Mar de Fuego, Cielo de Cenizas [Tema Global - Despertar de Ares]

Recuerdo del primer mensaje :


Este es un rol de apertura e interacción para que los personajes se conozcan. Habrá intervención del narrador cuando sea necesario avanzar la trama del tema, pero hasta que eso suceda pueden rolear normalmente.

Resumen: en el post se narra que los representantes de sus ejércitos los han enviado a Italia con la misión de recuperar y extraer el alma de Ares antes de que éste despierte. Los Bersekers han despertado en Venecia porque en ese lugar es en el que Ares ha elegido aparecer, esa es toda la información que sus personajes conocerán, por ahora. El avatar de Ares será roleado por Narrador. Pueden controlar a los Bersekers NPC's a su gusto -pelear con ellos, hacer diálogos, etc-.


-No hay orden de posteo. Pueden saltar el turno de otra persona si ésta lleva más de 2 días sin postear.
-Por favor, no ignoren a los Personajes No Jugadores (NPC) manejados por el staff.
-Este tema es una misión; se aplican las recompensas de las misiones por terminarla.

El miembro 'Matt' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Técnica' :

HP: 500
Acciones: Defensa efectiva. Técnica falla.

El miembro 'Gaël' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa' :


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#2 'Técnica' :

Venecia, un lugar en el que cualquiera quisiera estar, sólo que no en las actuales circunstancias.
La ciudad sé encontraba en llamas, explosiones, pánico, enfrentamientos por todos lados; eso es lo único que sé podía observar mientras el santo de Orión sé abría paso entre todo ese desastre…

-Así que no sólo hay conquers, sino que también Poseidón trata de detener la resurrección de Ares….No cabe duda que sería muy problemático sí ese dios revive..- dijo para sí mismo mientras observaba el panorama, mientras que a lo lejos podía sentir una presencia diferente a la de los demás presentes, en su camino a la biblioteca había sentido algo que lo incomodaba, al ver al berserker sé dio cuenta de que no sé trataba de la presencia del mencionado, y por un momento había dejado de sentir dicha incomodidad, quizás porque despejó su mente con lo ocurrido, pero ahora nuevamente volvía la incomodidad.

-Lo mejor será estar preparado…¡Orión!- exclamó el santo llamando así a su cloth la cual en un destello acudió al llamado de su portador cubriendo su cuerpo en cuestión de segundos -Estoy listo-

A lo lejos pudo ver a un joven de cabellos rojizos, el cual observaba el caos que había en la biblioteca tanto afuera como adentro mientras al mismo tiempo sé ocultaba –Así que sólo di la vuelta, vaya falla..- dijo para sí mismo mientras llevaba su mano a su cabeza, sé acercó más al joven que allí sé escondía para advertirle del peligro que corría sí sé quedaba en ese lugar… -Oye, no deberías estar en este lugar, lo mejor será que vayas a un refugio o algo…- decía eso mientras sé acercaba más al joven, mientras que, al mismo tiempo un escalofrío recorrió por todo su cuerpo –Qué fue es...Quizás sólo fue mi imaginación...- pensó el santo de Orión mientras sé detuvo cerca del joven, lo notó, había algo diferente en ese joven, el cual al verlo de más cerca pudo notar que debería tener la misma edad que él, o al menos estar cerca de dicho número..

-Ven conmigo, te llevaré a un lugar seguro- dijo mientras ponía su mano sobre el hombro del joven de cabellos rojizos..

Ante el toque del Berseker, Yamato sabía que estaba perdiendo la poca cordura que le estaba quedando. Su cuerpo parecía querer responder por fuerza a las atenciones demasiado bruscas y pasionales de Crusader, que prácticamente lo estaba violando con su armadura puesta. Parte de su cerebro le gritaba y le exigía dejarse llevar, su parte racional y de guerrero al servicio de un dios, le exigía romperle la cara a Crusader.

Fue cuando una mordida en su cuello le hizo exclamar un gemido, insonoro, pero logró hacer que el Conquer de la luz reaccionara con un ataque para alejar a su agresor de él. Su técnica de Enchanted Marbles  iluminó la estancia y había impactado en Crusader, haciendo que este cayera sobre uno de los Bersekers, el que se encontraba más cerca en distancia al Santo de Libra.

