¿Continuaras con tu Alma? - {Zona 3 - Evento Halloween}

- ¿Pero que demonios...?

Expresó al abrir los ojos con un ligero dolor de cabeza, no entendía bien porque en un momento estaba ejerciendo su labor como de costumbre al destinar las almas de los pecadores a su respectiva penitencias y verse de momento en un sitio extraño ataviado con ropas que no acostumbraba usar en presencia de terceros.

Con ligera parsimonia se levantó del suelo sacudiendo esas ropas negras y acto seguido oteo el horizonte para ver si lograba ubicarse en las inmediaciones. Todo era distinto de su amado inframundo, el aire estaba enrarecido y parecia más normal, lo que le indicaba que estaba en la superficie de los mortales.

- Menos mal no hay nadie que pueda reconocerme. - expresó con sus ideas a voz monocorde empezando a estirar las piernas y seguir un sendero que llevaba al parecer a una casa derruida o abandonada. El paisaje no era tan malo después de todo para alguien de su calaña, incluso le hizo sentirse mejor y al ver una extraña horca, oleadas de un frenesí recorrían su ser como una toxina que siempre mantenía bajo control pues él era un sujeto que detestaba le vieran preso de sus emociones.

Llegó sin prisas a la casa mientras lograba escuchar unas llamas crepitantes en el interior y la voz siniestra de al parecer una mujer de avanzada edad. Sin pedir permiso entró en la casa mirando con desdén una figura grotesca a sus ojos la cual le miró esbozando una sonrisa desdentada.

- Por todos los mil infiernos, si que eres horrible...

Número aleatorio (1,2) : 2

Las cosechas de restos de personas poco a poco se volvían menos abundantes en la tierra, dándole indicio a Rang Vader que estaba finalmente alejandose de aquella zona, pero para su infortunio, su camino no volvía a llenarse de la abundante nieve escandinava a la que estaba acostumbrado, sino más bien un suelo árido y sin vida que le hacía sospechar que su loco y bizarro viaje aún no llegaba a su fin. Además, como si el ambiente no fuera evidencia suficiente, una aguda e inquietante risa hizo eco en los alrededores, presuntamente viniendo de una sospechosa cabaña en medio de aquel seco páramo.

Rang Vader: ... "Tal vez allí esté la persona responsable de mis desventuras. "

Se acerco a la puerta de dicha casa, aparentemente aún recordando sus reglas de cortesía y formalidad pues en vez de patearla como el rudo señor Sith que era ahora, tocó a la puerta delicadamente esperando respuesta. Sonidos de lucha llamaron la atención, como si alguien más hubiera estado allí antes de él, pero dentro de poco cesaron. De hecho, fue justamente al mismo tiempo que la puerta se abrió y era recibido por una repugnante visión.



La hórrida criatura con vestido hizo solo un ademán con sus dedos para empezar a proyectar una especie de energía oscura en el cuerpo del líder imperial, quien comenzaba a sucumbir ante su poder. ¿Era acaso un stand enemigo una especie de maleficio? Sentía su fuerza siendo drenada y su voluntad desmoronándose. Pero no podía rendirse. La imagen de todos sus amigos preguntándose por su ausencia y haciendolos pasar un mal rato en aquella celebración lo hacía enfurecer, por lo que se puso de pie dispuesto a no darse por vencido, pese a las estridentes risas de la bruja, quien parecía estar muy confiada de su victoria.

Rang Vader:  ¡Más le vale desistir señora... "No esperen, es el 2016, no debo asumir su genero" Por que yo, Rang Vader, no se dejará dominar por este ataque. La fuerza que poseo (Efectos de respiración e incremento de cosmonenergía) ¡No es una que usted pueda someter!.  


Dato Bruja:

Número aleatorio (1,2) : 1

Rang Vader estaba preparado para muchas cosas. Un incremento en la fuerza del maleficio, que invocara familiares a atacarlo o que se fuera volando en su escoba mágica. Pero nunca esperó sentir las manos de la bruja tomándolo por los lados de su casco y que esta acercara su narigona y grotesca cara la suya, plantando sus labios en la boquilla del casco para darle un terrible beso que asqueó y ¿Por que no? de pasó hizo estallar a Rangvald.

Rang Vader: Uggggh...

