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El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
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El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Kaito Dom Nov 19, 2017 9:37 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Al llegar al palco divino se encontró con la sorpresa de que la puerta estaba sellada. Un pequeño demonio alado se encontraba posado sobre el marco de la puerta. -¿Este es el sofisticado sistema de seguridad? Qué estupidez- musitó Arsenio, capturando a la criatura tomándola por la cola. Cuando el pequeño demonio fue retirado de la puerta ésta se abrió por sí sola. Arrojó a esa alimaña horrible lejos y entró en el palco, encontrándose con Athena y un sujeto regordete que la protegía como un escudo humano.
-Cuando estaba vivo los caballeros de Athena eran más guapos. Es un desperdicio- comentó el joven, arreglándose un poco el cabello y haciendo la vista a un lado. Ese hombre gordo era simplemente incomodo de mirar. Sus cachetes desinflados le recordaban a los de un bulldog con sobrepeso. -Athena, me han contado tanto sobre ti- el muchacho se sentó en una de las sillas que no habían sido destruidas por Yuya, cruzándose de piernas y mirando a Athena, utilizando esa sonrisa que hacía caer a mujeres y hombres desarmados a sus pies.
-Yuya, sirve una copa de vino. Quiero disfrutar este momento- el chico de cabello bicolor recibió la orden, sirviendo una copa de vino lunar para el príncipe serpiente. -Y cuéntame Athena, ¿qué es lo que se siente ser hermana de una sabandija manipuladora como Abel? ¿Te habló de nuestro pasado juntos? Estoy seguro de que llenó tu cabeza de sucias mentiras, las cosas no sucedieron como él las cuenta. A tu salud- el joven levantó su copa antes de dar otro trago. -El amor y el poder pueden corromper a un hombre. Estaba tan enamorado de Benoit Hale, pero también estaba cegado por el poder de Abel. Pensaba que si lo utilizaba, podría llegar al trono de Zeus y obtener todo lo que quisiera. ¿Pueden culparme por eso? Yo sólo era un muchacho atraído por su cosmos- su atención se distanció de Athena, agitando su copa mientras recordaba la fatídica noche. Fue condenado a vivir hasta el fin de los tiempos en un ataúd sellado en el Olimpo. Su plan original era robar al marido de una mujer noble durante ese baile, pero Abel y su padre aparecieron para modifícarlos. Descubrió su origen divino y quiso utilizar al hijo para llegar al Rey de Todo.
-Nunca es suficiente sobre mí, pero ya no soporto a tu perro guardián. No es agradable a la vista. Tu cara es una ofensa al buen gusto- Arsenio jugó con una Tiféret entre sus dedos y se la dio a Yuya. Colocó la mano sobre su hombro y comenzó a hablar cerca de su oído, lo suficientemente alto para que Saori lo escuchara.-Yuya, todos ellos están contra ti. ¡La bola de manteca y esa bruja de pelos morados trabajaron junto a Abel todo este tiempo! Su objetivo era secuestrar a tu novia y sacrificarla, ¿verdad Athena?- preguntó Arsenio, mirando a la diosa de la sabiduría de forma acusatoria.-Yuzu y las otras chicas con rostros iguales son partes del cuerpo original de Afrodita. Athena, Abel, Poseidón, todos están involucrados. ¿Dejarás que se salgan con la suya?- Yuya miró a Arsenio, escéptico respecto a lo que éste le estaba diciendo. Se encontraba tan confundido que comenzó a gritar, sintiendo que su cabeza estaba a punto de explotar. -Yo soy tu único amigo. Destruyamos a los dioses juntos- al escuchar la palabra amigo Yuya se sorprendió, volviendo la vista a Arsenio.-¿De verdad eres mi amigo? Eso me hace sentir feliz- dijo Yuya, sonriendo con lágrimas en los ojos. -Yo estoy de tu lado. Deseo lo mejor para ti- era una mentira, pero cuando Arsenio lo decía en verdad parecía sincero. Abrazó a Yuya, el toque final para que terminará de tragarse toda esa sarta de mentiras.
--------
Reglas
-Tiene 48 horas para responder.
-No está permitido atacar después de que el HP llega a 0.
-Pueden sacrificar HP por acciones.
-Yuya podrá decidir el aspecto del escenario de batalla.
-La pelea termina cuando se pierda una vida.
-El ganador puede infligir una herida permanente.
-Cuando estaba vivo los caballeros de Athena eran más guapos. Es un desperdicio- comentó el joven, arreglándose un poco el cabello y haciendo la vista a un lado. Ese hombre gordo era simplemente incomodo de mirar. Sus cachetes desinflados le recordaban a los de un bulldog con sobrepeso. -Athena, me han contado tanto sobre ti- el muchacho se sentó en una de las sillas que no habían sido destruidas por Yuya, cruzándose de piernas y mirando a Athena, utilizando esa sonrisa que hacía caer a mujeres y hombres desarmados a sus pies.
-Yuya, sirve una copa de vino. Quiero disfrutar este momento- el chico de cabello bicolor recibió la orden, sirviendo una copa de vino lunar para el príncipe serpiente. -Y cuéntame Athena, ¿qué es lo que se siente ser hermana de una sabandija manipuladora como Abel? ¿Te habló de nuestro pasado juntos? Estoy seguro de que llenó tu cabeza de sucias mentiras, las cosas no sucedieron como él las cuenta. A tu salud- el joven levantó su copa antes de dar otro trago. -El amor y el poder pueden corromper a un hombre. Estaba tan enamorado de Benoit Hale, pero también estaba cegado por el poder de Abel. Pensaba que si lo utilizaba, podría llegar al trono de Zeus y obtener todo lo que quisiera. ¿Pueden culparme por eso? Yo sólo era un muchacho atraído por su cosmos- su atención se distanció de Athena, agitando su copa mientras recordaba la fatídica noche. Fue condenado a vivir hasta el fin de los tiempos en un ataúd sellado en el Olimpo. Su plan original era robar al marido de una mujer noble durante ese baile, pero Abel y su padre aparecieron para modifícarlos. Descubrió su origen divino y quiso utilizar al hijo para llegar al Rey de Todo.
