El Sabio Tritón [Misión - Kanon]

Cabo Sounion , lugar donde yacen las olvidadas ruinas de un viejo templo del dios Poseidón  ,recortándose en al acantilado sobre el mar contra la puesta de sol, sin duda componía una de las estampas más evocadoras de la antigua Grecia. El lugar estaba llena de una aura extraña y a la vez impregnada por algo parecido que distorsionaba el espacio u tiempo , algo que le traía viejos recuerdos a aquella persona que indagaba sobre los escombros de lo que alguna vez fue una magnifica edificación.

El extraño no era un turista ya que conocía a la perfección el lugar, aunado que vestía una particular armadura con tonos dorados y  que el mismo llamaba “escamas”. El resto de su indumentaria consistía en una capa en sus espaldas, sin olvidar el casco que ocultaba gran parte de su rostro. Las características eran obvias, se trataba de un marina shogun, los cuales vagaban por la tierra desde que su señor cayó en desgracia.
No se sabía a ciencia cierta cuántos de ellos había actualmente, pero era muy raro verlos y si es que se presentarse la oportunidad, es que buscaban algo acorde con su desaparecido reino . Es así como ese general marino se dispuso a descender a la parte inferior del cabo, el mismo que funcionaba como una especie de prisión para los enemigos de la diosa Athena, algo que él sabía muy bien. Mientras se acercaba los recuerdos del pasado inundaron su mente, dibujándose en su rostro una sonrisa mezquina y que aquel hechos que solo él conocía solo lo habían fortalecido en cierta manera.

Pero algo lo hizo volver a la realidad, se trataba de un bullicio que se acrecentaba cuan más se acercaba a la vieja cárcel en la que alguna vez él estuvo atrapado por mano de su hermano mayor.-Según la información dada, este barullo debe ser originado por los carceleros del objetivo.- Fue lo único que se le vino a la mente en dicho instante y continuaba su camino , ya que poco o nada le importaba las sutilezas , él pensaba deshacerse de los estorbos mediante la fuerza bruta , ya que esta era la única manera de lidiar con los santos de Athena.

Ya en el lugar, el marina shogun pudo distinguir a tres santos de plata, de los cuales dos se adentraron en la prisión al notar su presencia, quedando únicamente un tercero que tal vez trataría de hacerle frente. Kanon se detuvo frente a su enemigo para examinarlo minuciosamente, a la vez que se preparaba para sacar del camino a aquel santo de plata.

-Soy Pietro del can Mayor , un santo de plata y por mi nombre que no serás capaz de dar un paso más. – Dijo aquel individuo mientras se ponían en posición de combate , cosa que el dragón marino ignoro y se limitó a contestarle con poderosos golpes a la velocidad de la luz.

No obstante, reuniendo una gran cantidad de energía y de forma rápida , Kanon hizo estallar una de sus técnicas predilectas.-Galaxian Explosión.- Fue lo único que se escuchó mientras una gran explosión sucedía en la entrada del lugar , era obvio que el dragón del mar no se iba a ir con rodeos u palabrería inútil.

La colosal explosión hizo volar por los aires al santo del can mayor, el mismo que fue a chocar con una formación rocosa de forma estrepitosa y violenta. Por su parte Kanon , fue capaz de esquivar una especie de llamarada que viajaba a través de la tierra ,pero extrañamente aquella técnica enemiga iba con poca fuerza y  resulto que no era un peligro para el Marina Shogun que había herido mortalmente a su enemigo de turno . El dragón Marino no estaba dispuesto a perder un segundo más con aquel que consideraba un perdedor y por ello ya pensaba en rematarlo de una vez por todas para así proseguir con su camino.

-Al diablo quien seas, lo único que importa es que te interpones en mi cruzada.-Fue la única respuesta que dio, la misma con cierto tono despectivo hacia el hombre que estaba en el piso y trataba de reincorporarse como de lugar, ya que su vida dependía de esto.-Pero no te preocupes, luego que acabe contigo , lo siguientes serán tus compañeros  ,no es nada personal .- Sentencio con cierta dureza en sus palabras a la vez que se preparaba para ultimar al santo de plata del can mayor.

Kanon se detuvo a cierta distancia de su ya casi derrotado adversario, pensando cual sería la técnica idónea para deshacerse de aquel desgraciado que por un instante pensó que era lo suficiente capaz para detenerlo u derrotarlo. Una expresión de malicia se le dibujo en el rostro, denotando que por fin había hallado la forma de eliminarlo. Siendo incapaz de defenderse, el mal herido caballero fue levantado del suelo por kanon quien solo se bastó con su mano derecha. Ni una palabra fue mencionada , pero lo que vino a continuación fue una furiosa descarga de golpes a la velocidad de la luz que impactaban en el ya maltrecho golpe del hombre que respondía al nombre Pietro.

