Salón de Banquetes- Evento de año nuevo: ¡Valhalla de Gala!

Diciembre, el último mes del año, y como siempre las celebraciones que se realizaban en este llamaban a las personas a compartir juntas, a disfrutar de aquellos momentos que les permitían reunirse… Y ante aquella idea siempre solo podía bostezar y aburrirme. Era demasiada tranquilidad, demasiado orden. Prefería el caos pero no como el Grinch o algo similar (ya que estamos en época), no me importaba tanto que otros disfrutaran o no de la fiesta, eso era cosa suya. Simplemente… me resultaba demasiado típico para mi propio interés. Pero bueno, este año podría llegar a ser ligeramente diferente…

Una invitación a Asgard para celebrar aquella fiesta. No pude sino sonreír divertido ante aquello. En primer lugar ser invitado a mi tierra natal no era algo que hubiera esperado, menos había pensado que sería por Navidad, en el palacio Valhalla entre todos los lugares. La fiesta misma celebrada por todos los dioses guerreros… De ser otras las circunstancias, probablemente no hubiera prestado atención a la invitación o hubiera ido a volver aquel lugar un caos digno de un demente, pero cierta persona había llegado a mi cabeza cuando leí la invitación. Alguien a quien tenía el deseo de ver y yo siempre seguía mis deseos.

-Fufu, ahora, ¿dónde estará? Este lugar es demasiado grande~- murmure girando sobre mí mismo, buscando hacia dónde ir. Llevaba las ropas de siempre, pero en esta ocasión no llevaba la capa de rojo color y en su lugar tenía una chaqueta de un violeta más oscuro, para cubrirme del frio.  Mientras seguía con mi tarea, sin siquiera pensarlo en cuando el olor a comida llego a mis fosas nasales me relamí los labios, podría fácilmente probar comida mientras buscaba a la joven (y con suerte la encontraría allí). Y de esa manera seguí a mi olfato hasta dar con el banquete…

Luego de la peculiar escena llevaba a cabo por el par de apuestos jóvenes que dejó claro que no estaban interesados en recibir la atención de más doncellas, el Dios guerrero de Phecda siguió disfrutando del banquete. Se quedó pensando en lo diferente que pueden ser las culturas en tierras lejanas a aquella donde el ha sido criado, pensando en las distintas tradiciones, hábitos y conductas que pueden ser o no bien vistas por la sociedad de cada región diferente.

No obstante, dicho tren de pensamiento hizo una escala de emergencia al encontrarse con una figura sumamente familiar. No distinguía el cabello o la indumentaria del todo, pero definitivamente podía imaginar ese rostro con un cabello y traje distinto y seguramente resultaría en alguien conocido.

Rangvald: "Piensa Rangvald, piensa, tu lo has visto antes.... has memoria. "

Mente de Rangvald escribió:

El proceso mental del parchado lo llevó a remontarse a aquella bizarra fiesta de Halloween donde había encontrado una gran cantidad de rostros nuevos, pero realmente había interactuado con una cantidad sumamente diminuta de personas, la mayor parte del tiempo mirando los alrededores del castillo para no sentirse perdido o poniendo atención de que nadie de aspecto poco confiable se acercara a sus compañeros (Por no decir su alumna). No obstante, en eso recordó a la única persona con la que había sostenido una conversación de más de 3 diálogos en esa fiesta.

Rangvald: "Espera... espera..."

Mente de Rangvald escribió:

Tras quitarle el cabello blanco y holgado traje de noble europeo, y reemplazarlo con un extravagante corte de cabello morado con un mechón carmesí junto con un traje morado de la misma semántica más una chaqueta para el frío, la imagen mental de aquella persona coincidía con la de aquel joven que olfateaba maravillado los deliciosos platillos que el banquete asgardiano tenía por ofrecer. Con una probabilidad del 90% de certeza según Rangvald, aquel joven era nada más y nada menos que...

Rangvald: Pero si es lord avaricia en persona. Tiempo sin verlo... Dígame ¿Está disfrutando las festividades?  

Habían decidido que, después de arreglarse, irían al banquete; mientras que, a fin de cuentas, Serena terminó arreglando su cabello, solo que esta vez no se trataba de un peinado elaborado, si no algo más simple como son unas suaves ondas.

—Yo no tengo problema con volver al karaoke. Todo lo contrario. Veré y escucharé el resultado de tu entrenamiento vocal, Serena. —Aquel lugar estaba bastante lleno, tal como supuso. —Espero que te guste cantar, Yuzu. —Dijo a la otra chica que les acompañaba.

Le pareció bastante divertido el ver como algunas personas cargaban con algún abrigo enorme, dejando saber que no eran de por aquellos lares, pues, después todo, la gente de Asgard se acostumbra al frío clima que había ahí todo el año. Miró más atenta en el salón cuando su amiga mencionó el buscar una mesa, y, al parecer, alguien conocido para ellas apareció.

—¿Yuya? —Preguntó. Supuso que era aún más conocido por Yuzu. —Hey, Serena, come todo el pastel de chocolate que quieras, pero el de fresas es mio. —Dijo bromeando; prácticamente pues el pastel de fresas era su favorito.