Pero si bien desvió a su agresor, el efecto no se iba, se encontraba como en una nube de excitación, como si le hubiesen dado alguna droga como GHB o éxtasis líquido. No lo pensó solo se sabía en la necesidad de sacar eso de su cuerpo. Así que solo se enredó en la fuente, bebió de ella, sediento, usando sus dientes y lengua para sacar más de la misma, era la fuente de la cordura, que le quitaba aquel calor malsano. No se sentía correcto, no era su compañero de armas castaño, pero lo estaba dejando mucho más calmado.

Cuando al fin tomó conciencia, de qué estaba pasando, se encontraba siendo halado por los santos de Athena a donde se encontraba otro portador de una armadura dorada... ¿No era el mismo chico que hace no mucho había portado una armadura de plata? Pero quien más le llamaba la atención entre tanta destrucción y  era el joven pelirrojo que parecía recién haber alcanzado sus 18 años, pero como su señora Afrodita, no se podía apartar la mirada de él.

¿Es él el avatar de Ares? - Antes de que pudiese decir otra frase coherente o que alguien le explicara qué mismo había pasado luego de que empujara a Crusader lejos de él.  dio un vistazo rápido a la orda de bersekers que se habían lanzado a un punto en específico, no muy lejos de donde se encontraban. unos cuantos cupidos que les habían dado alcance  -Sugiero que si van a llevar al joven a un lugar seguro, el momento es ahora. - Se acercó un poco más  a ver si podía sentir el cosmos de Crusader o de otro guerrero de Ares de alto nivel - Iré a distraerlos junto a otros cupidos, saquen al joven de aquí -. Terminando con aquella frase a modo de despedida rapida se aproximó a donde estaban sus subordinados, lanzando un ataque cegador para darle más tiempo a los Santos de Athena.

Eso parecía solucionado... Pero ¿Quién sería la persona que le dijera a Koizumi Yamato, Conquer de la luz al servicio de Afrodita, demisexual comprobado, que se había dado un beso pasional de esos inolvidables con el rubio y hermoso Santo de Libra  en medio del embrujo provocado por Crusader?

Bueno, aunque lo hubiese, el conquer en esos momentos, ya se encontraba muy alejado del grupo de Santos.
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Puntos de Salud Yamato: 500
Dado técnica 1: Daño 250 +50 (espada legendaria 1/3) =300 (dirigido a Crusader)
Dado técnica 2: fallido

El miembro 'Matt' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Técnica' :

Anheru al acercarse al joven de cabellos rojizos había presentido algo distinto de él, pero ignorando todo al poner su mano sobre el hombro del joven, el rojizo al principio tuvo una reacción evasiva, pero no tardaría en comprender que en el joven que llevaba un ropaje plateado no trataba hacerle daño sino todo lo contrario –Por cierto ¿Cuál es tú nombre?- El joven un poco nervioso respondió a la pregunta de Anheru, diciéndole que su nombre era Avary…
–Muy bien Avary, vamos…- Dijo Anheru mientras extendía su mano hacía el joven el cual, luego de pensarlo unos segundos extendió su mano de igual manera..

-Lo sabía..- Pensó Anheru mientras miraba al joven que sujetaba su mano, ya no había dudas, ese joven al parecer era el recipiente de Ares, ahora con más razón debía estar alerta, aunque no parecía haber peligro justamente en donde estaban, ya que en cierto punto todo quedó muy tranquilo…

La tranquilidad no duró mucho en dicho lugar, Anheru quien sé había posado frente al rojizo para que éste le siguiera mientras le llevaba a un lugar seguro pudo sentir una cosmoenergía que sé aproximaba, aunque esto no sirvió para nada ya que, aunque sé puso alerta, fue mandado a volar con una gran fuerza, tal parece que su oponente no era alguien insignificante, incluso Crusader el berserker que lo mandó a volar antes no tenía tal poder.

