La Diosa del Amor [Ruta 5]

La espera finalmente había llegado a su fin para el Conquer de la Oscuridad. Los daños que su armadura sufrió durante la invasión al coliseo de Fountaine Rouge fueron reparados por Rob de la Tierra, dejando el emblema de la oscuridad en condiciones adecuadas para pelear. Estaba de pie frente a la urna de cristal que contenía el cuerpo de Afrodita, una barrera diseñada por Urania para que su contraparte olímpica no pudiera frenarla con su cosmos.

-No sufras, esto va a terminar muy pronto- le dijo a la diosa del amor, quien lo ignoró como había hecho durante todos los días de vigilia. Lejos de ofenderse por eso, el Conquer se sintió feliz de no escuchar su palabrería sobre el poder del amor. El hombre vestido con una armadura blanca con partes negras se dirigió a la máquina ubicada a espaldas de la diosa del amor. Su apariencia era la de una serie de placas metálicas de corte rectangular envolviendo un pilar de energía verde que constantemente recibía esferas de luz, éstas contenían la energía recolectada por los corazones que flotaban en el laberinto del amor.

-Es demasiado fácil, ¿no lo crees?- preguntó  a la criatura rosada que estaba sujeta a un muro de acero con grilletes. No sabía por qué el representante de Afrodita era una rata gigante teñida de rosa, pero Urania le dio órdenes de mantenerlo con vida hasta que ella recuperara su cuerpo. -Aún no es tarde para arrepentirse Helios. Puedes corregir tu equivocación- dijo el animal rosa, desperdiciando las pocas fuerzas que le quedaban en disuadirlo de continuar con los designios de su otra señora.

-¿Arrepentirme? ¿Por qué? Yo estoy bien y tú mal. No seguiré peleando en nombre del amor, puedes olvidarte de eso- el wombat agachó la cabeza, decepcionado por las palabras del Conquer de la Oscuridad, vaticinando que el destino conduciría a Helios a un mal final. El joven de cabellos oscuros miró a través de la ventana que daba hacia el laberinto. Los Santos de Athena estarían ahí en breve.

Helios creó cientos de corazones negros con su cosmos, los cuales rodearon el castillo. No eran obstáculos inofensivos como los usados por el príncipe serpiente, esos habían sido inventados por Rob para su uso personal.

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Ventaja de Campo:
Al pelear en el territorio de Afrodita, todos los participantes (excepto Conquers) tendrán su dado velocidad reducido a 2 puntos durante el evento al combatir con una gravedad diferente a la de la Tierra y a la que no están acostumbrados.

Habilidad: Corazón Negro

Con dado 6, 7 u 8 puede anular las defensas de un jugador durante un turno, dejándolo expuesto a los ataques.

Stats de Helios
Ataque: 4
Defensa: 3
Velocidad: 6
Cosmos: 4

Indicaciones para el combate:
-Inicia el Conquer -primera ronda es presentación de sus pjs-
-Se puede sacrificar HP por acciones
-Sólo se tiene una vida. Si son derrotados quedan fuera
-El HP del Conquer será 60 para esta pelea.
-Las acciones de este Conquer son ilimitadas. Sólo se le puede vencer bajando su HP a cero.

-Con esas palabras solo conseguirás que ganarte aún más que Urania sea hostil contra tu persona- no pudo evitar decir aquel comentario al escuchar las palabras de Jade. Aunque no fue con la intención de corregir su actitud si no remarcar la situación en la que estaban.

-Con que en este caso el orden de los factores si altera el producto- dijo llevándose la mano a la barbilla al observar lo ocurrido en la deidad.  Tal parecía que en cierta forma Urania adelantó sus planes llegando a un punto que estuvo fuera de sus cálculos originales. Era una deidad si, en efecto con una ascendencia más antigua que la mayoría de los olímpicos, pero incluso una existencia como la suya necesitaba un cuerpo físico y el elegido era aquel subordinado que fue anteriormente derrotado.