~:

No tenia particular interés en quedarse en los jardines o en entrar, la verdad. Por los instantes, solo era un seguidor y por ende, fue tras Charrrrlie de Géminis, fumando un nuevo cigarrillo. Con un hilo de humo elevándose a un lado de su cabeza vio como la chica se giraba y le dedicaba unas cuantas palabras, a lo que el japonés se encogió de hombros. -Puedo fumar afuera o aquí, es la misma verga. Wuahahahah.- dijo, olisqueando el aire, haciendo función de su percepción extrasensorial. Atem estaba ocupado, percibió, liberando hormonas y... Sí, se estaba cogiendo a alguien. Bien por él, pensó, al menos uno de los dos estaba ejercitando el pito. Él por su parte, no tenia tanto éxito. No había alguna zorra sucia de esas que servían cosas en minifalda, como en las cafeterías de ciudad Klaus. Entonces oyó a la chica interrumpiendose a si misma, avanzando a la sección de comida dulce. Horneados, glaseados, ese tipo de porquerías.

-Prefiero la uva.- le dijo el tuerto al arribar al mismo punto con menos pasos, cosa de las diferencia de altura. En sus manos había una pata de pavo desmesurada a la que le dio un mordisco desmedido, arrancando tendón y carne, dejando chorrear la grasa por su mentón. Calado entre los dientes mantenía su cigarro ya consumido a la mitad. -Ah mira, SÍ tienen uva.- dijo apreciativo. Tomando un pastel de uvas silvestres lo giró en su mano libre, acabando la pierna de pavo. -Pastel gemini, pastel.- añadió haciendo un cakebump, pegándole un mordisco aún mayor a los anteriores, esparciendo crema sobre su barbilla. Esa mierda estaba buena.

El tiempo transcurría de manera pausada, las personas parecían complacidas por las celebración por el fin de año, estas épocas siempre han sido motivo de alegría, de paz momentánea y sobre todo una sensación de tranquilidad en el ambiente, como si todos los problemas se disiparan de repente.

Hisoki había decidido ir a la fiesta, era un invitación general para todos los caballeros, a una celebración por la partida del año viejo y la llegada del nuevo año, que se daría lugar en Asgard, no parecía mala idea ir, al menos así podría ir conociendo a los demás caballeros. Y Ahí se encontraba en la fiesta, específicamente en el  salón de banquete, había escogido para la ocasión una camisa de color rojo oscuro, un pantalón blanco, si su prenda por así decirlo, mas llamativa, un manto o capa de mangas largas de color blanco, adornada con detalles dorados y algunos kanjis japoneses.

Al entrar al lugar, podía sentir el fuerte olor a Alcohol y las personas disfrutando aquel banquete tan refinado, parece que si se habían esforzado en organizar una buena velada para aquel día festivo; él rubio caminaba por el lugar observando a todos de reojo, acercándose a la mesa, donde se encontraba toda aquella comida con buen aspecto, aquella fiesta le recordaba un poco a las reuniones de su familia, aunque esas eran mas estrictas y exigían buenos modales en todo momento, incluso para respirar, resultaban bastante agobiantes, era relajante ya no tener que soportar esas cosas. Sin mas tomo un plato observando que podría servirse, ya había planeado lo que tomaría, hasta que su vista fue tentada por un hermoso pastel, su expresión seria cambio por un momento, casi le brillaban los ojos ante el pastel, pero rápido tomo de nuevo la compostura y tomo un trozo para degustar el pastel, mirando por un momento a dos personas que estaban ahí, un hombre con apariencia de maleante, y una chica de cabellos morados, sin embargo no les presto mucha atención ya que su atención estaba en el trozo de pastel.

Este delicioso~ - exclamo para si mismo  con una leve sonrisa en el rostro mientras comía aquel delicioso pastel.

traje:

Ah medida que terminaba sus plato de pastel y solo terminaba de limpiar algunas migajas y crema del plato con su cubierto, se percataba de que alguien le observaba, sentía esa extraña sensación,  intentaba no darle importancia a quienes le rodeaban, solo quería tranquilidad y calma. Al terminar con aquel delicioso pastel escuchaba algunos sonidos residuales de conversaciones de las personas, en un dado momento miro a aquella chica de cabellos morados junto al hombre con una extraña figura en su ojo izquierdo, ella lo miraba fijamente, a lo cual él levanto una ceja mirándola; a pesar del ruido de las personas, pudo escuchar lo que ella había dicho, en ese momento se cuestiono a si mismo "¿Parezco una chica?....".

termino por mirar a su plato nuevamente soltando un largo suspiro, nunca creyó escuchar que alguien quisiera vestirle de niña, pero bueno, hay muchos tipos de personas en el mundo, por ser caballeros no quitaría el hecho que seguían siendo personas como cualquier otras, por lo cual tendrían gustos particulares.

Tomo su plato y camino un poco por la mesa del banquete, en busca de algún alimento salada de su agrado, dejando de lado aquellas extrañas palabras que desearía no haber escuchado. Tras servir un poco de carne y algunos complementos como verduras,  se fue a sentar en una mesa  para comer en tranquilidad; cuando no hubo mucha gente cerca suyo, se estiro intentando dejar de lado aquel estrés, puesto que siempre andaba tenso, la costumbre de siempre portarse correcto durante años ya lo tenia agotado, esta vez podría aflojarse un poco aquella corbata imaginaria que representaba aquella vida tan agobiante que había llevado por años.

-Sore wa... odayakadearu koto ga yoi kanji (Se siente... bien poder estar tranquilo)-

Dijo en su idioma de origen, soltando un suspiro  con una leve sonrisa, luego de eso, paso a juntar sus manos y dar las gracias, antes de comer, como es tradicionalmente en su país, al terminar de dar gracias, se dispuso a comer  saboreando cada bocado de la comida.