Zona 2 - El Coliseo y la Gran Escalinata

Akos dejó que Yusei hablara, después de todo, era la diatriba de un demente. Su rostro era suave, su sonrisa sedada. El cabello rojo se movía al compás del viento y ahora, su capa se unía a tan particular danza, los pétalos rojos convirtiéndose casi en su totalidad en azules. De hecho, la mitad del campo ya era de un color marino igual al de la rosa en su broche, tonos que ahora comenzaban a invadir la zona donde se erguía Yusei. Poco a poco lo dejarían hacinado a un espacio de rosas azules.

-Recuerdo cuando te adopté. De saber que tenías un cuerpo maldito, te habría arrancado el corazón con estas manos.- dijo con naturalidad, empezando a caminar. Con cada paso, las rosas invadían más y más el terreno demoníaco imperial, reduciéndolo a velocidad desmedida. Con un ademán suave, mandó a volar la rosa piraña, que dejó apenas un rasguño en su mejilla izquierda. -Ahora tomaré justicia y te cortaré la cabeza. Libraré al mundo del mal que representas con mis propias manos.- declaró levantando las garras de Asbeel.

Sí, ciertamente, podía sentirlo. La presencia no solo de la semilla de la discordia, sino también del hechicero del hielo. Los lazos rojos, intercambiar sangre y medir cosmos no solo había potenciado el veneno natural de Yusei - sino que le permitía a Akos sentir a lo lejos lo que su alumno sufría. Él oía la voz, pues la sangre de Yusei era suya, y viceversa. Que no siempre se pudiera tomar ventaja de ese hecho por la muerte del Piscis más débil en condiciones normales, pues...

-Tu cuerpo será enterrado en el fin del tiempo, junto a Osak.- susurró tomando una postura de combate. Su derecha estaba extendida, los dedos filosos apuntando a Yusei. Sus piernas dobladas, separadas en ángulos rectos. Con un movimiento de estocada, lanzó diversas puñaladas a base de la presión de aire al cortar el viento a su alrededor; incluso, algunos de los copos fueron disparados como micro-estrellas de hielo cuando los atravesó, creando un espectáculo de luces en medio de la ventisca.

Aquello, claramente, no era más que una distracción.

Acción: 3 (1/4)
Ataque: 3+1=4/4=1

Acciones: 12/15
HP: 25.5-1.5=24

Número aleatorio (1,4) : 4

El miembro 'Ivan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Acción' : 3

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Nivel de daño: 3
Conteo: 12/15
HP: 31 - 1 = 30

Número aleatorio (1,4) : 3

El miembro 'Yusei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Acción' : 1

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#2 'Acción' : 4

Cuando empezaron a morir, las rosas azules ya dominaban todo el campo imperial. Pero de todas formas, la maldición de Yusei las acabó y con ellas, las fuerzas de Akos flaquearon - incluso más de lo que jamás imaginó. Un pálpito fue suficiente para detenerlo por completo, deshaciendo las garras de Asbeel y obligándolo a recibir el ataque de Yusei. Luego la primera puñalada, que lo derribó, y luego las demás, que lo hicieron escupir sangre. Sus riñones fueron perforados, su corazón agujereado, sus intestinos punzados. Las rosas piraña eran tan terribles como siempre, destrozando no solo el puño de Yusei, sino el cuerpo reformado de Akos quien ahora estaba con los ojos entrecerrados, tirado en el suelo con sangre corriendo desde su boca. Akos tosió, empezando a sentir los efectos del veneno de Piscis, otro hilo de icor mamando de su cuerpo, esta vez de su nariz.

-Está bien. Hazlo.- dijo el pelirrojo desde el suelo. Sobre él la ultima de las rosas azules se desgajó, los pétalos destrozados en sus fibras más sutiles. -Tómame y mátame otra vez.- Su rostro era una ruina, la sangre saliendo de cada orificio y rasgadura, los huesos destrozados bajo la piel: el orbital estaba desencajado, un fragmento asomándose, la quijada estaba desubicada, la nariz desviada casi por completo. Aún así, se levantó y dio unos pasos al frente, tomando el puño de Yusei con ambas manos. -Esta vez para siempre.- murmuró encendiendo su cosmos, creando fibras vegetales sobre sus dedos, muñeca y antebrazo que usó para manipular su organismo, para influenciar su movimiento.