-Nunca es suficiente sobre mí, pero ya no soporto a tu perro guardián. No es agradable a la vista. Tu cara es una ofensa al buen gusto- Arsenio jugó con una Tiféret entre sus dedos y se la dio a Yuya. Colocó la mano sobre su hombro y comenzó a hablar cerca de su oído, lo suficientemente alto para que Saori lo escuchara.-Yuya, todos ellos están contra ti. ¡La bola de manteca y esa bruja de pelos morados trabajaron junto a Abel todo este tiempo! Su objetivo era secuestrar a tu novia y sacrificarla, ¿verdad Athena?- preguntó Arsenio, mirando a la diosa de la sabiduría de forma acusatoria.-Yuzu y las otras chicas con rostros iguales son partes del cuerpo original de Afrodita. Athena, Abel, Poseidón, todos están involucrados. ¿Dejarás que se salgan con la suya?- Yuya miró a Arsenio, escéptico respecto a lo que éste le estaba diciendo. Se encontraba tan confundido que comenzó a gritar, sintiendo que su cabeza estaba a punto de explotar. -Yo soy tu único amigo. Destruyamos a los dioses juntos- al escuchar la palabra amigo Yuya se sorprendió, volviendo la vista a Arsenio.-¿De verdad eres mi amigo? Eso me hace sentir feliz- dijo Yuya, sonriendo con lágrimas en los ojos. -Yo estoy de tu lado. Deseo lo mejor para ti- era una mentira, pero cuando Arsenio lo decía en verdad parecía sincero. Abrazó a Yuya, el toque final para que terminará de tragarse toda esa sarta de mentiras.
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Reglas
-Tiene 48 horas para responder.
-No está permitido atacar después de que el HP llega a 0.
-Pueden sacrificar HP por acciones.
-Yuya podrá decidir el aspecto del escenario de batalla.
-La pelea termina cuando se pierda una vida.
-El ganador puede infligir una herida permanente.
Kaito- Admin
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Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Yuya Mar Nov 21, 2017 9:10 pm
La poca cordura que le quedaba a Yuya terminó por desvanecerse, siendo consumido por completo por su lado oscuro. Instintivamente, su cuerpo intentó evadir el ataque de Cesar al sentirse amenazado, fallando por algunos centímetros y rompiendo uno de los cuernos del dragón en su hombro, aunque éste prontamente regenerado por un pequeño reloj de arena azul que apareció sobre su cabeza, acumulando el daño para el final. La figura demoníaca observaba a Cesar desde arriba con los brazos cruzados. Su mirada era aún más amenazante y sus movimientos fluían con naturalidad. Mientras su cuerpo actuaba por voluntad propia, Yuya se desconectó por completo del mundo a su alrededor, despertando en medio de una ciudad destruida.
Las personas se alejaban en una dirección contraria a la que él avanzaba. Mares de fuego, nubes negras y la civilización humana destruida, eso era todo lo que podía ver. En las alturas, un dragón imponente con cuerpo de serpiente arrojaba rayos de energía hacia las personas, transformándolas en ¿cartas?
Recogió una de las cartas del suelo. En ella podía ver a un hombre horrorizado antes de que la carta se convirtiera en cenizas. Saltó sobre las azoteas de los edificios que aún estaban en pie, vislumbrando al responsable de lo sucedido. El torso de un hombre sobresalía de la frente del dragón, pero eso no fue lo que lo hizo retroceder dos pasos y caer al suelo de espaldas. El hombre era idéntico a él, con la excepción de que su cuerpo estaba más desarrollado. ¿Qué estaba sucediendo?
------
-Esto es un desastre. Yurika, ¿dónde estás?- la voz juvenil de Yuya sonaba como la de un hombre maduro y metódico. Lo último que recordaba era haberse reunido con su amigo Sean para buscar a su hermana menor, después de eso todo se volvía... confuso. Se posó sobre un pilar que aún se mantenía de pie en una de las tantas rocas gigantes que flotaban en el espacio. Al percibir un cosmos ajeno al suyo materializó su guadaña, observando a Ofiuco con una calma que no concordaba con el aura de ira que irradiaba. Su cuerpo era irreconocible para sí mismo pero eso era lo de menos.
Una luna llena apareció sobre el cielo, cambiando la atmósfera del lugar súbitamente. Un cambio tan abrupto como la mentalidad de Yuya. La luz lunar enmarcó la figura del demonio, arrojando su sombra sobre Cesar.
-Prepárate para luchar- el guerrero cubrió su boca con una máscara del mismo material de su armadura negra. La sombra que Yuya proyectaba mostraba una silueta diferente a la propia: podía verse una capa ondeando en lugar de las alas de demonio. El portador de la armadura de la oscuridad atacó primero cubriendo el escenario con tinieblas, fundiéndose con las sombras hasta desaparecer.
---------------
Ataque: Fuerza 8 + Velocidad 1 = 9 4/4 = 2.25
Ataque 2: Fuerza 8 + velocidad 1 + cosmos 4 = 13 2/2 = 6.5
Acciones: 5
HP: 30 - 2 = 28
Las personas se alejaban en una dirección contraria a la que él avanzaba. Mares de fuego, nubes negras y la civilización humana destruida, eso era todo lo que podía ver. En las alturas, un dragón imponente con cuerpo de serpiente arrojaba rayos de energía hacia las personas, transformándolas en ¿cartas?
Recogió una de las cartas del suelo. En ella podía ver a un hombre horrorizado antes de que la carta se convirtiera en cenizas. Saltó sobre las azoteas de los edificios que aún estaban en pie, vislumbrando al responsable de lo sucedido. El torso de un hombre sobresalía de la frente del dragón, pero eso no fue lo que lo hizo retroceder dos pasos y caer al suelo de espaldas. El hombre era idéntico a él, con la excepción de que su cuerpo estaba más desarrollado. ¿Qué estaba sucediendo?
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-Esto es un desastre. Yurika, ¿dónde estás?- la voz juvenil de Yuya sonaba como la de un hombre maduro y metódico. Lo último que recordaba era haberse reunido con su amigo Sean para buscar a su hermana menor, después de eso todo se volvía... confuso. Se posó sobre un pilar que aún se mantenía de pie en una de las tantas rocas gigantes que flotaban en el espacio. Al percibir un cosmos ajeno al suyo materializó su guadaña, observando a Ofiuco con una calma que no concordaba con el aura de ira que irradiaba. Su cuerpo era irreconocible para sí mismo pero eso era lo de menos.
Una luna llena apareció sobre el cielo, cambiando la atmósfera del lugar súbitamente. Un cambio tan abrupto como la mentalidad de Yuya. La luz lunar enmarcó la figura del demonio, arrojando su sombra sobre Cesar.
-Prepárate para luchar- el guerrero cubrió su boca con una máscara del mismo material de su armadura negra. La sombra que Yuya proyectaba mostraba una silueta diferente a la propia: podía verse una capa ondeando en lugar de las alas de demonio. El portador de la armadura de la oscuridad atacó primero cubriendo el escenario con tinieblas, fundiéndose con las sombras hasta desaparecer.
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Ataque: Fuerza 8 + Velocidad 1 = 9 4/4 = 2.25
Ataque 2: Fuerza 8 + velocidad 1 + cosmos 4 = 13 2/2 = 6.5
Acciones: 5
HP: 30 - 2 = 28
Última edición por Yuya el Mar Nov 21, 2017 11:33 pm, editado 5 veces
Yuya- Paladin
- Armadura :
Paladin de Saturno
Mensajes : 98
Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Narrador Mar Nov 21, 2017 9:10 pm
El miembro 'Yuya' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Acción' : 1, 5, 3
'Acción' : 1, 5, 3
Narrador- Mensajes : 1224
Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Invitado Miér Nov 22, 2017 4:49 pm
Ese era un tipo curioso.
