¡Espantapájaros! - {Zona 8 - Evento Halloween}

El Dios guerrero de Phecda caminaba por el sendero de Asgard que llevaba el pueblo esperando compartir la alegría y emoción de estas fechas con las demás personas en su tierra que también estuvieran en ánimos de festejar, con curiosidad de corroborar si encontraría a sus compañeros adeptos a la fe de Odín. Sin embargo, conforme continuaba su trayecto por aquel paisaje nevado, el blanquecino manto al que sus pies ya estaban acostumbrados a recorrer se convertía espontáneamente en un obstáculo no solo más foráneo para el asgardiano sino también tenebroso.

Rang Vader: ¿Que (Efecto de respiración de Darth Vader)  sucede aquí ?  

El suelo ahora estaba repleto de diversas extremidades cercenadas que se habían consolidado en un atroz y repulsivo cultivo de condenados, que trataban de aferrarse a Rangvald con atisbo de que les liberara de su sufrimiento, pero era inútil. Usando su cosmoenergía en el sable laser de juguete que portaba, el hombre disfrazado del líder de las fuerzas imperiales  los apartaba de su camino, todavía confundido por lo que había acontecido tan de repente. ¿Era acaso obra de un stand enemigo la voluntad de un ser superior?

Rang Vader: "Parece ser que no será un Halloween común y corriente... pero habré de hallar el camino de vuelta a casa para celebrar con mis compañeros y la gente que espera mi regreso?"  


Pero entonces el espeluznante sonido de cientos de graznidos al unísono hizo que un escalofrío helado recorriera la espalda del intruso en aquella cosecha de pesadillas, mirando a sus alrededores solo para ver una parvada aterrorizada de aves negras surcando la tenebrosa noche con luna amarillenta, un viento helado incrementó su inquietud. Varias plumas caían sobre él mas era un aspecto que le resultó indiferente cuando se veía al tenebroso ser que tenía de frente emanando una energía espectral.


Rang Vader: ¡¿Eres tu aquel que me ha traído hasta aquí?!  

Mas la criatura con infernal rostro de calabaza solo rió. Rió siniestramente mientras el eco de sus carcajadas aumentaba más y más la incertidumbre de encarar a esta criatura, especialmente sin su armadura de Dios guerrero, solo un disfraz que había usado un par de veces en algunas fiestas algunos años atrás. El espantapajaros se acercaba amenazante, quería algo de Rangvald y no estaba dispuesto a dejarlo ir sin tomarlo. ¿Su vida? ¿Su alma? Independientemente que fuera,  el de indumentaria espacial no pretendía dejar que su Halloween terminara aquí.

Rang Vader: Es hora de que alguien te asuste a ti (Efecto de respiración)   Conocerás la fuerza de.. (Más efectos de respiración) el lado oscuro.


Dado Espantapajaros

Número aleatorio (1,3) : 1

Dado Avance

Número aleatorio (1,9) : 3

La lucha era cruenta y titánica. Quizás era en parte buena fortuna para todas aquellas almas condenadas en dicho cultivo que sus rostros no estuvieran expuestos al exterior o quizás habrían tenido que ser testigos de la terrible batalla que se llevaba a cabo entre el espantapájaros y Rang Vader. Una lucha que hubiera sido contada por generaciones de trovadores implicando que sobrevivieran a la emoción de poder mirar toda la batalla.  Pero haciendo a un lado eso y pasando al momento climático del combate, una de las extremidades del ser de paja estuvo a punto de atravesar la máscara negra que portaba el Dios Guerrero, pero este habilmente logró moverla ligeralmente a la derecha para que el ataque diera en la cuenca de su ojo vacío donde la parte del espantapájaros no alcanzó a incrustarse, ya que por su parte del disfrazado de señor Sith ya había atravesado la calabaza de su oponente con un preciso corte vertical.

Rang Vader: ... Dulce o truco...


