Sweet time~ [Aria]

por Raziel Dom Abr 02, 2017 7:15 pm

Aún no me acostumbraba a mi nuevo cuerpo, tantos años viviendo en el Santuario y ahora...con esto del renacimiento hasta había perdido mi Armadura de Virgo, por suerte mis poderes aunque cambiados en ciertos aspectos, seguían siendo igual de destructivos y poderosos como los recordaba, no obstante la idea de tener un aspecto diferente por el simple hecho de haber renacido como espectro me dejaba una sensación extraña, quizás con el tiempo acabe por acostumbrarme, después de todo nunca antes había muerto y vuelto a la vida. Pero ésto me habría nuevas posibilidades, ahora sería capaz de pasar todo el tiempo con Sean, no tendría que ceñirme a las reglas tontas del Santuario y como guinda del pastel se acabarían las bromas respecto a mi altura o aspecto físico, eran todo ventajas, de haberlo sabido habría dejado que me convirtieran en espectro mucho antes, pero si que echaba de menos los tatuajes que recorrían mi cuerpo así como los brazaletes dorados, lástima que se perdiera en mi última batalla...si por lo menos tuviera indicios de quien me manipuló podría ocupar mi tiempo libre en encontrar dicha persona y aniquilarla...pero aquí estaba...en la Ciudad de Kaus dando un paseo comprobando qué cosas habían cambiado durante el tiempo que había estado muerto.

Nuevas tiendas abiertas, otras que conocía cerradas o con otra gerencia, pero a mi lo que me interesaba se encontraba en la zona comercial de Kaus; acabé llegando a la susodicha zona comercial, me paré delante de la tienda de mangas, quedándome mirándola hasta que se me dibujó una sonrisa en el rostro...aún podía recordar cómo fue que me encontré con Sean, regresaba de comprar un manga y ese encuentro fortuito desembocó en quien hoy día sería mi novio y la pérdida de mi manga. Continué mi camino, aliviado de que mi lugar para adquirir mangas siguiera intacto, ahora sólo quedaba revisar un lugar. Lo encontré, la pastelería que visitaba siempre, cada día después de cumplir mis obligaciones como Santo, no se había movido, incluso tenían más comida en el menú. Hice mi pedido y esperé a que me lo trajeran sentado junto a una de las mesitas que había a pie de calle bajo la sombrilla que protegía del Sol a los clientes. Corté un trozo del pastel de fresa y lo llevé a mi boca, feliz por poder llevar de nuevo algo dulce a mis labios...parecía que habían pasado siglos desde la última vez que comí algo dulce.

por **Smile** Jue Abr 13, 2017 11:11 pm

** Después de los hechos ocurridos en el santuario, aquella hermosa joven de celestes cabellos despierta dentro de una casa de la aldea que está cerca del refugio para darse cuenta que ya hace ahí la caja de pandora con la armadura de Virgo la cual pertenecía al patriarca con el cual pelaba con anterioridad por lo cual expresa con suma preocupación - ¡¡ Su ilustrísima, se encuentra aquí‼ -sin embargó no recibía ningún tipo de respuesta como si nadie más estuviera con ella en ese lugar, por lo cual de igual manera encuentra una pequeña nota cerca y se la pone a leer con mucha atención pero para su sorpresa parecía ser una carta de despedida para ella, ay que a partir de esos momentos es la heredara a la armadura de virgo la cual fue del grandioso caballero Raziel, por lo que siente en parte fue su gran debilidad en no poder hacer algo para salvarlo y ayudarle.

Por lo cual después de recuperarse totalmente aquella mujer, se lleva la armadura consigo para después comenzar a recorrer cada ciudad de los países cercanos a Grecia para buscar aquel hombre que la salvo de alguna manera, por lo que ahora se encuentra en la grandiosa ciudad de Kaus donde camina con tranquilidad, mientras la gente cercana la veía de manera rara, pues nunca antes han visto a una mujer cargando una caja pesada, además de que siempre permanecía con su rostro cubierto por aquella mascara de plata, debido a lo que ha adquirido durante esa terrible batalla con el enemigo de Asgard. Siendo entonces que aquella intrépida y ágil doncella llega a las zonas comerciales mientras va caminando con calma, ya que al menos reconoce que no hay peligros en el lugar que puedan hacerle daño.

