Baile y Karaoke en el Gran Salón de Audiencias - Evento de año nuevo: ¡Valhalla de Gala!

Escuchó la respuesta de la pelirosa , quien se vio interrumpida por la llegada de un individuo un tanto peculiar  a la sala. Recordaba a la perfección a aquel chico, no había caído en su gracia por su comportamiento en la fiesta de Halloween realizada en el castillo de los pecados. Se limitó a observar el “espectáculo” que el joven brindaba, de encontrarse más gente en el lugar probablemente hubiera corrido a detenerlo lo antes posible, pero no quería ser “grosera".

Por lo menos no aún.

Negó ligeramente con la cabeza al término de la canción, la invitación a la fiesta había sido abierta, cualquiera podía entrar al Valhalla aquella noche, pero tal vez habían tomado muy a la ligera el tipo de personas que podrían terminar en el lugar. Tomó la última caja que restaba, mientras Yuzu saludaba al chico, acercándose a su amiga pelirroja para que la ayudara a sostenerla en lo que se volteaba a hablar con el inesperado invitado.

“Escúchame bien… ‘Mefis’”Comenzó, haciendo una pausa en lo que  recordaba la manera en la que su clon había llamado al chico. “ La fiesta se realizó con la condición de que cualquiera que deseara asistir pudiese hacerlo,  no puedo echarte de aquí porque estaría actuando a contra de dicha condición y  de seguro me metería en problemas con Frey…Pero a la primera que te vea hacer algo extraño que incomode al resto de los invitados, te juro que yo misma te encontraré y te sacaré a patadas de aqui... ¿entendido?” Mencionó con una expresión completamente seria en su rostro, necesitaba dejarle bien claro que no iba a poder hacer lo que se le diera la gana mientras ella se encontrara ahí.

Regresó su mirada a la de cabello rosa, necesitaban retirarse del lugar antes de que los demás invitados llegaran. “Yuzu, creo que es mejor si nos vamos de una vez, incluso puedo ayudarte con tu cabello, ya que ALGUIEN ahora no quiere que la peine.” Continuó, señalando con su mano derecha a la pelirroja durante unos momentos mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios, comportándose completamente diferente que a con el joven "artista" ,esperando por la respuesta de la joven antes de emprender su camino hacia la salida.

「Ooh, ¿Entonces van a cambiarse? Quizás debería ir también」 empezó sonriente en aquel rostro que ahora aparentaba la inocencia, poniéndose de pie mientras su piano era absorbido nuevamente por un vórtice de oscuridad. Su pinta actual, reciclada de la festividad de octubre, le daba un aspecto de elegancia exagerada, similar al traje típico que llevaría el Mad Hatter en Alice in Wonderland. Negó entonces con la cabeza, todavía sonriente en su expresión, y prosiguió una vez más para con su “amiga”, concluyendo a las palabras que todavía debían decirse. 「Jaja, solo bromeaba. Me encanta ver chicas desnudas y no tengo razón para negarlo, pero sería una falta de respeto a Yuya-chan」 y volteo su vista entonces a la clon de Yuzu, entrecerrando sus ojos mientras perdían su brillo 「Y conociendo a Avaricia-chan, dudo que le haga gracia con lo… bueno, avaricioso que debe ser respecto de ella.」

Y finalmente bajo del escenario, las manos en los bolsillos de la gabardina, mientras permanecía su sonrisa y ojos de muerto. Escuchaba con claridad a la peli azul y, en simples palabras, ensanchaba más su expresión hasta casi rayar la necesidad de una buena carcajada. 「Oho, una chica con carácter, le daré puntos a Avaricia-chan por eso」 dijo al encogerse de hombros, claramente divertido mientras caminaba a donde se encontraban ellas. 「Aunque realmente no veo porque eres taaaaaaaan agresiva. Esta apenas es la primera vez que hablamos ¿y ya expresas abiertamente que no me quieres aquí? Las personas normalmente no me quieren ver la cara después de un intercambio de palabras, no antes」 le dijo y por su mente cruzo el recuerdo de algunas personas que, enfurecidas, levantaron sus armas en su contra en el pasado. 「Pero supongo que esta será la hospitalidad de los habitantes de Asgard: No das el visto bueno y listo, a la calle」 concluyo mientras su avance le llevaba a una distancia de seis metros respecto de Serena, observándola todavía con ojos carentes de brillo.

Un vórtice fue abierto entonces desde el suelo cercano a Mefistófeles, dejando surgir desde la profunda oscuridad un bastón de noble. Lo tomo entre sus manos y dio media vuelta, retirándose de regreso al escenario. 「Y por cierto, deberías mejorar ese carácter. Tomar tan mal una broma que no iba dirigida a ti es algo triste, muy triste」 empezó y giro noventa grados su cabeza a la derecha, mirando una vez más a la chica. Su expresión había perdido ahora la diversión previa, tornándose ahora en una llena de indiferencia. 「Antes de recriminar a otros, quizás quieras corregir esos modales. Como una representante de tu reino, no das una buena imagen yendo por ahí amenazando a los invitados, incluso si se trata de alguien como yo. Puede que no te caiga bien pero…」 y una sonrisa burlona se dibujo nuevamente en los labios de Kumagawa 「presuponer mis acciones y amenazarme es algo bastante frio, incluso para el lugar donde vives.」

Su caminar alcanzo entonces al escenario que una vez le había recibido, observando las pantallas que decían “Good Loser” durante la realización de su concierto. 「Ustedes hagan lo que tengan que hacer, yo me quedare aquí un poco mas antes de seguir a otras partes del palacio」 dijo tranquilo y se volteo nuevamente, reflejando en su expresión aquella inocente de ojos comunes. 「Y por cierto, Mefis es un buen apodo y todo, pero mi nombre es Kumagawa Misogi, por si les interesa」 dijo sin mentir en aquello, reflejando un acto de sinceridad que era inusual de su parte. Se volteo nuevamente y permaneció allí, deteniéndose a pensar en distinto tipo de cosas: Mangas, porno (?) y… esa chica a la que su canción iba dedicada…

Un hombre se hallaba vestido con un traje bastante elegante, se trataba de un hombre proveniente de Grecia, cuyos cabellos era de un tinte peli azul y cuya identidad ocultaba con un antifaz. Ya era la hora pactada y aquel que era un extraño en las tierras de Asgard decidió moverse hacia el lugar donde se había pactado su aparición, habiéndose pagado mucho dinero y otras cosas de valor incalculable a cambio de su aparición.

