El Ataque de los Conquers: Tier vs Elania

Habiéndose encargado de ese hombre desagradable, Arsenio recordó que tenía que sacar la basura antes de proseguir. Sujetó el cuerpo sin cabeza de Abel y extendió su brazo hacia el frente con la palma de su mano derecha abierta. Un círculo de invocación rosado trajo a la arena a una serpiente albina con cuernos de toro y ojos verdes. -No creas que me he olvidado de ti Abel. Como dije, tuve tiempo para pensar en las horribles cosas que te haré. Esto solo es el comienzo- la serpiente gigante abrió la boca cuando Arsenio arrojó lo que quedaba de Abel. -Deuce, mi linda mascota, tengo una misión para ti. Sigue el rastro de la mujer que llevaba esto puesto- Arsenio sacó una vincha roja de su bolsillo, la había encontrado en el lugar en el que estaba la mujer rubia antes de esfumarse con Yuzu. -Mátala y guarda a la chica de cabello rosa en tu estómago- Arsenio arrojó una Tiféret del tamaño de una canica a la boca de su mascota y la dejó ir.  La serpiente atravesó uno de los muros del coliseo utilizando un círculo mágico como entrada, desapareciendo sin dejar rastro.

Arsenio subió las escaleras que llevaban al palco de los dioses con Tier y Yuya caminando detrás de él. Deuce la serpiente demonio se encargaría de llevar a Yuzu y a Abel con Afrodita, después de eso podría reclamar su recompensa. Lo único que quedaba por hacer era encargarse de Athena.

Antes de llegar al palco, Arsenio se topó con una mujer plana que se había cruzado en su camino con la intención de derrotarlo. Tonta e ilusa mujer. Su error lo iba a pagar con sangre. -¿Te crees muy valiente, no? Tier, ocúpate de esta chica desalineada y común- Arsenio abrió su mano, mostrando las tres Tiféret que le quedaban. Puso una en de las joyas de belleza de Afrodita en las manos de Tier y continuó caminando junto a Yuya. Pensaba en que pudo haber matado a esa chica con un ataque y guardado a Tier para más adelante, pero necesitaba utilizar todas las Tiféret que la diosa del amor le había entregado.

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Reglas
-Tiene 48 horas para responder.
-No está permitido atacar después de que el HP llega a 0.
-Pueden sacrificar HP por acciones.
-Tier podrá decidir el aspecto del escenario de batalla.
-La pelea termina cuando se pierda una vida.
-El ganador puede infligir una herida permanente.

Cruzó ambos brazos para reducir el impacto del rodillazo, pero por su velocidad no fue la suficiente como para evitar el segundo golpe, recibiendo aquella patada y retrocediendo varios metros, debido a la fuerza con que fue aplicada la misma.  Lo que siguió fue demasiado rápido para quedar registrado por completo por sus ojos. Tier lanzó una serie de embates basados en el filo de su espada, cosmoenergía y el agua que los rodeaba. Cada uno exitoso atrapando a la saintia en la refriega de aquel desmesurado ataque.

Lo que restaba de la loza no soporto más y termino sucumbiendo al igual que las demás paredes de la construcción en la cual estuvieron combatiendo. Tras el último impacto de los dientes de agua una gran ola se alzó y engulló lo que aun restaba en pie. El nivel del agua que súbitamente subió quedo por el cambio de volumen de tanto escombro cayendo terminó descendiendo de manera súbita arrastrando todo a su paso.  

La turbulencia se calmó, revelando lo que quedo traes el caos que sobrevino. La figura de Elania se alzó sobre unos escombros que a duras penas la mantenía sobre el nivel del agua. Su expresión se mantenía serena, pero  estaba consciente de lo complejo de aquel combate. Tier era una rival formidable, con un poder de respetar y una defensa férrea. Cualquier maniobra por parte de Sagitta podía chocar contra pared si no ejecutaba sus ataques con sumo cuidado.

Aunque estando en la inacción total no conseguirá absolutamente nada. Dirigio su mirada hacia el cielo, justo en el punto que Tier se mantuvo levitando. De un veloz movimiento dio un fuerte salto, dejándola a al misma altura de su contrincante, concentrando su cosmos en su pierna, giró su cuerpo  y lanzar una patada directo al costado de la guardiana de Neptuno.

