Cementerio - {Zona 1 - Evento Halloween}

Abrí mis ojos y otra vez me hallaba en un lugar diferente al de hace segundos, mas en esta ocasión no había sido por un juego/capricho de un ser superior o lo que fuera que me hubiera llevado al Laberinto del Halloween. No, en esta ocasión había sido la simple realidad de que el paraíso de la azúcar simplemente había decidido que no era digno de sus delicias y me había expulsado lejos de estas. Levante los hombros con indiferencia, los seres extraños que allí vivieran me eran indiferentes si querían vivir para siempre en el pecado de la Gula. Yo tenía otras intenciones.

…Ahora un escenario más familiar a mi vista se levanta, un cementerio, tumbas sin parar y solo puedo aumentar mi sonrisa. Esto es realmente el espíritu de Halloween, la Víspera de Todos los Santos, Noche de Brujas, cómo quisiera uno decirle. Dulces y muertos, solo faltaba un campo de calabazas con Jack-o'-lantern. Me reí ante aquel pensamiento, mas al momento siguiente capte algo por el rabillo de mi ojo. Algo salía de la tierra y, en lugar de asustarme, mi sonrisa se ensancho aun más. Los muertos se levantaban, oh esto sería demasiado entretenido. Realmente adoraba la sensación de que me dejaba las presas que creían podían volverse depredadores.~

Número aleatorio (1,4) : 3

-Ugh, me duele la cabeza- se quejo Yuto al abrir los ojos, molesto al despertar en un cementerio con la espalda apoyada en una lapida. Recordaba fresco en sus memorias su altercado previo en la tierra de los dulces, donde habría hecho frente a las criaturas que allí habitaban. –Lo más perturbador era lo inocentes que actuaban- dijo mientras tocaba su casco con la zurda, notando con el solo tacto como aquello ya no era de dulce, sino de metal. Se fijo y recordó como aquellas criaturas se le acercaron con confianza, invadiendo su espacio personal. Vino a su mente también su reacción, de cómo tomo un gran bastón de dulce mientras exclamaba “¡atrás seres extraños, atrás!” antes de proceder a golpearlos a diestra y siniestra cuando alcanzaban su rango de ataque.

-Y luego me expulsaron y termine aquí- sentencio intentando conectar sus recuerdos, pues aquello que habría vivido momentos antes solo abarcaba hasta el placentero momento donde le partió la cara a esos seres perturbadores, rechazándolos en su extraño y amigable avance. –Entonces continuare- se dijo, reincorporándose para observar con mayor detenimiento su entorno que… bueno, era un cementerio.

“Al menos este ambiente parece más adecuado” pensó al observar las lapidas mientras emitía un una ligera luz con su cosmos para iluminarse en su andar. Se mostraba más cómodo allí que en la zona de dulces, pues aquel lúgubre lugar era, cuanto poco, más adecuado para la situación donde ahora se hallaba. –Esto es…- se dijo al iluminar lo que se hallaba por delante, encontrando frente a él algo que tenia escrito MALAS NOTICIAS por todas partes. Zombis, cadáveres andantes, muertos vivientes, no muertos, podían llamarse como quisieran, pues lo que importaba e aquel instante era que eran MUCHOS. –Que día. Primero seres extraños de caramelo y ahora esto- se dijo mientras suspiraba, apagando aquel resplandor que delataba su posición. Lo que fuera a pasar después era incierto, pues había entrado a la “boca del lobo”.

Dulces actuales: 9

Número aleatorio (1,4) : 4

Número aleatorio (1,4) : 3

Era un conflicto inevitable, un enfrentamiento que el joven de Leo debía afrontar. Ya no había marcha atrás, pues para avanzar debía ir y hacer frente a las hordas de cadáveres, decidido para no echarse para atrás en el último momento. -Vengan- dijo como un desafío que dudaba que estos entendiesen, encendiendo una vez más su cosmos al saber que era inútil intentar esconderse. Su determinación se contraponía a aquellos muertos, quienes se acercaban para… ¿Alabarlo? ¿Cómo?

-¿Qué... es esto?- se pregunto con una sorpresa que habría sido palpable en su semblante de no ser por la máscara, observando aquella ridícula e inusual escena que se desarrollaba en torno y debido a él. –Todos están locos- dijo para sí mientras llevaba la diestra a su sien, buscando masajear aquella sin éxito mientras el paso se habría para que pasase sin obstáculo alguno. “Ignóralo y sigue” se dijo, decidiendo que el mejor modo de actuar ante aquello era restarle importancia y continuar su camino.

El resto del trayecto fue para Yuto un momento incluso más extraño que la tierra de dulces. Iba seguido de cadáveres que se arrastraban para besar el piso que pisaba, transitando por un sendero donde otros le reverenciaban, diciendo casualmente cosas como “alma pura” o “Yuto-sama”. -¿Cómo siquiera saben mi nombre?- indago con incomodidad tiñendo su voz, decidido a salir cuanto antes y con la esperanza de que su destino siguiente fuese menos extraño que aquel.

Dulces Actuales: 9

Dado de Avance:

Número aleatorio (1,9) : 7