Por su parte Kanon tenía en mente otras cosas y si bien podría usar tal oportunidad para divertirse de vez en cuando esta no iba a ser la ocasión. Mientras caminaba y sus zapatos resonaban contra el suelo podía escuchar cierta música que le era bastante familiar.-Hypnotic House tema principal de Mortal Kombat y cantada por los inmortales.- Se le vino rápidamente a la mente con solo escuchar dicha melodía.

Ya en el lugar pudo divisar a algunas personas, siéndole todas extrañas a simple vista.-Buenas noches damas y caballero lamentos informales que ha ocurrido en cambio en la programación del espectáculo de esta noche .- Decía mientras se despojaba de la parte superior de su traje , quedando totalmente expuesto su abdomen.A continuación hizo unas señas para que cortaran la música y olbigando literalmente a los músicos para que toquen su canción ya que estaba dispuesto a cantar , después de todo era un salón de karaoque o no.

Los pasillos del palacio, a diferencia del salón del banquete, para esa hora estaban bastante deshabitados, aunque no faltaban aquellos que, prefiriendo la calma, se perdían entre los amplios corredores ya fuese para platicar más tranquilamente o con otros motivos que a Bakura en verdad no le interesaban mucho.

Guiado por la música que llenaba los pasillos el espectro llegó a lo que parecía una enorme sala de baile y karaoke. Había mucha gente, pero no tanto como en el salón del banquete, pero Bakura le prestó poca atención a ese detalle, dedicándose simplemente a recorrer el salón y ver qué era lo que tenían para ofecerle. Había comida y mucha bebida, como en todas partes, al parecer no había sitio en el palacio donde pudiera salvarse de aquello. Pero bueno, tampoco era como si le molestara, de hecho era bastante conveniente, de ese modo no tendría que volver al salón del banquete cada vez que quisiera beber algo.

Cuando el concurso de bebidas comenzó en el salón del banquete Sean prefirió marcharse, dejando a Yurika en compañía de las otras chicas. Una de ellas la había apartado de su lado, negándose a entregarla, así que no había mucho que pudiera hacer al no gustarle reñir con mujeres. Parecían ser inofensivas, así que confiaba en que la tratarían bien. Caminó por los pasillos del Valhalla,  distrayéndose un poco al escuchar la música que venía de uno de los salones. Era un lugar concurrido, pero no estaba tan fuera de control como el banquete.
Sus ojos dorados se posaron sobre el espectro de piel bronceada que parecía alejarse de la multitud, solitario en su esquina. No le parecía correcto dejarlo solo. –Es una fiesta, creo que puedo divertirme un poco- fue Lujuria el que miró al Espectro de Hades con deseo, no Sean.  

Sin que el peliblanco lo notara, Lujuria lo tomó por las axilas y lo arrastró hacia el armario de intendencia que estaba justo detrás suyo. La única luz era la que se metía por debajo de la puerta cerrada. Con sus manos localizó el rostro de su víctima, penetrando la boca ajena con su lengua traviesa. Encendió la luz y utilizó el pañuelo rojo que llevaba alrededor de su cuello para vendar los ojos del espectro de Hades.-¿Te gustan las sorpresas?- preguntó el pecado de la lujuria con un tono juguetón, empujando a Bennu al suelo. El armario era lo suficientemente grande para los dos, por lo que podría divertirse con ese hombre sin problema.

De todas las cosas raras que podrían haberle sucedido en esa fiesta, no esperaba algo como eso. En un momento estaba paseando tranquilamente por el pasillo y al siguiente estaba tumbado en el suelo, siendo atacado por un sujeto cuyas indecentes intenciones no tardaron en ser reveladas mediante sus acciones.

—Oh, vaya... Pensaba que mi noche no iba a tener nada de interesante. Creo que me equivoqué —murmuró más para sí en un tono de fingida sorpresa, relamiéndose los labios lentamente. En realidad sí lo había tomado desprevenido, pero no para mal. De hecho, su noche acababa de volverse más emocionante

Bakura no podía ver absolutamente nada, puesto que sus ojos estaban cubiertos, pero aquello no le molestaba, sus otros sentidos estaban atentos a todo lo que sucedía a su alrededor. Media sonrisa se dibujó en el rostro del espectro de Bennu al oír la voz de su agresor y aquella última pregunta, en un tono que se le antojó tentador.

—¡Sorpresas! ¿A quién no le gustan las sorpresas? Claro que me agradan —sus labios se curvaron en una sonrisa ladina que mostraba sus dientes blancos—. Pero tienes que saber que no soy alguien muy fácil de sorprender. Así que, si esa es tu intención, deberías intentar algo mejor —dijo, con la mera intención de provocarlo, usando el comentario como excusa. Había estado aburrido y no tenía nada mejor que hacer en esa fiesta, por lo que pensaba que sería divertido seguirle el juego a ese sujeto, de quien por cierto, aún no veía el rostro; pero tampoco tenía prisa—. ¿Qué tan bueno te consideras para eso?