Cuando todo está perdido [Priv.X]

Hacia poco tiempo que me había convertido en santo de athena, realmente no me importaba mucho el servirle a una diosa que ni siquiera conocía antes de portar la armadura, sin embargo se lo debía a mi pueblo; se lo debía a mi hermana.
Al parecer la vida en el santuario no era tan tranquila como aparento al inicio, algunos santos incluso la elite dorada tenia que salir de vez en cuando, eso realmente me agradaba, como vagabundo que fui, no me era posible estar estable mucho tiempo en un solo lugar. Así que decidía auto proponerme como voluntario en misiones lejanas, eso ayudaba mucho y podría probar alcohol de tierras lejanas.

Decidió después de mi última asignación volver al santuario, a ver en que mas se podía ocupar, mientras caminaba, baje un poco mí mascara dándole un buen trago a mi vieja licorera que no hacia mucho pude llenar.
Justo cerca de la autopista, pude sentir algo extraño, un cosmos oscuro y perverso, bastante poderoso pero aun inestable. Me coloque la mascara y ajuste las correas de mi caja de pandora y decidí investigar, no tarde mucho en verlo, un chico con una surplice, envuelto en un cosmos raro, oscuro con forma de alas, no sabia si estaba herido, no tenia obligación de destruirlo o al menos no tenia las ordenes así que simplemente decidí acercarme un poco para comprender que le pasaba, pues parecía sufrir.

-Tsk, alguien parece estar teniendo un mal día no?- le dije al colocarme de pie a un lado de él, observándolo con curiosidad, guardando la licorera en mi gabardina, sin encender mi cosmos pero estando alerta por cualquier situación que se presentara, después de todo un espectro no es alguien en quien se pueda confiar…después de todo ni yo sabia en quien confiar aun.
Lo examine unos momentos, para colocarme frente a él y colocarme en cuclillas para verle el rostro.
-O estuvo muy buena la fiesta de anoche, o que? Tienes algo de alcohol de casualidad?- comente para ver si buscaba pelea o simplemente trataba de regresar al inframundo, después de todo no estaba en posición de asesinar a nadie, que no cometiera algún acto que yo considerara “malo”

Al ver su rostro comprendí que algo le estaba afectando, podía ser ese cosmos maligno que lo envolvía, me lleve la mano a la barbilla tratando de adivinar de qué se trataba. Definitivamente este tipo estaba muy lejos del inframundo y en su misión cercana en aquella ciudad no escucho siquiera que los espectros atacaran a nadie, además este estaba solo, y que no lo espectros podrían habérselo llevado? Quizás lo creyeron muerto, pero no tenia conocimiento de más santos de Athena en los alrededores.
-Oye amigo estas bien? Andas algo lejos del infierno no es así? Quizás lo mas piadoso seria cortarte la cabeza de una buena vez.- Lo seria? Había escuchado muchas veces de la justicia del santuario para los espectros y aun para los desertores, eso no me parecía bien del todo.

Esperando alguna respuesta por parte de el tipo, que parecía sentirse como si trajera una enorme roca sobre el dijera algo, baje la caja de pandora, envuelta en lino blanco de mi tierra natal, para ocuparla como un asiento.
Coloque mi antebrazo sobre una de mis piernas y agite la licorera cerca de mi oído, comprobando su contenido y volteándome para volver a dar un gran sorbo al whisky.

El chico ya no solo era extraño, sino que parecía tener problemas serios, un cosmos oscuro, emanaba sin control de su cuerpo, parecía estar luchando contra eso, y eso llamo la atención del geminiano.
-De veras tienes problemas amiguito- masculle en lo que aquellas extrañas alas que formaba su cosmo energía se iban retrayendo y decía algunas tonterías como si estuviera en otra realidad.
-Bueno amigo, como dije estas lejos del infierno, y dicen…que los que portan esta armadura padecemos de doble personalidad, acaso también le aplica a…la gente como tu?- le dije señalando aquella armadura, parece que tienes problemas, -eres un nuevo sirviente de Hades acaso?-
Luego parecía tomar más control sobre si mismo, dejando un buen agujero en el suelo, y levantándose injuriándome sobre mi estado etílico.
-Oye oye! No apesto a alcohol, apesto a Whisky, podre parecer un vagabundo pero solo bebo lo mejor jajajajaj- luego parecía buscar algo de pelea, hubiera estado bien, si no fuera obvio que no estaba completamente en sus cabales, además, era claro que no estaba en servicio en esos momentos.
Me levante interponiendo la caja cubierta de lino entre ambos, haciendo un ademan ostentoso
-En realidad no tengo un nombre…todos me llaman X…X de géminis- dije al tiempo que retiraba de un jalón el lino que cubría mi caja de pandora –Desear morir…estas seguro que en tu estado puedes sostener una pelea en contra de un caballero de oro? Aunque tienes suerte, no estoy de servicio-
Me lance apoyando ambas manos sobre la tapa de la caja volviendo a tomar asiento, esta vez engarzando un pie en la manija de la cadena que la abría.
-Así que cuéntame, eres una marioneta, o realmente eres un espectro, francamente no me queda muy claro- con la mano derecha saque la licorera, lanzándola cerca de el en ademan de invitación
-Porque no bebes un poco y me cuentas? Al parecer tenemos mucho tiempo, o no se tu-

