¡Dulces, Dulces, Dulces! - {Zona 5 - Evento Halloween}

Aquel árbol estaba delicioso, no tarde más de diez minutos en devorarlo por completo. Sin embargo, seguía con un hambre imparable, cada vez más grande, era un apetito insaciable de dulces. Al parecer había caído por completo en ese hechizo de Caramelolandia, quería quedarme comiendo hasta morir, por lo que luego de aquel árbol continúe con comerme al árbol vecino, solo que este envés de dar como frutos malvaviscos, daba chocolates de todos los tipos, blancos, negros, leche, de todos.

Número aleatorio (1,3) : 1

Los dulces me tenían vuelto su esclavo, no podía parar de comerlos, algo me arrastraba hacia ellos, mi hambre, mejor dicho mi gula, un sentimiento que nunca antes había sentido pero que de cierta forma era de los mejores. -Necesito mas.- dije en un tono deseosos babeando y arrastrándome por el suelo, mi estómago ya estaba lleno, pero mis ganas de comer seguían insatisfechas. Por consiguiente, no me había quedado de otra que comer todo lo que estaba a mi paso.

Número aleatorio (1,3) : 2

Mientras trataba de saciar mi hambre de dulces una voz llego a mi cabeza, parecía ser una melodía, una canción que intérprete como “para de comer y podre sacarte de allí”. Sin duda, Athena era quien me estaba hablando, por lo tanto, acudí a su llamado, hice lo que me pidió “parar de comer”. Las ganas de comer se me fueron, más bien me daba asco, ver todos esos dulces me repugnaba, y justo cuando iba a vomitar una luz blanca me envolvió. Aquella luz me dio un sentimiento de paz, era obvio que mi diosa trataba de sacarme de aquella dimensión pero al parecer no podía, pude sentir una fuerza ajena a la de ella, era un cosmos maligno que provoco que aquella luz se convirtiera en uno de los vórtices negros que me termino por tragar.

Número aleatorio (1,9) : 1

Otra vez en aquel maldito lugar  , la única diferencia es que ahora llevaba el disfraz de gallina que había adquirido en el aquel mugroso pantano. Lo peor no era como vestía actualmente ,lo peor era volver a ese lugar tan detestable que atrapo y me dejo vagando durante horas sin rumbo alguno. Es así como iniciaba de nuevo mi camino en aquel lugar tan perturbador y bizarro que aya por donde viese todo estaba hechos de molestos dulces que ahora despreciaba.

Número aleatorio (1,3) : 2

-Mmm, bueno, no esperaba volver a la tierra de los caramelos, tal vez Gula disfrutaría este lugar más que yo pero es un lugar entretenido, mejor que otro intento de pelea del espantapájaros~- murmure mientras observaba a mi alrededor el lugar en el que todo eran dulces y caramelos. Me ajuste mas la chaqueta roja a mi cuerpo y me mantuve avanzando, quería irme rápido de aquel lugar, después de todo mi verdadero objetivo no era aquel juego eterno… Si no pagar una deuda a un malvavisco gigante~

Número aleatorio (1,3) : 2

Observe sin mucho interés como algunos seres de ese mundo se la pasaban de aquí y allá dando saltos, comiendo de los arboles de dulce y bebiendo del rio de chocolate. Esto realmente era un paraíso para quien le gustara el azúcar… y yo solo podía verlo con una sonrisa retorcida, como deseaba terminar con todo esto, destruir lo que hubiera a mi alrededor y arrebatar todo lo que pudiera. Mas no, control Joeri, control~ En este momento debía seguir el camino que tenia, si estaba en lo correcto uno debía pasar cinco obstáculos para ser capaz de enfrentar al guardián… Este era mi cuarto si no contaba que había caído dos veces con la calabaza… El portal seria quien decidiera cual era mi próxima visita~

Número aleatorio (1,9) : 5

…Me masajee la sien, tratando de contenerme para evitar liberar el veneno a diestra y siniestra para convertir aquel lugar en un infierno ponzoñoso, pero resultaba difícil. Cuando cruzara el portal para salir del espantapájaros por primera vez, este me había de vuelto a esa misma zona y había tenido que vencer al espantapájaros nuevamente. Ahora, había logrado cruzar la tierra de dulces simplemente para caer de nuevo en el inicio de esta tras cruzar el portal de salida. ¿Acaso seria así todo el laberinto? ¿Tendría que cruzar dos veces cada zona para llegar al final de este lugar? Al menos no había sucedido con el cementerio y el pantano. Empecé a caminar, en espera de terminar con esto rápidamente…

Número aleatorio (1,3) : 1

...¿En qué momento había ocurrido? ¿En qué momento me había puesto a los frutos acaramelados de uno de aquellos arboles? No estaba seguro. Recordaba encontrarme caminando por el camino, buscando el vórtice que me llevaría a la próxima zona y de repente… bam, estaba sentado bajo un árbol con un caramelo del tamaño de una manzana a medio comer en mi mano. En mi boca estaba masticando el mordisco que le había dado inconsciente. ¿Un lugar que te atrapaba en su ambiente, haciéndote comer sin que te dieras cuenta? Me levante rápidamente, tirando el fruto a un costado y retomando mi camino. Había sido ingenuo al pensar que este lugar era aburrido, era un pecado de la Gula viviente… y eso era peligroso~

Número aleatorio (1,3) : 1

…Nuevamente me hallaba desorientado, había vuelto a la consciencia simplemente para encontrarme con mi boca repleta de algodón de azúcar y, por lo que parecía, no muy lejos del árbol donde me hallara la última vez que había sufrido uno de esos momentos de amnesia. No había avanzado tanto y ya había vuelto a caer en una de las trampas de aquella tierra azucarada. Observe mi palma derecha, como si esta pudiera decirme exactamente qué hubiera ocurrido. Desde que hubiera despertado completamente Avaricia, había algunos espacios blancos en mi memoria pero eso era completamente diferente a lo actual… Lo que estaba pasando era una fuerza externa a mi propio ser…

Este mundo era un depredador, una planta carnívora que atraía a sus presas con su dulce y embriagante olor. No devoraba a los ingenuos que caían ahí como otros cazadores, pero si les impedía salir, atrapándolos en un mundo de dulce… Respire agitadamente, tratando de pensar en otra cosa, tratando de mantener un mínimo de cordura (o lo que yo consideraba mi cordura). Yo no era alguien que se viera saciado por mi estomago, la Gula no regia sobre mí, la Avaricia lo hacía, el deseo de acumular mas y mas, de saciar mi propia diversión, sin importar cuántas vidas fueran arruinadas por ese deseo insano…

-Ah, creo que ya me relaje por el momento, espero poder seguir sin más interrupciones~- murmure con mi típica sonrisa. Pero la verdad es que en el interior estaba abrumado por aquellos momentos de debilidad que me habían hecho caer… Momentos que solo encendían mas mis deseos de ver muerto al malvavisco gigante. Fuera él quien hubiera creado ese mundo como si no, era lo más próximo que tenia para desahogar mis frustraciones. Siempre pagaba mis deudas, sin importar que tipo fueran o a quien se la debiera…~

Número aleatorio (1,3) : 1