Rest it not, Palladion

por Invitado Jue Jun 08, 2017 10:19 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Dos años ocupados.

Tras separarse e ir cada uno a completar su tour musical, el tiempo pareció irse por la borda.

Cesar cumplió compromisos en los puntos prometidos con la banda — los últimos dos siendo Finlandia y Noruega, respectivamente. Sueño cuestionable en el autobús del tour, catres pegados y hostales u hoteles baratos en infrecuencia que les partía las espaldas. Y trabajo. Mucho mucho trabajo de por medio.

Ya regresar a América probó ser un descanso mas grande del que pudo haber pedido.

Por supuesto, eso no duró.

Tras una única noche en que durmió en su abandonada cama de condominio, le llegaron más encargos: la banda fueron los primeros, luego los personales y al final, la reunión con la señorita Saori. Esa última tarea, curiosamente, fue cuando vio a Rin tras terminar el tour.

Un sumario les fue dado sobre los acontecimientos de Asgard y la tan llamada Kaus, ambos sitios destruidos. Luego dieron su reporte, cosa que provocó una mirada de entendimiento por parte de Kido, quien no explicó gran cosa. Finalmente su asignación: serían escoltas de la dama por un tiempo y de a turnos, teniendo de base la Academia Palladion.

Aunque Cesar tuvo sus cuestiones sobre algo tan...curioso, se las reservó. Si Saori Kido requería guardias, tendría sus motivos. Por ende, tomó el primer turno de una semana tras el cual lo relevaría Rin. Ese turno, en aras de mantener perfil normal, fue cubierto en legalidad como su contratación de tutor musical en la academia.

De esa forma, su tiempo eran dos quintos para Palladion, dos para la banda y uno para lo personal. Inmiscuido en el todo los deberes de redes sociales, escritura de música y...

Era todo un lío difícil de clasificar, pensó en cierto momento de esos dos años. Igual, siguió tras ajustarse los lentes oscuros.

Ya entonces, cumplió los veintiséis, y con ellos, llegaba otra celebración en la academia: la bienvenida a la nueva generación de alumnos recién admitidos.

Bonita gala, sin duda. Celebrada en el gran salón principal con enormes ventanales y columnas de corte griego, la iluminación dorada y la acústica magistral eran solo el aperitivo a la celebración. Con un banquete que pocos veían, los de nuevo ingreso iban y venían, hablando y riendo e interactuando con sus futuros compañeros de clases. Desde el podio donde estaba él, sin embargo, alcanzaba a ver la nieve que caía desde el cielo y se agolpaba contra las estructuras del exterior.

"Oye, ya calibre esto. ¿Puedes mover los reflectores un poco hacia allá?" le preguntó a uno de los chicos que trabajaba en los controles. Recibiendo un pulgar arriba, este relegó las indicaciones, terminando de preparar el escenario. "Estamos listos." dijo él frotándose las manos, dándole un positivo al equipo.

Solo restaba esperar a que empezara todo de forma oficial. Él seria el primer acto, como siempre — pero allí, contrario a otros casos, era distinto que en sus shows con la banda. Una sola canción, y no de su género. Incluso, estaba vistiendo un esmoquin que en él, lo hacia ver como un pollo en medio de una playa rocosa. ¿O era al revés? Ya ni estaba seguro.

por Rin Dom Oct 15, 2017 8:27 pm

—Así es, el mismo —respondió animada. Recordaba haberle mencionado en alguna ocasión sobre la posibilidad de que pudiera salir la secuela de aquel vídeo que tanto éxito había tenido. Ahora era una certeza y podía anunciarlo con tranquilidad—. Ya no puedo esperar para anunciarlo en público —hizo una pequeña pausa—. Pero en fin, creo que tienes razón. En ocasiones uno no puede tener ni un pequeño momento de descanso, a veces resultar ser muy agotador.

Rin misma a veces sentía que apenas tenía tiempo libre, pero no siempre era tan malo como sonaba; gracias a ello la joven de cabello verde había conocido personas muy interesantes.

Bebió el último sorbo de su vaso, terminandose todo el contenido. Y entonces rió levemente.

—Haha, puede ser que lo haya mencionado en alguna ocasión —le respondió a Napper haciendo memoria. Había pasado ya algún tiempo desde que conoció a aquel joven con el cual recientemente había iniciado una relación—. Pues, a pesar del trabajo, estos últimos tiempos he tenido la oportunidad de dedicarme a mi misma y he conocido a una persona muy especial —dijo dejando el vaso sobre la mesa—. Llevamos ya algún tiempo saliendo... Él es encantador —comentó eso último más para sí misma con un aire de ensueño, a sus labios se asomaba una sonrisa.