No solo su cosmos era una síntesis de cuatro energías distintas y paralelas, sino que las habilidades conseguidas al hacerlas resonar...
—¿Tiempo?— murmuró al aterrizar en aquel pequeño islote de muchos más. Según pudo ver, el daño que provocó en su ala solo fue retransmitido, no borrado. Tomando ese hecho en cuenta, tenía varias hipótesis en mente: uno, que había un límite a que tanto podía transmitir -ya fuera en máximo de daño total o por ocasión- cada vez que lo hería; dos, que solo se activaba por heridas causadas con cosmos; tres, que el reloj solo servía cuando el payaso dominaba. Porque sí – resultaba que además, aquel monstruo con alas hacía ciclos en la personalidad que tenía las riendas cerebrales.
—Hola hola queridos oyentes: acabamos de cambiar la estación de su payaso arcoiris a la del policía judío - no se vayan, la función sigue en curso durante toooda la noche.— dijo con su voz natural, cargando su hacha/guitarra al hombro. No se podía imaginar otra apariencia para esa voz mas que una nariz respingona, afro y patillas en espiral. —Hombre, esto es como Cumbre del Dragón Cuatro.— añadió levantando ambas cejas inexistentes. Luego vino el reto del judío - haciéndolo adelantar una pierna cuando lo vio moverse; delineando un círculo alrededor suyo con cosmos verde, la oscuridad que lo atacó fue parada en seco, envolviendo todo lo demás. —¿Oscuridad? ¿En serio? Debe ser kosher.— Bien hecho Napper; ese chiste la sacaría una carcajada a Bill.
Miró a la masa de oscuridad, luego arriba, después saltó moviéndose a una velocidad extrema. Oculto en las sombras lo sintió rondando, así que decidió marcar distancia. Al saber que tenía una velocidad muchísimo mayor supo que ganaría algo de tiempo para que lo alcanzara - eso de seguro lo atraería, o quizá no, daba igual.
Una vez llegó a las rocas más altas de todas pisó con fuerza, elevando la mano izquierda con el índice, meñique y pulgar extendidos. —COMIENZA EL CONCIERTO. HORA DEL ESPECTÁCULO NENES.— Así el tiempo se detuvo - o mejor dicho, Napper empezó a moverse a una velocidad en la que el mundo estaba en pausa. —Altogether now, make a break for the goal line— comenzó a cantar tras dar sendos acordes con la guitarra, usando su vozarrón. Tras él aparecieron dos espirales que actuaron como bocinas, magnificando su voz incluso más. —As I become an adult, there are things I'd want to protect, things that I'll continue to defend and never let go of— tocó incluso más rápido, golpeando y moviendo las manos sobre las cuerdas, enviando el sonido a las espirales. —And that way, one day, we'll be able to look back and LAUGH at it all!—
El mundo volvió a su velocidad normal. Alrededor de Ofiuco se cargó toda la energía, liberada al final como un rugido cien veces más grande que el lanzado antes de la destrucción de la isla - en aquella ocasión tomando la figura de una serpiente descomunal que abrió las fauces contra Saturno. Reptando, navegando los estratos de rocas y mordiendo, toda la energía se desató en un ataque potente dirigido únicamente a su rival.
—Lightly and nimbly they dance! Leaves flying off into the distance!—
Acción: 7(Efectivo) | 8(x2) | 3(1/4)
Defensa: 5+2=7+1.75=8.75
Ataque: 2+2=4+3.25=7.25x2=14.5
Ataque: 2+2=4/4=1
Acciones: 6/15
HP: 35-(8.75-8.75)=35
No solo su cosmos era una síntesis de cuatro energías distintas y paralelas, sino que las habilidades conseguidas al hacerlas resonar...
—¿Tiempo?— murmuró al aterrizar en aquel pequeño islote de muchos más. Según pudo ver, el daño que provocó en su ala solo fue retransmitido, no borrado. Tomando ese hecho en cuenta, tenía varias hipótesis en mente: uno, que había un límite a que tanto podía transmitir -ya fuera en máximo de daño total o por ocasión- cada vez que lo hería; dos, que solo se activaba por heridas causadas con cosmos; tres, que el reloj solo servía cuando el payaso dominaba. Porque sí – resultaba que además, aquel monstruo con alas hacía ciclos en la personalidad que tenía las riendas cerebrales.
—Hola hola queridos oyentes: acabamos de cambiar la estación de su payaso arcoiris a la del policía judío - no se vayan, la función sigue en curso durante toooda la noche.— dijo con su voz natural, cargando su hacha/guitarra al hombro. No se podía imaginar otra apariencia para esa voz mas que una nariz respingona, afro y patillas en espiral. —Hombre, esto es como Cumbre del Dragón Cuatro.— añadió levantando ambas cejas inexistentes. Luego vino el reto del judío - haciéndolo adelantar una pierna cuando lo vio moverse; delineando un círculo alrededor suyo con cosmos verde, la oscuridad que lo atacó fue parada en seco, envolviendo todo lo demás. —¿Oscuridad? ¿En serio? Debe ser kosher.— Bien hecho Napper; ese chiste la sacaría una carcajada a Bill.
Miró a la masa de oscuridad, luego arriba, después saltó moviéndose a una velocidad extrema. Oculto en las sombras lo sintió rondando, así que decidió marcar distancia. Al saber que tenía una velocidad muchísimo mayor supo que ganaría algo de tiempo para que lo alcanzara - eso de seguro lo atraería, o quizá no, daba igual.
Una vez llegó a las rocas más altas de todas pisó con fuerza, elevando la mano izquierda con el índice, meñique y pulgar extendidos. —COMIENZA EL CONCIERTO. HORA DEL ESPECTÁCULO NENES.— Así el tiempo se detuvo - o mejor dicho, Napper empezó a moverse a una velocidad en la que el mundo estaba en pausa. —Altogether now, make a break for the goal line— comenzó a cantar tras dar sendos acordes con la guitarra, usando su vozarrón. Tras él aparecieron dos espirales que actuaron como bocinas, magnificando su voz incluso más. —As I become an adult, there are things I'd want to protect, things that I'll continue to defend and never let go of— tocó incluso más rápido, golpeando y moviendo las manos sobre las cuerdas, enviando el sonido a las espirales. —And that way, one day, we'll be able to look back and LAUGH at it all!—
El mundo volvió a su velocidad normal. Alrededor de Ofiuco se cargó toda la energía, liberada al final como un rugido cien veces más grande que el lanzado antes de la destrucción de la isla - en aquella ocasión tomando la figura de una serpiente descomunal que abrió las fauces contra Saturno. Reptando, navegando los estratos de rocas y mordiendo, toda la energía se desató en un ataque potente dirigido únicamente a su rival.