-Ser poseído por la escencia de Urania sin ser un contenedor adecuado, no creo que su cuerpo sea capaz de resistir demasiado tiempo- ahora las cosas adquieran nuevos tintes y más por qué el grupo se redujo considerablemente.  Solo quedaban en pie la dama Stryga, Piscis y el mismo. -¿Quien dijo que la vida es fácil- tras decir aquellas palabras el hombre alzó su cosmos y lanzó una nueva ráfaga de energía encontrá de su oponente. Ahora más que testear el escenario quería ver qué nuevas capacidades había ganado la deidad ahora que ocupaba al cuerpo de aquel mortal como nuevo vehículo.


Lo siguiente fue ser embestido por uno de los ataques del cosmos de Urania. Si, resultó algo herido pero nada comparado a Jade. De inmediato avanzó hacia donde estaba ella. -En efecto eso fue lo que ocurrió- dijo al acercarse hasta donde estaba.- Presiento que es tiempo de ponernos más serios con este asunto-

-¿Cobarde yo?- preguntó la voz de la deidad mezclada con la del Conquer, frunciendo el ceño mientras creaba una esfera de energía en su mano.-Sólo hago lo necesario para alcanzar mis objetivos. No es diferente a lo que hacen Athena y el resto de dioses, jugando con las vidas de los mortales en lugar de pelear ellos mismos sus propias batallas. ¿Por qué Athena no está aquí enfrentándome? Prefiere que ustedes mueran y sufran mientras ella juega en el jardín de Afrodita- dijo, recordando las historias de los fragmentos que componían su cuerpo verdadero.

Primero estaba Yuzu, quien había sido preparada durante años para convertirse en un doble de Athena, sometida a torturas horribles por parte de los Santos que fueron asignados para custodiarla. Rin, utilizada como otra de las piezas de Athena durante la guerra Santa. Serena, destinada a vivir en un lugar inhóspito como lo era Asgard, destruida por la muerte de sus compañeros y el único lugar al que conocía como su hogar, todo porque Loki había decidido controlar a los dioses guerreros en su estratagema para derrotar al Santuario. Finalmente llegaba a Yurika, una chica inocente que había sido capturada por Poseidón, usándola como una ofrenda de paz con Athena, dando un uso similar que le el dios Abel otorgó a Yuzu. Las acciones de los dioses la ponían de malhumor: si una de las chicas hubiese muerto en combate, habría tenido que esperar a que el ciclo de reencarnación regresara al inicio para poder reintentar su resurrección.

Bastian la atacó, acción a la que Urania respondió bloqueando el impactó con la protección de su brazo. La armadura se desquebrajó, pero eso no parecía importarle a la deidad. No era su cuerpo.

El siguiente ataque vino de parte del Santo de Piscis. Comenzaba a cansarse de esas malditas rosas que insistía en utilizar contra ella. Se protegió del veneno con la misma aura de cosmos que la rodeaba desde el momento en el que obtuvo el control del cuerpo de Helios.

Cortó la prisión de espinas con una onda cortante de cosmos que arrojó trazando una media circunferencia con su brazo. Los pétalos de rosa cayeron como una lluvia roja, bloqueando el campo de visión de sus enemigos.


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HP: 55.5 - 12 - 8 = 35.5
Acciones: 36/60


6 - Ataque: Fuerza 6 + Cosmos 4 + velocidad 1 = 11 (Jade)
6 - Ataque: Fuerza 6 + Velocidad 1 = 7 (Jade)
6 - Ataque: Fuerza 6 + Velocidad 1 = 7 (Fran)
5 - Ataque: Fuerza 6 + Velocidad 1 = 3.5 (Bastian)
3 - Ataque: Fuerza 6 + velocidad 1 = 1.75 (Bastian)
3 - Ataque: Fuerza 6 + velocidad 1 = 1.75 (Bastian)

Soy tan seria como puedo contra un cúmulo de odio, rencor y éter. le dijo a Bastian, avanzando nuevamente al centro de la refriega. No te desvíes Basty. No estamos aquí para pelear o salvar al mundo. Déjale eso a los santos. espetó con una risita, dando un taconazo.

