Un día en Japón ( Priv Saori Kido )

A pesar de ser joven, tenía una carga muy grande sobre ella, después de todo portaba el apellido Kido sobre sus hombros, además de ser Athena, algo que debía siempre guardar en secreto. La joven Saori, quien por ese entonces estaba en japón aprendiendo y cumpliendo sus obligaciones, no sabía si estar bendecida o maldita por ello, pero de todas formas estaba feliz de que reinará la paz por aquellos instantes.

Luego de sus clases de piano, las cuales debía tomar al principio por obligación, pero luego ya lo hacía por gusto, de todas formas la distraía de cualquier cosa y le hacía relajarse de los problemas que tenía. Salió de la escuela de piano, vistiendo un simple vestido, cuyo largo alcanzaba a cubrir hasta sólo sus rodillas, el color del vestido iba a juego  con sus ojos, haciéndole resaltar más su color. En sus manos llevaba un bolso color rojizo, bastante cómodo y liviano. Se veía como una usual chica que había salido hacer unas simples compras aquel día.

Sus pasos le llevaron a pasear por allí, como solía hacerlo cuando tenía tiempo libre y como usualmente lo hacía antes de ser Athena. De todas formas, estar encerrada en su mansión nunca le había apetecido algo interesante, ni glamoroso, ni mucho menos entretenido. La verdad es que prefería estar en el santuario, pero dado que por ahora había paz, era mejor estar aquí un tiempo.

Sus pasos la llevaron a una librería cercana, miro tan sólo el escaparate del frente, no se animaba a entrar. Habían titulos muy interesantes, que iban desde medicina en un rincón; libros de un grosor bastante notorio. Y en el otro rincón, libros de aventura y fantasía épica, que trataban sobre la típica lucha entre el bien y el mal. Que coincidencia. Pensaba en su interior, mientras sonreía cómplice.

Se preguntó si hacer alguna compra no estaría mal. Es cierto que había muchos libros en su casa, pero la gran mayoría o casi todos, eran de estudios, ensayos e investigaciones, y otros tantos acerca de economía y/o emprendimientos. Una colección no muy entretenida. Estaba pensando en eso, cuando al voltear, no se percató quien venía atrás y chocó contra alguien.

- Realmente, lo siento mucho.- se disculpó automáticamente, aunque tampoco es como si pudiera hacerle daño con un golpe tan leve a alguien.

En ese momento en el que el joven médico aún se encuentra perdido en medio de sus pensamientos y viendo los demás libros sin darse cuenta una misteriosa y curiosa mujer choca contra su persona por lo que también de igual manera recibe ese leve golpe en su ser a pesar que no había sido fuerte no tenía problema alguno por lo que comienza a escuchar la voz de la misma para acto seguido observarla con claridad sin duda parecía ser  hermosa y atractiva a cualquier visión de un chico por lo que su mirada seria se vuelve amable para después mencionar – Disculpe señorita, no ha pasado nada – a pesar que su japonés no era del todo bueno trataba de mejorar por lo que continua hablándole –Yo igual tuve la culpa por no fijarme en donde estaba – más sin embargó al ser muy nuevo en esa ciudad aún necesita ayuda por lo que para él no estaría nada mal en conocer alguien nuevo sobre todo para recibir algunos cuantos consejos en como pronunciar ciertas palabras además, no tenía tanta prisa por llegar a la sala de reuniones donde lo habían citado.
 
Por lo que después de un rato aquel joven de obscuros cabellos y ojos comienza a mencionar un par de palabras de nuevo a la  señorita que tiene en frente  - Mi nombre es Johan y soy uno medico de Inglaterra – espera que con eso la presente entienda bien que su persona se trata de un extranjero que recién ha llegado a esa ciudad de Tokyo a pesar por lo que da un leve suspiro para después enunciarle de nuevo – disculpé si mi japonés no es del todo bueno, recién lo estoy aprendiendo – esperaba al menos con eso tener algo de paciencia ya que no es tan sencillo aprender un idioma totalmente nuevo ni menos cuando en su trabajo lo llaman para estar en otro lugar de un día para otro como ese es el caso del chico de obscuros cabellos, al menos él ya tenía una carrera y una profesión con la cual podía salir adelante sin problemas quizás sería visto como alguien joven en conseguirlo por su edad ya que al menos la especialización requiere más tiempo, mas por su aprendizaje rápido a podido hacerlo en un tiempo reducido .
 
Mas en eso de nueva cuenta la voz del médico presente se hace escuchar para así mismo sin dejar de observar a la peli-morada  - y Cual es su nombre, señorita – su clara voz y firme sin mencionar alguna otra cosa, realmente se nota que tiene una cierta educación por dirigirse hacia las personas ya que cualquier otro chico le hubiera dicho guapa o hermosa, simplemente el omitió eso ya que no conocía para nada a la mujer que tiene presente de la que quiere al menos tener su confianza para ´pedirle alguna clase de ayuda.