En esos momentos llega de igual manera a una pastelería, realmente había olvidado desayunar en esa ocasión por su inevitable búsqueda de su amigo y compañero de armas por lo cual entra al local para de igual manera hacer su pedido y así dirigirse hacia una de las meses que ahí afuera claramente se veía una hermosa vista de los al redores, pero para su sorpresa nota que otra persona está presente en esos instantes, por lo que la hermosa doncella se lo queda viendo fijamente por una razón sentía que conoce a ese chico pero tenía un aspecto diferente “ No puede ser el…” menciona en sus adentros tratando de no relacionar a un desconocido con su compañero Raziel, del cual aún no tiene su paradero exacto, por lo que al menos espera no incomodar al chico de rubios cabellos.. **

por Raziel Sáb Abr 15, 2017 9:48 pm

Era tal como recordaba, el sabor de los pasteles era tan delicioso que me dibujaba una sonrisa en el rostro, habría sido una total decepción que durante mi fallecimiento hubieran desmantelado este sitio, aunque bueno, siempre podría rehacerlo una vez conquistara el mundo, no obstante teniendo en cuenta que para eso todavía quedaba bastante tiempo, hasta entonces estaría sin un lugar que me proporcionara la fuente de dulces que necesitaba para no alterarme y perder la paciencia fácilmente. Me tomé mi tiempo para relajarme y ponerme a pensar en todas las cosas que habían sucedido ¿Qué haría a partir de ahora? Como espectro ahora me tocaba defender a esa ta Persy-chan, algo que a mi parecer era igual que defender a Saori, solo que esta última no me dejaba divertirme a mi manera, siempre diciendo que debía proteger y no excederme para evitar dañar a inocentes, incluso que no destruyera nada porque eso causaría problemas a los ciudadanos de Kaus ¿Qué importaba eso? Destruir cosas es divertido, negarme eso es igual que servirme un pastel amargo.

Pensé en que podría ocupar mi tiempo en acostumbrarme a éste nuevo cuerpo e intentar desarrollar nuevas técnicas, después de todo el ejercitarme para mejorar mis capacidades de combate nunca venían mal y así se me haría más sencillo acabar con quien me manipuló, el cual por cierto era otro de mis objetivos, pero no sabía su nombre, cómo se veía ni dónde se encontraba lo que dificultaba enormemente el perseguir ese plan, si descartamos eso quizás lo más rentable sea localizar a esos espectros que atacaron mi aldea cuando era pequeño y vengarme de ellos, no por traicionar ni nada de eso, solo sería un ajuste de cuentas.

Estaba ya por darle otro tiento al pastel cuando noté que me observaban. Disimuladamente dirigí la mirada hacia la persona en cuestión, se trataba de una joven que estaba a pocas mesas de distancia de donde yo me encontraba y que por alguna razón me sonaba bastante, como si la hubiera visto no hace mucho tiempo. Di un trago al zumo de naranja que había pedido además del pastel y cerré los ojos quedándome pensando hasta que, indagando en mis memorias pude recordar los acontecimientos del Cometa Repulse y quien me acompañó hasta antes de la caída de éste. -¡Ya lo recuerdo! Exclamé levantándome de golpe de la silla y terminé señalando a la mujer en cuestión. -¡Tú eres esa Santa de Plata que me acompañó a Starhill!

por **Smile** Vie Mayo 26, 2017 4:35 pm

** Mientras tanto aquella ateniense aún se encuentra presente en aquel lugar, esperando con detalle examinar un poco mejor el aspecto de aquel chico que por una razón desconocía tiene aún ese extraño sentimiento en su ser, de conocerlo de alguna manera. Pero no parecía reconocerlo al menos en ese instante puesto su mirada cambia a una totalmente sorprendida al escuchar las palabras dichas por aquel hombre realmente, parecía como si ese encuentro el destino lo hubiera predicho o algo esperado por lo cual aquella dulce dama, con tranquilidad menciona un par de palabras – ¿Es usted, su Ilustrísima? – realmente debía saber si ese hermoso chico es el que una vez fue líder de los 88 caballeros en el santuario mientras que la deidad de la sabiduría se encuentra ausente de aquel recinto. De igual manera la joven comienza a recordar aquella dura batalla en ese lugar, sagrado contra el invasor del santuario aún desconoce la identidad del dios guerrero de Asgard en ese entonces por lo cual ahora, le queda claro que hay enemigos aún más fuertes que los caballeros como para dejarlos a la ligera simplemente, por lo que la muchacha tratara hacerse más fuerte por lo cual de nueva cuenta le comenta al chico – le regreso su armadura, ilustrísima, después de todo le pertenece - a pesar que es una santa de plata, de igual forma tiene el poder para poder usar el cloth de oro, aunque no está segura que sus habilidades actuales sean lo suficientemente fuertes como para poder portarla tal grandiosa armadura.