Me incline un poco hacia a aquel chico, ahora entendia bien la situacion, la cual era bastante dura, asi que senti que no representaba peligro alguno para el...no ahora, aun no.
-Entiendo amigo...bebe un poco eso calmara tus nervios, detenerte? bueno no realmente en tu estado actual no representas ninguna amenaza, esta en ti abrazar el poder de Hades o rechazarlo y lograr quitarte esa armadura-

Luego me eche hacia atras, en la hierba e la carretera subiendo los pies en la caja dorada de geminis -Fui asignado al igual que tu a Kauz, supongo que a llenar el hueco que dejaste, tuviste mala suerte entonces, no se de que rango seas viejo pero de si lograron atraparte e injertarte el espiritu maligno pues...quizas te equivocaste de oficio al ser santo de Athena, tranquilo no te hare nada, aunque tampoco planeo ayudarte, puedes estar tranquilo, al menos el santuario sabra que no eres un traidor, pero solo hay una persona que puede librarte de esa sapuri viejo y creeme no esta en el santuario.

Las cosas no pintan tan bien para esta ciudad si Hades esta reclutando asi, pense sin decir nada pero no queria cargarle mas al pobre chico. despues de todo era suficiente cargar librar con emonios internos y ahora los externos...era algo que yo sabia bien.
-Bueno muchacho, te recomiendo que ya sea lo que elijas y el bando que decidas, no debes hacerlo aqui, porque si bien es cierto que yo no busco pelea contigo, pues apenas voy a "instalarme" no tardaran en buscarte, la justicia el santuario es extraña, pero es lo que hay y tu sabias los riesgos de portar una armadura en nombre de la diosa-

Me sentia mal por el pobre chico pero debia de mostrar lo que valia asi que estaba por su cuenta, extendi mi mano derecha hacia el a manera de respeto y saludo, al menos sabria que alguien supo que no fue su voluntad unirse al ejercito del dios del inframundo, tal vez necesitaba algo como eso.....-X santo dorado de geminis,-

Ayude aquel chico a levantarse cuando se apoyo en mi mano, en realidad yo no era nada piadoso ni nada pero sabia lo que era estar solo quizas eso fue lo que me hizo quedarme e incluso perdonarle la vida.
-La mascara....claro esta la uso desde mucho antes de llegar a el santuario, no es una historia que me agrade contar pero te lo dire, hace muchos años al igual que otros santos de mi constelacion fuimos dos...en mi caso no eramos gemelos varones sino mellizos, ella murio y bueno, no me gusta mucho ver su rostro en mi.

Luego de apoyarlo y escucharlo, tomo el lino egipcio y volvio a cubrir la caja para echarsela a la espalda. y comodarme las botas,asi como guardar la pequeña licorera, en mi bolsillo y estirarme un poco.
-Bueno viejo supongo que puedo llevarte a la entrada de la ciudad, una vez ahi....estaras por tu cuenta, no creo que al resto de los santos en la ciudad les agrade ver al chico nuevo con un espectro, aun cuando aun no estes convertido del todo, ademas me da pereza dar explicaciones.-

Viendo su estado pase su brazo por encima de mi hombro y lo tome por la espalda para apoyarlo en mi,- bueno chico, si logras deshacerte de ese pedazo de metal hecho de sangre del dios del inframundo, vuelve, abogare cuanto pueda para que no seas acusado de traicion o lo intentare-
Asi de a poco pude ayudarlo caminando por un costado de la carretera tarareando una cancioncilla en arabe para llegar a la entrada de la ciudad.

-Claro lo entiendo a la perfeccion- respondi a la platica del aquel chico mientras llegabamos a la ciudad y seguia medio contandome sobre lo que le sucedio, para luego tomarse del prisma que daba la bienvenida a Kauz.

-Te entiendo, yo ni siquiera confio en mi, aunque diferente, yo poseo la luz y la oscuridad y honestamente suelo guiarme por mi agresividad sobre todo en batalla, no confio siquiera en el santuario, pero eso es por mi modo de ser, en cuanto a lo que hiciste, fue imprudente, pero es bueno que no te arrepientas, si yo hubiera podido dar la vida por mi hermana como lo hizo ella, hubiera sido feliz, tal vez esa sea la razon por la que porto la armadura, no enmendarme, sino hacer lo que ella hubiera hecho, proteger.-

El joven se alejaba lentamente, en un estado deplorable, habre hecho bien en dejarlo ir? quizas ese pensamiento me seguira unos dias, al menos aminore un poco su pena.
-Bueno chico, supongo que nos veremos pronto de un modo u otro, suerte- Luego ajuste las correas a mis hombros y continue mi camino al interior de la ciudad, lo mas probable es que sucumba ante el poder del espectro, entonces podre darle un fin digno a este santo.
De algun modo y contrario a mis costumbres, le ayude a alguien, afortunadamente aun no era completamente un enemigo asi que estuvo bien.
Ahora solo quedaba reunirme con el resto de los santos en la ciudad para ver como se desarrollaban los sucesos ya habia hecho mi "buena obra del dia" pero porque me molestaba no haber podido hacer mas? quien sabe de todos modos no hay forma de que yo hubiera hecho otra cosa que no hubiera sido acabar con su existencia, deje libe un peligro potencial, pero tambien le di la oportunidad de probarse a si mismo como un santo.