Anheru yacía postrado semi-inmovil  ya que impacto contra una pared, el sujeto quien sé acercó al joven caballero comenzó a tocarlo, mientras esto sucedía, el joven trató de mover su mano y quedó sorprendido –Tu armadura de papel no sirve de nada contra mi- era lo que había exclamado el enemigo al enviarlo a volar, en el momento no había notado el porqué de las palabras del hechicero, hasta este momento en el que sé dio cuenta de que la armadura por la que sé había esforzado tanto para conseguir y la cual había portado orgullosamente en sus anteriores batallas había quedado hecha nada…

-O…Orión…- Fue lo que pudo decir el joven mientras sentía que su fuerza sé desvanecía y al mismo tiempo su enemigo trataba de profanar su cuerpo bien definido.

-No….No puedo rendirme, ahora que ya encontré el avatar de Ares, no puedo perder…- pensamientos inundaban la mente del caballero que trataba de encontrar poder en su pensar –Así tenga que usar….Ese poder, ganaré, esta vez “eso” no me dominará, la oscuridad no me vencerá esta vez- Al ver su armadura echa nada sólo le quedaba apostar todo a su última carta, usar la oscuridad que en él sé hospedaba.

Segundos después, Anheru sintió que su fuerza volvía a él, al mismo tiempo que sintió que su cuerpo ya no era manoseado por aquel sujeto, su sorpresa fue aún más al ver que sobre su cabeza sé encontraba una caja de pandora, esos grandes cajones que en su interior mantienen a las poderosas armaduras de Athena, pero eso no era la sorpresa, la impresión en Anheru sé desencadenó ya que no sé trataba de una armadura común, sé trataba de una de las 12 armaduras que define a la élite del ejército de la diosa de la guerra, sé trataba de la armadura de géminis.

La armadura actualmente había escuchado que no tenía poseedor, pero, ahora dicha armadura lo acababa de proteger, con un fuerte esplendor hizo que el hechicero enemigo comenzara a vivir su martirio.

-Mi cosmos….Está resonando con la armadura…- La caja sé abrió mostrando así a la magestuosa armadura de géminis –¡Géminis!- Exclamó el joven mientras que la luz envolvía su cuerpo, al cesar la luz dorada, sé pudo ver a un Anheru con una mirada fría, un imponente santo sé encontraba frente al lacayo de Ares.

-Pagarás por lo de Antes, esbirro de Ares…- Dijo esas palabras mientras que de él brotaba un aura dorada que sé entremezclaba con un aura de oscuridad…

Una horda de berserkers furiosos sé dirigían ahí, al parecer, estaban enfurecidos por el hecho de que aquel sujeto haya roto por accidente la esfera de cristal que en pedazos sé encontraba ya en el piso, en un abrir y cerrar de ojos el hechicero sé esfumó dejando al santo de géminis frente a la horda de berserkers que salvajemente sé abalanzaron contra los dos jóvenes, -mantente detrás de mi- Dijo el joven dorado mientras sé colocaba frente a Avary –Dākuaraimento..- Una gran cantidad de esferas oscuras sé formaron frente Anheru mientras cerraba sus ojos, al abrirlos estás fueron dirigidas a la horda de berserkers que venían desenfrenados, eliminándolos, o al menos a la primera horda de ellos.

Para suerte los refuerzos habían llegado, los demás santos sé venían aproximando al lugar donde estaba Anheru enfrentando a los berserkers evitando que sé acercasen al avatar de Ares, al llegar el conquer que había hecho su entrada poco convencional en la biblioteca propuso un plan para ganar tiempo mientras sacaban al joven pelirojo de ese lugar –Está bien, será mejor que nos vayamos de una buena vez, yo ayudaré a abrir paso para que no haya inconvenientes- dijo Anheru mientras miró al joven rojizo –Avary, te sacaremos de aquí, debes confiar en nosotros ¿de acuerdo? Todos ellos son mis compañeros, no hay peligro- el santo dijo eso para que el joven no sé fuese a dejar llevar por sus nervios, ya que había que sacarlo de ahí cuanto antes.

-Está bien…- Dijo Avary asintiendo a las palabras de Anheru, ahora sé encontraban en la etapa final de su misión, ya sólo quedaba poner a salvo al joven de cabellos rojizos para así, poder dar por cumplida su misión.