Bull Audience

La nueva academia estaba ya completa. Cada panel estaba en su sitio, todos los clavos fijos en las muescas y las revisiones exhaustas. Lo único que faltaba era la logística, a cargo de la cual estaba la recién nombrada directora: François Arnoul.

Sentado en una silla del despacho principal en la rectoría, Stan Bell tecleaba en su computadora personal - ocupándose de un asunto de último minuto con el presupuesto del equipo. Todavía no llegaba la directora, así que aprovechaba los últimos momentos antes de su audiencia para saldar cuentas.

Lo curioso del asunto, pensó mientras sus dedos bailaban sobre las teclas y mordisqueaba un mondadientes, era que su audiencia con François no tenía relación directa con lo del equipo, sino mas con un asunto relacionado a la caja de oro con Peces Gemelos que podía ver en la esquina.

Aunque eliminó a los Dríades durante la construcción (identidad reconocida por su maestro, Gar) la posibilidad de que reaparecieran no estaba del todo descartada. Así que, para prevenir antes que lamentar, decidió dar el reporte personalmente.

Pensando eso oyó la puerta abrirse, señal para cerrar su computadora.

—Buenos días señora directora.— saludó Stan girando a medias la cabeza, siendo consciente de que no estaba en las mejores fachas: usaba su overol sin una camisa debajo, los googles en las frente y sus botas de trabajo calzadas. Los guantes sobresalían de sus bolsillos y...no estaba del todo afeitado, con algunos pelos sobresaliendo de la barbilla. Tendría que lidiar con eso, se dijo, al fin y al cabo, no tenía mucha ropa que fuera adecuada para tal situación. —Gracias por concederme una audiencia, se que está ocupada.— añadió, palmeando el escritorio de madera exquisita, moviendo los dedos de manera rítmica. Como siempre que la había visto, la rubia parecía sumida en un hervidero de trabajo y obligaciones.