame, bella dama puedo ayudarle en algo - adhiere de manera cortes, puesto en esos instantes desea ayudarla en lo que fuera posible y estuviera en su alcance, por lo cual solo espera una respuesta de parte de ella.**

Realmente parecía ese instante que solo ambos subordinados del emperador de los mares, tendrían que intercambiar un par de palabras más para conocerse a fondo, ya que por alguna extraña razón el joven de rubios cabellos no parecía conocer al resto de sus compañeros de arma solo cual de cierta manera le produce una tristeza ya que eso le hace quedar mal como general marino que es puesto debía conocer un poco mejor a los demás, pero como hace poco fue nombran dado con aquella armadura realmente no sabía mucho  por lo cual menciona un par de palabras en ese momento, al menos para interactuar un poco más con la hermosa muchacha  - Realmente tampoco se de lo que hablaron, puesto llegue tarde igual la reunión pero creo que no llegaron a ningún tipo de acuerdo – no tenía por qué mentir el joven de rubios cabellos, ya que de igual manera hace poco arribo aquel lugar por lo que ahora también se siente algo desanimado sin saber qué cosas trataron los demás generales durante esa pequeña reunión y más aún, aquella deidad a la cual le sirven , no parece que vaya aparecer en ese tiempo.
 
Puesto aún seguía bajo los efectos del sello de Athena, por lo que quizás ahora aquellas guerreros deban solo ocuparse en cuidar el ultimo avatar de aquella deidad para que no peligre, después de todo ahora todos tenían pocos deberes que cumplir en aquella isla por lo que ahora, solo se centra en la mujer que esta frente a él, después de todo sería el momento adecuado para conocerla de una mejor manera – Disculpe mi descortesía, mi nombre es Toki – realmente con tantas prisas aquel joven había olvidado presentarse, ahora solo le resta conocer el nombre de la mujer, para así poder tratarla mejor, ya que no le agrada mucho dirigirse a las personas como chico o chica como normalmente en otros países no hacen por lo que solo espera con paciencia  alguna respuesta de ella.
 
Mientras tanto permanece tranquilo pese la situación en la cual ahora se encuentra su persona, puesto con claridad no sabía que cosas podría decir o tras cosas que tratar tras haber fallado al llamado de aquella reunión de camaradas por lo que al menos espera llevarse bien con alguno de ellos que recién conocerá ahora – Puedo saber vuestro nombre, hermosa doncella – realmente quería sonar como todo un caballero en sus modales, ya que después de presentarse es normal escuchar el nombre del otro porque ahora solo espera conocer el de esa dama.
 

** Tal aparecer aquella reunión tupo o haber sido tan importante ambos para aquellos marinos al servicio del emperador de los mares ahora tienen un solo trabajo que hacer y es cuidar el avatar de su Dios, hasta que este quisiera despertar y hacer las cosas que desea para crear su utopía sobre la humanidad por lo cual de igual manera el chico de rubios cabellos menciona  - Quizás luego tengamos otra oportunidad de eso – terminara después continuar observando a tan bella mujer, ya que actualmente él se encuentra al menos pensando en que hará ahora que al parecer su Deidad ha decidió estar dormido de cierto modo.

De igual manera escucha el nombre de aquella hermosa mujer por lo cual le comenta – Encantado de conocerla Yurika-chan – termina refiriéndose a ella como una pequeña damisela, ya que como nativo de Japón al pronunciar con cierto tono diferente de voz aunque por el momento eso no parece importar por lo cual el muchacho continua atento puesto al menos desea conocer algunas cosas más que hay aquel mundo. Además adentrarse un poco más al dominio del gran cosmos que parece que tiene dormido en él, por lo que espera entenderlo en poco tiempo para no causar graves problemas a sus demás amigos y compañeros.

En aquel momento esa bella muchacha le pregunta algo peculiar al joven de rubios cabellos el cual responde de una manera inmediata – No, deseo conocer un poco más aquí antes de partir – esperando con eso entienda que al menos el si se quedara, después de todo no todos los días se sale de casa y se puede pasar un rato agradable conocer más del mundo exterior ahora que puede y darse una idea de lo maravilloso y hermoso que este puede ser para más adelante – Claro me agradaría hacerle compañía – comenta respecto al anterior comentario hecho por aquella mujer, después de todo ahora son compañeros de armas y grandes servidores del dios de los mares.