Puente de Kaus [Nadia]

Y nos dirigimos a la escena del crimen con dilación.

No hubo cambios en los alrededores de este nuevo camino, todo siguió en su antinatural calma, como si esta por las noches tomara la forma de una ciudad fantasma, embrujada por algún ente que estuviera sembrando sus fenómenos por doquier. Aún recuerdo las dos luces que Yusei y yo vimos antes de conocernos, mi mente los relaciona inmediatamente con la información que me dieron antes de venir: Kaus es una ciudad extraña, no por lo que veas en ella, sino por lo que no ves. Tal vez mi madre tuvo la ocasión de venir y por ello sabe a lo que se refiere, solo lamento que no fuese más específica, o tal vez no podía serlo.

En lugar de inquietarme ante la posibilidad de tantos misterios, la chispa de la curiosidad se enciende en mí, ese impulso aventurero que normalmente tienen los niños, ahora late en mi pecho al ritmo de esta nueva emoción. Seguro está mal decir que no estoy demasiado preocupada si cosas así están afectando a las personas, como le dije a Yusei, la mayoría de estas tiende a caerme mal, no sé si es exactamente por mi temperamento, mi personalidad o algún rasgo de timidez agresiva arraigada. Aunque, igual, eso no me hace indiferente si veo a un mamón de tercer grado queriendo arrasar con la humanidad, esos tienen mi odio asegurado.

De nuevo tuve que poner atención en el camino para seguir tomando referencias, por si otros días me apetece regresar a este punto, saber cómo llegar, o al menos en un punto cercano. Podría conformarme con memorizar solo el sitio y ya está, pero es un error de principiantes —para los que dominan la teletransportación— no tomar en consideración el alrededor, o las coordenadas cercanas, esas son consideradas rutas de desvío, o de escape según se vea.

Al llegar bajo de la moto de un salto. Tomando en cuenta la sugerencia de mi compañero, bajo la cremallera de mi suéter para que el minino pueda salir. Lo coloco encima de la caja de la moto, le doy una mirada que dice “quédate aquí y espéranos, a menos que sientas peligro, entonces corre”, increíblemente el animal parece entenderlo, porque me maúlla de regreso. Yo no hablo gato, así que mejor pretender que si comprendió a su manera.

Cruzo la cinta sabiendo que detrás me sigue Yusei, lo primero que pienso al mirar la cantidad de escombros, los restos del monumento, es que la persona que ocasionó esto de verdad quería llamar la atención a lo grande, si es que ese era su propósito. No solo hay daños en el pedestal, también en todo el alrededor, como las farolas, los bancos, los contenedores de basura. Suspiro un poco decepcionada, después de agacharme a recoger un trozo de mármol oscurecido el cual estudié con cierto detenimiento. Un buen material… sin duda debió ser un monumento hermoso, uno que muy pocos habrían sabido apreciar de verdad.

—Es penoso lo que ocurrió aquí… —comento un poco melancólica, gesto que se me pasa enseguida dejando solo la resolución—seguro lo has sentido, hay restos de cosmos en los escombros y parte del alrededor, la explosión fue tan notoria que habiendo pasado tiempo, aún existen trazos del mismo… minúsculos pero… perceptibles —le entrego el pedazo de escombro a Yusei, seguramente si se concentra podrá sentir el rastro de un cosmos dentro, uno que no pertenece a esa materia. —Aparte de esto no he visto ma-… —acabo de notar algo— espera, ¿qué es eso?

Hay algo que está fuera de lugar, ¿por qué no lo noté antes?, una aficionada a la arquitectura como yo debió darse cuenta de algo tan obvio… quizás me dejé llevar por la tristeza que me provocó ver este monumento destruido, no reparé a tiempo que el pedestal tiene algo. Al principio puede ser confundido como algo provocado por las rupturas, pero el tallado sobre la superficie es muy fino para serlo. Ese símbolo, no es algo que forme parte de la estructura original, hay cosmos impregnado en esa talla, igual o más concentrado que el que había en los escombros. A pesar de no ser tan reciente está bastante fresco.

—Yusei, ¿reconoces ese símbolo?, es la primera vez que veo uno así, pero me recuerda un poco a los íconos celtas.