—Lightly and nimbly they dance! Leaves flying off into the distance!—
Acción: 7(Efectivo) | 8(x2) | 3(1/4)
Defensa: 5+2=7+1.75=8.75
Ataque: 2+2=4+3.25=7.25x2=14.5
Ataque: 2+2=4/4=1
Acciones: 6/15
HP: 35-(8.75-8.75)=35
Última edición por Metal Napper el Miér Nov 22, 2017 6:59 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Narrador Miér Nov 22, 2017 4:49 pm
El miembro 'Metal Napper' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Acción' : 7, 8, 3
'Acción' : 7, 8, 3
Narrador- Mensajes : 1224
Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Yuya Lun Nov 27, 2017 10:36 pm
Se colocó frente a la gran bestia descomunal que destruía la ciudad. Fuego, gritos, oscuridad vertida en el cielo como tinta negra y un ser maligno que estaba por desaparecer lo que quedaba con un orbe de energía que se concentraba en su boca. No podía moverse, sólo mirar cómo esa criatura llena de furia y odio hacia la humanidad lo miraba con sus grandes ojos llameantes.
-¿Ahora puedes recordarlo? Destruiste el mundo una vez, y lo harás de nuevo si dejas que ese demonio te controle- mencionó una voz masculina a sus espaldas. Posado en la cornisa de un edificio se encontraba un hombre con una capa larga que sostenía un báculo. Ese ser le daba miedo, algo en su voz escarbaba en su subconsciente y sacaba un recuerdo desagradable.
Yuya intentó alejarse, corriendo directamente a la boca del monstruo sin mirar atrás. La realidad se desquebrajó bajo sus pies y de pronto había sido transportado de nuevo al campo de batalla. El dragón ahora era una serpiente enorme que amenazaba con tragarlo. Quiso eludirlo pero su cuerpo se movía por sí solo de nuevo.
Yuto se enfiló hacia los colmillos de la monstruosidad de cosmos, recibiendo el daño del ataque. Su armadura tenía roturas en diferentes secciones, pero éstas desaparecieron al ser absorbidas por el reloj de arena. La respiración de Yuto era agitada, haciendo un esfuerzo sobre humano por recuperarse mientras su cuerpo liberaba delgados hilos de humo.
Dolor, odio, maldad, tristeza, desesperanza. Lo único que lo mantenía cuerdo era el sentimiento de amor que su alma tenía escrito desde el día uno.
-No importa si intentas huir. El Ángel del Destino te tiene en la mira- decía la voz del hombre con capa que había visto en su visión. Escucharlo hacia que se pusiera furioso, y él no era el único. Podía sentir tres cosmos burbujeando en su interior, esperando el momento para ser liberados. Los ojos de Yuya resplandecieron, emitiendo un poderoso destello de energía de su cuerpo que bañó completamente la dimensión creada para el combate, alcanzando cada rincón junto a su grito de guerra.
Cuando la luz se disipó, el paladín de Saturno voló hacia Cesar. La palabra "destruir" le martilleaba el cerebro cada vez que lo escuchaba parlotear. Lamentablemente, la cabeza dominante no era él como para tomar a Ofiuco por el cuello. En ese momento no era Yuya, Yuto continuaba manteniendo el control, aferrado a la idea de que si lograba derrotar a ese hombre podría obtener respuestas sobre el paradero de Yurika.
------------
Ataque 1: Fuerza 8 + Velocidad 1 + Cosmos 4 = 13
Ataque 2: Fuerza 8 + velocidad 1 = 9 2/2 = 4.5
Ataque 3: Fuerza 8 + velocidad 1 = 9 4/4 = 2.25
Acciones: 2
HP: 28 - 15.5 = 12.5
-¿Ahora puedes recordarlo? Destruiste el mundo una vez, y lo harás de nuevo si dejas que ese demonio te controle- mencionó una voz masculina a sus espaldas. Posado en la cornisa de un edificio se encontraba un hombre con una capa larga que sostenía un báculo. Ese ser le daba miedo, algo en su voz escarbaba en su subconsciente y sacaba un recuerdo desagradable.
Yuya intentó alejarse, corriendo directamente a la boca del monstruo sin mirar atrás. La realidad se desquebrajó bajo sus pies y de pronto había sido transportado de nuevo al campo de batalla. El dragón ahora era una serpiente enorme que amenazaba con tragarlo. Quiso eludirlo pero su cuerpo se movía por sí solo de nuevo.
Yuto se enfiló hacia los colmillos de la monstruosidad de cosmos, recibiendo el daño del ataque. Su armadura tenía roturas en diferentes secciones, pero éstas desaparecieron al ser absorbidas por el reloj de arena. La respiración de Yuto era agitada, haciendo un esfuerzo sobre humano por recuperarse mientras su cuerpo liberaba delgados hilos de humo.
Dolor, odio, maldad, tristeza, desesperanza. Lo único que lo mantenía cuerdo era el sentimiento de amor que su alma tenía escrito desde el día uno.
-No importa si intentas huir. El Ángel del Destino te tiene en la mira- decía la voz del hombre con capa que había visto en su visión. Escucharlo hacia que se pusiera furioso, y él no era el único. Podía sentir tres cosmos burbujeando en su interior, esperando el momento para ser liberados. Los ojos de Yuya resplandecieron, emitiendo un poderoso destello de energía de su cuerpo que bañó completamente la dimensión creada para el combate, alcanzando cada rincón junto a su grito de guerra.
Cuando la luz se disipó, el paladín de Saturno voló hacia Cesar. La palabra "destruir" le martilleaba el cerebro cada vez que lo escuchaba parlotear. Lamentablemente, la cabeza dominante no era él como para tomar a Ofiuco por el cuello. En ese momento no era Yuya, Yuto continuaba manteniendo el control, aferrado a la idea de que si lograba derrotar a ese hombre podría obtener respuestas sobre el paradero de Yurika.
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Ataque 1: Fuerza 8 + Velocidad 1 + Cosmos 4 = 13
Ataque 2: Fuerza 8 + velocidad 1 = 9 2/2 = 4.5
Ataque 3: Fuerza 8 + velocidad 1 = 9 4/4 = 2.25
Acciones: 2
HP: 28 - 15.5 = 12.5
Última edición por Yuya el Mar Nov 28, 2017 12:45 am, editado 3 veces
Yuya- Paladin
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Paladin de Saturno
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Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Narrador Lun Nov 27, 2017 10:36 pm
El miembro 'Yuya' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Acción' : 7, 2, 5
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Narrador- Mensajes : 1224
Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Invitado Mar Nov 28, 2017 4:43 pm
—Hombre, en serio. ¿Para qué preguntan esas cosas?— dijo Cesar sentándose en el sofá individual de la sala de estar de Bill. —No es que pudiéramos responder "estábamos viendo vídeos snuff y de ahí sacamos la idea de la canción"—
—"El tercer verso es la escena donde doblan y rompen la coyuntura del hombro. Napper se inspiró tanto que por eso reemplaza a las coristas en la grabación"— completó Bill desde la división entre las sala y el comedor/cocina.