Y entonces rió, observando a sus amigos; también le interesaba saber qué había sido de sus vidas durante el tiempo que estuvieron alejados.

—Pero no quisiera aburrirlos hablando demasiado de mí. Mejor háblanos de ti, Mikoto, hace mucho tiempo que no nos vemos y debe haber mucho que quieras contarnos —Y después miró a Napper— ¿Y qué hay de ti, Cesar? ¿Entre tanto trabajo has tenido tiempo para dedicar a tu vida personal? —preguntó con curiosidad mientras tomaba la botella y se servía el segundo vaso.

por Invitado Mar Oct 17, 2017 7:59 pm

En cierto punto de la conversación mientras Rin comentaba de forma austera los detalles de su vida sentimental, Mikoto perdió la consciencia. Notándolo cuando vio sus ojos rodar hacia arriba, Napper la atrapó antes de que cayera y se reventara la cabeza contra el filo de la mesa, sujetándola con un brazo de dedos gordos. —Creo que fue mucho para su cabecita.— comentó levantando una de sus cejas inexistentes. Arrimando una silla la dejó recostada, volviendo a ver su trago poco después. Sin pensarlo se sirvió la octava ronda.

—Creo que soy más aburrido que tú.— le dijo a la estrella, ensanchando su sonrisa. Aún con el frío, se empezaba a sentir cómodo: el trago estaba ya en el apogeo de su magia. —Pero a decir verdad, sí, tengo algo que decir. Verás ¿recuerdas cuándo te comenté de mis inicios? ¿Tocando en cocheras y demás? Me reencontré con mi ex de ese entonces.— contó, metiendo la mano libre en el bolsillo, sacando su celular. Pasando a la galería se apeó a un lado de Rin, mostrándole una foto. —Aquí estamos ella y yo.—

Decir que uno de ellos era él resultaba ser más que justo: a la izquierda estaba la chica, de cabello negro lacio, vestida de negro. Clásica fase rebelde. A la derecha estaba él...aunque no parecía él. Comparado al Napper que se erguía a un lado de Rin, con un esmoquin y mohawk Y sobrepeso, el de la foto estaba vestido con una camiseta negra sin mangas, una mata de pelo rubio fijada en puntas hacia atrás y...era flaco; quizá ancho de huesos, pero distintamente delgado. Incluso, sobre el labio superior, había una sombra de un escaso y patético bigote.

—Esos lejanos tiempos en los que no existía Napper. Metal lo era, un Napper...no tanto. Mi papá decía que parecía no dormir nunca.— Cesar se rio. —¿Y tú? ¿Alguna foto con tu novio que compartir?—

por Rin Dom Nov 12, 2017 12:44 am

—Oh —murmuró Rin, impresionada. Mikoto se había desmayado antes de responderle. Quizás había bebido mucho, pensó, o tal vez tanto trabajo sin descanso le había afectado—. Creo que necesita un descanso.

Entonces la conversación continuó. Notando que su acompañante se servía otro vaso, Rin lo escuchó atentamente. —Sí, lo recuerdo. —Asintió a su comentario, y acercándose, observó detenidamente la foto que le mostraba. La joven se sorprendió al notar qué distinto se veía Cesar en aquel entonces.

—¿Ese eres tú? Has cambiado mucho, casi no te reconocí —señalo. Era casi otra persona, pero se notaba que era mucho más joven en la foto; era lógico que cambiara con el correr de los años. Luego miró a la muchacha que estaba al lado de él—. Y ella es una chica muy linda. Se ven muy bien juntos. Es agradable reencontrarse con alguien que no ves hace tiempo y notas cuanto ha cambiado. —dijo con una tenue sonrisa que ya era muy característica de ella.

Después llegó la siguiente pregunta de Cesar. Rin no lo dudó. Si él le había mostrado una foto, era justo que ella lo hiciera también.