-Muere.-Finalizo con un demoledor uppercut que de nuevo hizo volar por los aires al ya moribundo santo de plata. Ante tal Hecho el inmisericorde  dragón marino empezó a esbozar una risa malvada , la cual luego se volvió en una carcajada.

Habiendo derrotado al santo de plata, Kanon se dispuso a seguir con su camino e ignorando por completo de lo que quedaba de su oponente, quien  empezaba a desangrarse producto de los brutales ataques que recibió del inmisericorde dragón marino. En el ambiente solo podía escucharse el sonido producido por las pisadas del marina shogun, el mismo que se dirigía a la vieja prisión en búsqueda del tritón que se le había encomendado rescatar como de lugar. El antiguo aspirante a santo tenía bastante claro que usaría la oportunidad para tratar de sacar ventaja, ya que poco o nada le importaba que dicha misión hubiese sido asignada por una vieja sacerdotisa de la cual nunca había escuchado hablar.

-Luego tendré que ocuparme personalmente de aquella sacerdotisa.-Pensaba a la vez que ya casi llegaba a las puertas del antiguo calabozo y que la situación en la que alguien más sabía quién era y sabia su ubicación lo ponía algo intranquilo, sin considerar que odiaba recibir órdenes de terceros u alguien que el considerase inferior.
Volviendo al presente, Kanon noto que la marea empezaba a subir, tal como aquellos días en la que estuvo en la susodicha celda y que conocía a la perfección , tal vez demasiado. Antes de entrar en aquella cloaca diviso de forma rápida sin alguien se encontrase adentro, pero para decepción suya el lugar estaba totalmente vacío. Aun algo escéptico , ingreso a la cueva para poder cerciorarse , pero súbitamente las rejas a sus espaldas cayeron de forma violenta sobre el agua. Al parecer había caído en una trampa que le había dejado aquel santo de can mayor.

-Insensato, unos simples barrotes no son suficientes para detenerme.-Fue lo único que se le vino a la mente ante aquella situación y es que tampoco pensaba quedarse mucho tiempo ahí, por lo que libero de cosmos de forma súbita y sin dudarlo dos veces apunto a los barrotes, los mismos que aparentaban ser comunes y corrientes pero estos estaban lejos de serlo.

-Galaxian explosion.- Se escuchó al unísono desde la prisión de cabo Sunion.

Tal como el marino esperaba, los barrotes cedieron fácilmente ante su poderosa técnica. Hechos ya añicos las barras de acero que inútilmente alguien intento utilizar para apresarlo, Kanon se dispuso a proseguir con su búsqueda, no sin antes tratar de ubicar a aquel desgraciado que pensó que un truco tan barato podría aprisionarlo de tal forma. En dicho instante el marina shogun empezó a maquinar en su mente la forma en que acabaría con la vida de aquel desdichado que había cometido el error más grande de su vida, subestimarlo. En dicho instante, aquel hombre que portaba una especie de armadura con tintes dorados se desprendió de la capa que estaba a sus espaldas.

-Ya basta de juegos estúpidos.- Fue lo único que pensó mientras arrojaba el pedazo de tela que presentaba algunos agujeros producidos por el anterior combate que había mantenido contra el santo de plata del can mayor, el mismo encuentro que termino con un final decepcionante ya que Kanon esperaba un reto decente.

Por ahora aquel hombre se limitó a volver a ascender a la parte superior del cabo, esperando que alguno de los santos de plata que pudo ver hace un rato estuviesen escondidos por ahí y tratasen de emboscarlo , esto lo hacía con el único fin de obtener información y así dar con el paradero del triton. La otra opción que tenía, es que esperase que aquel tipejo llamado Pietro aun estuviese con vida para así sonsacarle todo lo que supiese al respecto, pudiendo también saber este la ubicación de sus compañeros si se daba el caso.

-Lo mejor será buscar a ese infeliz, claro si es que aún no se ha muerto, después de todo él debe saber a dónde se fueron exactamente los pusilánimes de sus camaradas.-Pensó algo asqueado por tener que hacer una labor de esa índole, no por limitarse buscar es que buscar a un pobre diablo que se iba a morir de todas formas sonaba bastante aburrido, lamentándose que no debió atacarlo de forma tan precipitada cuando lo encontró.

Sea como sea ya no podía seguir lamentándose por el error que había cometido , tan solo quedaba centrarse y dar con el paradero de aquel despojo humano , pero debería ser rápido ya que había la posibilidad que muriese en cualquier momento.