—"El cuarto es, ya saben, cuando empiezan a cortar con la sierra recta. Por eso usamos una metáfora de pájaro carpintero cruel con pico ensangrentado."— añadió Stevie en el sofá de tres plazas, la pierna encima de su rodilla moviéndose rítmicamente.
Los cuatro se rieron con hartas ganas.
—Aah. Para eso tenemos al buen Dickie.— Cesar sonrió ancho, palmeándose las rodillas expuestas por el short playero negro con franjas blancas que usaba en esos momentos.
—Dickie nuestro salvador. Él consigue las entrevistas con blogs de metal, él las salva interrumpiendo a Cesarín.— corroboró Bill poniendo cuatro vasos en la barra. Destapando una de ron lo sirvió en las rocas, maniobrando el cristal con una presteza digna de un profesional. Medio minuto después repartió los vasos, con los que los cuatro brindaron al unísono.
—Nada grave nada grave. Es solo mi trabajo.— apuntó Dickie, opuesto a Steve. —Aunque creí que ya Cesarín sabría a no cagarla de esa forma.— explicó colocando ambas manos entre las piernas. De los cuatro era el único con el pelo corto, estilo militar. —¿Recuerdan la obra en prepa?—
—Ouch.—
—Gohoi...—
—Aish.—
Se volvieron a carcajear, recordando las tripas y sangre de borrego desperdigadas por el escenario improvisado. A eso volvieron a brindar.
—Ya en serio Q, cuídate de las bolas curvas.— dijo Stevie ya más serio, apuntando al único rubio con el índice de la mano que asía el vaso de vidrio. —Amamos tu boca de motor, los demás no.—
—No veo tanto problema.— comentó Bill desde su lado, todavía de pie. No dejó pasar la mirada que le echaron Steve y Dickie. —Esta bien. Correcto. Nada de comentar la deep web.—
Tercer brindis.
—Vuelves esta semana a esa cosa en Europa ¿no Q?—
El aludido asintió, extendiendo las piernas y los dedos calados en las sandalias de arena.
—Salúdame a Rin. Quisiera conocerla algún día, más allá de verla de lejitos en un concierto a tándem.— pidió el baterista, levantando la mano con el trago. —¡Billie! ¡Refill!—
—Imagina eso. "Oye Rin--- Steve se tocó la nariz y la levantó por la punta, imitando la voz de Napper. ---¿quisieras perder una tarde de tu ocupado horario y filmación y grabación de éxitos del pop para conocer a mi baterista gay? Es tu mayor fan. Y sí, no te quiso conocer en el concierto de Bélice porque se acobardó a último momento." —
Otra carcajada comunal.
—Q diría eso.— corroboró Bill llenando los cuatro vasos. —Agrega unos "maldito esto", " maldito aquello".— los ojos azules de Bill se fijaron en Cesar, quien a su vez observó a Stevie.
—No olviden la mención obligada de "coño anal" y "derrame intestinal". —
—...no se como Rin no me ha cacheteado por decir tantas veces esas cosas frente a ella.— afirmó Cesar, tomándose el resto del ron a fondo blanco.
—Es una santa, si accedió a dar un concierto con nosotros. Más al soportar a un gordo con túneles muy malhablado.—
—Amén bebé.—
—No todos somos cristianos aquí Dickie, algo de consideración.— pidió Bill en tono de broma. Todos volvieron a reír.
—En unos dos o tres meses puede que Rin tenga tiempo libre. Si encuentro la manera, le diré para que la conozcas Dickie.— comentó Cesar, bebiendo el tercer trago de ron. En algún lado de su cuerpo sintió una nostalgia descomunal.
—¿Van a salvar el mundo?— inquirió Bill.
—O quizá grabará la secuela de Chica en el Desierto.—
—Amo esa canción. Deberíamos hacer un cover.—
—Uno bien bien gore.— Cesar levantó ambas cejas inexistentes. Todos volvieron a brindar.
—¿También eso?— inquirió Cesar. Desde aquel punto podía ver como el daño masivo que causó era anulado, aunque poco a poco y en medio de lo que parecía ser algo bastante doloroso. —Bien, podemos descartar que el reloj sea solo de---
El hilo de pensamientos se le interrumpió por una punzada recalcitrante. Desviando la mirada observó su mano derecha, en la que la marca de la cazadora de Elaina pasó de ser un moretón a una cicatriz sangrante en X. No podía verla a causa del guantelete, pero la sentía. La única razón por la que eso pasaría era si su ex hacia arder su cosmos hasta el límite, y eso significaba que...
—¿Estás ganando? ¿Perdiendo? ¿O de plano ya le ganaste a quien carajos esté encerrado contigo?— preguntó. No tenía forma de saberlo: la Marca era una calle de una sola vía y la persona que podía recibir la información no era él. Lo que, claro, significaba que muy probablemente Elaina lo estuviera viendo en esos mismos instantes si de verdad aniquiló a su oponente. No, en realidad, confiaba en que así era; de nuevo el tema de la fe. Y en el caso de Elaina Cruz, tenía por seguro que era capaz de reventar a cualquiera que se le atravesara de mala manera. Y si lo observaba, significaba que además lo estaría regañando por estar jalándose el pito en lugar de esforzarse. —Ya y---
Otra interrupción le cortaba la nota: un destello recorrió toda esa jaula, quemándole los ojos solo con la luz expedida. Cerrando los ojos bajó a Gargarodon, mostrando los dientes. En la parte baja del cinturón de pedruscos sintió la energía de los cuatro en uno disparándose en su dirección, usando las alas para atravesar gran distancia en un instante.
—Hombre...—
Fe ¿eh?
La cosa era, tenía fe. Pero, muy a su pesar y aún haciendo servicio con los ancianitos en su ciudad, le faltaba la misma compasión que desbordaban tanto su señor papá, su señora mamá, hermanas o...
Rin.
Deshojó Gargarodon, que giró en una sombra luminosa verde fosforescente que se apagó y ennegreció, volviéndose un mate perfecto sin luz alguna antes de desaparecer. A su espalda aparecieron tres halos del sol creados con cosmos negro condensado, tangible como arena...o carne pútrida con fragmentos de hueso entremezclado. Girando con pereza una pupila apareció en cada halo, haciendo que se asemejaran a una triada de orbes descomunales.
Adelantando su izquierda bloqueó la hoja de la guadaña de Saturno, o quien carajos fuera que tuviera el manubrio - parando la punta en seco con una espiral negra hecha con el mismo cosmos de los halos.