—Oh, claro —exclamó de pronto casi como si acabara de recordar algo que había olvidado—. Espera un segundo, están en mi teléfono —le dijo mientras tomaba su bolso y buscaba el celular dentro. Estaba segura de que tenía algunas fotos de su novio—. Él no es muy fanático de las fotos, pero se deja tomar unas de vez en cuando —No sabía por qué siempre evitaba la cámara, con lo bien que salía con esa sonrisa tan natural y su encantadora mirada, aunque en parte se sentía culpable por eso; ella adoraba tomarse fotos a su lado y lo hacía muy seguido—. Aquí está, una de mis favoritas. Ahí estamos los dos —Le enseñó la foto a Cesar. Ahí estaba ella junto a su chico; alto, de cabello castaño ligeramente ondulado y de largo hasta los hombros, unos profundos ojos azules y una sonrisa discreta, contrario a la de ella que era lo que más destacaba en su rostro. Aunque... esa expresión siempre destacaba en ella, parecía brillar cada vez que sonreía. Ambos vistiendo muy abrigados, y detrás de ellos, un barandal desde donde podía verse un hermoso paisaje nevado—. Habíamos ido a esquiar. Unas pequeñas vacaciones que nos tomamos aprovechando una de mis semanas libres. Él insistía en que sería divertido, quería alejarme un poco de la rutina, y acabó convenciéndome. No pude resistirme, sabes cómo amo la nieve —la joven rió. Entonces añadió:—. Fue maravilloso, un merecido respiro después de tanto trabajo.

Tanto se había divertido que después le costó aceptar que debía volver a sus actividades habituales. La joven rió al recordarlo. Luego de guardar el teléfono en su bolso, volvió a mirar a Cesar y el vaso que tenía consigo.

—Cesar, no has parado de beber. ¿Seguro que está bien que tomes tanto? —volvió a mencionar el tema de hace un rato, desviando la conversación un momento. Había pensado mencionarlo desde que lo vio servirse otra vez. Él no le había dado mucha importancia al asunto, pero ella no podía dejar de preocuparse al verlo beber tanto.

por Invitado Sáb Nov 25, 2017 9:44 pm

—Y fíjate: en ese entonces tenía cejas.— acotó pasándose el índice encima de los ojos. —Casi no se notan por rubias, pero están ahí.— Luego rió. —Ella no ha cambiado mucho desde entonces. Aparte de como se viste. Ya maduró mientras que yo sigo igual de niño en cerebro.—

—Castaño ojos azules ¿eh?— comentó con una ancha sonrisa en el rostro. —Con tanto que trabajas no me extraña que necesites descansar. No me canso de decírtelo: eres un estándar al cual aspirar.— dijo con toda la honestidad que era capaz de expresar con su voz de niño hiperactivo. —Cuando terminemos todos los asuntos acá en Palladion— la tan llamada misión escolta de Saori, quien además estaba igual de atosigada que Rin. —deberías tomarte un buen tour con tu novio. Olvidarte del trabajo un mes como mínimo y visitar unos buenos sitios. Me han dicho que Tangier, en Marruecos, es un buen lugar. O Barcelona en España. ¿Por qué no ambos? Igual, Europa es más pequeña de lo que ponen en mapas.—

Luego otra vez la pregunta sobre su bebida. No tenía manera de evadirla esa vez.

—Sabes, mi ex, Elaina, me dijo casi lo mismo cuando nos vimos.— respondió torciendo un poco la boca. Aún así se tiró al buche que lo que restaba del trago. Maravillosa, fantástica y rica bebida. —Creo que soy alcohólico, si soy sincero.— No que fuera el primero en la familia. Según su tío-abuelo, el ciclo solo continuaba con él desde donde su bisabuelo comenzó, eso sin contar sus antecesores. —Pero puedo decir que lo tengo controlado. Además, no gano suficiente dinero como para invertirlo en botellas; a veces la renta se lo chupa todo, y eso que mi departamento es uno chico en un complejo suburbano.— le dijo con una risita. Luego suspiró un poco. —Si te hace sentir mejor paro por hoy ¿si?— ofreció dejando el vaso de lado.

A sus espaldas el sonido de la música paró por un momento, iniciando una tonada bailable lenta. Por lo visto el evento principal terminó, dando espacio a los más rezagados a tomar la batuta.

—Si no te molesta ¿me concedes esta pieza?—

Quizá no tenía tan controlada la bebida si le pedía bailar. Pensar eso lo hizo reír. —Para que no haya malentendidos, lo digo como amigos.— añadió, quizá de forma innecesaria. Ofreciendo su mano, se le escapó un —Aunque sí te admito, cuando te conocí me enamoré de ti. Ya lo desfase, pero a uno le queda la pregunta de qué habría pasado ¿verdad?— por un momento se frotó la barbilla. —...de todas maneras mejor ser amigos. Soy malo como novio. De hecho, por cosas de religión no debería ni tener novia antes de casarme.—

por Rin Dom Dic 17, 2017 3:38 am

—Es una excelente idea. De hecho había pensado tomarme unas buenas vacaciones cuando me desocupase —comentó la joven respecto a la sugerencia de Napper—. Un viaje por Europa suena bien, siempre he querido visitar Marruecos. ¿Y tú? ¿No tienes planeado tomarte un descanso cuando terminemos con todo esto? Imagino que entre los asuntos de la misión y la banda también debes estar cansado.