Era como la literatura de calidad que le recomendara a Atem el áurico y a Bastian. Una vez todo llegaba al clímax, los eventos se sucedían en rápida secuencia - en aquel caso, pudo obtener el triple de la cuota que buscara al presentarse ante la señal de Capricornio.

Porque...¿cómo habría adivinado que con solo asistir obtendría una muestra de las hadas etéreas? Urania era una cosa. Afrodita por ser su otro lado de la moneda. Pero además ¿esa muestra? El ahorro del tiempo la ponía a la cabeza de la carrera.

Uy uy, alguien se molestó. comentó al oír las acusaciones de Piscis. Mira eso, el Pez Gemelo tiene razón. ¿Qué se puede esperar de una abominación que usa a un niño? Quizá debamos añadir la cobardía al cúmulo de odio, rencor y éter en la definición del diccionario.

Así pues, Urania solo siguió mostrando que tan poco cerebro tenía; en una lluvia de energía salida de la conjunción ejecutada tras la formación de las rosas, vio su oportunidad.

No juegues mucho Basty. Me adelantaré a abrir la Caja.

Desactivó su Malla Divina, devolviéndola a una caperuza roja. Cubriéndose por completo se volteó hacia Piscis, tomando las puntas antes de ofrecer una reverencia al flexionar las rodillas y bajar la cabeza. Un segundo después, la bruma roja la consumió por completo.

Jade

HP: 0

–Lo sé, lo sé pero tampoco quiero ser apaleado por Urania–  tal vez era su orgullo el que hablaba pero o instinto de supla ervivencia, como fuera estaban combatiendo contra una deidad. Y aunque estuviera usando un cuerpo humano para mantenerse en ese plano era poco prudente actuar de forma despreocupada. El hombre suspiro tras el intercambio de palabras del guardián de Piscis, Jade y Urania. Si, la estrategia podía ser considerada ruin, pero a él le daba igual si el contenedor explotaba en mil pedazos por la acción de deidad. Era un peón y estos eran sacrificables, pero algo le decía que después de aquello se estaban ganado un ataque mas que directo cosa que termino pasando.

La refriega de energía salió proyectada para llevarse todo lo que estuviera a su alcance. Una lluvia de destellos de cosmos iluminó el campo de batalla tras terminar como resultado de esa nueva ofensiva de Urania. Bastian tenia que admitirlo, tras la acumulación de daños aquello estaba llegando a tiempo extra para ellos, pronto el reloj marcaría que excedieron su tiempo limite y las palabras de Jade corroboraron ese pensamiento.

–Solo lo suficiente– dijo tranquilo sin recibir respuesta de la dama carmesí, debido a que en el acto abandono el campo de batalla a seguir con los menesteres que le correspondía hacer. Y así aquello parecía estar llegando a su resolución final. Solo quedaban tres combatientes, pero claramente el dominio era de la deidad. Triste pero cierto.

–Supongo que la pregunta es para usted– mencionó hacia Piscis haciéndose el desentendido de la cuestión. Ahora que lo pensaba los dioses y los santos podían ser demasiado dramáticos en sus discursos de guerra. Y si Urania no era un dios, pero no se pondrá quisquilloso en usar los términos exactos. Observo la malla de Mantis, grietas por aquí y por allá no tardaría mucho en volverse polvo si recibía otro ataque. Lo bueno aun tenia cosmos para intentar salir bien librado de todo aquello.

–Tal vez no sea de mi incumbencia…– dijo manifestando el deseo de tomar la palabra. –Son Santos es un honor morir por su diosa que protege la humanidad y todo lo que conlleva–  se encogió de hombros por decir aquello pero era la filosofía del santuario, estuviera desacuerdo o no. –¿Autosacrificio? –  tal vez estaba metiéndose en cosas que no le importaba. –Además cada dios hace y ocupa a sus ropas como mejor le convenga. Le estas reclamando un sacrificio que sigue un bien mayor que es la humanidad después de utilizar a uno de tus subordinados como carne de cañón y después poseerlo– evito reír sabiendo que no era el momento para hacerlo. –Y Piscis … aunque lo que izo Urania parezca cobarde o no al final es un medio para alcanzar su meta. No la justifico, pero vamos el sujeto de ahí ni es uno de tus compañeros, si se muere o no, no es problema tuyo es una guerra y el no dudó en disparar a matar a ti y a los tuyos– terminó aquello con una ultima frase. –Se ve que tienes experiencia para saber eso y sobre tus alumnos  ¿Que puedo decir? son tu responsabilidad así que te toca ir por ellos–