La bruja reía pícara y feliz mientras que el frustrado Dios guerrero se sentía humillado por lo dificil que le resultaba el combate contra la anciana. Pero su enojo incrementaría al darse cuenta que una de sus posesiones había desaparecido. Una bolsita con 6 caramelos que llevaba para compartir con su alumna en estas celebrariones y que ahora la bruja sujetaba burlonamente, toreando al intruso para que fuera por ellos.

Rang Vader: ¡Deme eso!  

Pero en un inesperado giro de eventos, la bruja no se los dio. En vez de eso, los tiró al caldero hirviente que se hallaba a algunos metros de distancia de la casa, disolviendo esas ricas golosinas en algun repugnante menjurje  lleno de otros ingredientes que las brujas aman como pelos de rata, alas de murcielago y ojos de sapo. Este oponente no solo quería acabar con Rangvald, quería humillarlo y hacerlo sentir como basura. Cosa que casi lograba cuando el asgardiano tomó del piso el saquito ahora vacío donde estaban sus caramelos.


Rang Vader: ¡Pagarás por eso!  

Número aleatorio (1,2) : 2

El cosmos del Sith se incrementó a tal nivel que finalmente fue capaz de salir del maleficio de la Bruja, cuyas risas ahora se volvían intentos de súplica para que Rangvald le perdonara la vida. El guerrero de la constelación de Jorgunmandr no era precisamente alguien violento y era capaz de perdonar los intentos de la hechicera por maldecirlo, por humillarlo inclusive por ese repulsivo beso. Pero el atentar con la felicidad de sus compañeros, de su alumna, y de reírse de algo tan importante para él como eso, solo podía ser compensado de una manera. Con un sacrificio.

Rang Vader: ¡Sacrificio! ¡Sacrificio! ¡Sacrificio!


La bruja disparaba sus conjuros a diestra y siniestra pero en un rápido movimiento, el de traje proveniente de star wars la sujetó por la espalda y levantó con suma facilidad sus viejos y frágiles huesos. La hechicera pataleaba y disparaba pero era inútil, sus gritos caían en oídos sordos puesto que no iba a permtirile seguir jugando con los corazones de los demás más tiempo, peor aún que hiciera con sus víctimas luego de terminar de humillarlas. Pero ahora, era momento de darle una cucharada de su propia medicina... ¿O por que no mejor todo un caldero?

Rang Vader: ¡Me saludas a mis caramelos de mi parte!

Súbitamente el guerrero dejó caer a la bruja en su propio caldero, tapándolo y dejandola cocinar en su propio atroz medio para dar fin a los inocentes. Y si bien la bruja regresaría a la vida para atormentar más aventureros que cayeran en su reino, Rangvald no lo sabía, solo podía confiar que había dado fin a aquella criatura y que ahora su fealdad no volvería a perturbar a nadie nunca más... Pero aún había más desafíos que debía sortear si quería volver a casa.

Dado de avance

Número aleatorio (1,9) : 2

La luz se había disipado y aquel sentimiento de una fuerza extraña se marchó con ella. Sin duda alguna estaba en otra dimensión, este nuevo lugar era aún más terrorífico que el anterior, se escuchaban las risas tétricas de una mujer como música de fondo. Aquella persona, o mejor dicho cosa, se había revelado ante mí, salió desde su paupérrimo hogar y se acercó hasta quedar a un metro de mí. Me reto a un desafío, el cual sin duda acepte, pues había dicho ser una bruja y mi alma no quería perder, solo me quedo rezarle a Athena y esperar que me guie hacia el mejor camino.

Número aleatorio (1,2) : 2

La bruja debía darme un beso, sin embargo, la guía que le había pedido a Athena tras mucho pensar y demasiada preocupación, me dijo que para salir de aquella dimensión primero debía vencer a aquella bruja, por lo tanto, deje a un lado mis principios y me vi obligado a actuar en contra de mis principios. Justo cuando la bruja me iba a besar, frene, me disculpe por lo que iba a hacer y la tome del cuello. Pero, justo antes de asfixiarla, ella solo sonrió, en ese momento un vórtice negro me trago y pude sentir mi cuerpo como cuando la luz del pasillo me envolvió. Quizás era la salida, tal vez otro lugar en esta extraña dimensión, no lo sabía, solo me quedaba esperar y rezar para que la luz de Athena nunca me abandone.

Número aleatorio (1,9) : 5

Caramelos: 11