Mision 1: Escapa de la Fortaleza [Stelios]

por **Narrador** Lun Mayo 29, 2017 11:07 pm

Un grupo de soldados de Hades te han perseguido durante toda la noche, guiándote a un castillo perdido en el Este de Europa que ha estado abandonado por 200 años. Por si fuera poco, no solamente tienes que preocuparte de los soldados esqueleto y de la estrella terrestre que los lidera sino que también deberás evitar las trampas que posee este antiguo castillo maldito en el que moran las almas de la familia a la que alguna vez perteneció.

Código del dado: copia y pega

CÓDIGO:

Código:: [rand]1,3[/rand]

Fase 1 - Tienes que lanzar el dado de misión que determinará la acción que debes realizar.

1 – Un grupo de soldados esqueleto bloquean las escaleras impidiéndote continuar con tu camino, derrótalos a todos.
2 – Atraviesas una puerta que te lleva al comedor del castillo. La puerta a tus espaldas se cierra y te das cuenta de que no hay ninguna otra salida. Comienzas a escuchar ruidos extraños que vienen de debajo de la mesa...
3 – Al intentar entrar en el castillo, un campo de fuerza invisible te rechaza y te empuja varios metros hacia atrás.

Fase 2 – sólo accesible si te salió el dado número “2” en la tirada anterior

1 – La mesa se rompe en miles de pedazos y debajo de ella emerge un hombre lobo de color negro y ojos rojos. Tienes que vencerlo o sobrevivir a él hasta que encuentres un modo de escapar.
2 –La estrella terrestre que lidera a los soldados se materializa a tus espaldas, golpeándote utilizando unos apéndices afilados que brotan de su armadura. Debes escapar antes de que el veneno de sus aguijones comience a afectarte.
3 – El suelo bajo tus pies se rompe y unas manos putrefactas te toman por los tobillos, jalándote a las mazmorras que se encuentran debajo del castillo.

Fase 3 – sólo accesible si te salió el número “1” en la tirada anterior

1 – El hombre lobo te toma por el cuello y lanza tu cuerpo hacia una pared, abriendo un agujero en ésta por la fuerza con la que te arrojó. Intenta escapar de él ahora que tienes una oportunidad.
2-Esquivas el ataque del hombre lobo, provocando que éste derribe la puerta, dándote oportunidad para salir ileso del comedor.
3 – La suerte no está de tu parte: El Espectro de Hades decide unirse a la fiesta, abriendo la puerta por la fuerza y bloqueando tu única salida.

Fase 4 – Sólo puedes acceder a ella si “2” fue tu resultado en la fase anterior

1.- Tras mucho correr llegas a una de las torrecillas del castillo y ves una vía de escape al encontrar una ventana que no se encuentra bloqueada, pero debajo de la ventana hay un grupo de soldados esqueleto esperándote. Derrótalos para poder salir victorioso.
2.- Llegas a una habitación misteriosa cuya puerta ha sido partida a la mitad por las garras de una bestia. El hombre lobo te embiste por detrás y te deja en estado de semi-inconsciencia debido a la rudeza del golpe, sin embargo puedes escuchar que él te pide ayuda señalando el collar que tiene alrededor de su cuello.
3.- El Espectro de Hades se enfrenta a ti en uno de los pasillos del castillo y golpea una roca en la pared que es diferente a las demás, provocando que una jaula de hierro caiga sobre ti, dejándote encerrado como un animal.

Fase 5 – Sólo puedes acceder a ella si “2” fue tu resultado en la fase anterior

1.- Decides ayudar al hombre lobo destruyendo el collar utilizando tu mejor técnica. En el momento en el que el collar se rompe, la bestia se transforma en un hombre joven de cabello negro que te explica que él solía ser el antiguo propietario, el cual se volvió loco por la maldición del hombre lobo y asesinó a su familia hace 200 años. Agradecido te revela la ubicación del tesoro del castillo y enseña el túnel secreto que lleva al exterior para evitar a tus enemigos. Misión terminada.
2.- El hombre lobo te hace una herida mortal en el estómago con sus garras y te arroja a través de una ventana desde el tercer piso. Te fracturas varios huesos y eres capturado por el ejercito de Hades. Es en ese momento cuando tu ira explota y usas todo tu poder para deshacerte de ellos, saliendo vivo a duras penas. Misión terminada.
3.- Pisas accidentalmente una de las trampas de castillo y caes por un agujero que te lleva a las mazmorras olvidadas del castillo. Tira de nuevo.