Y con esa línea que realmente no aplicaba a la situación pero que a Rangvald lo hacía sentir bien decir en voz alta, guardó su arma de juguete (Que se volvía un arma real gracias a su manipulación del cosmos sobre ella) y procedió a intentar salir de los dominios del espantapajaros. Y si bien lograría esto último, el camino a casa aún estaba a muchos sustos de distancia.

No podía creer lo que sus ojos veían. Un enorme campo de cultivo estaba al otro lado de la puerta. Volteo hacia atrás y, en efecto, continuaba en el ático. Se alejó de la puerta y miró a través de la ventana de nuevo. Lo que hace unos momentos era aquella entrada hacía la casa, ahora era, también, parte del cultivo.

—No, esto no puede ser posible. —Tenía que haber una respuesta a aquel extraño suceso que le molestaba tanto. Regresó a la puerta, dispuesta para salir. Al hacerlo, esta se cerró al instante. ¿Lo más tétrico? Detrás de esa puerta no había ninguna habitación.

Suspiro pesadamente y comenzó a caminar por una vereda, mientras un putrefacto olor se hacía presente, junto con el sonido de los cuervos que vagaban por ahí, pero no se acercaban. No bajaban para nada... Era demasiado extraño. Fue ahí cuando cayó en cuenta. Aquello no era un cultivo de cereales o cualquier otra cosa... Eran extremidades humanas.

—Esto es repugnante...

Continuó avanzando, intentando ignorar aquel "cultivo" tan más inquietante. Notó que unos metros más adelante había un claro. Un poco de aire con menos partes humanas regadas le haría bien.

Caminó tan rápido como pudo, pero los cuervos comenzaron a bajar un poco más, juntándose alrededor del claro, y ahí, justo en medio, una extraña silueta hizo aparición. Quiso sentir calma al ver que era un simple espantapájaros con una enorme cabeza de calabaza, e incluso río por su aparición. Eso, hasta que aquel ser comenzó a moverse y avanzó rápidamente hasta estar frente a ella, intentando atacar.

—Vaya, creo que es hora de mostrarle a este raro amigo lo que es ser una hiedra venenosa.

Número aleatorio (1,3) : 2

Aquel ser se lanzó al instante en busca de pelea, y ella, aprovechando eso, tomó impulso y saltó, dando una giro con patada justo en la cabeza del espantapájaros. En ese momento agradeció enormemente a sus tacones, pues esperaba que estos hayan producido más daño. Y, en efecto, vio que este había provocado una grieta en su extraña cabeza. El ser cayó sobre sus rodillas, para después darse de lleno contra el suelo, mientras la calabaza rodaba lejos de su cuerpo.

—¿Qué harás ahora, extraño amigo?

Justo cuando terminó de mencionar aquellas palabras, el cuerpo del espantapájaros comenzó a moverse lentamente, retorciéndose de manera grotesca hasta ponerse de pie. Vió, también, como la cabeza rodaba entre el cuerpo y ella, comenzando a elevarse hasta flotar.

Genial.

—Bien, he tenido una noche de lo más extraña, y lo único que deseo es acabar contigo y largarme de este horrible lugar. Espero que tengas un buen médico, amigo. Lo necesitaras.

Con furia y cierta diversión, se lanzó hacía aquella cosa y comenzó una ardua pelea.

Número aleatorio (1,3) : 3

Aquella batalla feroz comenzó por ambas partes. Nadie llevaba consigo armas, lo que hacía todo más interesante. Las extrañas garras de aquel ser rasgaron sus medias, por debajo de la rodilla derecha, ocasionándole un herida que no causaría ningún problema. Ella golpeó fuertemente lo que parecía ser la pierna del espantapájaros, haciendo que este cayera de nuevo.

Al ver como esto sucedía, se giró para avanzar hacia la cabeza flotante y acabar con ella, pero al avanzar, el cuerpo del espantapájaros tomó su pie, haciendo que ella perdiera el equilibrio, llevándose, en la caída, la cabeza flotante. Y, sin querer, su rostro quedó pegado al de la cabeza de calabaza, ocasionando una especie de beso, y se apartó inmediatamente, lanzado a un lado la cabeza, que quedo justo a lado del cuerpo de paja.