—Estás buscando una chica ¿no?— inquirió. El guantelete de la mano que levantó se había separado en varias secciones, las placas flotando a unos centímetros de los dedos y las muñecas. Al mismo tiempo el tinte verde de su mohawk se quemó, liberado como humo desde su cabello que ahora, era más cresta de gallo que un mohicano. —Yo también estoy buscando a una chica. Pequeña, pelo verde, ojos vivaces que expresan amor y compasión. Decente, bienintencionada.— dijo mientras bajaba el cierre del lado derecho de su chaqueta, abriéndola por completo. —Una de las mejores personas que he conocido en este mundo lleno de snuff, hombre. Y ¿sabes? Tu mejor amigo la secuestró.— Al carajo, tenía calor. Activar esa cosa siempre le daba un calor de mierda.
Aunque...no era eso lo que lo molestaba.
Fue una subida paulatina que manejó lo mejor que pudo desde que vio a François proteger a la niña rosa en lugar de Rin. Claro, antes estaba acompañado de Saori. Antes pudo mitigarlo mediante el Season's Call y Silhouette. Y los sobrenombres. Pero ya al diablo. Figurarse el regaño de Elaina le recordó que ella lo llamaba Cesar, y esa cosa la odiaba. Nada contra ti Elaina, pero ODIO que me digas Cesar a secas, pensó, suponiendo que lo oiría mediante la Marca.
—Una de los amigos que puedo contar con esta mano.— añadió abriendo los ojos cuyas pupilas estaban extendidas, imitando a la perfección a una víbora. Rin era una de las cuatro personas que le valía pito lo llamara por su nombre de pila. O salve, el otro nombre.
A la mierda con esas cosas. No tenía cabeza para controlar más su malhumor. Ya se disculparía con su papá cuando lo viera. Y si mataba el cuerpo de Saturno, ya se disculparía con Saori y su hermano; cualquier cosa, interrogaría su cadáver, aunque dudaba tener que llegar a eso.
—Salvaré a mi amiga, moscardón. ¡Así tenga que decapitar a tu novia rosada o a quien coño sea!—
Desvaneció el vórtice negro que paró la hoja, desapareciendo de su camino mediante su velocidad antes de que lo cortara en dos. De nuevo el mundo parecía detenerse y emborronarse, con el rubio de cresta de gallo rodeando el cuerpo alado en varias zancadas; cualquier otro santo habría atacado allí, aunque ese no era su estilo. No haría nada cercando la distancia y poniéndose a recaudo de la guadaña sin un ángulo donde verla, y esas malditas alas eran un estorbo. Su estrategia fue otra: se disparó lejos, dando saltos en reversa a cada pedrusco cercano sin perder detalle de la espalda expuesta de su contrincante. En la tercera separó el espolón derecho de la armadura mediante el cosmos, espolón que voló a su mano extendida. Girándolo entre sus dedos midió la distancia y la fuerza que aplicaría - usándolo como mango al tiempo que creaba una hoja corta de incisión serpentina con el cosmos negro de los halos en su espalda. El brazo izquierdo fungió como mira improvisada, el derecho doblándose antes de lanzar.
Sin dudarlo más disparó el cuchillo directo a la unión del cráneo con la espina, aplicando la mayor fuerza y velocidad que pudo conjurar en ese nanosegundo. En el mejor de los casos daría en el blanco y adiós. En el peor, pues tendría que reintentar.
Acción: 3(1/4) | 7(Efectivo) | 5(1/2) | 8(x2) | 1(Falla) | 2(1/4)
Defensa: 5+1=6/4=1.5
Defensa: 5+1=6
Defensa: 5+1=6/2=3
Defensa: 5+1=6/4=1.5
Ataque: 2+1=3+5=8x2=16
Acciones: 0/15
HP: 35-(19.75-12)=27.25
—"El tercer verso es la escena donde doblan y rompen la coyuntura del hombro. Napper se inspiró tanto que por eso reemplaza a las coristas en la grabación"— completó Bill desde la división entre las sala y el comedor/cocina.
—"El cuarto es, ya saben, cuando empiezan a cortar con la sierra recta. Por eso usamos una metáfora de pájaro carpintero cruel con pico ensangrentado."— añadió Stevie en el sofá de tres plazas, la pierna encima de su rodilla moviéndose rítmicamente.
Los cuatro se rieron con hartas ganas.
—Aah. Para eso tenemos al buen Dickie.— Cesar sonrió ancho, palmeándose las rodillas expuestas por el short playero negro con franjas blancas que usaba en esos momentos.
—Dickie nuestro salvador. Él consigue las entrevistas con blogs de metal, él las salva interrumpiendo a Cesarín.— corroboró Bill poniendo cuatro vasos en la barra. Destapando una de ron lo sirvió en las rocas, maniobrando el cristal con una presteza digna de un profesional. Medio minuto después repartió los vasos, con los que los cuatro brindaron al unísono.
—Nada grave nada grave. Es solo mi trabajo.— apuntó Dickie, opuesto a Steve. —Aunque creí que ya Cesarín sabría a no cagarla de esa forma.— explicó colocando ambas manos entre las piernas. De los cuatro era el único con el pelo corto, estilo militar. —¿Recuerdan la obra en prepa?—
—Ouch.—
—Gohoi...—
—Aish.—
Se volvieron a carcajear, recordando las tripas y sangre de borrego desperdigadas por el escenario improvisado. A eso volvieron a brindar.
—Ya en serio Q, cuídate de las bolas curvas.— dijo Stevie ya más serio, apuntando al único rubio con el índice de la mano que asía el vaso de vidrio. —Amamos tu boca de motor, los demás no.—
—No veo tanto problema.— comentó Bill desde su lado, todavía de pie. No dejó pasar la mirada que le echaron Steve y Dickie. —Esta bien. Correcto. Nada de comentar la deep web.—
Tercer brindis.
—Vuelves esta semana a esa cosa en Europa ¿no Q?—
El aludido asintió, extendiendo las piernas y los dedos calados en las sandalias de arena.
—Salúdame a Rin. Quisiera conocerla algún día, más allá de verla de lejitos en un concierto a tándem.— pidió el baterista, levantando la mano con el trago. —¡Billie! ¡Refill!—
—Imagina eso. "Oye Rin--- Steve se tocó la nariz y la levantó por la punta, imitando la voz de Napper. ---¿quisieras perder una tarde de tu ocupado horario y filmación y grabación de éxitos del pop para conocer a mi baterista gay? Es tu mayor fan. Y sí, no te quiso conocer en el concierto de Bélice porque se acobardó a último momento." —
Otra carcajada comunal.
—Q diría eso.— corroboró Bill llenando los cuatro vasos. —Agrega unos "maldito esto", " maldito aquello".— los ojos azules de Bill se fijaron en Cesar, quien a su vez observó a Stevie.