por Invitado Mar Mayo 30, 2017 6:30 pm

La figura de un embozado en medio de la noche corría sin tregua alguna con una sonora respiración hiperventilada. Sin embargo de bajo de aquel embozo de harapos marrones y pieles, aquel hombre llevaba consigo una coraza de la cual solo se observaban las botas de plata y las hombreras brillantes que refulgían a la luz de la luna, la cual se colaba a través del denso follaje de hojas. En aquel bosque oscuro, los sonidos llegaban de todos lados, el crujir de ramas, golpes en la madera de los altos árboles.

El viento traía consigo las carcajadas picaresca y burlas de otras figuras que viajaban por aquellas enramadas persiguiendo a aquel hombre embozado. La neblina espesa brindaba un aspecto tosco al ambiente otorgando poca visibilidad ante el camino, pues esta le cubría como una suave sábana blanca ocultando raíces y rocas de gran tamaño las cuales brindaban un recorrido dificultoso. No podía dejarse descubrir, aquellos pusilánimes sirvientes podrían ser soldados rasos, pero eran cientos de ellos. Si llegara hacerles frente, sabrían que el ejército de Santos incursiono para conocer el paradero de la sede principal de los espectros del emperador del mal. Ademas de que colocaría en entre dicho a quienes lo acompañaba hace un momento, pero esta vez había quedado solo.

Un golpe y acabaría con ellos en cuestión de minutos, pero debía defender la misión. Por varias horas el embozado gracias a su increíble velocidad tomó la ventaja, mas no logró perderles del todo. Hasta que de repente salió a un claro del bosque. Al final de aquella llanura una inmensa construcción oscura se erguía como el único posible escondrijo para perder a sus captores. La enigmática edificación se alzaba de manera grotesca llegando a mostrarse como un demonio quien con una sonrisa te espera con los brazos abiertos. Sin embargo no existía otra solución, así que el embozado se dirigió a él.

Número aleatorio (1,3) : 1

por Invitado Mar Mayo 30, 2017 10:20 pm

El retumbar de unas pisadas contra el césped anuncia la llegada de alguien desde las inmediaciones del bosque. Un embozado. Pero demasiado tarde para el soldado esqueleto que quiso a anunciar la llegada del invasor. Algo frío le atravesó el cuerpo y lo incrusto en la pared de piedra del castillo. Una estaca de hielo lo empalaba sin piedad y al igual que él, otros padecían el mismo destino. Algunos yacían en el piso gracias a una lluvia de ataques de grandes cuchillas de hielo que caían sin piedad sobre ellos, una granizada de dagas blanquecinas y traslucidas que cortaban y desmembraban a los soldados que custodiaban la puerta de aquella edificación malévola que se erguía en aquella colina, en el claro de aquel bosque.

Las lanzas abatían partiendo casco y cráneos, atravesando por completo a soldados valientes y cobardes, desmembrando miembros, partes del cuerpo volaban por los aires bañando con su sangre a los futuros cadáveres y dejando charcos de sesos desperdigados por el suelo. La lluvia fue tan rápida que parecían haces de luz cayendo contra los desprevenidas milicias de Hades. Las osamentas crujían en el aire y las armas caían por todas partes adornando el ambiente con sonido del hierro tocando contra la piedra, mientras el embozado se abría camino contra la horda. Al estar a las puertas del castillo echo un vistazo hacia atrás y musito.

Segundos antes ya se había sentido un ambiente de baja temperatura. Así que el fugitivo, el oculto ser del bosque llevó todo su cosmos a uno de sus puños, el cual lanzó contra el aire mientras corría y atravesaba a la horda de soldados que eran masacrados por los haces luminosos.

—No estoy para perder el tiempo —Dijo el caballero embozado—. Regresen al inframundo que es a donde pertenecen.

