Un encuentro inesperado [Vasant]

Recuerdo del primer mensaje :

Al parecer las cosas terminaron por tener cierto desenlace feliz. Al regresar a aquel lugar maldito, Calliope había esperado terminar encarcelada en cabo Sunion o aún mejor, asesinada en su descontrol por liberar la furia que sentía. Si bien había sido ascendida de portar una armadura de plata a formar parte de la elite dorada, no era aquella distinción la que le dejaba un buen sabor de boca: era el hecho de tener finalmente “libertad”.

Como amazona de plata había pasado gran parte de su vida obligada por las normas y deberes de su condición, más al ser ahora una de los 12 grandes… ¿Quién tenía poder sobre ella? Por supuesto, era cierto que aún quedaba el patriarca y Saori como sus superiores inmediatos ¿Qué podrían hacer ellos cuando a duras penas pasaban tiempo en aquel lugar? Al final de cuenta el Santuario no era mejor que cualquier oficina de burócratas mal pagados.

Aprovechando todas estas condiciones y más “tranquila” con su situación para con el Santuario y todo lo que representaba había perdonado a la inútil de Sofía. Después de mucho tiempo le había dado al fin aquello que tanto anhelaba: reconocimiento y un ama que le tirase de la correa. Cierto, la chica era un dolor en el culo la mayor parte del tiempo, más también podría ser muy útil cuando de hacer labores de la casa se trataba y de cualquier otro tipo de trabajo desagradable. En cuanto respectaba a Calliope, era el momento de tomarse unas bien merecidas vacaciones de toda la mierda que había inundado su vida.

Lamentablemente, no contaba con demasiado capital al haber abandonado su trabajo de manera precipitada, ni de bienes al haber pasado gran parte de s vida en aquel lugar sin futuro. Por ello había decidido enviar a Sofía a su primera gran misión, conseguir dinero. En realidad no le importaba el modo de hacerlo solo lo requería. Lamentablemente mientras eso sucedía y la mujer se recuperaba de tres peleas continuas debía mantenerse estática por un tiempo y Rodorio sería el oasis provisional de su descanso.

Aquel día en particular, la chica había despertado tarde y saliendo por primera vez de su espartano departamento rentado se aventuró a las calles confiando en que su habilidad le permitiría pasar desapercibida entre las masas. Rodorio era un pueblo pequeño y servía meramente como zona de paso entre la sociedad normal y los subnormales que habitaban el Santuario, era pues imperioso que la chica no llamase la atención pues muchos aspirantes y caballeros solían escaparse a ese lugar a tener “aventuras” y pasar el rato. Por ello Calliope andaba con tiento en el pequeño mercado del lugar, ocultando sus pasos y mezclándose entre la masa sin rostro del gentío.

Era ya medio día cuando su estómago le exigió atención y no pudiendo negar mal aquel hecho, la chica se encamino a un pub cercano donde pidió una cerveza bien fría y una orden de hamburguesas y papas a la francesa. Complacida consigo misma se sentó en una mesa apartada del bullicio y se dispuso a devorar aquel manjar.

La tranquilidad expresada por el ariano era casi desesperante, algo que la mujer de cabellos dorados no estaba dispuesta a soportar. Semejante actuar había sido expresado en menor escala por el santo de Tauro, cuanto más aquello era suficiente para enfurecer a la chica que sentía su sangre rebullir. ¿Qué clase de idiota es este? Se preguntaba la amazona al tiempo que avanzaba un paso más, en dirección de aquella pareja.

Thomas por su parte se mantenía en el suelo, arrellanado contra sí mismo en una mezcla de dolor y terror. Comenzaba a ver el error en sus acciones y como aquel actuar despreocupado había sido la peor decisión de su inútil existencia. No solo ha despertado la furia de una mujer inestable, si no que también ha logrado que el santo de Aries le amoneste por sus acciones.

Estando a un par de metros del ariano la chica libero su ataque lanzándole en dirección del joven que se mantiene en el suelo. Aquella esfera de energía había reducido parcialmente su tamaño, la chica no pretendía terminar sus asuntos con Thomas tan rápido. El impacto fue certero y terrible, el joven guardia lanzo un aullido de dolor cuando el cosmos de la mujer le golpea de lleno sobre el brazo derecho rompiendo sus huesos de manera inmediata.

-Basuras como él no se merecen una pelea honorable. Los cobardes que atacan por la espalda solo merecen la muerte. –Murmuro con voz baja creando un par más de esferas las cuales flotan en derredor de ella cual estrellas de muerte y destrucción. Thomas en medio de la agonía se percato de aquello comenzando a arrastrarse en dirección del único que puede prestarle auxilio. –Vasant-sama… ayuda… -Imploro el hombre al tiempo que la siguiente esfera se impactba a un lado de su cuerpo a pocos milímetros de su ser.

La mujer lanzo una risa cruel, divertida ante aquel patético actuar. –Vasant-sama… Vasant-sama… -Repite ella con voz lastimera para después romper en risa de nuevo. –insecto… hubieses hecho mejor en pasar de largo. –Le recrimina al caído apuntando en dirección de su cabeza. –Adios… -Musita ella dejando escapar el siguiente golpe.

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Offrole:

Sera que deberiamos abrir ya el entrenamiento en otro tema XD? o aun quieres que continuemos por aca?

**El joven Ariano esperó paciente el ataque el cual finalmente se arrojó en menor medida al causante real de tanto alboroto en la Taberna, el guardia del Santuario, Thomas, quien había discutido tanto con ella y para completar le había atacado a traición desobedeciendo una orden directa, en lo que escuchó las palabras de ella se muestra bastante tranquilo y aunque sabe que ella tiene razón no lo dice en dicho momento, cuando ella se empieza a acercar a ellos, es cuando Thomas empieza a reaccionar y con temor en su forma de expresarse, en aquel momento se mantiene firme y luego de ver a los ojos a la fémina, mueve su rostro en pos de éste problemático ser y le dice -Aunque quisiera, no puedo ayudarte...- comienza con un tono serio y algo gélido -...desde un inicio te dije que no te pusieras a estar creando problemas y desobedeciste mi orden...- en aquel momento eleva su mano derecha extendiendo su dedo índice para señalar a la rubia -...lo que ella dijo es cierto, fuiste un cobarde, no mereces estar nisiquiera en el Santuario, lo que ella decida hacer contigo...- cerrando sus orbes para volver a ver a la rubia -...no es, ni será mi problema- bajando su mano para dejar de señalar a la misma para posteriormente comenzar a caminar nuevamente hacia la Taberna.

En el momento, que pasa a su lado le susurra con mucha calma -Si lo vas a matar, sólo te pido que lo hagas fuera del pueblo- para luego proseguir con su andar bastante lleno de calma mientras detalla a su nuevo aprendiz y le afirma con mucha calma -Regresemos a la Taberna, para que termines de comer y recoger los libros- en eso el joven aprendiz muestra una grata sonrisa mientras se nota lo levemente lastimado que salió de tratar de ayudar a Calliope, caminando con mucha calma como la de una persona llena de confianza, mientras que por su parte Arturo se mostraba bastante alegre como si estuviera disfrutando del estar con el de cabellera azulada, del parecen tener un pasado que los vincula**

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Como gustes, ¿lo creas tú o yo?