—No olviden la mención obligada de "coño anal" y "derrame intestinal". —
—...no se como Rin no me ha cacheteado por decir tantas veces esas cosas frente a ella.— afirmó Cesar, tomándose el resto del ron a fondo blanco.
—Es una santa, si accedió a dar un concierto con nosotros. Más al soportar a un gordo con túneles muy malhablado.—
—Amén bebé.—
—No todos somos cristianos aquí Dickie, algo de consideración.— pidió Bill en tono de broma. Todos volvieron a reír.
—En unos dos o tres meses puede que Rin tenga tiempo libre. Si encuentro la manera, le diré para que la conozcas Dickie.— comentó Cesar, bebiendo el tercer trago de ron. En algún lado de su cuerpo sintió una nostalgia descomunal.
—¿Van a salvar el mundo?— inquirió Bill.
—O quizá grabará la secuela de Chica en el Desierto.—
—Amo esa canción. Deberíamos hacer un cover.—
—Uno bien bien gore.— Cesar levantó ambas cejas inexistentes. Todos volvieron a brindar.
...
—¿También eso?— inquirió Cesar. Desde aquel punto podía ver como el daño masivo que causó era anulado, aunque poco a poco y en medio de lo que parecía ser algo bastante doloroso. —Bien, podemos descartar que el reloj sea solo de---
El hilo de pensamientos se le interrumpió por una punzada recalcitrante. Desviando la mirada observó su mano derecha, en la que la marca de la cazadora de Elaina pasó de ser un moretón a una cicatriz sangrante en X. No podía verla a causa del guantelete, pero la sentía. La única razón por la que eso pasaría era si su ex hacia arder su cosmos hasta el límite, y eso significaba que...
—¿Estás ganando? ¿Perdiendo? ¿O de plano ya le ganaste a quien carajos esté encerrado contigo?— preguntó. No tenía forma de saberlo: la Marca era una calle de una sola vía y la persona que podía recibir la información no era él. Lo que, claro, significaba que muy probablemente Elaina lo estuviera viendo en esos mismos instantes si de verdad aniquiló a su oponente. No, en realidad, confiaba en que así era; de nuevo el tema de la fe. Y en el caso de Elaina Cruz, tenía por seguro que era capaz de reventar a cualquiera que se le atravesara de mala manera. Y si lo observaba, significaba que además lo estaría regañando por estar jalándose el pito en lugar de esforzarse. —Ya y---
Otra interrupción le cortaba la nota: un destello recorrió toda esa jaula, quemándole los ojos solo con la luz expedida. Cerrando los ojos bajó a Gargarodon, mostrando los dientes. En la parte baja del cinturón de pedruscos sintió la energía de los cuatro en uno disparándose en su dirección, usando las alas para atravesar gran distancia en un instante.
—Hombre...—
Fe ¿eh?
La cosa era, tenía fe. Pero, muy a su pesar y aún haciendo servicio con los ancianitos en su ciudad, le faltaba la misma compasión que desbordaban tanto su señor papá, su señora mamá, hermanas o...
Rin.
Deshojó Gargarodon, que giró en una sombra luminosa verde fosforescente que se apagó y ennegreció, volviéndose un mate perfecto sin luz alguna antes de desaparecer. A su espalda aparecieron tres halos del sol creados con cosmos negro condensado, tangible como arena...o carne pútrida con fragmentos de hueso entremezclado. Girando con pereza una pupila apareció en cada halo, haciendo que se asemejaran a una triada de orbes descomunales.
Adelantando su izquierda bloqueó la hoja de la guadaña de Saturno, o quien carajos fuera que tuviera el manubrio - parando la punta en seco con una espiral negra hecha con el mismo cosmos de los halos.
—Estás buscando una chica ¿no?— inquirió. El guantelete de la mano que levantó se había separado en varias secciones, las placas flotando a unos centímetros de los dedos y las muñecas. Al mismo tiempo el tinte verde de su mohawk se quemó, liberado como humo desde su cabello que ahora, era más cresta de gallo que un mohicano. —Yo también estoy buscando a una chica. Pequeña, pelo verde, ojos vivaces que expresan amor y compasión. Decente, bienintencionada.— dijo mientras bajaba el cierre del lado derecho de su chaqueta, abriéndola por completo. —Una de las mejores personas que he conocido en este mundo lleno de snuff, hombre. Y ¿sabes? Tu mejor amigo la secuestró.— Al carajo, tenía calor. Activar esa cosa siempre le daba un calor de mierda.
Aunque...no era eso lo que lo molestaba.
Fue una subida paulatina que manejó lo mejor que pudo desde que vio a François proteger a la niña rosa en lugar de Rin. Claro, antes estaba acompañado de Saori. Antes pudo mitigarlo mediante el Season's Call y Silhouette. Y los sobrenombres. Pero ya al diablo. Figurarse el regaño de Elaina le recordó que ella lo llamaba Cesar, y esa cosa la odiaba. Nada contra ti Elaina, pero ODIO que me digas Cesar a secas, pensó, suponiendo que lo oiría mediante la Marca.
—Una de los amigos que puedo contar con esta mano.— añadió abriendo los ojos cuyas pupilas estaban extendidas, imitando a la perfección a una víbora. Rin era una de las cuatro personas que le valía pito lo llamara por su nombre de pila. O salve, el otro nombre.
A la mierda con esas cosas. No tenía cabeza para controlar más su malhumor. Ya se disculparía con su papá cuando lo viera. Y si mataba el cuerpo de Saturno, ya se disculparía con Saori y su hermano; cualquier cosa, interrogaría su cadáver, aunque dudaba tener que llegar a eso.
—Salvaré a mi amiga, moscardón. ¡Así tenga que decapitar a tu novia rosada o a quien coño sea!—
Desvaneció el vórtice negro que paró la hoja, desapareciendo de su camino mediante su velocidad antes de que lo cortara en dos. De nuevo el mundo parecía detenerse y emborronarse, con el rubio de cresta de gallo rodeando el cuerpo alado en varias zancadas; cualquier otro santo habría atacado allí, aunque ese no era su estilo. No haría nada cercando la distancia y poniéndose a recaudo de la guadaña sin un ángulo donde verla, y esas malditas alas eran un estorbo. Su estrategia fue otra: se disparó lejos, dando saltos en reversa a cada pedrusco cercano sin perder detalle de la espalda expuesta de su contrincante. En la tercera separó el espolón derecho de la armadura mediante el cosmos, espolón que voló a su mano extendida. Girándolo entre sus dedos midió la distancia y la fuerza que aplicaría - usándolo como mango al tiempo que creaba una hoja corta de incisión serpentina con el cosmos negro de los halos en su espalda. El brazo izquierdo fungió como mira improvisada, el derecho doblándose antes de lanzar.