—¡Oh, con un demonio! Esto... es asqueroso. —Limpiaba una y otra vez sus labios, sin importar dejarse la cara manchada por el labial que llevaba. En ese momento, una extraña luz rodeó aquel ser que, al extinguirse, dejo al descubierto a un joven de ropa harapienta.

El joven, que se encontraba de pie, se acercó a ella, extendiendo su mano para ayudarla a, seguramente, ponerse de pie. Pero no la aceptó y lo hizo sola. No confiaba en lo que pasaba. Al mismo tiempo, ella se alejó más.

—¿Quién rayos eres y que sucedió con el espantapájaros? ¡No terminamos con nuestra pelea!

El hombre se dirigió hacía ella, presentándose como un hechicero al cual se le había lanzado una hechizo que lo convirtió en espantapájaros, obligándolo a permanecer en aquel cultivo. El joven agradeció y extendió su mano, entregandole cinco caramelos.

—Sí... de nada y gracias, supongo. —Miró su mano con los caramelos. Bien, esa noche cada vez se ponía más y más extraña...

Número aleatorio (1,3) : 2

Después de salir de aquel callejón alejado de la mano de Dios, ahora me encontraba en una especie de cultivo de maíz... que pasó a ser un cultivo de trozos de carne humana por doquier. Empecé a andar hacia delante con valor, quería encontrar la razón por la cual me encontraba en aquel lugar tétrico y siniestro. Andando, llegué hasta el centro de aquella plantación donde había un espeluznante espantapájaros dirigiéndo su malvada sonrisa hacia mí. 
- ¿Eres tú la prueba a superar en este sitio, cabeza naranja?- pregunté a aquel ser.
 Fue entonces cuando aquel ser se dispuso a atacarme y yo me dispuse a defenderme.
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Número aleatorio (1,3) : 3

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[size=63]Tras durante un tiempo combatiendo contra aquel extraño ser que protegía aquel lugar, en un determinado momento me tropecé con uno de los varios trozos de carne humana que habían dispersos por el suelo. Maldigo mi suerte ya que caí encima de mi anaranjado amigo, besándole por accidente. [/size]
[size=63]- Bueno,son cosas que pasan- dije poniéndome rápidamente de pie para continuar con la pelea. [/size]
[size=63]Extrañamente, aquel espantapájaros se convirtió en una hermosa hechicera , la cual me agradeció haber roto la maldición y me dió  5 caramelos como recompensa[/size]
[size=63]. Antes de que le pudiera decir nada, desapareció en la oscuridad de la noche.[/size]
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Número aleatorio (1,3) : 1

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Número aleatorio (1,9) : 1

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-Bueno, esto servirá de momento- murmure con aquellas plantas secas formando una especie de prenda que ahora cubría mi parte baja. Era algo que uno esperaría ver en un hombre criado en la selva o en un naufrago, mas era lo único que tenia de momento… y desde el gato negro ya había pasado por un callejón sin salida y un pantano nauseabundo y ya no aguantaba ir como vine al mundo. Aunque la verdad esperaba encontrar algo mejor, algún reemplazo que fuera un disfraz más… digno. - Pero esto… es realmente un campo curioso~

Había caído en el pantano y cual arena movediza este me había arrastrado hasta aquel lugar. El piso donde me encontraba ahora estaba cubierto de extremidades cercenadas de cadáveres. Un verdadero cultivo de pesadilla, mas mi sonrisa solo aumento de oreja a oreja, simplemente pateando uno de aquellos “frutos”. El laberinto tenía ideas interesantes para el horror, y si esto era Halloween… eso solo podía significar una cosa, aquello por lo que yo estaba esperando desde que llegara al cementerio. Horror, dulces, monstruos, espíritus, gatos negros de mala suerte, solo faltaba…

El sonido de los graznidos de las aves me alertaron, observando cómo volaban aterrados los cuervos negros en la noche de luna llena. Más ante mi solo apareció el rey del cultivo, el guardián de las cosechas y un espectro del miedo… En la época en que se celebraba esta festividad era la época de cosecha de calabazas, por esto este fruto fue tan relacionado con la celebración. No solo eso, sino también la leyenda de Jack, el granjero perezoso pero astuto que engaño al demonio. Era simplemente natural que Halloween no estuviera completo sino tenía lo que se encontraba ante mí en este momento.