Habiendo transcurrido un buen rato desde que Kanon inicio la búsqueda, parecía que sus intentos eran totalmente inútiles, perdiendo de cierta manera la poca paciencia que lo caracterizaba. No habiendo ninguna otra opción posible, pensó que lo mejor era proseguir con su hasta ahora inútil búsqueda ya que en el fondo esperaba encontrar alguna pista que lo guiase al lugar donde se llevaron al viejo triton. Sin perder ni un segundo más aquel hombre que vestía una armadura bastante peculiar se puso en marcha.

-El tiempo se acaba y se llegase a caer la noche, esto solo dificultaría mi búsqueda en gran medida.-Tras esto volvió a iniciar su cruzada, la misma que era movida únicamente por intereses personales y es que poco o nada le importaba la orden de la sacerdotisa, la misma que le había encomendado esta misión de rescate y salvaguardar los tesoros de Poseidón como de lugar.

El ocaso empezaba a caer, teñiendo todo donde la vista alcanzase de un color rojizo u anaranjado, este ambiente simbolizaba que el día estaba muriendo y que pronto caería la oscuridad de la noche, bueno al menos de forma literal es lo que significaba este hecho que solía suceder a diario en el planeta tierra.-Después de todo, el transcurso del tiempo se mantiene irrisible y avanza sin piedad ni misericordia , no deteniéndose ante nada ni nadie.-Esto fue el único pensamiento que se le cruzo por la mente al ver lo que sucedía a su alrededor.

Volviendo a la realidad, lo mejor que se le ocurrió a Kanon en aquella situación fue revisar las viejas ruinas de los alrededores ya que parecían el lugar idóneo para que una o dos sabandijas se escondiesen de un depredador. Tras todos los problemas que le habían ocasionado aquellos santos de plata , el marina shogun tan solo deseaba a acabar con su efímeras existencias de forma fulminante y violenta , sin importar que este hecho podría atraer aún más la atención del santuario.

De improvisto un lamento se pudo escuchar en la zona, esa era la señal que el dragón marino tanto anhelaba. Ni corto ni perezoso se dirigió hacia el lugar de donde provenían los quejidos del santo de plata, ya que era poco probable que encontrase a otra persona moribunda en cabo Sunion. Una sonrisa sarcástica se dibujó en la parte inferior de su rostro al encontrar al magullado y moribundo santo de plata, el mismo que se desangraba en un charco de su propia sangre. Pero esto no le importo en lo más mínimo al marina shogun quien se dispuso a torturarlo para saber de una vez por todas donde estaba el sabio triton que sus compañeros habían secuestrado.

-Sera mejor que empieces a hablar u caso contrario tu agonía será lenta y dolorosa.- Sentencio mientras ponía su pie derecho sobre el cráneo de su ahora indefensa víctima y empezaba a ejercer presión sobre este. Los gritos de dolor del santo de plata eran desgarradores, pero esto no le importaba a Kanon , quien estaba dispuesto a usar cualquier método que tuviera a disposición para hacerlo hablar , sin importar tampoco la crueldad que debería emplear.

Al cabo de un rato, el cuerpo de Pietro cedió por causa del dolor infligido y se rindió ante su cruel torturador. El susodicho revelo la ubicación de una cueva muy cercana a las inmediaciones del templo de Poseidón, lugar que fungía como base secreta de los santos de plata en aquella zona. Ahora que tenía lo que quería, aquel infeliz ya no le era inútil y procedió a dejarlo que se muera solo en una agonía terrible, incumpliendo la promesa que lo sacaría de su miseria.

Conociendo la ubicación, el dragón marino partió rumbo al encuentro de los santos de plata y poner fin a aquella búsqueda . Por su parte el tiempo siguió transcurriendo y en la susodicha cueva, el par de santos de plata que pudieron escapar del general marino se preparaban para emprender la retirada al santuario, llevándose consigo al objetivo que buscaba el atlante.

-Demasiada tarde.- Dijo una voz desde la oscuridad que hizo eco en la formación vieja formación rocosa y de a poco a poco una figura emergió de la oscuridad, tratándose del general de dragón marino.

-¡Maldita sea¡.- Fue la expresión del caballero de mosca , quien sin dudarlo ni siquiera un momento emprendió la huida , dejando atrás al sabio y a su compañero a su suerte. El otro caballero de plata solo se limitó a gritarle cobarde  la vez que se preparaba para lo que era obvio , un duelo a muerte entre un santo de Athena y un general de Poseidón , uno de los tantos que estaban dispersos por el mundo.

Sin perder tiempo en banalidades , Kanon concentro sus cosmos y lanzo una ráfaga de golpes a la velocidad de la luz , pero este movimiento solo era una distracción , siendo su verdadero ataque su poderosa técnica dimensional , el triángulo dorado que fue dibujado esta vez con ambas manos . El rápido ataque del que mostró gala el peliazul tenía un significado y es que aquel santo de plata le daba muy mala espina, queriendo acabar de forma rápida dicho encuentro.