Gran Torneo Planetario: Arena de Batalla

El ansiado día del torneo organizado por el dios del sol y su hermana Athena había llegado. Las gradas comenzaban a llenarse de estudiantes nuevos de la academia de Santos y civiles que, aunque no comprendían muy bien de qué se trataba, habían adquirido su boleto para presenciar el show anunciado en la radio y medios de comunicación locales por el alcalde de ciudad Rysel, el mismo Febo Abel.

Una arena de forma cuadrada, cubierta por las luces de los reflectores y una proyección de la bóveda celeste en el techo en el que se podían contemplar todas las constelaciones del ejército de Athena. El escenario de combate estaba equipado con dos grandes pantallas localizadas en lados opuestos de la arena en las que se podían ver los nombres y rostros de los participantes.

Un hombre pelirrojo que vestía con unos pantalones de camuflaje y una camisa verde se encontraba en el centro de la arena con un micrófono.-¡Hola gente maravillosa! ¡Mi nombre es Rob y tengo el honor de ser el presentador de este gran evento!- Rob sonrió para los presentes, animando a las personas a hacer ruido elevando sus brazos -Hoy es un día muy especial en Ciudad Rysel, porque en este día tenemos en nuestra ciudad a los paladines estelares, el equipo visitante compuesto por formidables guerreros que ha venido a aquí para poner en aprietos a los héroes locales- el presentador señaló hacia el palco en el que se encontraban los visitantes de la luna, provocando una ola de gritos eufóricos de los espectadores. Rob bajó su brazo y esta vez dirigió su mirada al palco en el que se encontraban los Santos de Athena participantes.-Y de este lado tenemos a los valientes chicos que siempre están dispuestos a defendernos del mal, ellos son el equipo local, los Santos de Athena, ¡aplausos para ellos también!- La gente no entendía nada de lo que Rob decía, pero ellos creían que todo era parte del show.

Abel ya se encontraba en su palco privado, observando al hiperactivo Rob calentar al público con sus gestos exagerados.

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-La arena mide 40 x 40 metros.

-Las peleas se realizarán en este mismo tema. Cosmos hará una lanzada de dados para determinar quienes combatirán. Los jugadores que no estén en la arena pueden rolear en los palcos preparados para los equipos, donde podrán interactuar con sus compañeros y observar el desarrollo de los combates mientras esperan su turno para luchar.

-Cada pelea ganada les dará 50 puntos de experiencia. Si ganan con la mayoría de su HP intacto (no bajar de 22 puntos) o sin perder HP obtendrán 80 de exp.

-Es un torneo amistoso, está prohibido rolear que se mata a otros participantes.

-Cuando el HP llega a cero el luchador cae en estado de inconsciencia y no puede pelear más.

-Si el número de usos de las acciones/técnicas se agota y aún tienen HP, tienen la opción de rendirse o de ser atacados por el enemigo hasta que no les quede más. Se les recuerda que el máximo de acciones de los personajes es 15, es decir, 15 dados de acción durante toda la pelea. Nueva regla: si se quedan sin acciones, pueden sacrificar sus puntos de HP para obtener más. 1 punto equivale a una acción.

-No será un torneo de rondas: el ganador será el último que quede en pie. Si terminas tu primera pelea, inicias otra con un participante diferente. Todos los personajes tendrán 2 oportunidades, la segunda descalificación es la eliminación definitiva del torneo. El equipo que tenga más puntos (Victorias) al final del torneo obtendrá un bonus de experiencia y monedas. Del mismo modo, el jugador con más victorias individuales tendrá un bonus de exp adicional.

-Este evento será on-rol, quiere decir que todos los acontecimientos que aquí ocurran afectan a la historia general y a la de sus personajes.

El torneo había iniciado sin inconvenientes y el primer combate no tardó en anunciarse. De brazos cruzados y con expresión seria, Bakura permanecía en su puesto aguardando ansioso su turno. Con lo mucho que disfrutaba las peleas, no podía negarse a participar en un evento como aquel.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el final de la batalla entre el Santo de Cáncer y el Paladín de Saturno era declarado. Después de unas palabras, el presentador anunció el siguiente combate. Bakura sonrió cuando apareció su rostro en la pantalla.