Akos forzó a Yusei a hundir la mano, con rosa piraña y todo, en su pecho, directo en el corazón.

-Dancen, rosas piraña.- dijo en voz solemne, activando la vida de la rosa dentro de sus órganos, multiplicándola sobre su cuerpo. Con su comando, lo empezaron a comer, la mayoría de su pecho explotando en fragmentos de hueso, carne y sangre que bañaron el cuerpo de su alumno. Luego más rosas negras aparecieron en su cuerpo, encajando su espinas en cada una de sus coyunturas. De hecho, una de ellas se materializó en su ojo izquierdo, girando para así explotar y arruinar su rostro. -Este es el fin.-

Su ojo sangró, su nariz igual, así como la boca. Estaba a punto de autodestruirse por completo.

Acción: 1(Fracaso) | 6(Éxito)
Defensa: 2(Fuerza)+1(Velocidad)=3

Acciones: 10/15
HP: 24-1(Plus de Velocidad)=23

Número aleatorio (1,4) : 2

El miembro 'Ivan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Acción' : 1, 6

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Daño 1 (: Fuerza 3 + Velocidad 2 +Cosmos 2 = 7 x 2 = 14
Daño 2 (5): Fuerza 3 + Velocidad 1 (dado Raziel) + Cosmos 2 = 3 (dividido a la mitad)
Conteo: 10/15

Número aleatorio (1,4) : 2

El miembro 'Yusei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Acción' : 8

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#2 'Acción' : 5

El viento era lo único que se escuchaba, dejando caer los copos de la ventisca con mayor fuerza que antes. La sangre envenenada se congeló, y el cuerpo reanimado de Akos igual - aunque no por eso, estaba muerto. Cuando Yusei pronunció su ultima palabra, Akos levantó una mano para colocarla sobre la mejilla de su alumno. -Al fin despertaste.- le dijo, su rostro de ojos destrozados goteando sangre directo al suelo donde se congelaba en pequeños cúmulos de cristales carmesí. -Después de todo este tiempo, sigues siendo aquel niño que encontré hace ya tanto tiempo.-

Su voz seguía siendo suave y su rostro, aunque destrozado, manaba bondad. Eso era imperdible.

-Agotaste muy rápido el favor que pedí para poder ayudarte. Ya no me queda tiempo, pero me alegra saber que al menos pude hacer mi parte en lo que está por venir.- explicó, sin realmente decir nada. Y no tenia porqué, ni lo haría - todo lo que sabía Yusei lo sabía aquella semilla de Eris y por ende, mientras menos supiera, mejor. Ya la medida de seguridad estaba en su lugar. -Esta es la despedida. Ya no podremos hablar, ni siquiera en el más allá. Este es el precio que pagué para poder estar en el mundo y salvar tu vida.- dijo, su voz apagándose y la temperatura de su cuerpo aumentando a niveles indescriptibles. Aquel evento ya lo había experimentado el Santo de Piscis antes, en Kaus para ser preciso. Lo mismo que había quemado a la Santa de Plata ahora calcinaba el cuerpo falso de Akos. Con una flama de cosmos, el poder de Piscis se elevó al máximo y los últimos resquicios de su alma fueron inmolados, transformándose en una estela que se perdió en la oscuridad de la ventisca. Ahora, rodeando el puño de Yusei había una carcasa muerta que sin más, estalló en vísceras y carne quemadas; la única prueba de que algo aconteció fue la ausencia del jardín de rosas rojas y más críticamente: la mano de Yusei estaba quemada hasta el grado cuatro, dejando los dedos negros con surcos profundos en las uniones.

Acción: 4(1/2) | 5(1/2)
Defensa: 3+1+1=5/2=2.5 | 3+1=4/2=2

Acotación: El daño de Yusei es 13 (3+1.5+2=6.5x2=13) y 2.25(3+1.5=4.5/2=2.25); corrección acá para no modificar el random de Yusei.

Acciones: 8/15
HP: 23-1(Resistencia)-10.75=11.25

Número aleatorio (1,4) : 1

El miembro 'Ivan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Acción' : 4, 5