Salón de Banquetes- Evento de año nuevo: ¡Valhalla de Gala!

Terminaba de acomodarse en la mesa junto a las otras chicas, tomando sus cubiertos para seguir disfrutando de aquel delicioso pastel de chocolate , la fiesta avanzaba de manera tranquila, pero los invitados se veían contentos y eso era realmente lo único que le importaba.  No muy lejos de donde se encontraba logró ver a Yuya, suponía que se dirigía a sentarse junto a ellas, tras haber sido llamado por Yuzu.

Pero vaya que su suposición era errónea.

Su cuerpo se tensó durante un momento  al ver al joven de cabello bicolor subir a una mesa., preguntándose qué era lo que planeaba, abriendo sus ojos un par de milímetros más, en sorpresa y confusión al escuchar sus palabras.

“No tengo idea, pero olvida lo que dije hace rato, no debemos hacer más fiestas…” Murmuró como respuesta a su amiga pelirroja. Primero había sucedido lo del karaoke con aquel espectro, y ahora a Yuya se le ocurría armar un show sin haberle avisado a nadie -el cual sorpresivamente estaba muy bien organizado-. Giró su rostro para ver a su amiga tras enterarse por fin de que se trataba todo el espectáculo,  expresando la misma confusión.

Más que el show, le preocupaba que la gente se llegase a sentir incomoda por las acciones tan poco convencionales del chico, pero tras otorgar un rápido vistazo a su alrededor pudo notar que los invitados lo habían tomado de la mejor manera,-probablemente al pensar que todo había sido planeado desde un principio-… y tal vez ella debía hacer lo mismo.

Tomó una de las copas que ahora ocupaban su mesa, pensando en si era lo correcto seguir con el improvisado concurso que uno de los invitados con tanto “esfuerzo” había organizado.  Llegando a la conclusión de que si bien no era la decisión más inteligente,  sería la más entretenida, a final de cuentas se encontraban en medio de una celebración especial.  

Sin pensarlo más tomó la copa  y la acercó a sus labios,  dando un pequeño sorbo para apreciar el sabor, antes de imitar las acciones de su compañera, quien se veía bastante entusiasmada con todo lo acontecido,  y beber el líquido en su totalidad. “Vamos Yuzu, solo faltas tú~  …Y ni creas que te vas a escapar Yuya! tú también nos vas a acompañar.” Pronunció con una ligera sonrisa en su rostro, a pesar de lo repentino que había sido todo ya podía asegurar, que sería una noche bastante divertida.

“Iré por más pastel, ya regreso~” Continuó antes de levantarse de su lugar, tomando su plato y otra copa para beber en su recorrido, regresando a la zona donde se encontraban situados todos los postres, colocando en su plato una rebanada más del pastel que había elegido con anterioridad. Parecía como si el show de Yuya hubiera atraído mas gente, pues ahora el banquete se encontraba a reventar. Giró su cuerpo ligeramente, en un intento de no chocar con la gente que se acercaba a la mesa para poder regresar sin haber ensuciado la alfombra o peor aún, la ropa de alguien.  

Después de esquivar a un par de niños que corrían por el salón, se detuvo un momento para dar un trago a su bebida, aprovechando de igual manera a dar nuevamente un vistazo rápido, en búsqueda de el “Clon” avaricioso de Yuya, a quien se había asegurado de enviar una invitación.

Y sus ojos se encontraron con una cabellera de color morado, pero no era la que ella buscaba. Se trataba de una joven, y aunque el largo de su cabello llamara la atención, este no era la razón por la cual su mirada se había quedado fija en ella, si no , que su rostro era igual al suyo.  Sabía a la perfección que no se trataba de Yuzu, pero de igual manera giró su rostro para asegurarse que la chica aún se encontrara en la mesa, en compañía de Yuya y Erza.  Nuevamente en esa noche, se encontraba sorprendida.

“Yuzu!... Yuzu! Ven! “Exclamo en un tono alto, para que la pelirosa pudiera escucharla,  esperando a que se acercara a ella antes de continuar. “Ya viste a la chica de cabello morado? No somos dos nada mas.”

—Estuvo bueno —dijo Bakura para sí, habiendo dejado el plato vacío. Le habría gustado seguir probando un poco más de esa deliciosa comida, pero desafortunadamente ya estaba lleno y si seguía comiendo explotaría.  

Tomando una copa que acababan de dejar sobre su mesa se puso de pie para echarle un vistazo al panorama. Mientras miraba alrededor sin prestar realmente atención a lo que los otros invitados hacían, consideraba en silencio la idea de salir a caminar un rato y conocer otras partes del palacio.