Sin dudarlo más disparó el cuchillo directo a la unión del cráneo con la espina, aplicando la mayor fuerza y velocidad que pudo conjurar en ese nanosegundo. En el mejor de los casos daría en el blanco y adiós. En el peor, pues tendría que reintentar.
Acción: 3(1/4) | 7(Efectivo) | 5(1/2) | 8(x2) | 1(Falla) | 2(1/4)
Defensa: 5+1=6/4=1.5
Defensa: 5+1=6
Defensa: 5+1=6/2=3
Defensa: 5+1=6/4=1.5
Ataque: 2+1=3+5=8x2=16
Acciones: 0/15
HP: 35-(19.75-12)=27.25
Última edición por Metal Napper el Mar Nov 28, 2017 7:09 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Narrador Mar Nov 28, 2017 4:43 pm
El miembro 'Metal Napper' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Acción' : 3, 7, 5, 8, 1, 2
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Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Yuya Dom Dic 03, 2017 11:34 am
El tiempo se detuvo para ambos, tanto para Yuya como para Yuto. Los quedaron suspendidos en pleno vuelo, dirigiéndose hacia el ataque del hombre de la cabeza humeante. Estaban preparados para darlo todo en ese embate, cubiertos por un aura que brillaba con cuatro colores de cosmos diferentes. Sobre la imagen de Cesar se superponía la imagen de ese dragón que amenazaba con destruir a la humanidad, haciendo que las cuatro mentes que compartían ese cuerpo sintieran miedo. La guadaña de Yuya brilló, formando un sello con forma de reloj de manecillas que se interpuso entre el ataque de Ofiuco y su cuerpo.
Saturno ya estaba en el límite y su armadura reflejaba los daños recibidos durante la batalla. Yuya cayó al suelo mientras su armadura de oscuridad caía a pedazos, transformándose en cristal pulverizado. El brazalete que Arsenio le entregó desapareció junto con el aura de energía maligna, flotando como una estela de oscuridad hacia el cielo de esa dimensión, abriendo grietas que formaron una telaraña de luz en el cielo.
Yuya cayó en el suelo agotado mientras el trozo de isla sobre el que descendió se venía abajo como el resto de esa realidad. Cuando el mundo creado por la joya de Afrodita se desvaneció, los dos peleadores aparecieron en el mismo lugar en el que Arsenio inició la pelea, lo que quedaba del palco divino.
Una tercera persona los esperaba de pie frente a la puerta, sosteniendo la hoz del silencio. -Gracias por tus servicios guerrero de Athena. Yo tomaré la custodia de Saturno a partir de este momento- dijo la paladín de la Luna, arrodillándose a un lado del caído Saturno mientras le ofrecía su poción lunar curativa. Aunque ella se mostraba seria e indiferente, en el fondo se sentía profundamente aliviada porque aquel encuentro no había tenido mayores consecuencias que un desmayo.
Selene se puso de pie y le entregó a Cesar su hoz del silencio, una de las llaves que podían romper el velo que separaba a los dioses de los mortales.-Una manera de compensar tu valiosa contribución. Las puertas del Olimpo están abiertas para ti. Has sido uno de los elegidos por el Ángel del Destino para reparar la distorsión en nuestra realidad. He cumplido con mi misión, el resto queda en tus manos. Salva a Rin... Salva al planeta de su destrucción- La guardiana de la luna cargó a Yuya en brazos y desapareció en medio del resplandor de la luna
------
Defensa:
Resistencia 2 + Cosmos 4 + velocidad 1.5 = 7.5 2/2 = 3.75
Resistencia 2 + velocidad 1.5 = 3.5 2/2 = 1.75
Acciones: 0
HP: 12.5 - 10.5 = 2
Yuya se ha quedado sin acciones, el ganador es Metal Napper.
Instrucciones: espera a que los combates terminen para iniciar la siguiente fase. La segunda parte será posteada cuando todos hayan terminado sus combates. No puedes interferir en el combate actual entre Vasant, Stelios y Arsenio, pero puedes rolear en el palco divino como un espectador.
Saturno ya estaba en el límite y su armadura reflejaba los daños recibidos durante la batalla. Yuya cayó al suelo mientras su armadura de oscuridad caía a pedazos, transformándose en cristal pulverizado. El brazalete que Arsenio le entregó desapareció junto con el aura de energía maligna, flotando como una estela de oscuridad hacia el cielo de esa dimensión, abriendo grietas que formaron una telaraña de luz en el cielo.
Yuya cayó en el suelo agotado mientras el trozo de isla sobre el que descendió se venía abajo como el resto de esa realidad. Cuando el mundo creado por la joya de Afrodita se desvaneció, los dos peleadores aparecieron en el mismo lugar en el que Arsenio inició la pelea, lo que quedaba del palco divino.
Una tercera persona los esperaba de pie frente a la puerta, sosteniendo la hoz del silencio. -Gracias por tus servicios guerrero de Athena. Yo tomaré la custodia de Saturno a partir de este momento- dijo la paladín de la Luna, arrodillándose a un lado del caído Saturno mientras le ofrecía su poción lunar curativa. Aunque ella se mostraba seria e indiferente, en el fondo se sentía profundamente aliviada porque aquel encuentro no había tenido mayores consecuencias que un desmayo.
Selene se puso de pie y le entregó a Cesar su hoz del silencio, una de las llaves que podían romper el velo que separaba a los dioses de los mortales.-Una manera de compensar tu valiosa contribución. Las puertas del Olimpo están abiertas para ti. Has sido uno de los elegidos por el Ángel del Destino para reparar la distorsión en nuestra realidad. He cumplido con mi misión, el resto queda en tus manos. Salva a Rin... Salva al planeta de su destrucción- La guardiana de la luna cargó a Yuya en brazos y desapareció en medio del resplandor de la luna
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Defensa:
Resistencia 2 + Cosmos 4 + velocidad 1.5 = 7.5 2/2 = 3.75
Resistencia 2 + velocidad 1.5 = 3.5 2/2 = 1.75
Acciones: 0
HP: 12.5 - 10.5 = 2
Yuya se ha quedado sin acciones, el ganador es Metal Napper.
Instrucciones: espera a que los combates terminen para iniciar la siguiente fase. La segunda parte será posteada cuando todos hayan terminado sus combates. No puedes interferir en el combate actual entre Vasant, Stelios y Arsenio, pero puedes rolear en el palco divino como un espectador.
Última edición por Yuya el Dom Dic 03, 2017 12:21 pm, editado 1 vez
Yuya- Paladin
- Armadura :
Paladin de Saturno
Mensajes : 98
Re: El Ataque de los Conquers: Yuya vs Cesar
por Narrador Dom Dic 03, 2017 11:34 am
El miembro 'Yuya' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Acción' : 5, 4
'Acción' : 5, 4
Narrador- Mensajes : 1224
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