Por otro lado aquella hermosa muchacha se mantendría un poco alejada de aquel chico, ya que no desea contaminarlo por aquel mal que ahora tiene en su cuerpo y aun en su hermoso rostro por lo que mantiene aquella máscara de plata aun puesta para no causar un pánico entre la gente que entra en el establecimiento, ya que de seguro se ocasionará un gran pánico y todos se retiran rápidamente. Es entonces mientras tanto esa hermosa mujer se mantiene firme y segura como si espera alguna respuesta o reacción de parte del muchacho que se acaba de encontrar, lo que no tenía idea es como él se podía encontrar lejos del Santuario por alguna extraña razón se comienza a pregunta que fue lo que paso durante esa pelea entre ambos guerreros ya que perdió el conocimiento de forma repentina y no pudo hacer algo más para ayudar al chico.

Sin embargo ahora todo será completamente diferente, ya que al menos ahora está presente, para poder asegurarse al menos del bienestar de ese chico y conocer la triste verdad de lo ocurrido por lo que en ese mismo instante aquella hermosa muchacha suelta un leve suspiro para después decir de nuevo un par de palabras al hombre que está presente con ella en ese momento – ¿Sabe lo que ocurrió, después de que perdiera el conocimiento?, solo sé que desperté y estaba en otro lado fuera de Star Hill con la caja de pandora de la armadura de virgo a un lado – realmente le intriga bastante el conocer que realmente fue lo que sucedió aquel entonces y más sobre todo el por qué ahora aquel joven se encuentra en ese lugar como si nada pasara. **

por Raziel Jue Jun 01, 2017 11:07 am

Sí, sin duda esa mujer se veía exactamente igual que la Santa de Plata que me acompañó a Starhill, mis recuerdos no me engañaban, lo único que me chocaba un poco es que se dirigiera a mí como "Ilustrísima" seguramente aún pensara en mí como el Patriarca que debía de proteger, pero ahora que ya no ostentaba ese cargo que se medió bajo el influyo de los poderes de manipulación de quien quiera que se atrevió a utilizarme para sus propósitos, el que me llamara de ese modo solo me hacía rabiar porque me recordaba que había estado siendo controlado. Únicamente me limite a suspirar de forma profunda y a cruzarme de brazos con una expresión sonriente, la joven no se veía como alguien de quien debiera preocuparme por si le diera por atacarme, no sería capaz de amenazar mi seguridad, si tal como parecía me había estado buscando hasta ahora y encima estaba dispuesta a regresarme lo que por derecho me pertenecía, siendo así no podía tratarse de una mala persona. No me había olvidado de mi Armadura de Virgo, de un oro tan puro que combinaba con mi cabello y hacía juego con mis alas blancas, nada me habría gustado más que poder responderle positivamente y vestirme de nuevo con ella pero en mi situación actual no era posible, era un Espectro y como tal poseía una armadura nueva así que el que volviera a mí ya no era algo que pudiera considerar.

-Por supuesto, soy yo el gran Raziel, el futuro gobernante de este mundo. callé por unos breves instantes forzando la vista intentando recordar el nombre de la susodicha. -Tu nombre...era Aria ¿Verdad? No se me daba del todo bien recordar nombres, sobre todo si pertenecían a personas que no me caían bien o que por eliminación no consideraba que estaban a mi altura como para merecer el honor de que les recordara, pero en caso de ella por alguna razón se me hacía fácil recordar, quizás influía el hecho de que congeniaba mejor con quienes eran tan amables como ella, pero sea como sea debía informarla de lo sucedido. -¿Cuando perdiste el conocimiento dices? A decir verdad no recordaba gran cosa, el cometa Repulse, un enemigo con el que me enfrenté y acabé inmolándome y el hecho de que por ese entonces asumí la identidad del Patriarca, aparte de eso no había nada más en mi memoria. -No recuerdo gran cosa pero sí lo importante, se supone que morí y ahora estoy vivo de nuevo, gajes del oficio supongo, siempre pensé en usar la carta de autodestruirme si me veía en una situación complicada aunque no imaginé que lo llegara a usar nunca Terminé de comerme el pastel de un bocado y el zumo de naranja y me acerqué más a Aria, dedicandole una gentil sonrisa. -En cuanto a la Armadura de Virgo, ya no la puedo usar así que ¿Que te parece si te la quedas? Te quedará bien, además puede decirse que eres una de las pocas Santas de Plata que me caen bien.

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