No se quedó muy tranquila cuando Cesar le dijo que tenía la bebida controlada, pues a pesar de eso, ella consideraba que había bebido mucho. Pero sonrió cuando su compañero le dijo que no iba a tomar más por ese día.

—Eso estaría bien. Creo que ha sido mucho por hoy. —desde su punto de vista al menos, pensó. Ella no acostumbraba beber alcohol más que en los eventos sociales y reuniones. Fue entonces que se dio cuenta que el evento principal había terminado y empezaba a sonar una música lenta.

—Qué rápido se ha pasado el tiempo. —comentó entonces. Pero lo que nunca hubiera imaginado era que él le propondría bailar. No era que la idea le desagradase, de hecho lo encontraba entretenido, pero jamás en lo que iba del evento se le pasó por la mente.

—Qué sorpresa. Nunca pensé que me propondrías bailar. ¿Cuándo fue la última vez que bailamos? —dijo con un deje de broma, pero en parte era cierto—. Será un placer —sonriendo tomó la mano de su acompañante y lo siguió—. Lo sé, no hace falta que lo menciones. —respondió al siguiente comentario de Napper. Y lo que dijo después la tomó por sorpresa, otra vez. Tantas cosas inesperadas por parte de Cesar le hacían preguntarse si el alcohol estaba haciéndole efecto—. Vaya, jamás lo hubiera imaginado. —después asintió a la pregunta, estaba de acuerdo con eso; siempre al tomar decisiones uno acababa preguntándose qué habría pasado si las cosas fueran de otro modo—. No te conozco como novio pero como amigo puedo decir con seguridad que eres el mejor.

por Invitado Dom Dic 17, 2017 12:24 pm

—Aunque quisiera, no soy de quedarme quieto. Capaz intento tener vacaciones y me aburro, voy donde mi papá y lo ayudo en su diner. De seguro le encantaría, pero si alguien se queja de indigestión no me lo perdonaría.— contestó con una risita. —Por ejemplo, una vez teniendo diez años, intenté tener un tiempo a solas...encerrado en mi armario. Silencioso, oscuro. Y solo. Salí a los cinco minutos a molestar a alguien.—

Entonces Rin aceptó su proposición, a lo cual Cesar le tomó las manos y se puso a mecerse con pereza. —¿La última vez? Creo que nunca. La clase opcional de baile la tomaste tú, yo me la salté para ver música parsi.— contestó, encogiéndose de hombros. —No pongas esa cara de impresionada. No creo que haya sido tan raro. Quiero decir, eres amable y educada. Y más importante aún, tienes esa capacidad de preocuparte por otros.— y si algo él apreciaba, era la compasión. Para algunos era la fuerza, para otros la fidelidad. En él, la compasión. Para con otros, al menos, porque mucho de esa no la tenía - casi todo el paquete lo habían sacado sus hermanas. —Además, me conoces. Sabes que tengo esa manía de llevar el corazón en la manga.— añadió con otra risita, haciendo que Rin diera una vuelta y luego aplicándola él, aunque de forma torpe. —...en serio que soy malo. Quizá deba ir a una de tus clases magistrales de baile en Palladion antes de que salgas de vacaciones.— comentó ajustándose los lentes oscuros.

Unos minutos después la canción terminó y con ella, su número de vergüenza al querer bailar. Sentado de nuevo en una silla, dio un largo y profuso bostezo. —Ni siquiera noté que tan cansado estaba. El día pasó más rápido de lo que creíamos ¿eh?— dijo, mirando adentro de las puertas dobles de cristal del balcón. —Ya están cerrando. Supongo que deberíamos ir haciendo lo mismo.— comentó al levantarse de un salto. Luego pegó otro bostezo, varios copos de nieve aterrizando en su frente. —Sí, mejor. Con esta nieve me da más sueño aún.—

Cargando a Mikoto con un brazo, se adentró al salón, esperando a que Rin lo siguiera. Por todas luces, el evento de apertura para el nuevo semestre de Palladion fue todo un éxito.

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