Y aplastando el cráneo de un herido corrió posteriormente a las escaleras que se internaban en la edificación. Una puerta inmensa le dio la bienvenida. Al abrirla se encontró en una oscura sala tenuemente iluminada por la luz de la luna que se filtraba por los grandes ventanales de piedra, una gran mesa se veía en medio de la sala. Era el comedor del castillo. Pero, la puerta a sus espaldas se cierra y es allí donde se da cuenta de que no hay ninguna otra salida.

Número aleatorio (1,3) : 3

por Invitado Mar Mayo 30, 2017 11:16 pm

Todo es sombrío. Nada se mueve. Solo el viento es el ocurrente ser que incrementa su bullicioso ulular al penetrar por la ventana. Aquel ser se quita la cobertura de los harapos que cubrían su cabeza, un joven de cabellera oscura con virutas doradas, cejas pobladas y con un casco que adorna y protege su cabeza mira todo el cuarto buscando algo que le llame la atención. En su rostro de tez clara, se ven unos ojos brillantes y ambarinos que vagan por la estancia. Un santo de plata de Athena. No siente cosmos, no siente nada. Por lo menos será un buen lugar para pasar la noche, aunque deberá permanecer en guardia.

Eso pensó, hasta que el piso donde se encontraba de pie, comenzó a resquebrajarse, todo empezó a temblar, los candelabros colgados del techo de piedra chillaban en el sonido característico del hierro lleno de óxido. El temblor hizo que las grietas en el suelo se abrieran más y que unas putrefactas manos y brazos emergieran del mismo agujero provocado por el fenómeno. Brazos de huesos y piel añeja, cadavéricas con la característica ausencia de carne en ellos, toman al caballero por los pies y los tobillos.

Stelios con todas sus fuerzas trata de liberarse pero no lo consigue. Todo esto consigue que el caballero de plata sea jalado a una oscuridad tan grande como una profecía que canta el futuro averno. Trata de agarrarse del suelo lo más que puede, pero este solo se desmorona haciendo que el abismo lo engulla en su seno.

Número aleatorio (1,3) : 2

por Invitado Mar Mayo 30, 2017 11:41 pm

Las mazmorras en el fondo del castillo, lugar de una horrible sensación sobrecogedora que haría que cualquier mortal se matase al ver tan terrible lugar. Cadáveres colgados por todas partes llenos de grilletes. Personas que murieron por causa de una profunda inanición. Al salir del calabozo se encuentro con otras osamentas en el suelo, las cuales esquiva hasta que observa el esqueleto de un joven niño. Su corazón se estruja pero sigue adelante. Todo parece indicar que cayó de una gran altura. Sus ojos se abren de manera vaga y pesada. Las paredes frías y oscuras llenan de pavor algo en él. Mira hacia arriba buscando el agujero en el techo. Más no lo encuentra. ¿Sería presa de alguna visión?

Delante de él la mazmorra que se abría ante los ojos ambarinos ante el desconocido terror de la gruta. Sus pies no querían andar por aquella favela de incertidumbre, quizás de alguna manera sabía que el peligro le acechaba en alguna esquina de la ahora catacumba que estaba por caminar. Un pasadizo débilmente iluminado mostraba un futuro incierto para Stelios, como aquel que posee ciertos indicios, pero duda si no habrá algo más detrás de lo que él ha discernido. No prestó atención al lugar donde se había extraviado, hasta que sintió en la cara un viento putrefacto que revivió en su conciencia el temor ante el paraje en que se hallaba. Stelios caminaba con cuidado.

Así que sacando una voluntad propia de sí mismo se dio a la marcha, con aquel asombro todo le resultaba ajeno. A su derredor la roca rodeaba al pasillo esculpida con maestría debajo del suelo del castillo. A largos intervalos, se erigían candelabros repletos de cera derretida y velas a medio terminar. Su silueta daba paso a extrañas y sombrías formas. Aquí y allá, algunos insectos atrapados en telares de arañas gordas y tan grandes como la palma de la mano, parecían ser los jefes de esta malévola conspiración de silenciosa expectativa.