Tras decir aquello concentro su cosmos en uno de sus palmas. Estaba cansado, realmente cansado, además los ataques a distancia estaban resultando pocos útiles así que debía de dar un giro de timón y tratar de cambiar el rumbo. –Comprare algo de tiempo y en serio espero tengas refuerzos si no estamos jodidos … Bueno yo tengo una ruta de escape al final ustedes son los que deben de sacrificarse si todo esto sale mal. Esta en su contrato no en el mío pero no quiero irme sin haberle dado un buen golpe a un rival como Urania– respiró de forma profunda y su cosmos se manifestó alrededor de su cuerpo. Tras eso dio un paso para avanzar con una velocidad vertiginosa hasta quedar enfrente de su oponente.

Ahí mismo lanzó un corte con su palma abierta. El cosmos en su palma le había dado un aspecto como si una cuchilla se tratara. Haciendo gala del nombre de su posición en el ejército de mantis. Así que de un rápido movimiento lanzó un corte en contra de toda la humanidad del conquer poseído.

-Porque ese es nuestro deber- respondió Fran, manteniéndose firme y controlada, aunque por dentro sólo deseaba golpear a Urania en el rostro. No podía liberar el enojo contra ese ser, ya que le estaría haciendo daño a un ser inocente. Urania ya había demostrado su falta de preocupación por el bienestar de su cuerpo temporal. -Aceptamos morir en combate si es necesario, ¿sabes por qué? Porque la humanidad no puede esperar a ser salvada por los dioses. Los humanos debemos cuidar de nosotros, no esperar a que un poder divino nos socorra cada vez que tenemos problemas. Es por esa razón que porto esta armadura con orgullo. Fui elegida como un Santo, pero yo fui la que decidió quedarse y seguir luchando, no estoy siendo manipulada por nadie. Tal vez esté asustada, pero traer de vuelta a mis niños me mantiene aquí- al decir esa última parte, su mirada se desvió hacia el hombre de cabello blanco. De tratarse de un enemigo consciente de sus actos, la directora no habría tenido inconveniente en acabarlo, pero ese chico estaba siendo controlado por Urania.

Intentó pensar en una alternativa, cualquier camino que pudiera tomar para no hacerle daño a ese muchacho, pero todos ellos la llevaban al mismo callejón sin salida. Se lamentó, pero era uno de esos días en los que tenía que tomar una decisión difícil. -Él es inocente, pero no queda tiempo para pensar en un plan mejor. Ataquemos con todo y hagamos que ese demonio se arrepienta de querer volver a tener un cuerpo- le dijo Piscis al extraño de cabello blanco, asintiendo.-Haz lo que tengas qué hacer. Yo haré mi parte- dijo con tono de resolución. Salvar al mundo requería mancharse las manos con la vida de un inocente, una idea que colocaba a Fran en medio de un dilema moral. Derrotar a alguien que promovía la destrucción y el odio como lo era Urania era una cosa, pero matar a un joven influenciado por la titánide era algo a lo que Piscis no terminaba de acostumbrarse.

Desafortunadamente para Fran, no tenían mucho tiempo para pensar en esas cosas. La situación requería de toda su concentración.

La mujer atacó al chico de cabello negro utilizando una lluvia de rosas piraña, una técnica que pulverizaría el cuerpo tomado por la deidad. Una vez expuesta y debilitada, ella esperaba que las energías que podía sentir acercándose al recinto tuvieran un mejor plan de acción.

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Acciones: 7/15

HP: 18 - 7 = 11

Ataque: Fuerza 4 + velocidad 1 + Cosmos 1 = 6
Ataque: Fuerza 4 + velocidad 1 = 5 2/2 = 2.5