Halloween Party! - Pista de baile de Envidia

Seguía bastante confundida por todo lo acontecido, y el hecho de que su acompañante tampoco supiese como explicar las cosas no ayudaba en mucho. Todo era demasiado complicado para haber sido una simple coincidencia...el haberse puesto algo paranoica al llegar ahora estaba justificado.

Todo el mundo hablaba, el estruendoso sonido de la música seguía, y la llegada del chico al cual buscaba su aparente "gemela perdida" solo marcaba un suceso más en su lista, y sería una perdida de tiempo el sorprenderse una vez mas...sino fuera por que aquel joven cuya cabeza efectivamente asemejaba a un tomate se encontraba completamente desnudo.

"Yare yare daze...Por eso Rang desde un principio me dijo que no bailara con desconocidos."

「Ah, ahí están, Yuya-kun y Yuzu-chan」 comento alegre el espectro al hallar a su dúo de circo favorito, aproximándose a estos con una bandeja de bebidas en la diestra y el disfraz de Yuya en la zurda. Se posiciono junto a estos, sonriente todavía en su expresión boba e inofensiva, y dejo el disfraz de payaso encima de los cabellos de su respectivo dueño, dándole así la posibilidad de vestirse si así lo deseaba. 「¿Y a donde te fuiste Yuzu-chan? Luego de salir del castillo del Rey Demonio te perdí de vista y termine viniendo aquí」 le pregunto a la peli rosa a la par que extendía su ahora zurda libre, tomando su antiguo sombrero de copa para ponerlo sobre el idéntico que ahora llevaba puesto, el cual fue absorbido hasta desaparecer en un vórtice oscuro.

Extendió entonces la bandeja de bebidas al grupo allí presente, con ojos entrecerrados que de nuevo carecían de brillo y una sonrisa que a simple vista era común. 「Conseguí esto de un esqueleto hace apenas un momento ¿Alguno quiere?」 ofreció y de golpe la elevo antes de que cualquiera pudiera servirse, alejándola de los allí presentes mientras una pequeña porción de liquido se derramaba de la bandeja. 「Pero simplemente ofrecérselas no tendría gracia, sería muy fácil」 dijo y sus ojos permanecían todavía sin brillo, dotando a su apariencia de aquel aire perverso que tan bien quedaba con su Surplice. Tomo uno de aquellos vasos y de golpe lo tiro a la cara de sus colegas de aventuras, interesado en ver el resultado que habría en ello. 「llevo ya un rato pensando que ustedes dos son novios, así que esto es simplemente un estimulo」 se excuso y ahora su expresión regresaba a la boba e inocente, aparentando como si no hubiera hecho nada malo. 「No es mi culpa」 dijo simple y llanamente, permaneciendo allí a la espera de la reacción.

Lujuria se alegró cuando Yuto los felicitó a él y a Raziel por formar una linda pareja, mostrando un ligero sonrojo. Alguien había hecho que un demonio como Lujuria se sintiera acalorado, eso era novedad. Se unió al grupo de los dobles, observando más de cerca ese parecido que había entre Yuto, Avaricia y el chico misterioso que estaba desnudo en la pista de baile.

-Son un grupo bastante curioso. ¿Alguna razón para tener la misma cara?- preguntó con una sonrisa burlesca sin apartarse de Raziel. Cuando el chico de cabello bicolor preguntó si se podía tomar una fotografía al lado de Raziel Lujuria sacó su teléfono para cumplir el deseo del joven en traje de Adán.

La presencia de un nuevo espectro lo alertó. Todos ellos emanaban ese olor inconfundible de Hades, el hombre que raptó a su señora. Cuando éste apareció y arrojó las bebidas que él había impregnado con Lujuria, el Lord del pecado chasqueó sus dedos, transformando el líquido rosáceo que había caído sobre la pelirosa y el chico de ojos rojos en agua.

-¿Les ha gustado ese truco? Me lo enseñó Jesús, era muy popular en los tiempos bíblicos. Quizá un poco de agua es lo que necesita tu amigo para volver al mundo de los cuerdos- los ojos dorados de Lujuria se posaron sobre el nuevo espectro.-No todos pueden jugar con la lujuria pequeño, podrías hacerte daño. Deja que un profesional se encargue- le advirtió. No le agradaba que los espectros de Hades utilizaran sus poderes para divertirse a costas de otros. Cualquier otro podía hacerlo, pero ellos no.

Aquel chico evidentemente había bebido alguno de los diversos brebajes ofrecidos en la fiesta pues no existía otra explicación lógica a los comentarios que realizaba, aunque en ese punto ya de nada servía el buscarle sentido a las cosas.

Regresó su mirada hacia Joeri, observando sus cejas, efectivamente eran bastante peculiares y le daba puntos al chico tomate por haberlo notado de a primera vista así como ella. Una ligera risa escapó por sus labios al escuchar a su acompañante, quien por lo que podía ver se tomaba las cosas con una actitud más relajada que la propia. Decidiendo finalmente hacer lo mismo, subiendo una de sus manos y haciendo uso de su pulgar para acariciar durante un breve momento una de las cejas de su acompañante mientras respondía a su pregunta. "Nunca lo ha sido, pero debes admitir que tienen cierto parecido~" ...Cierto parecido, efectivamente lo tenían, eran prácticamente idénticos y estaba segura de ello, pues de ser lo contrario, su mente no la hubiese confundido durante un par de segundos en los que le hizo creer que quien se encontraba en aquel estado tan comprometedor era Joeri, y no ese tipo con cabeza de legumbre.

「Tch, y yo que pensé que los lores del pecado tenían mejor sentido del humor」 dijo al torcerse su boca en una mueca de ligero disgusto ante las acciones de Sean, con sus ojos una vez más entrecerrados y sin brillo. 「¿Esparces tu pecado por la fiesta y luego resulta que no te hace gracia? Decídete, ¿Realmente eres el lord de la lujuria? Pareces mas el posesivo de avaricia」 reprocho y bajo la cabeza con ligereza, torciendo una vez más ambos, tanto sus ojos como su expresión, en aquellos cuya naturaleza reflejaba tranquilidad. Puso entonces su zurda en el hombro del pecado y dijo 「Pero fue realmente un buen truco de magia, no me esperaba que eso pasara」 sin ápice alguno de burla, pues realmente reconocía que ello había sido un buen toque. El caos y lo repentino eran para Mefistófeles la verdadera diversión, llegando sin previo aviso mientras se mostraba contrario al orden: aburrido y predecible.

「Ahora te encargo esto, señor experto, dado que para empezar eran tus bebidas」 le dijo entonces en tono burlón a Sean y entrego las bebidas a su cuidado, cediendo aquello al notar el enfado del pecado. A Kumagawa poco podría importarle aquello de cualquier modo. A él, un caótico individuo que cambiaba constantemente, le daba completamente igual desprenderse de aquello por lo que carecía de aprecio alguno, devolviéndolo a la raíz de donde se había originado. Mefistófeles era así de todas formas, complementado por la naturaleza del buen perdedor, quien podía revertir las cosas mientras le resbalaba cualquier clase de comentario despectivo que quisiera rebajarlo. Había vivido siempre entre la mugre y la derrota, destinado a ver la grandeza como un sueño lejano. Por ello, incluso si era odiado, incluso si le despreciaban e incluso si era inútil, el se levantaría una y otra vez, siempre mostrando aquella sonrisa que aceptaba la derrota sin rendirse de seguir intentando. Todo por el simple objetivo de demostrar que incluso él podía ser mejor que los prodigios, que podía ganarles.