Dentro de aquel sacro almacén de podredumbre humana, en las paredes del panteón se veían virutas y restos sanguinolentos. El taconear en la negruzca baldosa anunciaba la presencia de su visita, esperando no ser escuchado. Esperaría hasta ver a que se enfrentaba. Y sus ojos fruncidos estaban alerta a cualquiera que cosa que hiciera presencia. Pues no había olvidado su objetivo. En ese momento una puerta en las escaleras a pisos superiores del castillo se abre ante él.

Una habitación misteriosa cuya puerta ha sido golpeada vil mente por armas cortantes, pero Stelios al detallar el corte de este, se da cuenta que aquellos cortes no eran armas. Parte de dicha puerta ha sido cortada a la mitad por las garras de una bestia. Es entonces cuando desde las profundidades de oscura penumbra a las espaldas de Stelios un bulto oscuro y negro se irgue. Unos pesarosos ojos rojos le miran con rencor y aúlla para anunciar su ataque. Stelios mira hacia atrás pero es tarde, un hombre lobo le embiste por detrás y le deja en estado de semi-inconsciencia debido a la rudeza del golpe, sin embargo entre sus rugidos se puede escuchar que la bestia pide ayuda señalando el collar que tiene alrededor de su cuello.

Número aleatorio (1,3) : 2

por Invitado Miér Mayo 31, 2017 12:17 am

La histeria en los ojos del lupino crece al Stelios pretender tomar el collar en su manos, pero por un segundo el caballero piensa que quizás aquello, el simple contacto con el collar tendría que ver con la maldición de aquel desdichado ser. ¿A cuántos habría matado? Aquel niño en las mazmorras, quien seria. Mientras aquellas cosas nublaban la mente del Santo el hombre lobo afino las garras del hombre lobo tomaron a Stelios en medio de aquel descuido y se internaron en las partes donde no alcanzaba la armadura a cubrirle ocasionándole una gran herida. Stelios sin embargo golpeaba con sus puños a la bestia delante de él mientras este le atravesaba. No le quería matar, pues sabía que debajo de aquel rostro había un ser humano. ¿Quién le habría hecho algo así?

El hombre lobo, lo llevo hasta una ventana de aquel castillo para lanzarlo de esta. Hasta que una flecha surca el aire y entre por la ventana. Era una flecha incendiaria que comienza a provocar un incendio dentro del castillo. Stelios cae desde arriba de una torre, mientras mira al hombre lobo perderse en la penumbra de aquella habitación del castillo envuelta en llamas. Cae al suelo. La herida de su estómago le hace ver la sangre que emerge a borbollonees desde su interior. Algunas costillas al parecer están fracturadas. Hasta que recibe una patada en la cara y con ella varias. Los soldados esqueletos le capturan. Luego lo colocan en posición para córtale la cabeza y llevársela a su líder.

Una extraña aura empieza a emerger de Stelios mientras este grita elevando su cosmos. Azulada y con un movimiento e igual a fuego, el ambiente se enfría a un mas y con una explosión cósmica retira a todos los soldados de su derredor. Todos vuelan por los aires. Y grandes lanzas de hielo comienzan a materializarse en el aire y a su derredor. Su mirada se nubla, sabe que ha fallado. Así que se levanta pues debe matarlos a todos. Stelios levanta sus manos al aire y en un ademan de estas bajando los brazos una lluvia de filosas cuchillas empalan y atraviesan con tal velocidad a los soldados que parecen centellas de luz azul.

—¡Albus Lotus! —Grita Stelios mientras dirije su ataque a los soldados de Hades.

El paisaje es grotesco. Soldados empalados, miembros esparcidos por el suelo y una llanura llena de muertos. Stelios ha ganado la pelea, pero ha perdido una batalla. Por ultimo mira hacia la ventana devorada por el fuego y se acuerda del hombre lobo. A duras penas logra caminar y se marcha del lugar, ya casi amanece. Y en la cúspide del castillo unos ojos extraños, los de una estrella terrestre se ríen, se burlan de él, pues saben que los ejércitos de Athena saben de la presencia de los espectros en esta zona.

FIN

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