—Ya era hora. —murmuró, agradeciendo que su batalla fuese tan pronto. No creía que pudiese esperar más.

Ya vistiendo su Core se puso en pie y abandonó el palco mientras el presentador anunciaba el nombre de ambos contendientes. Tenía el conocimiento de que los Santos de Athena eran guerreros poderosos; era momento de comprobar qué tanto.

—Bien, veamos como resulta esto. —dijo para sí al detenerse en el lugar indicado al centro de la arena, escuchando el clamor del público emocionado mientras esperaba que su contrincante se presentara.

Rob recibió un mensaje de último momento, sorprendiendo un poco al presentador, quien comenzó a hablar con algo de nerviosismo por lo inesperado de la situación.-Parece que el participante Vasant no ha llegado al coliseo- Rob recuperó la confianza en su voz para dar la segunda parte del anuncio.- ¡No se preocupen!, seleccionaremos a otro participante para que se enfrente a Bakura. Les ofrezco una disculpa de su parte- dijo el pelirrojo de forma tranquila, haciendo una reverencia y presionando nuevamente el botón del seleccionador.

Off: han pasado 24 horas desde que se anunció la pelea. Como es la primera vez que esto sucede, Vasant no será descalificado por esta ocasión. Tendrá la oportunidad de volver a pelear después.

El tiempo de respuesta es 24 horas, quien no postee en ese lapso perderá una de sus oportunidades de luchar. Si no postean en dos ocasiones pasado el límite de tiempo será la despedida definitiva del torneo.

Como todo, ni un evento de tal magnitud podía resultar perfecto. El Santo de Aries no se había personado en el coliseo y el presentador se vio obligado a reelegir al participante que competiría del lado de los guerreros de Athena.

Bakura resopló con fastidio. Él sólo quería pelear, le daba igual con quién fuera.

Entonces su contrincante hizo acto de presencia en la arena. Un jovencito delgado y de cabello azul que a simple vista no parecía ser para nada una amenaza se presentó como el Santo de Escorpio, vistiendo su Cloth correspondiente.

—Bakura, Paladín de la Tierra.

Bakura se presentó de vuelta sólo para no parecer descortés, pues el presentador ya había mencionado su nombre. Entonces el chico le propuso comenzar el combate.

—Me parece bien. Estoy ansioso por pelear y ya he esperado demasiado —declaró Bakura como respuesta a las palabras de su contrincante—. Adelante, te concedo el primer movimiento. Veamos que es lo que tienes.

Tomando posición de combate sus labios se curvaron en una confiada sonrisa, apenas mostrando sus dientes blancos. Sentía curiosidad por saber si los Santos de Oro eran tan fuertes como había oído y era una buena oportunidad para averiguarlo.

Antes de que se diera cuenta, el Santo lo estaba atacando con una velocidad impresionante. Bakura logró bloquear algunos golpes, mientras que otros traspasaron su defensa aunque sin causar demasiado daño.

—Eres rápido —admitió, tomando distancia cuando su contrincante se apartó—, pero dudo que eso sea todo lo que tienes.    

Notaba que Escorpio no estaba peleando enserio... O al menos, le daba esa impresión. Y eso no le gustaba.

El chico de cabello azul se detuvo a hablar una vez más. Escuchando sus palabras Bakura recordó que él no siempre había sido un Paladín, por lo que no sabía cómo pensar al respecto.

—No puedo hablar por mis compañeros, pero por mi parte puedo decir que disfruto de las buenas peleas. Sólo podre saber si vales la pena como un guerrero viéndote combatir —expresó Bakura una vez su contrincante terminó de hablar—. Así que, espero puedas darme una buena batalla. Yo no voy a contenerme, y espero que tú tampoco lo hagas.

Alzó una mano en el aire preparado para realizar su próximo ataque ya que su contrincante se lo pedía.  

—A ver si eres capaz de resistir esto —encima de su palma comenzó a formarse una esfera de fuego negro que alcanzó gran tamaño la cual arrojó hacia el Santo sin pensarlo dos veces—. Muéstrame el verdadero poder de un Santo de Athena. —dijo a modo de provocación. Quería que el Santo se dejara de juegos y peleara enserio.

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