—Quizás vuelva más tarde —bebió un sorbo de vino y se encaminó hacia la salida. Ya había comido suficiente y no había otra cosa que le llamase la atención en ese salón.    

La situación se había animado mucho en el banquete y eso hacía feliz al paladín de Saturno, quien se ajustó la corbata mientras su público pedía más entretenimiento. Yuzu le propuso beber una copa juntos, a lo que el paladín respondió con una sonrisa.-Claro- bebió la copa como si fuera un vaso de agua. Yuya estaba acostumbrado a beber, se necesitaba más que un poco de vino para hacerlo desvariar. Era una ventaja muy injusta al verse entre bebedores primerosos, así que prefirió no participar para no matar el encanto de la competencia.

Su móvil vibró, recordando que había preparado la alarma para que le avisara media hora antes de que comenzara el espectáculo de fuegos artificiales. La animación de un pequeño dragón rojo rugiendo en la pantalla de su teléfono le hizo saber que el ansiado momento se acercaba.

Yuya regresó a su lugar bajo las luces del reflector, usando las mesas como un escenario improvisado.-Gente linda de Asgard y adorables extranjeros, continuaremos con nuestro concurso en la estatua de Odín. Tienen que seguirme sin tropezar, ¿creen que podrán hacerlo?- en ese momento Yuya arrojó una carta al aire que detonó con un sonido de “puff”, transformándose en un hipopótamo rosado que el paladín usó como transporte hacia la puerta, dejando una estela de confeti para que todos aquellos atontados por el alcohol tuvieran un rastro colorido que seguir. Un chico montado en un hipopótamo con un dispensador de confeti, parecía algo salido de una platica de borrachos.

“Definitivamente nos están clonando…Pero si lo piensas tiene sentido que seamos tres, asi como Yuya, Yuto y Joeri.” Comentó a la  pelirosa, antes de escuchar cómo era que Yuya seguía con su espectáculo, invitando a la gente que se encontraba en el lugar a dirigirse a la estatua que representaba a Odín, dios protector de las frías tierras asgardianas. Sirviendo como señal de que la media noche se encontraba más cerca de lo que ella había pensado.

Justo después de la extravagante salida del paladín, su compañera pelirroja  resaltó la presencia de la chica a la cual se encontraba observando junto con su “primer” clon, riendo ligeramente  ya que a pesar de la evidente poca resistencia que poseía su amiga, esta misma no había dudado en tomar otra copa, en verdad se estaba tomando el “concurso” muy en serio.
Tomó la bebida que se le ofreció, dando un trago mientras pensaba en como acercarse a la otra joven con la que compartía rostro, buscando una manera de no asustarla. Pero justo cuando sus ojos regresaron a la joven de cabello morado, ella ya había notado su presencia, saludando con una expresión llena de nervios y confusión, igual a la que ella previamente había compartido con Yuzu en la fiesta de Halloween.  

Avanzó hacia donde se encontraba la chica, haciéndole señas a sus otras acompañantes de que le siguieran, seguramente la joven ansiaba saber la razón detrás de que sus rostros fueran casi idénticos, pero ni siquiera ella lo sabía aún.

“Hola~ Sé que todo esto es muy confuso y extraño, y me gustaría poder responder al millón de preguntas que han de inundar tu cabeza en este momento,  pero a decir verdad nosotras tampoco tenemos idea de que es lo que sucede…En fin, no te asustes, no estás alucinando ni nada por el estilo. Mi nombre es Serena.” Finalizó, dejando que la pelirosa se presentara ante la joven, el decirles sus nombres primero tal vez haría que les tomara un poco más de confianza,  y si bien su expresión le indicaba que ella también desconocía por qué compartían rostro, existía la posibilidad de que entre las 3 pudieran llegar a una conclusión.

Una ligera sonrisa apareció en su rostro al escuchar las palabras de Yuzu, esperaba que entre las dos pudieran calmar un poco la mente de la otra joven, y que tuviera la confianza necesaria como para decirles su nombre.

“Oigan, yo sé que es algo repentino , sobre todo por la situación en la que nos encontramos, pero…ya casi es media noche, y no me gustaría perderme los fuegos artificiales. Les parece si nos vamos a otro lugar? Podemos charlar durante el camino.” Propuso a las jóvenes que la acompañaban en ese momento, el nuevo año se acercaba cada vez más, y estaba segura que el espectáculo preparado para ello sería bastante bueno.