Cada golpe excepto su patada inicial fue efectiva en totalidad. Recibiendo Cortando y los colmillos de agua, la Santa de Sagitta era empujada hacia atrás, justo en medio de una estructura que era destrozada por las olas. Mantenida en el aire por las ondas de humedad que actuaban de piso bajo sus pies, la Paladín de Neptuno esperó con tranquilidad. Aunque duro, tal ofensiva no era capaz de derrotar a la persona que tan buena batalla diera durante el torneo interrumpido.

Fue en ese instante en que la consciencia de Tier, la verdadera, volvía a rebelarse contra el lavado cerebral del que era presa. Paralizada un instante, con un espasmo recorriendo su rostro por dos segundos, escuchó el sonido del salto de Elaina.

—... ......... ... ....... .. ..........-

De atacar unos cuantos segundos antes Sagitta habría conseguido la ventaja que presentó la pelea interna del cuerpo contra la mente, más no fue así. Hundiendo a Holst bajo las hojas de las órdenes del acólito de Afrodita, el cuerpo lanzó una estocada frontal por instinto.

Sin embargo, fue un error de cálculo. Al dar una patada a su costado el ángulo de incisión fue equivocado. Su hoja cortó únicamente aire, dejando que Elaina diera en el blanco sin impedimento alguno.

La única contra existente fue que aún pasando las defensas, Tier era formidable. Recibiendo el impacto como el martillazo a la cara sin inmutarse, la rubia tomó la pierna de su contrincante antes de que escapara, girando sobre si misma para lanzarla a un edificio cercano. Eso no haría nada, pero crearía una apertura; lanzándose impulsada por el cosmos, cargó poder en su arma, preparándose para perseguir a la Santo.

•Tier:

Defensa: 3+1+1.5=5.5/4=1.375
Defensa: 3+1+1.5=5.5/4=1.375

Acciones: 4/15
HP: 16-(4-2.75)=14.75

Logró acertar esa patada y de paso gracias al giro que su cuerpo hizo al ejecutar esa maniobra logró evadir el corte del filo de la hoja de Tier, que en tales condiciones.– al estar en el aire sin ningún apoyo– no hubiera podido evadir el corte.  El impacto aunque certero estaba lejos de presentar un daño considerable, ya que la guerra de Neptuno ni se inmutó presentando una contraofensiva casi de inmediato.

Tier la sujetó de su pierna y con un giro la lanzó en contra de otro edificio. Golpeando de llenó la pared con su cuerpo. Aunque el impactó fue sonoro la fuerza no fue la suficiente como para herirla, el impacto fue fácil absorbido por la protección de su armadura de plata. Pero no estaba fuera de peligro, tan pronto alzo la mirada para buscar a su contrincante, la encontró a escasos metros al frente cargando en su contra espada en mano.

Elania utilizó la pared como punto de apoyo, cargo su cosmos y se lanzó al encuentro de la paladín y tuvo suerte de evitar su hoja y volverla a sujetar del brazo. Dio un giro y la lanzo en contra de la misma estructura en la que había aterrizado originalmente.   La distancia entre ellas era de escasos metros, pero tuvo que arriesgarse a hacer una maniobra que podía dejarla vulnerable. Sagitta elevó su cosmos y de nuevo  materializó la ballesta del combate anterior. La sujeto con sus manos y lanzó una lluvia de flechas en contra de Tier. Un disparo que prácticamente fue a quemarropa.

–…– un ligero murmullo se escapó de sus labios. No articulo ninguna palabra, guardándose todo eso en su mente, donde solo tenía una palabra al ejecutar tal ataque: “Lo lamento”. Pero no podía dudar, ya que no existía otra alternativa de salir de tal funesto asunto.

Hubo dos reacciones ante la maniobra de Elaina de Sagitta. La primera, del cuerpo controlado de Tier, fue fruncir levemente el ceño mientras se preparaba al verla acercarse a ella, asiendo con firmeza el mango de su hoja. La segunda fue de la mente intacta de la representante de Neptuno, quien apreció sobremanera el valor de la muchacha al arrojarse sin miramientos en contra de la máquina en que se transformó su forma física. Ese fugaz instante fue decisivo, pues al ir cercando terreno contra la mujer de la constelación de flecha, trató de inducir una sola idea en sus nervios - no para hacer la contra, sino de agitar los vientos del incendio que era la manipulación: atacar, ella debía atacar con todo, activar cada reflejo en aras de cortar con su espada el cuerpo de la Santo que se le enfrentaba. Por suerte, ir con la corriente en lugar de contra dio frutos: su cuerpo preparó cada fibra para responder y aniquilar con fuerza a la mujer de plata.

