A la cacería de... ¡Dulces! (priv. con Charlie y... ¿Kanon?)

La tarde parecía caer en la ciudad Kaus , tornándose la nubes del firmamento de un color rojizo debido al ángulo de los rayos del sol. Aquella tarde parecía haber bastante movimiento y esto era porque se avecinaba haloween  o la noche de brujas. Esta parecía ser una celebración bastante popular en esta parte del mundo ya que emocionaba tanto a niños como adultos , pero esto no parecía importarle a una persona bastante extraña que deambulaba los alrededores de la zona comercial . El susodicho andaba en una motocicleta negra y vestía  unos jeans que eran acompañados por una chaqueta de cuero  y un casco de protección que a la vez ocultaba la identidad del enigmático motociclista.

Hasta esa hora solo se había dedicado a dar vueltas y vueltas al centro comercial, pareciendo que buscara algo en especial en dicho lugar, pero nadie a ciencia cierta podía saber que es lo en realidad buscaba tan enigmática figura. A esas alturas ya había llamado en cierta medida la atención de los curiosos  que se preguntaban que podrían estar buscando un hombre tan raro por esos lares , pero por otra parte también era ignorado por aquellos que solo estaban preocupados en realizar sus compras e ir a casa. Sin lugar a duda había escogido un buen día para pasar inadvertido.

A cierta hora de la tarde cuando algunas tiendas empezaban a cerrar, aquel hombre se detuvo súbitamente y aun con el motor encendido  dirigió su atención a una de las tiendas de dulces del centro comercial. Se trataba de dos jóvenes , las cuales interactuaban entre sí , el desconocido solo se mantuvo al margen y decidió observar un poco mas de aquella situación ya si de algo estaba seguro era que esas dos chicas no eran para nada normales como su apariencia trataba de ocultar.

De improvisto aquel par desapareció de la vista del extraño vigilante, quien al suceder este hecho, decidió estacionar la vieja motocicleta en el estacionamiento del que disponía el centro comercial. Ya apagado el motor , el conductor procedió a retirarse el casco negro , revelando así una caballera cabello color azul marino que estaba algo alborotada y que llevaba algo larga para los estándares. Por ultimo decidido sacar unas gafas oscuras de una gastada casaca de cuero y sin perder más tiempo se las puso para tratar de ocultar su mirada.

Lo siguiente fue dirigirse hacia donde estaban ese par de chicas que habían llamado su atención en sobremanera. Para ello trato de ubicarse y recordar donde se hallaba exactamente aquella tienda de dulces. La tarea no fue muy difícil para Kanon , quien podía ver gente y murmullar sobre una tienda de dulces , pero que lamentablemente había cerrado hace algunos instantes. Apresurando el paso se dirigió a la susodicha tienda.

-Así que este es el lugar.- Pensó mientras se acercaba a divisar el cristal desde una cierta distancia , solo para ver que las dos chicas se encontraban en el interior de la tienda , una cabello morado y la otra rosada, algo que llamaba bastante la atención a simple vista , pero después de todo quien era el para juzgar el color de cabello de otras personas.

Decidió ingresar sin tocar al establecimiento , solo empujando la puerta que yacía semi abierta , lo mejor que pensó en aquel instante era tratar de actuar lo más normal que pudiese para no llamar mucho la atención , después de todo quien lo iba a reconocer como el tipo que las estaba espiando hace algunos instantes.

-Buenas tardes , vengo por algunos dulces.- Fue lo que dijo tratando de ser amable y respetuoso.

Haciendo pasar por un simple cliente , Kanon pudo ingresar de forma exitosa a las tienda de dulces. No había error alguno, la fuente de cosmos que sintió hace algunos instantes provenía de aquel lugar, ahora tan solo quedaba tratar de ganarse la confianza de ambas chicas y ver qué es lo que ocurría. Al instante la peli rosa le hizo algunas preguntas, como que chocolates prefería y también su nombre. La actitud de la chica sorprendió al marina shogun y por un momento no supo cómo reaccionar ante ella.

-Ah , mi nombre es Krischnan.- Fue la única respuesta que se le ocurrió en ese momento , ya que no podía dar su verdadero nombre ya que un futuro podría ganarse problemas por revelar su verdadero nombre.

Decidió seguir con la farsa y prosiguió a cerrar la puerta como le sugirió la otra muchacha de cabellos morados, la misma que parecía ser la dueña del establecimiento. Esto fue solo una mera especulación a la que Kanon llego con solo escuchar su voz y su peculiar forma de hablar. Por su parte el también decidio tomat asiento y lo hizo cerca del lugar en la que se encontraban ambas chicas.

-Yo también quiero algo de tomar si no les molesta.-Dijo fingiendo una voz amable para tratar de ocultar su verdadera naturaleza ante las presentes.- Oh si y por cierto una buen chocolate para acompañarlo.