-Our man jack is King of the Pumpkin patch, Everyone hail to the Pumpkin King, now!~- volví a cantar al encontrarme con aquella criatura de cabeza de calabaza. Por un momento, esta pareció seguir el ritmo de la canción, tarareándola, antes de echarse a reír. Una risa siniestra, la misma que también salía de mi boca. Oh, esto era demasiado entretenido laberinto, si me hubieras dado mas como esto antes lo hubiera disfrutado mucho mas~ La criatura se acercaba a mí, deseando algo. Mas yo también deseaba algo de él… ya que había encontrado mi nuevo disfraz- This is Halloween, this is Halloween, Halloween! Halloween! Halloween! Halloween!~

Número aleatorio (1,3) : 3

El ser se movía con velocidad, movimientos que no esperaba en ningún humano normal… no, ni siquiera en un miembro del ejército de un dios. Simplemente sus movimientos eran imposibles para nadie más que una criatura que careciera de músculos que limitaran sus acciones para proteger su cuerpo. Después de todo era un espantapájaros que se movía por una fuerza superior, un monstruo que estaba seguro aun si le arrebataba la cabeza podría moverse.

Prontamente capturo mi hombro sin vacilación, rasgando ligeramente mi piel y provocando una fina línea de sangre corriera por mi piel. Ah, diablos, fui capturado~… Lastima por el que no me importaba y de hecho me beneficiaba. De la herida se empezó a emitir Starve Venom, aquel veneno que pudría todo lo que tocaba. No era demasiado lo que había liberado, no quería una pelea rápido, quería disfrutar más de aquello… Eso y que tampoco quería pudrir mi futuro disfraz~. El gas empezó a hacer su efecto, pudriendo la mano metálica de la criatura y haciéndola retroceder algunos pasos.

Sonrisa…

Aproveche para darla una patada para hacerlo caer… y allí me sorprendí. Cuando el golpe lo hizo temblar y caer hacia atrás el bastardo uso la mano no podrida y me agarro, obligándome a caer sobre él… Pestañee un par de veces, mi rostro había caído sobre la cabeza de la criatura. Sin pararme a pensar me levante rápidamente, colocándome en posición para acabar con el espantapájaros antes de que este pudiera hacer lo mismo. Mas cual fue mi sorpresa al ver como una luz lo rodeaba y al apagarse solo quedaba… ¿una chica?

-Ok, ¿qué es esto?- murmure con aburrimiento y como si me hubieran dicho la broma más aburrida del mundo. Me acerque ya sin mi sonrisa, solo con un tic en el ojo y una gota de sudor recorriendo mi frente-¿Hey, Punpkin King o Queen, o lo que seas, que está pasando aquí?-

La chica abrió los ojos, me observo y… ¿sonrió? De acuerdo, esto ya rallaba lo absurdo. Al parecer había escuchado mi pregunta cuando menos. Una hechicera maldecida que había sido transformada en espantapájaros para proteger el campo de los muertos. Sin explicar nada más que el beso rompió la maldición, solo la pude ver con una ceja levantado, ¿lo que había pasado siquiera había sido algo remotamente similar a un beso? Mas cuando me entrego un total de 5 caramelos solo pude levantar los hombros, una recompensa era una recompensa, suponía.

¿Y ahora qué hacer? El portal no había aparecido, así que supongo que aun debía hacer algo mas en aquel lugar…

Número aleatorio (1,3) : 1