Ese reflejo, considerable tras años de batalla intensa y de perder un mundo a manos de la guerra contra los dioses, dio paso a que la ofensiva de Elaina fuera crítica. Atrapada en un agarre de brazo, lanzada y arrinconada, la figura de Tier miró al frente en el espacio de una milésima de segundo, tiempo que sirvió para que una lluvia de flechas cósmicas la atravesaran a ella y al Core Místico, desplomándola hacia el agua que corría entre las edificaciones derruidas que las rodeaban.

—...—

Se hundió como un navío partido a la mitad, pesadamente hacia el fondo. Cada una de las flechas fue devanándose, perdiendo su luz en la oscuridad del agua. Las aletas de su armadura la rodearon, ondeando como algas perezosas.

Pero...

La máquina abrió los ojos. Y con ellos, su cosmos se disparó arriba cual pilar de fuego, columna enérgica de la que surgió Tier todavía con mirada vacua.

—....... .. .. ...—

Levantó su espada de mango horizontal, mirando con certerza a su oponente. Sobre la punta se acumuló una cantidad abominable de agua a presión. Girando a velocidades increíbles dio un mandoble en arco descendente - lanzando un pilar descomunal de agua que arrasaría con todo a su paso, una técnica que emulaba a los tsunamis de mayor categoría.

Cascada.

•Tier:

Ataque: 1+1+3=5x2=10
Ataque: 1+1=0.5
Defensa: 3+1=4

Acciones: 1/15
HP: 14.75-(18-4)=0.75

Después de ese ataque Elania buscó alguna estructura en donde pudiera aterrizar.  Tras lo cual fijo su mirada para observar como el cuerpo de Tier se hundía cada vez más en las tumultuosas aguas. Aunque parecía que aquel funesto enfrentamiento estaba a punto de llegar a su fin, la saintia de plata era cociente de la fortaleza de la guardiana de  Neptuno, dudando que aquel ataque a quemarropa fuera suficiente para poner punto final al encuentro. Y ahí fue cuando las preocupaciones de la joven se materializaron al ver como una columna de cosmos se alzó de entre las aguas revelando la figura de la guerrera lista para el ataque.

La rubia alzo su espada y cargando con su cosmos agitó una vez más las aguas provocando así una nueva inundación. A su orden el líquido vital que rodeaba todo el escenario se agitó de forma frenética, para tratar de engullir a Elania y mandarla al olvido en las profundidades de la misma. La joven sabía que no tendría muchas alternativas para evitar aquel ataque al ver como las construcciones comenzaban a colapsar, cercando así cualquier ruta de escape.

El pilar la termino golpeando arrastrándola varios metros, con una fuera y violencia descomunal. Un movimiento frenético, en donde por un momento sintió como el aire abandonaban sus pulmones y estos comenzaban a llenarse de líquido. Alzó su cosmos y busco la forma de aferrarse a lo que fuera, su salvavidas - por así decirlo- fue un barandal que a duras penas pudo soportar su peso y evitar ceder ante la presión del agua.

Cuando la marejada cesó la joven aún seguía sujeta a aquel barandal, aunque tenía varias heridas en todo su cuerpo. Lentamente abrió su mano y cayó al suelo de golpe. Alzo su mirada y pudo notar a la distancia la figura de Tier, aun sobrevolando las aguas. Elania era consciente que tenía que poner punto final  de una u otra forma. Pronto llegaría a los límites e su fuerza,

Dio un salto hacia una de las paredes y comenzó a avanzar a toda velocidad, para saltar después  a los restos de otra construcción. De ahí se lanzó hacia donde se encontraba flotando sobre la superficie. Aunque era consciente de que era un suicidio atacar de frente en esas condiciones, antes de llegar con la rubia alzó su cosmos para activar la ballesta y lanzar una nueva lluvia de flechas.  Pero su ataque no termino con aquel movimiento. Volvió a juntar sus manos para tratar de golpear con ambos puños entrelazados el rostro de Tier. De una u otra forma aquella ofensiva tenía que ser la última.